sábado, 26 de noviembre de 2011

Nuestros paisanos los indios II



Monumento a Julio Argentino Roca en el Centro Cívico, ciudad de Bariloche, Río Negro, Argentina. 2008.

Demás está decir que eso de "nuestros paisanos los indios" -título que utilizo para esta serie de comentarios y relaciones- es el giro que utilizó el general José de San Martín en su orden general del 18 de julio de 1819, demostrando no sufrir del racismo de sus enemigos políticos. Aunque ese modo de pensar no era exclusivo de los unitarios: estaba generalizado en la clase política. 


Sobre el tema del genocidio indígena en la Argentina, no podemos soslayar que se trató del choque de dos culturas, un conflicto similar al de toda América después de la conquista europea que la esquilmó para financiar la expansión del capitalismo. 


Para los blancos y criollos de las ciudades, descendientes de europeos, no solo lo que fuera indio era repugnante: también lo que fuera arrabal, chusma, gauchaje o, digamos, pueblo. No lo comprendían, le producían temor y lo rechazaban. Extirpar lo extraño era una forma de lograr que su civilización progresara. 
Quizás fuera una cuestión de mentalidad de la época a la que era difícil escapar. Por eso el darwinismo, el positivismo. 

Quizás, como dice en algún lado José Pablo Feinmann citando a Fanon, se trate de algo más atemporal: quien ejerce la violencia -para justificarse- debe demostrar que el colonizado no pertenece a la condición humana y lo ubica dentro de la esfera de la animalidad, para excluirlo del derecho a la ley y la justicia. Eso es lo que básicamente han hecho los victoriosos, si tratamos de intelectualizar el dolor de los ríos de sangre derramada. 

Poniéndose una camiseta


Después de leer de varias fuentes las desventuras de los indígenas de nuestro país a partir de la conquista de estas tierras por parte de los españoles primero y los criollos-cristianos después, me quiero obligar a sacar conclusiones. Y otra vez, o las cosas nunca fueron lineales o en blanco y negro o estoy hecho un adulto indeciso, un comunicador de indecisiones... pero con mente crítica y ganas de expresarse. 


Si hablo de bandos por los cuales tomar partido más de un siglo después, me obligo a definirlos: por un lado, los habitantes primeros, el rechazo a la política de despojo y exterminio que llevó a cabo el poder oligárquico en el siglo XIX; los reclamos reivindicatorios por los derrotados y el desenmascaramiento de los próceres de la historia oficial. Los investigadores más mediatizados de esta posición podrían ser Osvaldo Bayer y Felipe Pigna.

En la otra punta de este tema en boga, la postura de la historiografía oficial (Mitre, Romero, Félix Luna) defendiendo aquella conquista, continuada por los poderes tradicionales sucesores de los beneficiados económica y políticamente con ese triunfo, los que representaban la "civilización blanca" enfrentada a la "barbarie indígena".

Creo que cualquier persona imbuída de valores democráticos y humanistas modernos es proclive a tomar partido por los derrotados. Los Roca, Mitre y Sarmiento, fueron  firmes propulsores de nuestro desarrollo pero han cometido crímenes -como los terratenientes Martínez de Hoz y los Menéndez Behety- que los descalifican moral y éticamente y los hace poco defendibles. Resulta bastante sintetizadora la idea que la campaña al desierto fue una movida de los estancieros asociados a la clase política porteña y ejecutada por los militares, para consolidar el latifundio y el poderío económico de sectores de gran peso en la sociedad. Era el clamor de la época. Era el capitalismo que, como en todos los rincones del mundo, avanzaba por lo suyo. La Argentina no fue la excepción. 

Pero como en otros tramos de la historia, la vida política y hasta en el deporte, noto también que mucha gente repite slogans, favorables a uno u otro bando (*). Frases políticamente correctas que permiten hablar sin saber mucho. Perdónenme los jóvenes, pero ellos son más proclives a caer en ese defecto. Quizás por eso que tienen que todo debe ser rápido y concluyente y nada puede ser gris.

