lunes, 7 de diciembre de 2020

Frases archivadas XVI




"La existencia del universo es un milagro y hemos nacido aquí para atestiguarlo y celebrarlo. Nos preguntamos cual es el propósito de la vida. Nuestro propósito es percibir lo fantástico. ¿Para qué tener un universo si no hay público?" Ray Bradbury (escritor norteamericano, 1920-2012)

"Las cosas bellas solo pertenecen a quienes las aman". Manuel da Fonseca (escritor portugués, 1911-1993)

"Creo que nunca me preparé tanto para no ejercer". Jorge Alvarez (editor y productor argentino creador del sello Mandioca, 1932-2015).

"Nada hace a una persona más inteligente que la posibilidad de ser ejecutada en un plazo de dos semanas". Oscar Wilde (escritor y dramaturgo irlandés, 1854-1900)

“No importa quién seas, solo tienes tu vida. Pero en los libros tienes millones de vidas y cosas. Para mí, es una forma de ser inmensamente rico. Quizá por eso nunca me importó el dinero. Porque si sabes leer, eres increíblemente rico. Eres tan rico que, si lees todo el tiempo, no alcanzas a pensar en el dinero, que es una minucia comparado con leer”. Fran Lebowitz (escritora, periodista y humorista norteamericana en "Supongamos que Nueva York es una ciudad" de Martin Scorsese).

"Nuestros jóvenes de hoy en día aman el lujo, tienen pésimos modales, desdeñan la autoridad, muestran muy poco respeto por sus superiores, pierden el tiempo yendo de un lado para otro y están siempre dispuestos a contradecir a sus padres y tiranizar a sus maestros". Sócrates (filósofo griego, siglo IV A.C.)

“Si un hombre es llamado a ser un barrendero, debería barrer las calles incluso como Miguel Ángel pintaba, debería barrer las calles tan bien que todo los ejércitos del cielo y la tierra puedan detenerse y decir: aquí vivió un gran barrendero que hizo bien su trabajo”. Martin Luther King (pastor y activista social norteamericano, 1929-1968)

"La verdadera división no es la que hay entre conservadores y revolucionarios, sino entre autoritarios y libertarios". George Orwell (escritor británico, 1903-1950)

"La excelencia y el mérito son enemigos de la mediocridad que el populismo intenta vendernos como democracia. No se les ocurrió (a los populistas)  que en toda sociedad razonable el mérito es la única arma de que disponen los pobres para progresar". Fernando Iglesias, (escritor, periodista, profesor universitario y político argentino en "La década saKeada", 2016).

"Muchas veces escucho a alguien y digo: ´no lo quiero conocer´ porque me doy cuenta que tiene un ego muy grande". Gavin Harrison (baterista inglés del grupo King Crimson. Setiembre 2019).

"Los secretos del éxito dependen de cómo uno defina el éxito. Pero si nos limitamos a lo convencional, al triunfo en el trabajo, tenemos un sinfín de manuales. Que si levantarse temprano, que si ser positivo, ser audaz, perseverante, competitivo, tener imaginación, curiosidad, pasión, hambre, atención al detalle o estar medio locos. He conocido a grandes triunfadores (...) poseen todas esas virtudes y muchas más, pero hay una cosa que tienen por encima de todas: una tremenda energía. El gran denominador común de la gente super exitosa es que poseen una energía muy por encima de la media común. Una fuerza primaria que les salta a los ojos, penetra la piel e inunda la mente hasta el punto que me provoca vértigo o, quizá más bien, agotamiento ajeno. Llevan motores adentro que operan sólo a altas revoluciones; son fórmula 1 hechos carne". John Carlin, periodista, en "La vuelta al mundo". La Vanguardia. 22/09/19. PD: si la mayoría la usara para el bien común, viviríamos en un planeta mejor.

"En la teoría, ya sabemos, que la gente no busca la verdad, sino la ratificación de sus ideas. ¿A quién se le habla entonces, si nadie cambiará la forma de pensar? A los indecisos, supongo, y a quienes no les  interesa el tema". Joaquín Sánchez Mariño en "Venezuela, el país de la diáspora que no encuentra su fin". La Nación Ideas 12/10/19.

"El populismo no altera el sistema productivo ni modifica la estructura del ingreso y las desigualdades siguen siendo las mismas. Cuando se terminó el subsidio todo queda igual (...) Está ligado al carisma, al culto a la personalidad, al fanatismo, a las soluciones mágicas, y eso va haciendo muy difícil desarmar esa estructura. Es un mal que no hemos podido curar (...) El populismo aparenta dar respuestas inclusivas sin alterar la distribución. Reduce la desigualdad transitoriamente, mientras tiene financiamiento, pero la distribución del ingreso se debe regular con el sistema impositivo y una política salarial: no regalando plata (...) cuando uno quiere resolver el problema del ingreso subsidiando, es siempre una política de patas cortas". Rodolfo Terragno (escritor, historiador, abogado y político argentino, ex funcionario fracasado) en "Creer que hay solo dos visiones del país  es parte de la desmesura argentina". Setiembre 2019.

"La cuestión (en la Argentina) no es entre izquierdas y derechas, sino entre populismos y republicanos. El gran peligro para mí es la autocracia. Hace falta una épica republicana. Y esta batalla cultural vale la pena". Jorge Fernández Díaz. Escritor y analista político argentino. en "La colonización populista es el gran relato institucionalizado por el kirchnerismo" InfoBAE 02/05/21 por Hugo Martin.

"Búsquese en todos los discursos, en todos los libros de esa época, en cuanto hayan escrito Sarmiento, Mitre y Alberdi, que son los profetas del partido liberal de ambas tendencias y no se hallará ni una vez (una) referencia a los oprimidos. No, ellos no descenderán jamás a hablar del individuo aisladamente, del ciudadano común, y menos aún, del pobre, del paisano, del gaucho. No, para ellos que se mecen plácidamente en las alturas etéreas, que conversan con los filósofos y economistas de moda, los paisanos, los gauchos, representan la barbarie, lo bajo, la chusma. Para eso están el juez de paz, el comisario y el comandante militar". "Los motivos de Martín Fierro en la vida de José Hernández". Pedro de Paoli -Edit. Huemul, 1968.

- “Néstor, ¿porqué ahora sos de izquierda si los dos éramos los grandes alcahuetes de Cavallo, vos primero y yo segundo?”
- “La izquierda te da fueros, Ramón”.
Conversación el ex-senador Ramón Puerta y el ex-presidente Néstor Kirchner a mediados de enero de 2004, en Monterrey. Libro “Doce noches” de Ceferino Reato, 2015. Edit. Sudamericana.

P: ¿Cuántos pares de zapatos tiene? R: "Qué se yo! Nunca le preguntaron a un hombre cuántos pares de zapatos o cuántos pantalones tiene. Les preguntan siempre a las mujeres esas cosas". Cristina Fernández de Kirchner, multiprocesada ex presidente y actual vicepresidente de los argentinos. Reportaje de Oliver Stone en el documental "Al sur de la frontera",  2010. 

P: ¿Qué te parece la exposición de artistas apoyando a figuras de la política? R: Es un derecho de toda persona, manifestar sus ideas. Yo, en general, prefiero ser una voz y una mirada independiente y juiciosamente crítica. La adhesión ferviente a una idea te quita, creo yo, imparcialidad, y podés terminar aceptando lo inaceptable por lealtad o compromiso. Yo creo en el artista es como un vigía que alerta de los peligros antes de que otros los vean y cuando todavía hay posibilidad de maniobra. Tu lugar es en el mástil, con los largavistas, no tomando cocktails con políticos en un camarote vip. Pedro Aznar, músico popular argentino. Reportaje en el diario La Capital. Febrero 2021.

"Si, a veces las canciones son importantes para la gente: amortiguan dolores, acompañan borracheras. Pero es muy relativo (…) es cierto que si subís al escenario la gente te mira con devoción y deposita tu fe en vos, durante lo que dura ese ritual pagano que es un recital... pero el error más grande es que te crea. No hay que creerle mucho a un tipo que canta. Lo mismo pasa con la sobrevaloración de las opiniones políticas de cantantes y actores. Tipos que levantan el dedo como si fueran Umberto Eco. Si sos un artista militante -que no es mi caso ni por puta- y tenés grandes convicciones, tenés la obligación de sostenerlas con actitudes y elementos sólidos. Y en general, la gente a la que he visto levantar el dedo hace agua. Se sobrevalora a los artistas, como si fuéramos muy sólidos intelectual y políticamente. Y la verdad es que la mayoría no lo somos (…) es la culpa burguesa, prima hermana del progresismo de solapa. Siento que hay una mezcla de hipocresía, que apunta a solapar la culpa burguesa".  Iván Noble, cantante argentino ex Caballeros de La Quema. Marzo 2016.

"Realmente sería muy interesante que diputados y funcionarios que jamás pagaron una quincena y nunca corrieron a las 14:50 al banco para cubrir los cheques jueguen a ser empresarios en la Argentina". Gustavo Lazzari, empresario y economista argentino.  En "El Estado no tiene agallas para ser empresario". InfoBAE 19/05/20.

"Las redes sociales son una pérdida completa de tiempo real, una posibilidad de conquista sentimental, un espacio para que arrojen botellas al mar los náufragos de la vida y para que los estúpidos presuman de ingeniosos (...) además, cometieron un crimen: eliminaron el uso de la correspondencia. Ya no hay cartas que uno espera, sintiendo el peso y el paso del tiempo; ya perdimos para siempre la deliciosa sensación de que una carta se desliza bajo la puerta". Daniel Guebel, escritor y periodista porteño. Diciembre 2020. PD Horanosaurus: eso es verdad. Un ejemplo de ello es la defunción de "LACAP" (Liga Argentina de Correspondencia al Pedo), una modesta agrupación de Zona Norte -sin personería jurídica- cuyos miembros disfrutaban escribiendo cartas sesudas en ratos robados a sus trabajos formales, volcando ideas e ilusiones sobre un papel para compartirlas entre amigos,  hoy gente grande desanimada que ni siquiera recuerda los sucesos descriptos).

