domingo, 26 de febrero de 2012

Tragedia de Once: la corrupción nos mata





La verdad creo que no hubiera podido escribir una síntesis tan valiosa como la que escribió Bores Jr. en el artículo que pego abajo. Sus palabras me llegaron profundamente porque ante todo estoy indignado -como tantísimos compatriotas- por estas muertes absurdas de la tragedia de la estación Once. Pero, fuertemente, pues la indignación me viene por solidaridad a los trabajadores que viajan en esos trenes y el dolor por la humillación que sufren a diario. Que sufrimos a diario, porque también soy un trabajador que viajo con la concesionaria TBA -como mi esposa y mis hijos- aunque en el ramal Retiro-Mitre, donde al menos todavía se puede entrar a los trenes por las puertas y no por las ventanillas. Viajar así no es digno de nadie. Claro que no existen insultos suficientes para los responsables.

Este sistema no cierra por ningún lado. Los empresarios privados ganan más cuanto menos invierten en mejoras. Los funcionarios -si no controlan a la concesionaria- también se llevan más, por izquierda. La tercerización laboral es protegida por dirigentes sindicales enriquecidos mediante el arte de traicionar a los trabajadores (recordar el caso Ferreyra). Ni el personal de los trenes se salva de la crítica porque juegan indignamente a cansar al pasajero para que reaccione, se embronque y de la mano de un lío mediático lograr alguna mejora laboral de su patronal delincuente. Han hecho pedazos la dignidad histórica del viejo trabajador ferroviario. No se engañe nadie que no lo haya vivido: cuando existía Ferrocarriles Argentinos (antes del demoníaco Nemen) las connivencias y delitos eran otros pero la ineficiencia era semejante.

En una nueva escala me pregunto: ¿si el gobierno no arregló los transportes desde 2003, ¿cuando pensaba solucionar el tema? ¿En su 18vo. mandato? ¿Le seguirá echando la culpa a la década privatista? ¿Al Menem que los Kirchner apoyaron? Y me vino derecho a la mente el desubicado proyecto millonario de aquel "tren bala", que Néstor y Cristina Kirchner defendían ardorosamente. No fue la broma de un 28 de diciembre: fue parte de la realidad. Además de archivarse por las graves sospechas de corrupción, ¿les queda claro la priorización que se le había ocurrido a esta gente?

Ahora nadie quiere estar en las fotos, se escondieron todos. A los políticos les pagamos para que resuelvan estos problemas, precisamente. Cuando aparecen, se empecinan en negar la realidad para que no los salpique.

La conclusión es muy simple: al gobierno la gente sólo le interesa por su voto porque ellos y sus secuaces los políticos del statu-quo nos miran detrás de vidrios polarizados, gozando del aire acondicionado. No quieren ni olernos, nos desprecian: el dinero y el poder los hace creerse superiores. Podría haber sido otro gobierno, otro presidente. Pero en nuestro país, se sabe, siempre los platos rotos lo pagan los trabajadores, nunca los delincuentes ni los que no hacen méritos. Y la ley se aplica solo a los "perejiles".

Parece que pasaron diez años en vano desde el "que se vayan todos". No aprendieron nada. Y pasó una década sin cambiar nada, porque no somos tan vivos como creemos: nos ganaron una vez más. El poder hace su trabajo sucio: hay mucha gente que no tiene conciencia de clase. No quiero oir de nadie más eso de: "roban, pero hacen". Ya lo venía diciendo: la corrupción también mata. Quedó nuevamente claro con la tragedia del Once. No hacía falta otra demostración. Horanosaurus.

"Los responsables de la tragedia de Once tienen apariencia de seres humanos sólo porque la falta de humanidad no es perceptible a simple vista. Desde el choque se que los perversos, los cínicos, los asesinos, viven entre nosotros". María Luján Rey, madre de Lucas Menghini, muerto en la tragedia del tren Sarmiento en Once. 07/02/15 ("La vida de mi hijo se la llevó la corrupción").