Puede perdonarse en la gente común como uno, en los curiosos y apasionados que por intentar seguir viviendo no pueden acceder a la información histórica necesaria para profundizar lo suficiente y debemos conformarnos con leer lo que otros concluyeron. Lo que no podemos permitirnos es prescindir de la cautela y de la humildad.

También puede comprenderse que pensadores de formación conservadora como Mariano Grondona, obvien aportar datos insoslayables a un análisis equilibrado para defender la iconografía oligárquica a la que, concientemente o no, representan en el modernismo. Me gusta menos aún cuando sospecho que investigadores humanistas o de izquierda -quizás por apasionamiento, quizás por ideologizar- caen en el mismo defecto, porque a ellos les exijo más.  

Embarrando la cancha


Ya hablé de mis eternas dudas, de mi búsqueda de equilibrio para no hablar pavadas ni repetir cosas.  Quiero ahora tirar unas cuantas cuestiones puntuales que uno y otro bando soslayan utilizar alternativamente.


* Muchos llaman "araucanos" a inciertos indios que existían al sur de Buenos Aires. "Araucano" proviene de Arauco, región chilena. Pues bien, muchos autores coinciden en que las poblaciones indígenas habitantes originales de nuestras pampas fueron "araucanizadas", esto es, copadas bélica o culturalmente por tribus chilenas. Si hubo una suplantación, pone en el tapete la ligera utilización del término "pueblos originarios". Calfucurá, nacido en Lloma, araucania chilena, fue el último gran cacique general de nuestras pampas, organizador de la gran confederación de las Salinas Grandes.

* Me produce urticaria pronunciar el hoy tan "progresista" término "pueblos originarios", sin  negar que encierre un concepto. Ahora, me entero por un artículo de Rolando Hanglin que "mapuche" fue un vocablo inexistente hasta 1850, cuando fue inventado por el etnólogo norteamericano Edmond Smith, y luego difundido. Aunque tenga 'goyete' (mapu=tierra, che=gente), no era corriente en aquel entonces, pero se usó en el siglo XX alegremente para definir a una tribu cuyos descendientes reclaman tierras en el XXI.

* En las invasiones inglesas hubo caciques pampas que se ofrecieron al gobierno de Buenos Aires para combatir a "los colorados" ingleses durante sus invasiones. La ayuda fue agradecida por las autoridades españolas pero finalmente desestimada. Entre las tribus trasandinas las había pro o antirrealistas: los vorogas eran pro-españoles pero la tribu llamaiche ayudó a San Martín a cruzar los Andes. Calfucurá mismo tomó partido en la guerra civil entre unitarios y federales.

* El peligro real que significaron las pretenciones chilenas sobre nuestro territorio mientras aquí sobrevenían años de guerras internas, cuando los unitarios estaban más preocupados en su tarea de disciplinar a los díscolos del interior a sangre y fuego, renegaban de la extensión que tenía el país en gestación y hasta 'independizaban' provincias para que no jodieran a su proyecto monopolizador. Como se sabe y quedó registrado, Sarmiento -despechado con gobiernos federales- alentó a los chilenos en ese objetivo. Muchos dicen que el presidente Roca, tan oligarca como el sanjuanino, constituyó un freno político y  militar definitivo a esa cuestión y que si no fuera por el....

* La planificada y fastuosa campaña al desierto encabezada por Julio Argentino Roca habría sido una puesta en escena para su encumbramiento político, estando los indígenas derrotados de antemano. Diríamos hoy, que "para la foto". Pero no puede obviarse que fue producto de una ley votada por todas las fuerzas políticas vigentes en aquel momento. Osvaldo Bayer sostiene que la campaña fue la que mayor cantidad de bajas produjo en los indígenas y otros autores lo niegan. El exterminio ocurrió luego de varias décadas de enfrentamientos intermitentes entre fuerzas disímiles, luego de muchas treguas incumplidas, deslealtades y barbaridades cometidas por ambos bandos. 