"Conservo amigos de la escuela. Un motivo de orgullo que la gente suele destacar. Carece de toda importancia, pero todos vamos a llegar un mes tarde a nuestros sepelios". Horanosaurus (pintor de interiores argentino).

martes, 6 de octubre de 2020

La belleza y sus ventajas



Cualquiera de nosotros lo ha vivido en su trabajo o en otros ámbitos sociales. En cualquier organización humana los lindos corren con ventaja y suelen recibir más de lo que merecen, echando por la borda los méritos de otros. Quizás sea parte del juego de la vida, como nacer pobre o en cuna de oro, en Ciudad Oculta o en Suiza. La cosa es más vieja que el ruido y no parece tener solución inmediata, como tantas otras. Cuando no tenés suerte en el reparto, putearás de vez en cuando. Algunos le buscarán la vuelta pero, casi invariablemente, la respuesta a la desventaja de la fealdad es un cóctel de conformismo y resiliencia (el concepto de moda que todos repiten y yo también).

En todas partes se cuecen habas. Creo que, en forma generalizada, los hombres feos nos tragamos la píldora de esa desigualdad mirando para adelante. Para las mujeres (y los metrosexuales también), la cosa es diferente. No le esquivan al bulto y la pelean con la coquetería. La facción extremista feminista se desgarra las vestiduras y busca culpables de la injusticia que sufren las congéneres feas, que abundan en sus filas. Claro está, cae en la volteada "la sociedad patriarcal". De existencia cuestionada en la Argentina de hoy, gobernada por una reina egipcia loca, obedecida por "todas" y "todos". Tampoco puede explicar la contradicción de las femme-fatale de su propio bando que explotan con astucia la otra cara de la injusticia, munidas de escotes pronunciados y tacos aguja. Una piedra en el zapato que meten bajo la alfombra. Parte del paisaje.

Los patrones de la belleza usuales en el mundo tienen orígenes culturales que han sido estudiados debidamente. ¿Nos han sido impuestos? Siempre se puede recurrir a teorías conspirativas, pero no creo que las chinitas del noroeste argentino se empolvaran la cara con harina en sus celebraciones sincréticas del siglo XIX para asimilarse a las mujeres europeas, convencidas por una publicidad de L'Oreal.

Otra imperfección humana  tangencialmente relacionada al favoritismo por la belleza física es  la tonta tendencia humana de clasificar a la gente según nuestra primera impresión. Tarea que nos lleva usualmente dos o tres segundos. Metemos a nuestros interlocutores en un casillero y no va más. Difícil cambiemos después de parecer. Lo dijo el heroico Oscar Wilde: "Nunca hay una segunda oportunidad para causar una buena impresión". 

Para tener más certezas al abordar el tema de los lindos, los feos, hijos y entenados en nuestras sociedades, aquí abajo seleccioné algunos artículos interesantes que se me cruzaron en el camino. No me miren mal. Horanosaurus.   

                 

La idea de belleza depende de la cultura y también del cerebro

Clarín Zona 21/08/11. Por Facundo Manes. Neurólogo. Director del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. Presidente del Grupo de Investigación en Neurología Cognitiva de la Federación Mundial de Neurología.

Además de los famosísimos relatos de la Bella Durmiente y Cenicienta, Charles Perrault escribió la historia del príncipe Riquete, que tenía el don de la inteligencia pero la desgracia de ser considerado feo por los demás.

¿Qué condiciones tendría para ser visto así? Las personas dentro de una cultura determinan aquello que representará lo bello y lo feo. De hecho, estas determinaciones pueden no ser correspondidas por otras épocas u otras culturas.

Uno de los elementos tenidos en cuenta para el valor de belleza es la familiaridad de la cara, de modo tal que personas de un mismo grupo suelen ser consideradas más atractivas que personas con rasgos muy similares pero de otros grupos. Este tipo de variables también demuestra que los juicios de atracción son influidos por valores subjetivos. Pero existen cualidades de lo que se considera atractivo que son, según estudios antropológicos, comunes entre las distintas culturas del universo.

Algunas de estas características más bien universales están asociadas a la simetría, es decir, a la forma en que los atributos físicos se distribuyen a través de la línea media vertical. Sólo se tarda una fracción de segundo para que podamos decidir si nos encontramos con alguien atractivo. Cuando se solicita a voluntarios que puntúen cuán atractivo les resulta un rostro en el laboratorio, grandes desviaciones parecieran alterar la percepción sobre la belleza.

Desde el punto de vista evolutivo, esta expectativa de que una cara atractiva sea más bien simétrica estaría asociada a procesos cerebrales por los cuales desviaciones marcadas de esta armonía facial podrían ser, de manera automática y no consciente, indicadores de falta de aptitud o de una mala salud.

Los científicos han identificado muchos otros atributos que parecieran estar asociados con mayor atracción: la cara de bebé, especialmente en las mujeres, y una cara madura, especialmente en los hombres, actuarían inconscientemente como indicadores de juventud y fertilidad en el primer caso, y capacidad para llevar a cabo las responsabilidades de una familia en el segundo.

Diversos estudios han demostrado que los hombres tienden a preferir los rostros más suaves o femeninos. Sin embargo, las mujeres tienden a variar en lo que ellas consideran atractivo. Algunas mujeres prefieren los hombres con rasgos más marcados (más masculinos), mientras que otras eligen hombres con rasgos más femeninos. Esto parece ser debido en parte a factores hormonales. Las mujeres muestran mayor preferencia por los hombres más masculinos durante la fase fértil del ciclo menstrual que en otros momentos.

Existirían al menos dos posibles mecanismos evolutivos, aunque no excluyentes entre sí, sobre por qué ciertas caras son consideradas más bellas que otras. La primera posibilidad es que las características atractivas representen los atributos fenotípicos que son deseables en nuestras parejas, tales como una buena salud genética y altos niveles de inmunocompetencia (es decir, una buena capacidad para montar respuestas inmunes adecuadas a los patógenos con los que nos topamos durante nuestra vida).

La segunda posibilidad es que la atracción por las caras haya surgido como una función agregada del proceso que extrae información facial necesaria y general, aun si dicha evaluación no es intencional o útil.

Riquete, el feo príncipe del cuento de Perrault, se enamoró de una princesa hermosa a quien él le ofrendó su inteligencia. Y ella, por esa sabiduría y por el amor suficiente para que eso sucediera, lo hizo el hombre más bello del mundo. ¿Qué ley universal lo va a poder negar?

Ventajas de la belleza: Los lindos tienen más amigos, mejores trabajos y ganan más

Por Mariana Iglesias. Por primera vez la ciencia lo confirma: a lo largo de la vida, los bellos la pasan mejor. Economistas argentinos comprobaron que hasta tienen más chances de ser llamados cuando dejan un currículum. Domingo 20/01/13. Clarín Sociedad.

De vez en cuando aparece algún feo que la pega y ese éxito puede llevar a pensar que la sociedad maduró, que no es necesario lucir perfecto para estar en la tele o en las revistas, ser un crack de la noche o el deporte. Pero no. Lo cierto es que esos pequeños avances de unos pocos narigones, panzones, pelados, no deben ser leídos más que como eso, como los logros personales de quienes supieron y pudieron sobreponer actitud a facha. Un prestigioso economista de la universidad de Texas acaba de reafirmar lo que ya se intuía desde siempre: los lindos la pasan mejor. Dice que los agraciados tienen mejores puestos de trabajo, mejores sueldos, mejores tasas para sus créditos, mejores parejas y hasta un montón de amigos más en las redes sociales. Y un equipo de economistas argentinos hizo lo propio: demostró a través de una rigurosa metodología que los empleadores no sólo llaman más a los lindos sino que los contactan mucho más rápido.

“La belleza paga: por qué la gente atractiva tiene más éxito”. Como para que quede clarito, Daniel Hamermesh le puso ese título a su libro en el que asegura que la gente linda gana entre un 10 y un 15 por ciento más que el resto, y que pueden llegar a ganar hasta 230 mil dólares más a lo largo de su carrera. Se basa -dice- en montones de encuestas y estadísticas de los Estados Unidos y Canadá. Su tesis es que a todo el mundo le gusta interactuar con los lindos, y que por eso los empresarios los contratan más, porque a la larga terminan siendo más productivos. “No hay dudas de que a los más feos les va peor en el mercado laboral”, contesta tajante Hamermesh en una conferencia telefónica a un colega mexicano. “Abogados, políticos, futbolistas, prostitutas, todos ellos ganan más si son lindos –sostiene el economista, y se permite una broma–. La única ocupación en la que no importa la belleza es la de ladrón, y tiene sentido, cuanto más feo más miedo le voy a tener...”.

Hamermesh trata de justificar el por qué de la discriminación: “Antes se creía que la belleza era un indicador de la buena fertilidad. Eso hoy es una antigüedad, pero ahora se relaciona la belleza con la salud, y por eso se elige a los lindos como pareja, por los genes que van a transmitir”.

Clarín también tuvo su momento para preguntar: ¿No cree que las personas menos agraciadas se sienten en la necesidad de desarrollar otras habilidades y eso finalmente las convierte en personas mucho más interesantes? Hamermesh rió: That’s exactly right!, dijo. Y se puso como ejemplo asegurando que dedicó toda su vida a subrayar lo trabajador, organizado y diligente que es. Y no le ha ido nada mal al señor.