"Fracaso para todos"

Por Alejandro Borensztein, arquitecto y productor de TV. Clarín. Sección Humor político. Domingo 26/02/12.

Podría decir que Juan Pablo Schiavi es un caradura, meter dos chistes y seguir de largo. Pero no puedo. Posiblemente, si hoy desde esta página supuestamente humorística, hablo con dolor y bronca me voy de género. Pero si no lo hago estaría traicionando lo que siempre hice: expresar en cada momento lo que pienso, lo que me viene en gana y lo que siento, en el más absoluto ejercicio de mi libertad.

Esta semana el horror me superó, como a todos los argentinos. Indignación.Pocos temas han sido tan repetidamente mencionados en esta página como la catastrófica situación del transporte público (y privado) de nuestro país.

Recorriendo las 167 notas que escribí verifico que los trenes han sido uno de los blancos recurrentes, y posiblemente Ricardo Jaime uno de los funcionarios que más veces he nombrado. Sin ir más lejos, textual del domingo pasado: “Lo buena de la tarjeta SUBE es que la compres o no la compres podés quedarte tranquilo en el sentido de que los trenes, los subtes y los colectivos van a seguir siendo la misma mierda de siempre, o sea que la continuidad del modelo está absolutamente garantizada”.

Quizá, por eso sea el fastidio. La tragedia del miércoles fue una tragedia que se veía venir. Que se alertó de mil maneras a oídos que sólo quieren escuchar voces agradables, complacientes y obsecuentes. Toda otra opinión se considera contraria al sentir nacional y popular, como si alguien tuviese la potestad de lo nacional y lo popular.

Trenes, subtes, colectivos, rutas, han sido para mí una permanente obsesión. Tal vez, aún más que otras cuestiones inherentes al Estado como salud, educación, seguridad y justicia. No sé exactamente por qué, pero así lo sentí siempre. Es obvio que la falta de hospitales decentes o viviendas dignas para millones de argentinos es un problema gravísimo.

Quizá porque siempre pensé que el transporte y las rutas son las venas de un país . Es lo que el Estado pone a disposición de los ciudadanos para que cotidianamente vayan a realizar su aporte de sangre y sudor en pos de generar los 400.000 millones de dólares que es el Producto Bruto Interno. La gente usa el transporte para laburar, para ganarse el pan y al mismo tiempo generar la riqueza de una Nación. Lo mínimo que se pide es que los lleven y los traigan decentemente, sanos y salvos.

Pienso en un laburante que arranca su día con entusiasmo, con ganas de ponerle toda la energía a su tarea dejando el calor de su hogar y su familia para meterse en las venas que el sistema le ofrece y formar parte del engranaje productivo. Y es ahí mismo, antes de llegar al laburo, en los medios de transporte, donde día a día pierde su dignidad, su condición, su libertad y sus derechos para ser vejado con maltratos, robos, impericias, suciedad, hacinamiento y condiciones humillantes para los standares de estos tiempos. Este es el paisaje cotidiano de cada tren y de casi todas las líneas de colectivos del país.

¿Es esto sólo fruto de las salvajes políticas de los 90? Puede ser, pero ya han pasado muchos años y se acaban las excusas. Poco y nada se hizo realmente sobre el tema en estos años de increíble bonanza económica. La inmensa mayoría de las rutas de la Argentina son una invitación a la muerte. Todos los días hay una prueba de esto. Los micros de dos pisos siguen arriesgando vidas cotidianamente, los colectivos de la Capital siguen circulando a toda velocidad con sus patentes impunemente adulteradas para evitar multas, y los trenes son la más evidente expresión del desprecio con que se trata a nuestro pueblo, no sé si desde el Gobierno, el Estado o la Nación toda. No me animo a definirlo. No son la misma cosa, aunque el Gobierno suele confundirlas, fusionar las tres en una y apropiarse del paquete.