* El destierro de miles de indios luego de la victoria de Roca fue propio de una portada de diario sensacionalista de época, lo cual no esconde su crueldad.  Correspondiendo a su concepción del mundo y seguramente suponiendo que hacían beneficencia, los ganadores repartieron entre las familias patricias  porteñas 'ejemplares indígenas' para trabajar como servidumbre en sus casas.

* No me simpatiza cuando desde el bando "progre" se denosta sin contemplaciones al Perito Moreno, quizás por no tener la visión independiente que exigimos contemporáneamente a los científicos. Es apasionante leer la cantidad de investigaciones y hechos políticos que protagonizó ese antropólogo e investigador devenido exitoso diplomático a la fuerza. No se puede dudar de su patriotismo por haber sido contemporáneo de una monolítica concepción oligárquica y positivista de la civilización y por haber tenido acceso directo al poder. Carlos Marx -en ese mismo contexto- era  un consumado promotor del colonialismo y muchos lo ignoran, o lo saben y lo ocultan.  Osvaldo Bayer fundamenta para oponerse a Moreno que los conceptos de nación surgieron hace solo 200 años. Con ese mismo criterio, tampoco nos deberíamos oponer al imperialismo, que venía de antes todavía. Parece no valorar el enorme mérito del Perito para  que la Patagonia sea hoy argentina y oculta también sus contundentes acciones filantrópicas y la gratitud que tuvo con sus antiguos anfitriones indígenas. Quizás Bayer es muy internacionalista en sus conceptos y no le interesa el color de la bandera que flamee en el sur. Con toda humildad, creo que es un error si piensa así. Quizás sea una mente evolucionada pero yo no puedo prescindir del sentimiento nacional en las circunstancias que me tocan vivir.

* Cuando se olvida el vandalismo de los malones, hayan sido causa o efecto de la represión de la política racista blanca, que no solo les contagió enfermedades sino también los defectos de su civilización. No escuché a ningún autor negar la existencia del robo y desvío de ganado de los blancos a Chile, que constituyó todo un negocio durante añares. Los indios también asesinaron, robaron, saquearon, humillaron y raptaron a militares y a civiles indefensos. Así como había tolderías poco belicosas, como las de Ramón 'el platero',  un cacique o capitanejo ranquel de gran fortuna que intercambiaba sus productos por ganado y labraba tierras, pero también tenía cristianos cautivos.

* Aunque fuera consecuencia de la presión política de los blancos-cristianos, los indios aceptaron la dependencia clientelística de subsidios, tan parecida al accionar extorsivo de los piqueteros contemporáneos. Parecía decirse "No 'maloqueo' si me das cosas"... "si no me das algo, me pongo violento y complico tu civilizada vida". A los pocos meses los políticos dejaban de cumplir con lo prometido por problemas presupuestarios, igualito que ahora, y volvían los indios a maloquear. Para sumar similitudes, hubo en aquel entonces también una cadena corrupta de los "civilizados" que -como en la guerra de Malvinas de la dictadura- lucraba con los envíos oficiales. Como siempre, para muchos argentinos, la corrupción no parece cosa importante. Así estamos.

A la final... 


En la entrada "Nuestros paisanos los indios I" les ofrecía básicamente una de las posiciones, sintetizada en el pensamiento de Osvaldo Bayer. Su película "Auca Liwen" (rebelde amanecer), confronta los dos históricos modelos de país en pugna y los llega a enlazar -desde una óptica muy particular- con el conflicto con el sector ruralista que vivimos en 2008: las retenciones y la resolución 125. 


El proceso coronado con la llamada "conquista del desierto" fue un plan ejecutado por el poder blanco (criollos cristianos) para defender y expander sus intereses y conquistar tierras para la poderosa burguesía local aliada a la clase política porteña y  a la militar. Un objetivo más propio de los unitarios que de los federales, aunque esa afirmación también tiene sus bemoles y vericuetos: no se crean que los caudillos federales comulgaban con los indios. Ese plan tuvo sus idas y vueltas a través de las épocas porque los 'civilizados' tenían distintas políticas para enfrentar el problema, en medio de las guerras civiles. 