Pero no es el único que sostiene que la belleza paga. Basándose en una ecuación de Kang Lee (Universidad de Toronto), Pamela Pallett y Stephen Link (Universidad de California) que postula que la cara perfecta es cuando el espacio entre los ojos y la boca es el 36% del largo de la cara, y el que media entre los ojos, un 46% del ancho del rostro, los economistas Martín Rossi (Universidad de San Andrés), Florencia López Boo (BID) y Sergio Urzúa (Northwestern) demostraron el peso de la belleza en el mercado laboral. Sacaron fotos de gente real, y un diseñador manipuló esas distancias en el rostro para volverlas atractivas o feas. Enviaron las fotos a distintas empresas que solicitaban empleados. Los lindos recibieron un 36% más de llamados que los feos. Incluso los currículums que no fueron enviados con foto tuvieron más llamados que los feos. “Demostramos que es pura discriminación. La belleza no tiene nada que ver con la inteligencia. Los empleadores no llaman a los feos simplemente porque quieren cruzarse con gente linda por los pasillos o en la máquina de café”, dice López Boo a Clarín. “Se probó claramente la discriminación porque en algunos casos mandamos el mismo curriculum con la foto de un feo y con la de un lindo. No sólo a los lindos los llaman más sino que también los llaman más rápido”, agrega Rossi. El trabajo fue publicado recientemente en Economics Letters.

El encono con los menos agraciados es viejo. “Que se mueran los feos” cantaba Horacio Ascheri con los Pick-ups allá por los 60. Hay muchas versiones distorsionadas del tema, pero siempre con la misma idea. Hasta Boris Vian escribió “Que se mueran los feos”: el Dr. Schultz se proponía manipular genes para mejorar la especie (dicen que es el peor libro de Vian).

El domingo pasado los feos se adueñaron de la tele, pero sólo por una hora y cuando el canal Nat Geo emitió un especial de “La fealdad” en el marco de su serie Tabú, justamente para contar las penurias cotidianas que genera el desdén social a quienes lucen mal.

Encima hay un economista español que pinta un panorama desolador. Fernando Esteve es profesor de Análisis Económico en la Universidad Autónoma de Madrid y asegura que el mercado de los productos de belleza vive en constante crecimiento porque cada vez hay más feos. Pero como tal aumento de la fealdad no puede ser explicado por causas genéticas deduce que lo que en realidad aumentó es la apreciación subjetiva de la fealdad. La razón: los medios de comunicación y la globalización: “Ahora, en cada lugar, los individuos ya no se comparan sólo entre sí sino con los más guapos y guapas del mundo tal y como aparecen en las revistas, el cine y la televisión. Comparada con Angelina Jolie o con Scarlett Johansson la chica más guapa del barrio, de casi cualquier barrio del mundo, es casi segura y lamentablemente, fea”.

¿Todo es envase o todo es contenido? 

Por Darío Sztajnszrajber, Filósofo. 20/01/13. ¿Por qué nos importa la belleza? ¿Nos importa más o menos que el bien? ¿Nos importa más la ética o la estética? ¿Preferimos ser bellos o buenos? Hay un famoso ejercicio mental que dice que nos dolería más ser tratados como feos que como malas personas. ¿Será así? Y si es así, ¿qué nos dice esta supuesta elección de valores de época? ¿De qué belleza hablamos? La conclusión rápida consiste en asociar lo bello con lo superficial y así hablar de tiempos descomprometidos, tanto en prácticas sociales como en introspección individual. Esta asociación coloca a la belleza del lado de las formas y reserva el espacio de la profundidad para la ética. Según cierta tradición, el bien, la belleza y la verdad eran un trípode inseparable. Pero con la Modernidad la belleza fue confinada a un segundo plano, más cerca del placer y las superficies. Hay una idea de Nietzsche que sostiene que la profundidad es otra figura de lo superficial, ya que no somos más que bordes, textualidades, cuerpos. Vivimos tiempos de estetización de la existencia. Significa no solo que lo bello se vuelve un valor determinante, sino que muchas dimensiones humanas se encuentran regidas por criterios estéticos: el envase no se distingue del contenido. Entonces ¿todo es envase o todo es contenido? No se trata del predominio de la belleza consumista, sino todo lo contrario: la belleza que rige nuestro deseo de reinventarnos todo el tiempo a nosotros mismos.

El crimen de ser ‘fea’ en México

Una de las agresiones más comunes hacia las mujeres es en referencia a su aspecto. Esas descalificaciones, que podrían parecer menores, tienen un impacto real en el nivel económico y la desigualdad. 21/09/20. The New York Times. Opinión. Por Viri Ríos (analista política mexicana y doctora en Gobierno por la Universidad de Harvard). 

CIUDAD DE MÉXICO — En México hay pocas cosas más sancionadas que ser “fea”. El insulto más común hacia la mujer —no importa su ocupación, nivel educativo o actividad— suele ser uno referente a su aspecto físico.

A las feministas que a principios de este mes tomaron la Comisión de Derechos Humanos (CNDH) —para exigir soluciones a la incesante violencia contra las mujeres en el país— se les acusó, entre muchas otras cosas, de ser feas. A la esposa del presidente de México, Beatriz Gutiérrez Müller, se le hizo tendencia en redes sociales por un vestido que usó para la celebración del Día de la Independencia y le han llamado “bruja”.

Cualquier mujer puede dar testimonio de las agresiones que sufre por su apariencia. Es mi caso también. He hecho periodismo de opinión desde hace diez años. Cuando mis colegas hombres enfrentan animadversión por parte de sus lectores, reciben insultos por sus supuestas tendencias ideológicas, quizás por la falta de argumentaciones o credibilidad. Pero a las mujeres se nos insulta con una frecuencia inusitada por ser “feas”. Los ámbitos del periodismo y de la opinión pública no son los únicos en los que sucede.

La obsesión patriarcal con el físico de las mujeres es tóxica no solo para la manera en que convivimos como sociedad, sino también tiene consecuencias económicas nocivas y tangibles. Los estudios de Raymundo M. Campos y Eva González han mostrado que una mujer con sobrepeso tiene que mandar un 37% más aplicaciones de trabajo para obtener el mismo número de entrevistas que una mujer con un cuerpo más delgado. En el caso de los hombres, el peso o apariencia física no demostró ser un factor decisivo en su contratación. No solo eso, las mujeres que cumplen con ciertos estándares estéticos en México tienen mejores salarios.

Esta discriminación basada en la apariencia de las mujeres, y normalizada por la cultura patriarcal mexicana, debe detenerse. Por muchas razones, pero también por dos factores que deben importarnos a todos: no erradicar la constante “penalización” laboral y social a las mujeres por cómo lucen, implica fuertes pérdidas económicas para México y un ensanchamiento de la desigualdad en país tan desigual.

Las pérdidas económicas son evidentes en el mercado laboral femenino. Se estima que las mujeres con sobrepeso tienen un sueldo 16% menor que las mujeres que están en un rango supuestamente “normal” de peso aún si cuentan con las mismas credenciales. Para un país como México, donde dos de cada cinco mujeres presenta obesidad, las consecuencias para el nivel de ingreso son ominosas. Una buena parte de la pobreza en mujeres de bajos ingresos bien podría explicarse por burdas discriminaciones por apariencia.

La discriminación por la apariencia física también ensancha la desigualdad sobre todo porque en México, un país todavía muy racista; la belleza parece estar asociada con tener un color de piel claro. Y tener un color de piel claro conlleva un mayor nivel socioeconómico. Esto afecta a la sociedad en su conjunto, pero especialmente a las mujeres, cuya situación laboral ya es precaria: las mexicanas realizan buena parte del trabajo no remunerado, que representa alrededor del 23% del PIB de México. También crea un círculo vicioso donde las ocupaciones y los trabajos con más altos ingresos tienden a otorgase a mujeres blancas que son, en promedio, quienes menos los necesitan.

La preferencia por un tipo de piel refuerza desigualdades que se han gestado y retroalimentado desde el sistema de castas colonial. Es momento de independizarnos de ese esquema de pensamiento que afecta a todos los mexicanos y que las mujeres padecemos con enorme crudeza.

Detener la misoginia física requiere solidaridad femenina y demandas concretas a los gobiernos federal y locales y al sector empresarial. Los liderazgos femeninos son menos susceptibles a discriminar por apariencia. Si las mujeres que ya tienen puestos de mando ayudan a otras a obtenerlos, la cultura de contrataciones cambiará.

Más allá de acciones afirmativas para fomentar los liderazgos femeninos es importante cambiar las reglas del juego del gobierno y el sector privado. Debe ser ilegal solicitar currículos con fotografías y deben encontrarse formas de evidenciar los sesgos racistas de empleadores. Toda empresa o gobierno debe entrenar a su personal para comprender sesgos de género y de discriminación racial y crear mecanismos —como mesas de deliberación independientes— para evitarlos.

Desde las trincheras del feminismo movilizado en México hay también una lucha importante que dar. La falta de éxito del gobierno mexicano por eliminar la creciente violencia contra las mujeres ha causado la protesta de colectivas feministas. La labor de estos grupos, hasta ahora, se ha enfocado mayormente en la protesta pública. Aunque es una herramienta cívica legítima y celebrable, no es suficiente.

Es momento de articular el clamor público y la solidaridad de la sociedad en reclamos tan concretos como se puedan para que el gobierno se vea presionado a actuar con urgencia y diseñar políticas que reduzcan la violencia física contra las mujeres. Y, en el terreno cultural, debemos trabajar colectivamente para generar los cambios hondos necesarios para que las mujeres no seamos juzgadas por cómo nos vemos.

El camino es largo. Muchos hombres mexicanos todavía no entienden nada sobre discriminación física por género. Cuando en la semana tuitee una crítica a la discriminación por apariencia que sufren las mujeres, un actor reconocido me contestó sarcásticamente si me sentiría mejor con que se hablara también del físico de los hombres. Esa equivalencia falsa, que es tan común, es parte del problema. 