Formo parte del pelotón de afortunados que tiene auto, y reconozco que cada vez que paro en un semáforo junto a un colectivo y veo a la gente colgada, apretada, muerta de calor en verano, siento vergüenza, pudor, angustia, culpa. ¿Qué puedo hacer para modificar esto? ¿Votar a los que se comprometan a cambiarlo? No alcanza. ¿Putear desde el espacio que tengo el privilegio de ocupar? Evidentemente tampoco alcanza.

Creo que sería bueno que el Gobierno se avive que esta vez pasó algo fuerte. Hasta ahora, siempre entendimos que la culpa de los principales problemas del país la tienen Fontevecchia, el diario La Nación y Telenoche. Así vienen zafando de casi todo. Pero tengo la sensación que esta vez la cosa no tiene endoso. Esta no pasa.

No hay insultos suficientes para calificar a los responsables privados y públicos de este desastre. No sólo en nombre de quienes murieron en esta catástrofe, sino especialmente por los millones que día a día son humillados, en silencio, y que pese a todo siguen viajando a sus trabajos. Tal vez porque no les queda más remedio. Tal vez porque tienen una nobleza admirable . Tal vez por ambas cosas.

Defiendo al Estado. Quiero que los trenes, los subtes, los aviones y las autopistas estén en sus manos (no me gustan los Cirigliano o los Marsans). Sin embargo, no hay nada peor que un Gobierno que hace lo que uno quiere, pero mal. Para un progresista, lo peor no es un gobierno de derecha sino un mal gobierno de izquierda.

Cuando un tipo hace las cosas mal hay que darle un shot en el orto. Estamos todos esperando. Y cuando un tipo hace las cosas bien, debe ser reconocido. Vaya esto último para el doctor Crescenti y todo su extraordinario equipo del SAME.

Hoy no tengo ganas de hacer una página de humor . Quizá, sólo pueda decir que esta ha sido una semana exitosa para el Club de los Malos. De las mejores.






La madre de una de las víctimas de la tragedia de Once reveló el duro diálogo con la Presidenta

Familiares y amigos de los 52 muertos cuestionaron al Gobierno nacional y volvieron a reclamar justicia para "las pirañas" responsables del accidente. La madre de una de las víctimas de la tragedia de Once reveló el duro diálogo con la Presidenta. 22.08.2012 Perfil.com

(...) Zulma Ojeda Garbuio había responsabilizado ante un canal de TV a la Presidenta por la tragedia de Once y regresaba a su casa, ubicada en la localidad bonaerense de Ramos Mejía. Su hijo, el gestor Carlos María Garbuio, de 32 años, había muerto en uno de los accidentes ferroviarios más grandes de la historia argentina. Comenzaba marzo y al llegar a su vivienda escuchó que sonaba el teléfono. Levantó el tubo y le habló el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Según reveló DyN, el funcionario le dijo que la jefa de Estado la había visto por televisión y que quería concederle una entrevista. "Después recibí tres llamados más de Parrilli, con quien nos pusimos de acuerdo y pactamos una entrevista en la Casa Rosada para la tarde del 6 de marzo", recordó, al finalizar en el hall central de la terminal de la línea Sarmiento el oficio religioso en memoria de las víctimas.

De acuerdo con las palabras de Ojeda, durante su encuentro con la mandataria, le dijo: "Presidenta, usted está rodeada de pirañas y una es (el por entonces secretario de Transporte Juan Pablo) Schiavi". "Ella me dijo: 'No hables así de él, pobre, que tuvo un grave problema de salud producto de este hecho", contó la mujer. Según relató la madre de la víctima, la Presidenta le habría manifestado: "Vos, ahora, hablás desde el dolor, pero todavía no sabés bien de qué se trata".

"No entendí qué me quiso decir... Si la muerte de su marido suponía un dolor mayor a la del deceso de mi hijo. No comprendí, pero lo único que me nació fue decirle: 'Haga el ejercicio imaginario de poner en el cajón en el que enterramos a mi hijo al suyo, Máximo. Nosotros a usted no le interesamos'. Y no habló más", relató.