-aunque sea tarde para lágrimas- se debe continuar buscando la verdad, desenmascarando a quienes cometieron crímenes y bajarlos del pedestal donde el poder los colocó en pago por los servicios prestados. El capitalismo encontró el quitamanchas perfecto para limpiar la sangre de sus saqueos con eso de "la historia la escriben los que ganan". Con inteligencia, sin inventar una "historia progresista", ad-hoc, adolescente,  tan en boga en estos años, que también nos miente. 

Parece que un proceso de culpa nos inclinara a intentar compensar las atrocidades de nuestros antepasados 'civilizados' con acciones benefactoras hacia los derrotados, mientras aggiornados descendientes de los despojados se montan en una "industria de la manga" apoyados por  muchos libertarios neo-folklóricos reacios a la lectura, que tanto abundan en nuestros pagos (**). 


Para ser más justo -aunque no cambie la esencia de las cosas- me faltaría saber si hubo un solo proceso histórico de conquista capitalista en occidente que haya permitido la fusión armónica de la cultura preexistente con la invasora o que no haya utilizado la violencia como medio de conquista de una expresión sobre la otra.  Horanosaurus.

(*) todavía no pude discernir si repetir 'slogans' es un deporte nacional argentino o un virus diseminado en la población del planeta entre finales del XX y principios del siglo XXI.
(**) juro que me viene a la cabeza -por piedad llamémosle una asociación libre- el personaje de Peter Capusotto "American Psychobolche".

Más info relacionada al tema en este blog:

Nuestros paisanos los indios I
Nuestros paisanos los indios II

Nuestros paisanos los indios I


Documental de 77 minutos de duración, de Osvaldo Bayer, Mariano Aiello y Kristina Hille, declarado de interés nacional por la Presidencia de la Nación. Ha cosechado más de 20 distinciones de la crítica. Rodado en las provincias de Salta, Chubut, Río Negro, Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el estado de Nordrhein-Westfalen y Baden-Württemberg (Alemania). Una versión de AWKA LIWEN para niños, se distribuirá en las escuelas del país a través del Ministerio de Educación de la Nación y de las carteras educativas provinciales.

Sinopsis
AWKA LIWEN es la historia de la pugna por la distribución de la riqueza en Argentina, a partir de las matanzas contra los pueblos originarios y el robo de sus territorios ancestrales, hasta la actual rebelión de las corporaciones agropecuarias para no pagar impuestos. El racismo contra los pobladores originarios no fue casual: fue la coartada que trataba de justificar científicamente el despojo de las tierras al indio y al gaucho por el descendiente de europeo. Los beneficiarios de las distintas “campañas” contra los indígenas siempre se opusieron facciosamente a pagar más impuestos y reaccionaron con extrema violencia cuando se sintieron amenazados en sus privilegios de clase: muerte de 1.500 trabajadores rurales durante las huelgas patagónicas de 1921, bombardeo de la Plaza de Mayo en 1955 y exterminio de 30.000 argentinas y argentinos durante la última dictadura, son los peores, pero no los únicos ejemplos. Esta pugna es en realidad por la construcción de dos modelos de país diferentes: el retorno al “granero del mundo”, al país-maceta exportador de productos primarios, importador de manufacturas industriales y dependiente del capital extranjero por un lado, o la profundización del desarrollo industrial y agropecuario basado en tipos de cambio selectivos (retenciones), por el otro. La historia nos enseña que el “granero del mundo” de 1910 era para unos pocos. La década perdida del menemismo lo volvió a confirmar. La Argentina del siglo XXI aún se encuentra dividida. La eterna zanja que se creó en el siglo XIX, y que como toda herida abierta sigue sangrando, puede y debe ser cerrada. En el Bicentenario de la Revolución de Mayo, Osvaldo Bayer busca y encuentra la forma de cerrar las heridas y comenzar el tercer siglo de historia argentina en igualdad, paz y encuentro entre todos los habitantes de nuestro gran país.