Que cambiemos (y reconozcamos) nuestras maneras de juzgar a las mujeres por su apariencia es quizá un gran paso hacia cambios más urgentes y necesarios que podrían conducir a una reducción de la violencia contra las mujeres.

Solo mediante la creación de más conciencia social, incluyendo en los hombres, México podrá transitar hacia ser un país más justo.

¿Es tan importante la primera impresión?

04/09/20 Este artículo ha sido escrito y verificado por Valeria Sabater (Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia en el año 2004. Máster en Seguridad y Salud en el trabajo en 2005 y Máster en Mental System Management: neurocreatividad, innovación y sexto sentido en el 2016 (Universidad de Valencia). Número de colegiada CV14913. Certificado de coaching en bienestar y salud (2019) y Técnico especialista en Psiquiatría (UEMC). Estudiante de Antropología Social y Cultural por la UNED. Valeria Sabater ha trabajado en el área de la psicología social seleccionando y formando personal. A partir del 2008 ejerce como formadora de psicología e inteligencia emocional en centros de secundaria y ofrece apoyo psicopedagógico a niños con problemas del desarrollo y aprendizaje. Además, es escritora y cuenta con diversos premios literarios).

“Nunca hay una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión”. Oscar Wilde. 

Seguro que te ha pasado alguna vez. Te presentan a una persona y al poco, sin saber muy bien la razón, terminas haciendo una valoración sobre ella. No necesitas ni un minuto para tener esa primera impresión. Su apariencia, sus gestos, modales, su voz… pequeños detalles que conforman una imagen que acabas catalogando de un modo u otro.

Puede que te sorprenda, pero los estudios nos dicen que, en general, las personas somos bastante buenas en esos breves análisis que perfilan las primeras impresiones. Sea como sea, habitualmente disponemos de muy poco tiempo no solo para analizar a otros, sino para dar nosotros mismos una buena impresión.

 ¿Por qué nos formamos una impresión tan rápido? 

Los psicólogos nos dicen que, en ocasiones, lo hacemos no en 30 segundos, sino en milésimas de segundo. En apenas un suspiro sabemos si una persona es de nuestro agrado o no, si nos inspira confianza o no. ¿Por qué ocurre esto? Es un aspecto que tiene que ver con la evolución de nuestra especie. Un recurso adaptativo muy fácil de entender.

Si la persona que tenemos ante nosotros la juzgamos como amenazante y peligrosa, nuestra primera reacción será la huida. Las personas necesitamos hacer evaluaciones instantáneas para tomar decisiones al momento. En cierto modo, esos análisis aparentemente tan rápidos tienen mucha relación con nuestra personalidad, con nuestros miedos y también con nuestras necesidades. Bien es cierto que disponemos de esa parte instintiva –y casi irracional- que nos indica al instante si algo es inofensivo o amenazante, pero también pesa mucho nuestra propia experiencia.

Puede que una persona pulcra y bien vestida te parezca aséptica y superficial, puede que prefieras una imagen un tanto más informal porque te da más cercanía y te recuerde a otros de tus amigos… rasgos todos ellos que tienen mucho que ver con nuestra personalidad, y nuestro estilo particular. Podríamos decir que nuestro cerebro está programado para llegar a una rápida conclusión con muy poca información.

¿Cómo funciona la primera impresión? Día a día nos llegan cientos, miles de estímulos. No tenemos tiempo de procesarlos todos ni de desmenuzar todas esas informaciones al milímetro. Entonces ¿cómo llegamos a ciertas decisiones? De modo inconsciente. Esa es la realidad, la mayoría de nuestras decisiones las tomamos de modo rápido y de forma inconsciente, ahí donde están archivados nuestros recuerdos, nuestras sensaciones, nuestras experiencias, nuestra personalidad…

El cerebro organiza la información en categorías, y a partir de ahí hace comparaciones rápidas. Muy rápidas y siempre con ayuda de las emociones. ¿Se parece esta persona a alguien de nuestro pasado que nos hizo daño? ¿Ese tono de voz te es agradable? ¿Es su sonrisa tan sincera como la de nuestro padre, o es tan falsa como la de nuestra vecina?

Los investigadores Sunnafrank y Ramírez (2004) llevaron a cabo una investigación muy interesante con respecto a la primera impresión. Según estos autores un gran número de jóvenes determinaron a primera vista cuál sería el nivel de calidad de la relación con otra persona, esto pone sobre la mesa que la primera impresión es un instrumento de regulación en futuras relaciones interpersonales. A raíz de esta primera impresión cada persona decide el esfuerzo que invierte en avanzar en la relación con las otras personas.

Cuidado con el efecto de halo

El efecto halo es un sesgo cognitivo muy común. Tiene que ver con la influencia de nuestras percepciones, en juzgar las cualidades de una persona a partir de nuestra primera impresión. Este término lo acuñó el psicólogo Edward L. Thorndike en 1920, al darse cuenta de que las personas solemos sacar conclusiones globales de grupos o etnias de personas, sin conocerlas de modo individual.

Un ejemplo claro del efecto de halo sería, por ejemplo, conocer a una persona que físicamente nos resulte atractiva. Al ver su imagen agradable tendemos a pensar que sus acciones, sus opiniones y creencias serán igual de positivas que su aspecto físico. Y esto es algo a tener muy en cuenta, ya que a consecuencia de extender un atributo físico a cualidades internas, cometemos el error de crearnos falsas expectativas de las otras personas y podemos caer, por ejemplo, en relaciones tóxicas.

En ocasiones las personas cometemos errores. La primera impresión tiene un efecto directo, no podemos negarlo, pero no tiene por qué ser determinante. Nunca sabemos qué se esconde tras una imagen, y puede que no haya mejor aventura que descubrir qué hay tras una apariencia.



The New York Times en español. 06/07/21. Por David Brooks (columnista del Times desde 2003. Autor de “The Road to Character” y, más recientemente, de “The Second Mountain”).

Un gerente en Estados Unidos se sienta en su oficina y decide despedir a una mujer porque no le gusta su piel. Si la despide porque su piel es morena, a eso le llamamos racismo y tenemos un recurso legal contra eso. Si la despide porque su piel es femenina, a eso le llamamos sexismo y tenemos un recurso legal contra eso. Si la despide porque su piel tiene marcas y la encuentra poco atractiva, bueno, de eso no hablamos mucho y en casi todo el país no existe ningún recurso legal contra eso. Es desconcertante. Vivimos en una sociedad que aborrece la discriminación basada en muchas características. Y, sin embargo, una de las principales formas de discriminación es el aspectismo, el prejuicio contra lo poco atractivo. Y esto no recibe casi nada de atención ni genera mucha indignación. ¿Por qué? 

El aspectismo comienza, como cualquier forma de intolerancia, con prejuicios y estereotipos. Hay estudios que muestran que la mayoría de las personas consideran que un rostro “atractivo” tiene rasgos limpios y simétricos. Nos resulta más fácil reconocer y categorizar estos rostros prototípicos que los irregulares y “poco atractivos”. Por ende, nos resulta más fácil —desde la perspectiva del procesamiento cerebral— mirar a las personas atractivas. Entonces, las personas atractivas cuentan con una ligera ventaja física. Pero luego, la gente comienza a proyectar sobre ellas todo tipo de estereotipos que no tienen en realidad ninguna relación. En una encuesta tras otra, las personas atractivas son descritas como confiables, competentes, amigables, agradables e inteligentes, mientras que las personas feas reciben etiquetas opuestas. Esto es una versión del efecto halo. No todo el tiempo, pero a menudo, las personas atractivas reciben un trato preferencial (continúa en el link).

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Próceres del humor argentino



Muchos de estos artistas del alma ya se fueron al cielo. No sobra ningún prócer... falta alguien? No se si es necesario identificarlos. Bueno, para los jóvenes que se llevaron Historia a marzo o los millenials, va con paciencia: Fontanarrosa, Tato Bores, Quino, Guinsburg, Landriscina, Dolina, Sabat. Los restantes son los integrantes históricos de Les Luthiers, mezclados arriba y abajo.

Seres humanos con sus pro y contra como todos, pero artistas dignos de punta a punta. Recibieron muchos homenajes pero quizás nunca compensen su aporte a la salud mental de los argentinos de bien con su humor sano, ingenioso y justiciero, más que todo en épocas jodidas. Obcecadamente, me obligo a creer que los dañinos, los malvados, los hijos de puta y los chorros no pudieron entender su humor. Que les quedó grande y no pudieron disfrutarlos. No tengo fundamento alguno para sostener semejante teoría. Es una suposición tirada de los pelos. Quiero creer que solo la gente honesta podía disfrutarlos, para sentir que ser bueno en este mundo valió la pena para algo. Horanosaurus. 


PD!: Como si esto fuera poco, Les Luthiers junto a prohombres de la música moderna sudamericana: Tom Jobim, Vinicius de Moraes y Toquinho. Creo que a izquierda está Naná Vasconcelos. Mamita!

PD2: ayer 29/09/20 falleció ya viejito y lleno de nanas Joaquín Lavado (a) Quino. Si no me equivoco, en la fecha de cumpleaños de nuestra invencible Mafalda. 




ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

29/09/14 - Mafalda cumplió 50!!!

jueves, 17 de septiembre de 2020

Administración Pública Nacional del subdesarrollo VII


La cuarentena récord que el gobierno kirchnerista dispuso para contrarrestar la pandemia de coronavirus, tuvo como puntapié inicial la parálisis del sector público con pocas excepciones. La sociedad no notó demasiado la ausencia prolongada de la burocracia estatal aunque resultó notoria y loable la acción de los trabajadores de la salud: los verdaderos héroes del momento. Las fuerzas de seguridad -que también pusieron lo suyo a pesar del destrato de arriba- tuvieron que recordarle a las autoridades que no pueden correr a los delincuentes en bicicleta y desnudos. Por eso es fácil advertir como muchos agentes miran hacia otro lado cuando las papas queman. "Que te atiendan Berni y la Frederic", parecen decirnos. Si le apunto a los chorros, me joden a mi, razonan.