Con esas palabras, la mujer pidió justicia por las víctimas del accidente. "Que me ayuden a llegar a las pirañas que mataron a mis hijos", exclamó, al tiempo que extendió el calificativo a otros funcionarios, como “(el ministro de Planificación Federal, Julio) De Vido".

"¿Te creés que la Presidenta y los funcionarios que la rodean no sabían de los negociados en los trenes?", interrumpió Graciela Bottega, madre de otra de las víctimas mortales.

Once: familiares denunciaron que el Estado "allanó el terreno" para la tragedia

Reclamaron que la Nación "pida perdón" por la falta de controles. Y cuestionaron con dureza a Cristina Kirchner por su actuación tras el hecho. "No necesitábamos de palabras dichas para el aplauso frío", dijeron. "Somos también víctimas del terrorismo, un terrorismo empresarial que creció a veces con complicidad del control estatal". Clarín 22/08/12. 
"Lágrimas de los familiares y quejas al Gobierno en Plaza de Mayo". La Nación 03/03/12. Por Julieta Molina. Hubo una marcha para exigir castigo a los responsables, con impulso de partidos de izquierda.
Se leyó un comunicado acordado entre las distintas agrupaciones. "No fue un accidente, fue una masacre contra el pueblo, contra los trabajadores que estamos obligados a viajar en ferrocarril".

"No les importa la vida ajena; el Gobierno y TBA quieren tapar responsabilidades. La Presidenta dijo que 40 millones de argentinos necesitan saber que pasó. Los trabajadores y el pueblo ya sabemos que pasó y quiénes son los responsables. El asesino es Cirigliano y el gobierno nacional. Marchamos para que vayan presos", leyó uno de los delegados.


"A días de la tragedia, la Presidenta defendió la política ferroviaria". Clarín 01/03/12. "Nunca hubo un pedido de rescisión por parte de ningún organismo de control" argumentó y agregó: "Se ha hecho bastante de lo que se había hecho hasta que llegamos nosotros". Antes, defendió la política de subsidios, la megaminería y destacó el crecimiento económico.

"El gobierno ignoró otro lapidario informe sobre el Sarmiento". Perfil.com 29/02/12. Lo elaboró la Comisión de Regulación del Transporte y llegó al despacho del secretario de Transporte en marzo de 2011.

"Cuando Cristina elogiaba a TBA, la línea Sarmiento y los Cirigliano". Perfil.com 28/02/12. En 2010, la Presidenta inauguró obras de infraestructura en Mercedes y dijo que el servicio ferroviario era "de muy buena calidad". Vea el video y la galería de fotos.


"Cuando el relato no alcanza". La Nación. 25/02/12. Por Martín Rodríguez Yebra. El kirchnerismo procesa a los 51 muertos de Once como hace con todas las noticias incómodas que desnudan sus debilidades: edita la historia.

"La adjudicataria del tren bala pagó US$ 500 mil al asesor de Jaime". Se trata de la francesa Alstom. Le entregó, por lo menos, esa suma en el 2007, según surge de los mails de Manuel Vázquez a los que accedió Clarín. Luego, el Gobierno le adjudicó a esa compañía la obra, por 1.320 millones de dólares. Clarín 28/11/10.

"La empresa del tren bala, en la mira de la Justicia por sobornos". Clarín. 19/11/11.

"Los proyectos K para construir trenes bala quedaron en el olvido". Clarín 30/10/11. Por Antonio Rossi. Se trata de los trenes bala a Rosario, Mendoza y Mar del Plata que se habían licitado con bombos y platillos entre 2006 y 2008 y que hoy se encuentran en "estado vegetativo" porque el gobierno no quiere asumir el fracaso que implica darlos de baja.

"¿Porqué Jaime está libre?" se preguntan en el Sarmiento". Clarín. 01/10/11. Compañeros de Sobrero creen que el ex-secretario tiene protección judicial.