Aquí van varios artículos de Osvaldo Bayer publicados en Página 12 acerca del tema indígena, íntimamente relacionados con el argumento que sostiene el documental citado. Entremezclado, uno de Mariano Grondona en La Nación defendiendo las figuras de Roca y Sarmiento. Y finalmente, la visión de Rolando Hanglin, desde la web del mismo diario. Mi humilde recomendación: leer todo sin prejuicios. Horanosaurus.

"Rebelde amanecer". Pg12. Contratapa. Por Osvaldo Bayer. Sábado 08/11/03. Las contradicciones del Perito Moreno, la visión ecológica de Alexander von Humboldt, la dignidad de las actuales comunidades mapuches en Neuquén.

"Un juicio público al general Roca que apunta a remover su monumento". Pg12. Sociedad. Viernes 21/5/04. Un grupo de militantes de diverso origen en asamblea decidió bautizarse "Rebelde amanecer" (Awka liwen) y propone echar una mirada revisionista sobre la celebración que reciben próceres de la historia oficial, de muy dudosa trayectoria, por ejemplo, el monumento a Roca en Diagonal Sur y Perú, ciudad de Buenos Aires.

"Contra las estatuas de Roca". Pg12. Sociedad. Por A.B. Lunes 19/10/09. Primeras menciones al documental de Bayer y más razones para remover el monumento del general Roca.

"El conflicto del museo". Pg12. Sociedad. Por A.B. Lunes 19/10/09. Acciones poco simpáticas de la compañía de Benneton en el sur para entorpecer la filmación del documental de Bayer.

"La Etica siempre triunfa". Pg12. Contratapa. Por Osvaldo Bayer. Sábado 30/04/11. Por la destitución moral del brutal Cnel. Ramón L. Falcón, genocida de indios subalterno del genocida Roca, luego especializado en la matanza de obreros. Bayer sostiene que en la historia triunfa finalmente la ética.

"Desmonumentar". Pg12. Contratapa. Por Osvaldo Bayer. 16/05/10. Nuevos embates sobre los Roca, los Martínez de Hoz y la sanguinolenta lacra oligárquica.

"Los Martínez de Hoz al ataque". Pg12. Por Osvaldo Bayer. 03/09/11. Sobre el increíble juicio que iniciaron los nietos del cómplice genocida José Alfredo Martínez de Hoz a Osvaldo Bayer, Mariano Aiello y Felipe Pigna por sus afirmaciones en el documental Awka liwen. Y los motivos que convierten a esos acusadores en estúpidos.

"Del retatarabuelo al abuelo". Pg12. Por Osvaldo Bayer. 17/09/11. Vuelta de tuerca a la discusión entre los herederos oligarcas y el profesor Bayer.

"La demonización de Roca y el olvido de Sarmiento". La Nación. Por Mariano Grondona. 02/10/11.

"Ahora atacan los Grondona". Pg12. Por Osvaldo Bayer. 15/10/11. Mariano Grondona desmiente que el Gral. Roca sea el Hitler argentino en un artículo del diario La Nación. Bayer lo invita a leer los archivos de sus patrones los Mitre, para desasnarse.

"Carta abierta a Pacho O'Donnell". lanacion.com - Pensamientos incorrectos. Por Rolando Hanglin. 20/12/11. Reivindicación de Roca. ¿Genocidio o limpieza étnica? Estos indios, ¿eran pueblos originarios?

Continúa en:


jueves, 24 de noviembre de 2011

Economía kirchnerista: lo que los chicos no entienden


Los jóvenes disfrutan de los favores e ignoran los costos
Clarín 21/08/11. Por Marcos Novaro. Sociólogo y politólogo de la Universidad de Buenos Aires.