Mientras el sector privado tiene un futuro incierto por efectos del coronavirus y del desmanejo económico, miles de trabajadores quedan sin laburo, cierran 19000 PyMES y 40000 negocios, otros no pueden pagar alquileres y sueldos y se van algunas multinacionales del país por falta de garantías, el gobierno no muestra empatía alguna. Demostrando nada de solidaridad con el resto de la sociedad, la casta gobernante decidió no reducir sus ingresos en ninguno de los tres poderes. Un descuento moderado de los sueldos públicos hubiera servido de ejemplo y aliviado algunas cuentas, como haría en época de guerra cualquier país. En la Argentina los privilegios nunca se acaban. Ni siquiera se interrumpen.

El presidente Fernández manifestó que un gesto de esos sería demagogia y que el monto del ahorro resultaría nimio. Miente. Es su manera de vivir. Alguien hizo las cuentas y con el 20% de los sueldos públicos hubieran recaudado lo mismo que la suma que pretende el nuevo impuesto a la riqueza. Como si fuera poco Alberto F. permitió al elenco que lo acompaña en su aventura -que dice ser de "científicos"- promover el pago retroactivo a los legisladores del Mercosur por no trabajar nunca, y también pensiones caídas al ex presidente Amado Boudou, pese a haber sido condenado por corrupto. Para otro tipo de barbaridades políticas del kirchnerismo reinante sugiero leer "Volvieron peores", reciente entrada de este blog. 

El peso del sector público en nuestro país tiene dos claras facetas: por un lado su ineficiencia para solucionar los problemas de la sociedad a la que sirve, su desorganización estructural y falta de planificación, su superpoblación y la carga económica que representa en las finanzas del Estado; por otro,  el  permanente desaliento a sus agentes expresado en el incumplimiento de derechos establecidos en el convenio colectivo, la promoción de  prácticas antimeritocráticas y la alarmante falta de medios para desarrollarse.

El crítico economista Roberto Cachanosky, abanderado de la lucha antiestatal, puede resultar extremista en muchas de sus posturas. Pero lo que debe alarmarnos son las causas de sus denuncias certeras, no sus exageraciones.  Cachanosky contabiliza 3,7 millones de empleados públicos en el orden nacional, provincial y municipal, habiendo sido 2,6 millones en 2005. Agrega que "El verdadero costo de la política se estima en 6% del PBI". (InfoBAE 14/09/20) aunque en todo concepto llega al 12%. Con datos tragicómicos, como los 1420 empleados en la Biblioteca del Congreso.

La discusión acerca de la sobreabundancia de agentes podría ser bizantina. Revisando estadísticas internacionales hasta podría parecer lógica relacionándola al número de habitantes. Lo que no puede aceptarse es que siendo el Estado el principal empleador del país -y debiendo asegurar servicios esenciales a la ciudadanía- siga prescindiendo del derecho de admisión que cualquier empresa privada con mínimas autoexigencias utiliza. En vez de asegurarse la provisión de mano de obra especializada y promover el mérito social, premia a los peores con la práctica del acomodo de ineptos que no superarían las condiciones requeridas en empresas privadas. Les recuerdo que desde el gobierno de Menem/Cavallo (1994) el ingreso al Estado es bajo contratos de obra ("en gris") y no existen concursos públicos como indicaba la ley. Festín para el favor político y, a veces, para los retornos. Otro pseudo-peronista, el actual presidente Alberto Fernández, reafirma ese concepto desequilibrado, cuando manifiesta no creer en el mérito personal ni en la meritocracia. En algo es coherente: ha sido siempre un operador político, un gerente del atajo.

Otro aspecto del daño es la continuada práctica de designar funcionarios discrecionalmente mediante decretos presidenciales, exceptuándolos de la obligación legal de presentar títulos universitarios en carreras de 4 o más años para cubrir puestos de directores nacionales o generales y coordinadores. Esas designaciones políticas, firmadas a ciegas por los distintos ocupantes de la Rosada, cubren cargos en forma provisoria por 180 días, incumpliendo las disposiciones del SINEP (Sistema Nacional de Empleo Público reglamentado por el Decreto 2098/08), que exige la realización de concursos abiertos con requisitos exigentes. Ver "El karma de un Estado sin prioridades ni austeridad" La Nación Economía. 12/09/20. Por Néstor Scibona. Los datos más recientes lo reafirman: el 99% de los 508 directores nacionales y generales designados en 2020 son transitorios y el 78% no cubren los requisitos profesionales del puesto (Cippec-Diéguez y Chmielewski-feb/21). 

Entre otras cosas, tampoco se respeta otra exigencia prioritaria: los candidatos a esos puestos -que ganan sueldos más que interesantes- no pueden tener relación previa en el ámbito privado  con la actividad que se supone supervisarán o controlarán. Al menos, debe demostrarse un período de carencia. ¿Recuerdan al ex ministro de Energía macrista, Juan José Aranguren? Fue designado en ese puesto a pesar de haber sido presidente de la petrolera Shell Argentina hasta 2015. Saltó de un puesto al otro, burlándose de la ley y de todos los argentinos. Hay un montón de ejemplos más.

Nadie le reclamó al hoy defenestrado Juan Manuel Abal Medina después de unos ocho años en la poltrona de la Secretaría de la Gestión Pública y otro puchito como Jefe de Gabinete que no resolviera nada importante. Zafó en la imputación en su contra por los fondos de Fútbol para Todos. Lo ayudarán otros cómplices para zafar en la causa de los cuadernos. Para eso estudiaste tanto, Juan Manuel? Sería bueno también subir a un estrado al otrora superpoderoso ministro de Modernización del gobierno de Macri, Andrés Ibarra -antes que se aleje mucho- y preguntarle que resultados obtuvo en su tan mediática y cacareada gestión. Además del desconocimiento y la soberbia de los CEOs que aportó ese gobierno al manejo de la cosa pública, el despido de unos miles de empleados y el acoso a los restantes, su único logro fue la actualización de la gestión mediante digitalización. No pudieron hacer mucho porque nunca entendieron al Estado, lo seguían viendo como sabueso de sus fechorías, como el ex ministro de Agricultura, Luis Etchevehere, hombre de la Sociedad Rural. Quisieron sacarle el respirador artificial para que muera de una vez. Ver "Lo que menos hizo el Ministerio de Modernización, fue modernizar el Estado". Diagonales.com 19/11/19. Por Juan von Zeschau.

Al asumir, anularon gran parte de los concursos públicos de 2015 realizados por el kirchnerismo. Aunque no fueron cuantitativamente de importancia y estuvieron sospechados de parcialidad para formalizar a partidarios ingresados a mansalva, constituyeron los primeros que se realizaron en dos décadas (leyó bien) y merecían una revisión a fondo, porque formalmente cumplían con los requisitos legales.

Como otra triste nota de color, a contramano de su pretendida austeridad, el macrismo llegó a ostentar uno de los gabinetes más superpoblados de directivos de América Latina. Estos genios llevaron los ministerios de 18 a 23, las secretarías de 69 a 85, las subsecretarías de 165 a 204, las direcciones nacionales de 290 a 398 y las direcciones generales de 127 a 144. Hasta le encontraron el gusto al uso de choferes, igual que los peronistas. Pero tuvieron que recular con las groserías por imposición del Fondo Monetario Internacional en setiembre de 2018, para mostrar un poco de recato. Ver "GPS del Estado: radiografía y balance de la APN 2015/9" CIPPEC-Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento. 

La segunda faceta del problema de la administración pública nacional, el incumplimiento de los derechos consagrados de sus trabajadores, seguirá durmiendo el sueño de los justos. Resulta evidente la inactividad de los dos gremios que deben defenderlos  (UPCN y ATE) por su alineación con los intereses del gobierno kirchnerista y la añeja costumbre de sus delegados de conformarse con pequeñas concesiones de arriba para los amigos cercanos al fogón sindical. La belicosidad que ostentaban contra el indefendible presidente Macri se esfumó mágicamente, aunque ninguna deficiencia haya cambiado para bien con este supuesto gobierno "nacional y popular". Como pasó con las jubilaciones.

El tiempo pasa, cambia el color de las autoridades que se echan culpas de la herencia, pero la precariedad en el empleo público sigue siendo casi absoluta (contratos "en gris", desincentivación con sueldos degradados) y la desorganización estatal continúa. Horanosaurus.

BONUS TRACK: una editorial lapidaria del diario La Nación. ¿Quién puede rebatir sus razones?

En vez de recortar los enormes gastos superfluos e improductivos del Estado, se siguen alimentando la demagogia y el dispendio que hipotecan nuestro futuro. Editorial La Nación 05/12/20.

Léese en el Boletín Oficial.: "Dase por designada a (...) en el cargo de Coordinadora de Vinculación entre el Presupuesto y la Planificación Estratégica de la Dirección de Estudios y Evaluación del Presupuesto Nacional de la Dirección Nacional de Coordinación del Presupuesto Nacional de la Subsecretaría de Coordinación Presupuestaria de la Secretaría de Evaluación Presupuestaria, Inversión Pública y Participación Público-Privada de la Jefatura de Gabinete de Ministros.". No es un caso exótico ni una perla negra. Basta ingresar en el sitio web del Mapa del Estado para encontrar los organigramas más complejos e insólitos que una imaginación pudiese pergeñar. Todos los sinónimos de las palabras coordinación, articulación, planificación, seguimiento y evaluación han sido utilizados. La Jefatura de Gabinete, que hasta 1994 no existía, contiene hoy tantas reparticiones en su órbita que replica el número de ministerios que coordina.