"El gobierno desoyó 30 informes críticos de la auditoría sobre Jaime". Clarín. 03/01/11. Por Luciana Geuna. La Auditoria General de la Nación alertó sobre serias irregularidades. Favores y concesiones a empresas amigas.

"Tren bala: De Vido les pidió paciencia a los franceses". Clarín 28/10/08. Por Silvia Naishtat.

"Tren Bala: antes de que empiecen las obras, se pagarán US$ 670 millones". Clarín. 04/05/08. Por Antonio Rossi. Es el adelanto que cancelará el gobierno este año al grupo constructor, que lidera la francesa Alstom. Lo desembolsará el banco financista y el Estado le entregará una cantidad equivalente en títulos de deuda.

"Carrió asegura que es un escándalo". Clarín. 30/04/08. Por Armando Vidal. La Coalición Cívica con Elisa Carrió, su titular, a la cabeza, eludieron los eufemismos al calificar el proyecto del tren bala como "un escándalo" y "un claro acto de corrupción".

"El tren bala argentino llegó a las puertas del Elíseo". Cristina aceptará hoy la "estructura financiera" de la obra presentada por dos empresas francesas. Clarín 06/04/08. Por Antonio Rossi.

"Lujo ferroviario: cada asiento del tren bala le costará al Estado argentino 25 millones y medio de pesos". Perfil. 29/04/08. Por Payito Blanco. Cuáles son las tarifas del salto a la modernidad K. Las verdaderas cifras de la obra y el excéntrico nombre con el que Cristina bautizó a la máquina.

"Al presentar el tren bala, Cristina dijo que está "acostumbrada a recibir palos fuertes". Perfil. 29/04/08. Defendió la obra de los cuestionamientos de todo el arco opositor y criticó a la prensa, ahora la internacional. Sus palabras.

"La otra cara del "salto a la modernidad" que sueña el kirchnerismo". Perfil.com 04/05/08. Un docente de la localidad de Ireneo Portela, partido de Baradero, le escribe a la Presidente contando lo que sienten los que verán el tren bala desde abajo.

"Tren bala: las obras se financian con nueva deuda por US$ 3.900 millones". Clarín. 05/04/08. Por Antonio Rossi. El plan de financiamiento se publicó un día antes de que Cristina viaje a Francia a entrevistarse con Sarkozy. Dos empresas de ese país están detrás del proyecto: lo construirá Alstom y lo financiará el banco Natixis.

--- Casi seis meses después de la tragedia de Once, para la gente no cambió absolutamente nada. Medio a desgano, el gobierno K le bajó la concesión a sus amigos de la empresa TBA y se la dieron a otros tránsfugas, también amigos. El mismo "pollo" Sobrero los descalificó porque los ferroviarios los conocen de otros ramales. El juicio a los responsables es una parodia ridícula en manos de un juez títere del gobierno (Claudio Bonadio, un ex lasallano y Guardia de Hierro que se olvidó de sus principios morales hace muchos años).

Viajo a diario en los exTBA: el único cambio que advertí son unas calcomanías nuevas en los vidrios de los destartalados coches que indican "no apoyarse en las puertas", o algo así. Todo sigue igual, hasta el desgano y la inoperancia de los mal llamados "trabajadores ferroviarios" (no merecen llamarse trabajadores ni ferroviarios porque perdieron la dignidad y el orgullo hace rato). A principios de mes me tocó bajarme de un convoy en medio de la noche cerquita de Retiro porque se incendiaba el coche en el que viajaba (aunque no pasó a mayores). En cualquier momento sobrevendrá otro accidente, no tengo dudas.

Si les interesa el tema, por favor lean la investigación de Clarín cuyos link ofrezco abajo, en particular las condiciones denigrantes para viajar a Bahía Blanca. ¿Hacían falta más pruebas para comprobar mi teoría sobre los políticos y su noción de las cosas? 