¿Por qué en las primarias del 14 de agosto los jóvenes de todas las clases sociales han estado más inclinados a votar a Cristina que los mayores, y por qué esto sucede ahora, y no sucedió así en 2007, o en 2005, cuando también ella encabezó las listas del kirchnerismo? Parte de la explicación es matemática: los jóvenes han visto incrementarse las vías a través de las cuales reciben o pueden recibir recursos del Estado, y por eso valoran su tarea de “socialización de los beneficios del crecimiento”, por la cual responsabilizan a la Presidente (y más en general, a todos los que gobiernan), y en cambio no perciben o no sufren por ahora demasiado la socialización de costos, a través de impuestos, inflación o deterioro de las prestaciones y las cuentas previsionales.

Desde 2007, el Estado ha vuelto a ser el gran generador de puestos de trabajo, mientras que la economía privada apenas si los ha creado. Desde becas y subsidios del Conicet hasta conchabos de baja calificación en municipios y provincias, pasando por jugosos contratos en Aerolíneas Argentinas u otras joyas de la corona. Quienes entran al mercado de trabajo o están por hacerlo tienen estos y otros motivos parecidos para entender que es el sector público el que les garantiza su futuro. Sea esto o no sustentable, y sean los puestos ofrecidos útiles social y económicamente o no.

Quienes están mal preparados para acceder a esos beneficios y encima cargan ya con una familia pueden contar con la Asignación Universal por Hijo y, claro, no tienen por qué cuestionarse que la misma se financie con la plata de los jubilados.

Como tampoco tienen por qué cuestionarse de dónde viene el dinero, si es económica y socialmente justificado, quienes todavía estudian y no trabajan y ven que sus padres de clase media o media alta pueden brindarles algunas alegrías, gracias al clientelismo de lujo que reciben de ese mismo Estado a través de servicios hiperbaratos de transporte y energía, o alicientes al consumo en cuotas.

En cambio estos votantes jóvenes eran muy niños o aún no habían nacido cuando los argentinos sufrieron los rigores de la hiperinflación, y por tanto no perciben que sea un problema serio, de cuya responsabilidad el gobierno de Cristina no pueda desembarazarse. Ni están en condiciones de comprender que cada año que pase con alta inflación incrementa los esfuerzos que habrá que hacer para desembarazarse de ella.

Al contrario, los jóvenes están seguramente inclinados a adoptar, en éste como en otros terrenos, el discurso oficial según el cual ellos son parte esencial de un país llamado a ser mucho mejor que el de sus padres, gracias a que tienen la suerte de ser gobernados por Cristina, mientras que estos tuvieron la desgracia –y la culpa– de que gobernara gente mucho peor.


Aquí interviene el otro aspecto del problema, mucho más difícil de mensurar que el económico: ¿en qué medida hace carne en los jóvenes el relato oficial, un relato que se ha ido perfeccionando en los últimos años y que recientemente se orientó de lleno a seducir a los votantes más tiernitos? En la muy estrecha minoría de jóvenes que presta alguna atención a las noticias y discursos políticos puede que esa seducción esté funcionando. Pero para el resto tal vez lo único que cuente sea el despilfarrante optimismo que el gobierno ofrece ante los discursos opositores, condenados a hacer el papel de aguafiestas.


Se puede evitar una nueva frustración
Por Rogelio Frigerio (economista). Perfil.com 21/10/11

Quienes tienen una visión crítica del actual modelo cuestionan –entre otras cosas– la visión extremadamente cortoplacista del Gobierno; le atribuyen al contexto internacional gran parte de la bonanza de los último años; no observan mejoras permanentes en la estructura socioeconómica; y, sobre todo, señalan la imposibilidad de transformar el fuerte crecimiento de los últimos años en desarrollo, apelando a los indicadores de pobreza (que pese al esfuerzo del Indec por encubrirlo, todavía se sitúan en el 25% del total de la población), a la precarización del empleo de más del 30% de los trabajadores y a las distorsiones inter-temporales que genera la inflación en términos de ahorro e inversión.