De igual manera proliferan cargos redundantes y superfluos en las estructuras de provincias y municipios, empresas estatales y organismos descentralizados. Todos amparados bajo la enseña patria y el escudo nacional. Y protegidos por sindicatos, padrinos políticos y gobernadores.

Los mercados todavía se ilusionan ante la perspectiva de un giro ortodoxo por parte de Alberto Fernández y su ministro Martín Guzmán. Pero, como siempre, el hilo se cortará por lo más fino. El sentido común indicaría que hay que eliminar los innumerables cargos y funciones que no crean valor para beneficio colectivo. Por lo menos, no un valor que el país pueda solventar. Se podría realizar una visita virtual por las burocracias públicas, como por un museo, para mostrar a cada argentino, en vivo y en directo, las tareas de cada dependencia habilitando un espacio para preguntas y respuestas. Para finalizar, a través de un simple formulario, el ciudadano expresará si contribuiría al sostenimiento de cada eslabón del Estado con parte de su sueldo. Una buena vara de medición.

En ciencia fiscal se sabe que esto no es posible, porque nadie devela sus verdaderas preferencias y todos quieren que el gasto público lo paguen los demás. De todas formas, es una buena metáfora para describir la asimetría entre las astronómicas cifras que malgasta el Estado y los dramáticos niveles de exclusión y pobreza en la sociedad.

Como un río cuyo caudal decrece con la derivación de aguas a canales de riego, así es el desvío de fondos públicos para fines tan inútiles como rimbombantes, a medida que son detraídos por múltiples oficinas en el curso de los organigramas. Con solo descontar los abultados sueldos de muchos funcionarios, al final del camino, quedan apenas monedas para cumplir con lo declamado.

Pese a las críticas estatistas al mercado y a la sociedad civil, es aquí donde verdaderamente funciona a la perfección el sentido común. Cuando la plata no cae "de arriba", los gerentes y administradores deben respetar perfectamente los límites de su caja. Y cuando llega el momento de recortar gastos, saben bien qué funciones crean valor y cuáles lo destruyen. Y quiénes son los buenos empleados y quiénes no lo son.

En los extensos organigramas de la Jefatura de Gabinete, de ministerios, de empresas estatales y organismos descentralizados, de las 23 provincias, la ciudad de Buenos Aires y más de 1500 municipios, nadie puede actuar como los gerentes y administradores de la sociedad civil, pues todos actúan con otra lógica: la lógica política de una caja ajena.

El último día de la gestión presidencial de Cristina Fernández, el Boletín Oficial publicó 188 páginas con una cantidad inaudita de contrataciones, incorporaciones, prórrogas de contratos y pases a planta permanente que aún repercuten en los gastos que ahondan el déficit fiscal. Durante la gestión de Macri la administración nacional redujo su dotación en alrededor de 40.000 empleados, pero las provincias y municipios la aumentaron en 110.000. El inicio y el final de cualquier gestión es un excelente momento para pagar favores y dejar convenientemente apostados a los propios.

La mayor parte de los cargos jerárquicos son cooptados por militantes o son retribución de apoyos políticos, ya sea en las legislaturas como en las calles. Ningún superior dirá jamás que alguna repartición a su cargo es superflua. Y solamente apuntará nombres con lápiz rojo por razones políticas, jamás por incapacidad o falta de méritos. Los cargos públicos son esferas de poder cuando la consigna es "ir por todo". La eficiencia es un prurito neoliberal para desarticular proyectos de liberación.

Las provincias tienen asegurado el mantenimiento de sus estructuras mientras cumplan con la advertencia del venezolano Diosdado Cabello : "El que no vota no come". Es decir, quien no acompaña al kirchnerismo en el Congreso nacional no recibe fondos para sus jurisdicciones. A su vez, esta perversa componenda permite que el oficialismo logre votos para subir la presión fiscal con nuevos impuestos en lugar de apuntar a reducir gastos. Pudiendo disminuir también los fondos para la ciudad de Buenos Aires, perjudicando al opositor que hasta hace poco era considerado amigo.

Es cierto que el mayor egreso del Gobierno corresponde a la seguridad social, donde el kirchnerismo desbalanceó la proporción de aportantes y beneficiarios al abrir las compuertas de las jubilaciones sin aportes que le granjearon muchos votos, en lugar de utilizar la figura del subsidio social. Pero, como en todo ajuste perverso, se comienza con quienes carecen de sindicatos para reclamar, perjudicando más a quienes aportaron y deben ahora sufrir el costo de aquella desmesura que colocó en pie de igualdad a quien trabajó y aportó con el que no. Lo correcto sería restablecer la sustentabilidad del sistema (cuatro aportantes por cada jubilado) con una reforma profunda, que no se realizará, pues es más fácil reducir beneficios con fórmulas opacas y complejas que evocan a Robin Hood.

La eliminación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y de la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) también implicaría afectar a grupos numerosos de la sociedad, carentes de organización sindical para reclamar. En particular, la abrupta interrupción de este ingreso para pequeños comercios y pymes que aún no funcionan a pleno y están obligados a mantener su personal puede causar otro desastre en el ya castigado tejido social. En contraste, nada tendrán que temer quienes anidan en organigramas nacionales, provinciales y municipales, con títulos presuntuosos, sueldos garantizados y acomodados en confortables sillas, cuando no son ñoquis, por más inútiles que sean.

La reducción de subsidios económicos a la energía y el transporte para equilibrar las cuentas fiscales requiere en simultáneo una expansión de la economía para que la población pueda pagar los aumentos de tarifas. Difícilmente ello ocurra en un contexto de caída de la inversión con diáspora empresaria, por falta de confianza. Así que tampoco la autorizarán desde el Instituto Patria. Nadie quiere pagar los costos de tan impopulares medidas.

Mientras los organigramas no se toquen, cualquier ajuste será asimétrico, desigual, cobarde y tramposo. La connivencia entre el gobierno nacional y los gobernadores aliados por el manejo de la coparticipación no augura ningún futuro feliz en materia de cuentas fiscales, emisión monetaria, presión fiscal y endeudamiento interno. Aunque el ministro de Economía desee lo contrario. Los organigramas se alimentan del bolsillo ciudadano.

miércoles, 22 de julio de 2020

Kirchnerismo 2020: volvieron peores



Alguien que tiene obsesión por el poder y por el dinero, está enajenado. Alguien que se siente superior a los demás y desprecia a quienes lo rodean, está enajenado. La enajenada Cristina Kirchner le concedió la candidatura presidencial de 2019 a su antiguo recontra-opositor Alberto Fernández, en una jugada política maquiavélica para ampliar su caudal electoral. ¿Pueden existir motivos superiores que justifiquen que dos personas sean tan indignas? 

Alberto Fernández, ese abogado cagatinta tibio de origen ideológico liberal pero con muchas variantes para acomodarse a las circunstancias. Un político moderado de esos que nunca cambian la realidad de la gente de a pie (para bien). Defensor a ultranza de Néstor Kirchner, le copió al cleptómano santacruceño aquella alianza que al principio tuvo con el multimedios Clarín. Pero lo hizo fuera de tiempo, cuando se bajó del poder, se pasó por poco tiempo a la oposición y paseaba por los canales de TV maltratando a Cristina. El kirchnerismo ya se había divorciado de Magnetto y había declarado al diario enemigo íntimo. ¿Hace falta reproducir todo lo que Alberto Fernández dijo desde el fondo de sus tripas de Cristina Kirchner y su anterior gobierno? Acá solo una parte.



La arquitecta egipcia mantuvo con esa jugada el poder político, cooptando los votos cautivos de esa masa acrítica a la que no le interesa la corrupción ni la república. Para ganar, solo debía golpear un poco al desgastado e indolente Macri y su selección de CEOs fracasados. Con el truco de un Fernández moderado para completar la faena, necesitaba convencer a los indecisos que faltaban con algún slogan poderoso. Eligieron decir "volveremos mejores".

Para el subconciente colectivo eso podía significar que los kirchneristas habían aprendido la lección de su década perdida. Que no iban a robar más los fondos públicos que cualquiera sabía que habían robado. Que no interferirían más en el poder judicial o  en el legislativo con sus operadores. Que no acallarían a los opositores. Que no inventarían más relatos épicos de progresos inexistentes. Que se decidían a ser republicanos. Que no amenazarían otra vez con aquel "vamos por todo"No hizo falta que pasaran muchos meses para que los hechos confirmaran la nueva mentira.

*Volvieron peores porque, aprovechándose de la necesaria cuarentena ante la pandemia de coronavirus, anularon de manera parecida a una dictadura el libre ejercicio republicano, con el poder legislativo y judicial congelados durante meses. Poniendo excusas pueriles como fallas técnicas para hacer un zoom. ¿Se burlan de la gente? El país funciona sin un presupuesto nacional y con todos los fondos públicos a merced de un puñado de influyentes. Casi casi la suma del poder público, como en la época de Rosas. 

La cuarentena ya está llegando a cubrir un semestre y, faltos de timming, sobre el final fue implementada la prohibición de reuniones sociales de todo tipo en todo el país, con un decreto anticonstitucional por donde se lo mire. Para semejante medida el gobierno debería haber decretado -nada más y nada menos- que el estado de sitio. La pareja presidencial no se dió cuenta, a pesar de tener tantos asesores y ser abogados exitosos. O lo que es peor: directamente ni les importó la Constitución (1).