Por último, una nota de 'Pino' Solanas en Clarín de enero 2013 donde sintetiza perfectamente la triste historia de las últimas décadas de desmanejos ferroviarios. Hace mucho tiempo que Pino y sus colaboradores desde Proyecto Sur vienen planteando soluciones para recuperar el ferrocarril (basta indagar en su página web) y hasta realizó el documental "La próxima estación", para que sea más gráfico. Los argentinos, parece que seguimos mirando a Tinelli. Horanosaurus.

"En solo un año se cancelaron 136 servicios de pasajeros". Dejaron de funcionar el ex Gran Capitán a Posadas y el Binacional a Uruguay. No hay más salidas a Pinamar, Miramar y Rosario. Y se redujo la frecuencia a Mar del Plata. Viaja 25% menos de gente. Clarín. Domingo 08/07/12. Por Gisele Sousa Dias y Antonio Rossi.

"No hay política de ferrocarriles". Clarín Domingo 08/07/12. Por Antonio Rossi. 

"Las palabras de la Presidenta". Clarín Domingo 08/07/12. 

"Una madrugada helada a bordo de un tren fantasma a Bahía Blanca". Clarín Domingo 08/07/12. Por Gisele Sousa Dias. Ventanas, asientos y baños rotos, mal olor y gente amontonada: impresiones de una cronista de Clarín en un viaje de terror.

Los Kirchner profundizaron el modelo de los 90

Por Fernando “Pino” Solanas. Clarín Domingo 20/01/13.

Scalabrini Ortiz se cansó de decirnos que en un país extenso como Argentina el ferrocarril era el único transporte terrestre que podía asegurar la comunicación de la Nación porque seguía funcionando en los peores escenarios climáticos: con lluvia, nieve o niebla. También demostró que sin manejo de las tarifas no se podía defender a los productores y a las economías regionales. Siguiendo los planes del Banco Mundial, Menem suprimió el 80% de los trenes: 800 pueblos murieron y mas de un millón de provincianos emigraron. Los 37 talleres fabricas donde se hacían todo tipo de vagones, rieles y locomotoras y se exportaban, se entregaron a los concesionarios y fueron saqueados. Al pasar el 90º% del transporte a las calles y rutas, los accidentes se multiplicaron y hoy dejan 8.000 muertos anuales. La catástrofe humana, industrial y social -que culminó con la preanunciada tragedia de Once- no fue revertida por ninguno de los gobiernos que siguieron a Menem.

Los Kirchner profundizaron el sistema de las concesiones: todos los salarios y reparaciones los paga el Estado y parte de los millonarios subsidios se repartió entre la cúpula de ferrocarriles, los sindicatos y los concesionarios. El proyecto industrial K , fue una promesa verbal: la reconstrucción de las industrias de transporte –ferroviaria, marítima y aérea- f ue reemplazada por compras directas de material obsoleto y sin repuestos a España y Portugal –Ricardo Jaime- y ahora los 400 vagones chinos y 120 para el subte, gestionado por Franco Macri -padre de Mauricio-; o los 20 aviones Embraer a Brasil, sin exigir fabricación en el país y transferencia tecnológica. El modelo K fue privilegiar el negocio privado a los intereses del país y al de sus trabajadores y técnicos. ¿Cómo es posible que en 20 años no se haya fabricado un barco en nuestros astilleros si el país gasta US$ 5.000 millones por año en fletes marítimos? Como si fuera poco, quieren rematar la estratégica Isla Demarchi -que asegura el dragado y balizamiento del puerto de Buenos Aires- para otro negocio vip del grupo IRSA, con el cuento de levantar un polo audiovisual o “Hollywood del Riachuelo”.

El proyecto estratégico de la reconstrucción del transporte exige acordar políticas de Estado para los próximos diez años. El camión seguirá siendo insustituible para llevar la producción de la fábrica o el campo a la estación; el tren, en la larga distancia, es de 6 a 10 veces más barato que el automotor: una locomotora arrastra la carga de 50 camiones y una barcaza la de 120 camiones con acoplado y a menor precio.