Sin embargo, todas las encuestas descuentan una contundente victoria del oficialismo en estas elecciones. Es probable que el triunfo de la fórmula oficialista no se deba únicamente a la desarticulación, la impericia y la falta de propuestas de la oposición, sino también a algunos logros obtenidos en los últimos años, que resultan fundamentales para una sociedad acostumbrada a vaivenes y crisis recurrentes.

Con la catástrofe de 2001, todavía muy presente en el imaginario colectivo, una parte importante del electorado –lejos de priorizar las objeciones subrayadas en el primer párrafo– basa su voto en la sensación de prosperidad, producto del crecimiento del empleo y del ingreso. Dicho más llanamente, en el cuarto oscuro los aspectos señalados a continuación parecen ser más contundentes que cualquier análisis económico riguroso:

Durante la presidencia de Cristina, el aumento de los salarios para los trabajadores registrados (7,5 millones de familias) superó la carrera contra la inflación. Paralelamente, se han sumado 2,5 millones de jubilados que no tenían beneficios (ni aportes) previsionales.

La Asignación Universal por Hijo, por su parte, incluye a más de 3,6 millones de beneficiarios. Y, pese a que la inflación fue desgastando su poder de compra, sigue siendo fundamental para reducir la condición de extrema pobreza de muchos compatriotas.

El Gobierno implementó asimismo una política de subsidios económicos que apuntan a contener el costo de los servicios públicos en el área metropolitana, dándole un respiro al bolsillo de más del 40% del total de consumidores en el país.
La respuesta del 50% del electorado es clara e inobjetable: la inflación no es un problema grave hasta que no se descontrole, el ingreso crezca a la par y se mantenga el empleo. Los desajustes macroeconómicos quedan escondidos, por ahora, debajo de la alfombra. Mientras haya recursos abundantes para mantener el nivel actual de gasto, seguirá habiendo electores predispuestos a apoyar el modelo vigente.

No obstante, es precisamente por esto que el Gobierno debería empezar a preocuparse. Aun cuando la crisis global no tenga el impacto local que algunos suponen, si de algo se puede estar seguro es que lo mejor ya pasó. El modelo se viene deteriorando sistemáticamente y la situación económica que enfrenta la Presidenta en su segundo mandato es significativamente menos sólida que la que heredó de su marido en 2007. Nos exprimimos todo el jugo de la bonanza y, a pesar de un relato que declama permanentemente nuestra independencia económica, nos volvimos año a año cada vez más “adictos” a factores externos, como la soja y Brasil.

Ya no hay precio del yuyito ni relación cambiaria con nuestro vecino que alcance para seguir creciendo al ritmo acostumbrado. Sostener la fantasía consumista se hace cada vez más difícil. En los últimos años, decidimos dilapidar la mejor oportunidad que registra nuestra historia para terminar con las frustraciones acumuladas de generación en generación. Todavía hay margen para tomar la decisión política de torcer este rumbo que hoy parece inexorable. De no hacerlo, los argentinos vamos a despertarnos un día con la noticia de que somos más pobres de lo que pensábamos, o de lo que el relato oficial nos hacía creer. Como tantas otras veces.

PROFUNDO ANÁLISIS DEL 'MODELO'

Tienen razón Cristina Fernández y el Frente para la Victoria cuando afirman que la experiencia argentina es motivo de análisis en el 1er. Mundo. Pero no deberían cantar victoria sino leer los textos. En la web madrileña Cotizalia, en la columna de Kike Vázquez se realizan minuciosos análisis de diversos temas económico-financieros. Por ejemplo, la economía argentina. Y aquí va el contenido de "Argentina, ¿milagro o fraude?" Urgente 24. 08/11/11.

Enlace
Urgente 24. 24/11/11. A continuación, un UR brinda un ejemplo para comprender el tema de los subsidios del Estado.