*Volvieron peores pues demostraron que no tenían un plan económico preparado para gobernar a pesar de saber que obtendrían el poder debido al resultado de las PASO en agosto 2019. Con la excusa de la negociación de la deuda externa y de la cuarentena del coronavirus, postergaron la toma de decisiones fundamentales que cambiaran el rumbo de nuestra decadente economía nacional. Tampoco se avisoran soluciones al destino de ostracismo de muchas actividades productivas afectadas por la cuarentena: millones de hogares sin ingresos, miles de comercios y PyMES cerrados. Como la mayoría de los gobiernos, debieron acudir a la maquinita de emitir dinero para la ayuda social. Está bien que se la otorgue, pero nosotros no tenemos una economía normal: es altamente deficitaria e inflacionaria. Los subsidios están orillando los 20 mil millones de dólares con el país en default virtual. Como el kircherismo no puede con su naturaleza, otra vez hubo casos de manos metidas en la lata en la compra de insumos para asistencia social. 

Una medida de la desorientación en materia económica lo indica el apoyo de Cristina Kirchner al análisis del periodista Zaiat del medio Pg12 ("La conducción política del poder económico"). Es un boicoteo interno al acercamiento de Alberto Fernández al llamado Grupo de los 6 que incluye a la Unión Industrial Argentina y el establishment, con quienes se juntó en Olivos para una foto buscando oxígeno político. El kirchnerismo sigue pensando que lo viable es el "capitalismo de amigos" berreta que ya practicaron sin éxito (para el país): con Lázaro Báez, la Unión Argentina de la Construcción, Electromecánica, Cristóbal López, las cooperativas truchas o la "economía informal", etc. No excluyan a nadie ni quieran inventar nada. Dejen sus egos y billeteras de lado y solo hagan cumplir las leyes. Copien lo que hacen los demás. Hasta a los países con muchos menos recursos que nosotros les va mejor! 

*Volvieron peores, peleándose otra vez con los sectores productivos, particularmente con el sector agropecuario al que consideran el enemigo oligárquico, usando definiciones ideologizadas y anacrónicas. Nunca el peronismo, y el kirchnerismo en particular, tuvieron noción de la realidad que representa ese sector empresario: el más evolucionado del país, el que más reinvierte. Nadie en el gobierno repudió firmemente la condenable y repetida práctica vandálica de destruir silobolsas en el campo (más de cien casos) realizada por inadaptados oficialistas por venganza política. 
Todavía no pudieron agarrar a ninguno. Son de cuarta! ¿A quién se le puede ocurrir que quemar fábricas puede ser beneficioso para su patria? Esto es lo mismo. Lo triste es que a algunos partidarios de a pie que defienden al gobierno les causa satisfacción ese vandalismo. ¿Son tarados?  

*Volvieron peores porque actúan a los ponchazos. Alberto Fernández intenta una imagen civilizada con los empresarios pero le vendieron a Cristina Kirchner un proyecto apto para un nuevo relato épico: la expropiación de la empresa Vicentin. La señora, que poco sabe de economía, lo compra y se lo impone al presidente, que sabe menos aún o es un miedoso. Un proyecto horriblemente calculado y de beneficios completamente discutibles para el país. Craneado por una banda en las sombras: una senadora púber que no diferencia cereales de oleaginosas y el delincuente impune de Ricardo Echegaray. No voy a explayarme  aquí desmintiendo uno por uno los endebles slogans de cuidar el trabajo de sus empleados, equilibrar el comercio granario favoreciendo al empresariado nacional, manejar un mayor caudal de divisas o defender "la soberanía alimentaria" de los argentinos, etc. El kirchnerismo vive entre consignas desvencijadas del pasado pero las repiten obsecadamente. Escapan para adelante pero atrasan 70 años. Con esta jugada se compraron un problema político tan tonto como mayúsculo en medio de la negociación por la deuda externa. Para el país es un mazaso en contra de las inversiones que necesitará demostrando que no respetan la ley. Alberto Fernández dijo que pensó que la gente festejaría la noticia. ¿Vive en un frasco? Para mayor desconcierto, luego afirma que no cree en los planes económicos ante un medio internacional, en medio de la negociación de la deuda externa. 

Este proyecto de expropiación es inconveniente para el interés común y el camino que eligió el gobierno vulneró burdamente la metodología legal, invadiendo espacios de la justicia. Por si fuera poco resultó impopular en un país que tiene acostumbrado a su gente a las confiscaciones de cuentas, "cepos" y "corralitos". Los políticos ya no pueden convencer a nadie que manejarán empresas públicas con eficiencia y sin curro. Los kirchneristas buscan resquicios que puedan adaptar la realidad a sus borrosos ideales pseudo-progresistas. Son dirigentes ricos que -como dijo alguien- jamás tuvieron que correr al cierre de un banco para cubrir un cheque. Suena tan extraño suponer que, viviendo en Puerto Madero, su objetivo sea defender a los trabajadores! En realidad, justifican bien su abierta oposición a la "meritocracia": ellos no califican para dirigir un país moderno. Apenas, quizás, un club de fomento barrial.

Cuando nos habían convencido a los porteños que no eran lógicos (¿lo único que Macri hizo bien?), regresaron los subsidios al transporte público  y a la energía eléctrica metropolitanos. En este último caso, otra vez ridículamente beneficiando más a los sectores de mayores ingresos. 


*Volvieron peores porque ante la crisis de la pandemia estos funcionarios y la administración pública no son capaces de dar el ejemplo a la sociedad y descontarse mínimamente sus haberes para cubrir necesidades públicas urgentes, mientras los empresarios y trabajadores privados sudan la gota gorda, al borde del cierre y la desocupación.

*Volvieron peores pues intentan invadir la justicia para lograr la impunidad en todos los casos de corrupción de su gobierno anterior. "La señora corrupción" está imputada en 13 casos. Cristina Kirchner y sus personeros "no resisten los archivos". Memorándum con Irán, dólar futuro, cuadernos de las coimas, causas hoteles Los Sauces y Hotesur, causa Vialidad, hurto de documentos históricos, cartelización de la obra pública, corredores viales, coimas en el sistema ferroviario y en colectivos, gas licuado, uso de aviones presidenciales para fines privados. Indefendibles. Hay que ser muy idiota para no darse cuenta. Hay que ser muy idiota para no aceptarlo. No les interesa cambiar la justicia para bien. Que los argentinos debamos seguir pagándole al ex-juez "Canicoima" Corral una jubilación de privilegio sin castigarlo, es una decisión que desnuda completamente la intención toda de la clase política de no querer cambiar nada. Entre ellos, todo se arregla entre bambalinas. Cristina, la misma que impulsó en 2006 reducir la cantidad de miembros de la Suprema Corte de Justicia, ahora propugna ampliarla y digitar jueces complacientes a sus propósitos. Vergonzoso. 

De modo increíble, la Oficina Anticorrupción se retira como querellante en juicios donde el Estado argentino ha sido claramente perjudicado y, casualmente, beneficia a personeros del kirchnerismo. Por ej. caso hoteles Los Sauces y Hotesur, de la vieja dama indigna. Y permitió que el delincuente Ricardo Echegaray salga sobreseído por enriquecimiento ilícito, después de haber hecho negociados en la Aduana, la AFIP y la ONCCA. En organismos públicos como la AFIP o la Unidad de Información Financiera persiguen a los funcionarios o amedrentan a testigos que osaron inculpar a la señora y su asociación ilícita en casos tan claros como el de los cuadernos. ¿Cómo le podés poner el voto a estos indecentes?


*Volvieron peores a presionar a la justicia para liberar gente indeseable que responde a sus intereses. Sean condenados en varias instancias como el ex vicepresidente Amado Boudou (al que nos obligan encima a pagarle pensiones) o gente con prisión preventiva pero largamente condenados por el público, como Julio De Vido. Defienden sin tapujos a la violenta condenada y corrupta Milagro Sala y nadie imputa legalmente las bravuconadas antidemocráticas de Hebe de Bonafini. En una burla flagrante a los ciudadanos que cumplen, los medios y voceros oficiales llegan a defender también a evasores indefendibles como Cristóbal López o a Hugo Moyano, dueño encubierto de OCA, a quien el presidente califica de sindicalista ejemplar. Así los argentinos recibimos el triste y decadente mensaje desde arriba: si robás mucho, no pasa nadaComo si fuera poco, repusieron como funcionarios a gente procesada por corrupción, como el caso del impresentable ministro de Salud bonaerense Daniel Gollán (con un decreto provincial ilegal de Kiciloff), procesado por la estafa del plan Qunita. De este juicio zafó Aníbal Fernández, el príncipe de la efedrina. Otro impresentable al que le dieron un premio consuelo con Yacimientos Carboníferos Río Turbio, vieja cueva kirchnerista para desaparecer dinero.

*Volvieron peores reincidiendo en la teoría demoníaca del perverso ex juez Zaffaroni -el de los prostíbulos en alquiler- que los delincuentes no son cobardes armados sino excluidos del sistema que merecen redención del Estado, no así las víctimas de sus latrocinios. Otra vez presionando a la justicia y con la excusa de la pandemia de coronavirus empezaron a liberar delincuentes comunes sin ton ni son. Solo la reacción de la gente mediante una sucesión de cacerolazos los hizo repensar y entrar en razones pero cuando el daño ya estaba hecho. Pobres policías y fiscales decentes: ver en la calle alegremente a esos tránsfugas que a riesgo de sus vidas les costó encerrar.

*Volvieron peores a refrendar la idea que la política y la militancia deben bancarse con el dinero negro proveniente del Estado. Por eso el kirchnerismo ha copado los organismos con mayores cajas con personeros de La Cámpora. Es el ejemplo de la ANSES, asegurándose así unidades básicas gratuitas en todo el país. Y compraron de nuevo las voluntades de muchos que antes criticaron las mañas del kirchnerismo, como los penosos vendidos Pino Solanas, Juan Pablo Cafiero o Claudio Lozano. O la fascista Victoria Donda al frente de INADI (Instituto contra la discriminación, la xenofobia y el racismo), que curiosamente desde ese organismo se dedica a perseguir adversarios políticos y habla de desaparecer periodistas opositores. Claro, ahí dejó huella la nazi Graciana Peñafort. ¿Qué les pasa?