Las principales medidas que deberían tomarse para reconstruir los trenes son:

1) Terminar con las concesiones y subsidios y formar una empresa pública con el control de pasajeros, transportistas de cargas y ferroviarios.
2) Realizar una auditoria de inventario de los bienes y talleres entregados a los concesionarios, exigiendo su reposición.
3) Prohibir toda venta de terrenos e instalaciones ferroviarias.
4) Recuperar los talleres del Estado exigiendo se fabriquen en ellos las compras de material extranjero, como lo hace Brasil o China.
5) Desinfectar las cúpulas de ADIF, SOFSE, CNRT y UGOFE, que son cómplices del desguace y reemplazarlas por personal idóneo desplazado, y valores de la generación joven.
6) Crear el Fondo de Reactivación Ferroviaria con recursos del Estado. La reconstrucción de las industrias de transporte, permitirá el renacimiento de cientos de talleres y fábricas subsidiarias y la creación de decenas de miles de empleos estables.
 




Lamentable Bonus track 2013:

"La corrupción mata"


Fernando "Pino" Solanas se refirió al trágico accidente de trenes en Castelar (de hoy) y opinó que "la inseguridad del pasajero es hija directa de la corrupción". Acusó de "delincuentes" a los ex funcionarios Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi. Lapoliticaonline. 13/06/13.

El diputado nacional Fernando “Pino” Solanas definió la tragedia de Castelar como “algo previsible que pudo ser evitado”. “Venimos de 20 años de vaciamiento de los ferrocarriles y de 10 de gestión kirchnerista, donde hubo como ministros de Transporte delincuentes como Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi”, destacó.

El legislador denunció que “los altos funcionarios del gobierno nacional, incluida la Presidenta, son conscientes y también son ‘la caja’ del choreo”. Solanas detalló que “los vagones chinos que se compraron los pagaron 3 millones de dólares en compra directa y la mitad quedó en bolsillos privados”.


En conversación con radio La Once Diez, el dirigente afirmó que “la corrupción mata y la inseguridad que hoy vive al pasajero que está obligado a tomar al tren y está arriesgando su vida, es hija directa de la corrupción”.


Solanas también se refirió a las palabras de Luis D’Elía, quien vía Twitter acusó a al diputado de sabotaje. “(D’Elía) es un lamentable provocador y co-responsable de la corrupción y de las responsabilidades criminales que le toca a un gobierno que consintió el vaciamiento del sistema, que siguió manteniendo la ruta negra de los subsidios”, aseguró.


Bonus track 2014: estupenda y contundente síntesis del periodista Héctor M. Guyot en el diario La Nación del 29/11/14... llegaron los trenes nuevos... ¿hay que darles las gracias?


Por Héctor M. Guyot  | LA NACION Sábado 29/11/14.

Soy usuario frecuente del servicio de trenes Retiro-Tigre. Esto es lo mismo que decir que soy un hombre hecho al sufrimiento. Por eso el martes, día previsto para el bautismo rodante de las nuevas formaciones chinas, llegué a la estación de siempre sin expectativas. Aquellos que hemos sido moldeados por el transporte público en la disciplina de la resignación estamos preparados para todo. Incluso para ver asomar una vez más, allá en la curva distante, la imagen cansada y maltrecha de los viejos trenes Toshiba. De tan familiares, ciertas pesadillas se vuelven queribles.

El ministro venía anticipando la llegada de los trenes chinos como si se tratara del advenimiento del Mesías. Cada mañana, mientras uno esperaba y esperaba en el andén, el anuncio del nuevo "material rodante" repetido por los altoparlantes no era un aliciente sino la prueba del agotamiento de las actuales formas de la democracia. En ellas la tarea del político es prometer. Y la del hombre de a pie, creer. Allí estabas, en medio del desierto, masticando arena, clavando el mentón en el pecho para avanzar contra el viento, cuando una voz que venía del cielo te decía que adelante te esperaba la redención. Toda Tierra Prometida exige un sacrificio de sangre, sudor y lágrimas. En este caso, digámoslo ya, el sacrificio se pagó con creces. Sobre todo en sangre.

Ése es mi problema: no puedo olvidarme del costo que pagamos por algo que no es la Tierra Prometida, sino el simple recambio de una flota de trenes que trajinó los mismos rieles durante décadas y que en los últimos años se cayó a pedazos ante nuestros propios ojos. O peor, con nosotros adentro.

El martes, en el andén, tras una espera breve advertí que allá en la curva asomaba un animal distinto al de siempre. En lugar de la cara chata de los Toshiba, tenía una trompa redondeada y amable, y se detuvo a mis pies tan silencioso como obediente. La bestia abrió sus fauces para liberar a algunos pasajeros y para recibir a otros, que ingresaron a su interior como se entra a un museo. Encontraron adentro algo tan raro para ellos como la sonrisa de la Gioconda: asientos sanos y firmes, pasillos despejados, olor a nuevo, una chicharra que suena cuando las puertas se abren. La gente intercambiaba sonrisas, se pedía permiso, se decía muchas gracias, guardaba el bollo de papel en el puño a la espera de un cesto. Ojalá nos dure la urbanidad. De eso depende también que estos nuevos y bienvenidos trenes sigan sanos y limpios.

Ese mismo día, por la tarde, me entró el siguiente SMS: "Vos ya tenés el nuevo DNI. No tenés que renovarlo. Ministro Florencio Randazzo". A los dos días sonó el teléfono en casa: era el ubicuo ministro, o su voz grabada, para anotarse el poroto -y el voto- por los nuevos trenes.

¿Por qué cuando hacen algo bien los funcionarios se encargan de arruinarlo convirtiéndolo en campaña de un modo tan grosero? Todos contentos de viajar mejor. Tanto en el Mitre como en el San Martín o en el Sarmiento. En esto, al menos por ahora, bien por Randazzo. Lo que nadie está dispuesto a creer es que el ministro brotó de un zapallo. Tampoco de una lámpara mágica, al modo de un genio solitario que aparece de la nada para atender nuestros deseos. Es difícil aislarlo del gobierno del que forma parte, responsable del abandono criminal del servicio ferroviario. Entre muchas otras cosas.

Por eso a la hora de presentar las mejoras, y sobre todo dados los trágicos antecedentes, se imponía observar el más respetuoso silencio. El ministro debería saber que los nuevos trenes no son una concesión graciosa al pueblo ni un regalo que depende de la buena voluntad del príncipe o la reina. Al contrario: por fin vemos cómo al menos una parte de la asfixiante presión impositiva que se nos aplica a pobres y ricos por igual vuelve a la gente en algo concreto. Los fondos públicos están para eso, por más que los que mandan se tomen el atrevimiento de considerarlos de su propiedad. Eso los anima a llevarse al bolsillo lo que no les pertenece o a adjudicarse a título personal y sin sonrojarse las obras que desde su cargo les toca impulsar, algo a lo que ya nos hemos acostumbrado.

¿Cuánta gratitud le reservarías a alguien que te consigue una buena ortodoncia después de partirte los dientes de un trompazo? ¿Y si además la paga con tu propio dinero?

Bonus track 2015: 

Desde que ocurrió el accidente, muchos ex funcionarios tuvieron opiniones desafortunadas sobre el hecho. Perfil.com 29/12/15.

El Tribunal Oral 2 condenó también a ocho años a Claudio Cirigliano y otros directivos de TBA. Pidieron investigar a Julio De Vido. Perfil.com 29/12/15.

Los padres de Lucas Menghini hablaron en las afueras de los tribunales de Comodoro Py luego de conocerse el veredicto. Perfil.com 29/12/15.


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