*Volvieron peores con un relato aggiornado a mentirnos de nuevo, disfrazando el deterioro de los jubilados. Desmejoraron incluso la programación de incrementos macristas de 2018 por la cual el mismo kirchnerismo y la izquierda sin votos casi destruyen el Congreso y la ciudad de Buenos Aires con toneladas de piedras ¿Porqué no reaccionaron ahora si esto fue peor? Otra vez querer vendernos ese canto pseudo-progresista gastado que solo sirve para calmar su culpa burguesa por la miseria de los pobres a los que suponen redimir. Jamás creando fuentes de trabajo ni fomentándolo. Para embanderar su cruzada buscan enemigos entre el "medio pelo" jauretchiano al que sin advertirlo pertenecen. Si Don Ernesto viviera actualizaría su ensayo, poniendo a estos especímenes kirchneristas de Puerto Madero en un capítulo especial.



*Volvieron peores porque no pueden mínimamente coordinar medidas estratégicas de seguridad por la ola de delitos contra la población causada por la cuarentena, su mishiadura y la alegre suelta de presos que prohijaron. Se la pasan discutiendo la ministra de seguridad de Nación y el de la provincia de Buenos Aires (Sabrina Frederic y Sergio Berni) pero no hay una voz oficial autorizada que asegure una acción contundente y tranquilizadora. Desaparece el chico Facundo Astudillo con complicidad de la policía bonaerense y tardan tres meses en descubrir una pista. En el Gran Buenos Aires, patotas que toman tierras o invaden propiedades, delincuentes que corren a los agentes y les afanan las armas. Familiares de chorros los velan públicamente en caravana rompiendo la cuarentena y amenazan a las víctimas de sus delitos. Los ladrones nos caminan por los techos. A las víctimas que se defienden ante la inacción oficial, las ataca la justicia. En mayo, en Tucumán una cuadrilla de policías asesina al peón Espinoza.  Los organismos de derechos humanos, las pañuelos verdes y las feministas ahora callan pero intentaron plantarle durante meses un muerto a Macri (caso Santiago Maldonado). Siguen permitiendo en la Patagonia que un grupo de mapuches delincuentes tomen tierras, agredan a los pobladores,  provoquen daños graves y hasta incendien propiedades y desconozcan al Estado Argentino. Las autoridades callan y cuando la ministra por fin habla, le echa la culpa a los medios por la difusión de los hechos o dice que usurpar no constituye delito. ¡No atinan a hacer un plan de seguridad! Queda clarísimo la ineptitud, necedad e imbecilidad de este gobierno.  ¿Qué país pretenden? 

Cuando ya el aumento de los delitos y la inoperancia oficial no pueden esconderse, atinan de mala gana a mover fuerzas federales. Pero continúan las tomas de casas y de terrenos por delincuentes en el Gran Buenos Aires e incluso de Parques Nacionales en el sur (1). La seguridad llega tarde, la justicia no mueve un dedo y el gobierno no actúa y permite que sus personeros desconozcan o cuestionen el derecho de propiedad proclamado en la Constitución que juraron hacer cumplir.

* Cristina echó a su aliado Stiuso de la exSIDE, después de usarlo inescrupulosamente para cien chanchullos, carpetazos y alguna otra cosa. Ese organismo de inteligencia (AFI) ha servido históricamente para pagar operaciones sucias con los fondos reservados de su presupuesto, que no tienen que ser rendidos. Por ejemplo típico es para convencer mediante sobornos a ciertos jueces de embarrar causas por corrupción que implican a muchos allegados al poder. Los políticos la tienen clara pero en las elecciones nos dicen que las cosas van a cambiar. Bien, el kirchnerismo ha roto otro récord mundial: tenemos actualmente el servicio de inteligencia más popular del mundo. Nuestros agentes secretos no son secretos, los conocen en todo el mundo. La directora de la AFI Cristina Caamaño ha permitido filtrar a la prensa los nombres de parte de su personal y sus movimientos. O sea, no sirven más para espiar. La mujer todavía no renunció: otro indicio de impunidad y berretismo. Claro que está imputada en la Justicia por varios delitos pero como la juzga Servini de Cubría...

*Volvieron peores pues siguen sin darse cuenta que las relaciones internacionales del país no deben guiarse por preferencias ideológicas sino por cuestiones pragmáticas y el principio de no injerencia. El último gobierno de Cristina se encerró tanto que Argentina solo mantenía relaciones comerciales (inútiles) con algún país africano, mientras ella daba alguna conferencia para el bostezo en las Naciones Unidas, explicando que era una abogada exitosa y burlándose lastimosamente de algunos estudiantes. Después, Macri le dijo al grupo de los 20 que habíamos cambiado, que éramos modernos y confiables, pero seguimos perdiendo mercados y nos condujo al default. El ministerio de RREE al mando de Felipe Solá está moviéndose para reconquistar posiciones con buen criterio, intentando promover nuestras necesarias exportaciones. Más que de su buena voluntad, el intento debe cuajar con las medidas que puedan promover los ministerios de Economía y de Desarrollo Productivo, de dejar de agredir al campo y propugnar vender valor agregado en este mundo difícil.

Claro que no es muy auspicioso que el tío Alberto empioje políticamente las relaciones internacionales de la Argentina de modo innecesario. Dice que añora a los condenados por corrupción Lula y Correa, y a Evo Morales, Chávez y Mujica, los otros populistas sudamericanos en retirada que poco cambiaron y dejaron en sus países. Fernández no se anima a condenar a la dictadura venezolana, que de tan decadente solo conserva aliados autoritarios. Y sin ruborizarse manifiesta que en alianza con López Obrador va a cambiar el capitalismo, teoría echada rápidamente a la basura por el mexicano cuando se abrazó complaciente con Donald Trump a los pocos meses. Alberto Fernández se empeña en dejar aislado a nuestro país. Delante de los micrófonos se siente un estadista, pero es solo un abogado infeliz. El kirchnerismo que lo rodea -mentiroso defensor de los DDHH- hace el resto, apoyando a  Maduro, Ortega y lo peor que encuentre por ahí. 

Señores del gobierno K: conducen un país, no un club de fomento. Ante esta misma realidad que intentan manejar, sus acólitos intolerantes ya hubieran incendiado el país. Esos que ahora, vergonzosamente se mienten a si mismos y callan. Para cualquiera que tenga tres dedos de frente, claramente volvieron peores. Horanosaurus.

(1) El manejo de la pandemia de COVID por parte del gobierno, merecería una nota aparte. La cantidad de contradicciones y errores cometidos durante sus efectos es difícil de ennumerar. Un racconto interesante de leer es el de Jorge Lanata en "Nadie nos cuida" (Clarín 29/05/21).  Los desatinos payasescos en la comunicación a la población del presidente y de los ministros Ginés García y Vizzotti o el gobernador Chichilof (con proyección de culpas en los demás) y los desaciertos en la provisión de vacunas, han convertido a la Argentina en uno de los países con mayor cantidad de víctimas en el mundo en proporción a la cantidad de habitantes (y el de peor caída económica). Después, nos enteramos por una funcionaria de cuarta que comprarle Sputnik a Rusia fue parte de un proyecto político con Putin (?) y para el diputado heredero Máximo Kirchner eso no es entregar la soberanía pero si lo es comprarle a Pfizer. Estamos gobernados por idiotas! Acá, otro resumen de la situación: 

Vacunas: ¿Quién se hará cargo de las muertes que se pudieron evitar? El Gobierno debería dar explicaciones por su estrategia de negociación con los distintos laboratorios. La Nación 28/07/21. Por Daniel Santa Cruz.

(2) en junio-2021 la propia dirección de Parques Naturales se habría retirado como querellante en la causa, apretada por el Ministerio de Medio Ambiente manejado por el inepto de Cabandié, la Secretaría de DD.HH. conducida por el chorro de Horacio Pietragalla y la Procuración de la Nación, manejada por dañino monje negro Carlos Zannini. Una locura!  



Notas interesantes para completar el panorama: 

Peronismo sin plata
El quinto peronismo enfrenta una realidad incómoda: gobernar sin recursos para distribuir. lapoliticaonline. 06/02/2020 Por Ignacio Fidanza.

Vicentin, otro paso de un plan mayor
"Cómo un populismo de características fascistas, cuyo modelo acabado es la provincia de Santa Cruz, pasa a encarnar aquí la izquierda o el progresismo?" La Nación 13/06/20. Opinión. Por Héctor M. Guyot.

Los controles de cambios y la confrontación sindical desencadenaron un éxodo. InfoBAE Económico 27/07/20. Por Patrick Gillespie (Bloomberg) con Jorgelina Do Rosario.

Las 20 empresas que están desinvirtiendo en la Argentina. Por Alfredo Sainz y Delfina Torres Cabrero. La Nación Comunidad de Negocios. 05/11/20. 

Por Osvaldo Bazán. El Sol. 13/09/20. Se autopercibe gigantesca pero es pequeña y piensa en chiquito. Quiere convertir el 8vo. país del mundo en algo chiquitito.

Nadie nos cuida
Clarín. Sábado 29/05/21. Por Jorge Lanata. “Ni el primer año de la pandemia ni este segundo el Gobierno supo como reaccionar a los problemas que se presentaban: los minimizó, luego los negó, más tarde los creyó solucionados y ahora busca una solución desesperada con el almanaque electoral en la frente. Si quieren ver quien tiene la culpa de lo que pasa, vean esta cronología (…)”


  
  


OTRAS ENTRADAS ANTERIORES  SOBRE EL TEMA EN ESTE BLOG: