jueves, 27 de noviembre de 2014

Las zonas erróneas del menemismo anticipadas por Daniel Muchnik



Suelen cosechar cascotazos y no obtienen reconocimiento fácilmente quienes tienen la valentía de opinar en contra de las corrientes de moda, sea cual sea la materia. Carlos Menem, traicionó sus promesas electorales (*), vendiéndole a las mayorías la receta que le acercaron los oráculos económicos de la dictadura militar. Nos ilusionaba con pertenecer al primer mundo sin producir y trabajando menos, vendiendo a precios viles los ahorros del esfuerzo de los argentinos en nombre de una supuesta eficiencia que nunca llegó.

Todos aplaudían al maléfico riojano: los habituales alcahuetes de los medios, la mayoría de los mandatarios provinciales para no perder prebendas (entre ellos los Kirchner), Martínez de Hoz (que ni soñó con la dictadura llegar a tanto) y los poderosos vernáculos siempre sedientos de más dinero, la academia de Chicago y los representantes del imperio. A coro. Les brindó tanto que le permitían hablar en los foros internacionales en su inglés subdesarrolleta y él se creía estadista. Ya estaba desequilibrado por el poder desde mucho tiempo antes, cuando le llevaba ramos de flores a Isabelita en Puerta de Hierro, Madrid, para congraciarse con el General Perón. Muchos dudan que le haya dolido perder a un hijo en el medio de su ambición pero no debe haber pestañado por haber dejado tantos indigentes en las calles argentinas.  

Daniel Muchnik (**) fue de los pocos que criticaron el Plan de Convertibilidad de Domingo Cavallo en el menemato y denunció sus mentiras muchísimo antes que se evidenciaran sus falencias. El mismo plan que explotó en las manos de la Alianza de Fernando de la Rúa y Chacho Alvarez, temerosa de cambios. Después, como suele suceder, con la crisis encima y el diario del lunes, todos dijeron "yo no fui" señalando otros culpables. Que nuevamente quedaron impunes porque en la Argentina no hay justicia y la gente se resigna y tiene miedo.  

Para que algún curioso pueda toparse con las predicciones de ese prestigioso periodista, y en su homenaje, cuelgo en este humilde blog algunos de sus conceptos de entonces, como así también repercusiones de su trabajo en la prensa. Horanosaurus.   

PD: kirchneristas ¿todavía no se dieron cuenta que también los estafaron a Uds. y que defienden una mentira?

(*) "Si yo hubiera dicho lo que iba a hacer, no me votaba nadie". Carlos Menem. 


FUEGOS DE ARTIFICIO. LAS ZONAS ERRONEAS DEL PLAN DE CONVERTIBILIDAD. Daniel Muchnik. Editorial Planeta. Febrero 1992. Resumen:

* No posee este Plan de Convertibilidad (PC) grandes diferencias con los puestos en vigor desde 1976. Todos son de arquitecturas económicas esencialmente financieras, artificios financieros de puro cuño monetarista. Tienen en común provocar una brecha en las tasas de interés para hacer lucrativas las colocaciones financieras en el país e incentivar el ingreso de capitales para ayudar a controlar el tipo de cambio y sujetar la inflación interna.

* Los fondos financieros se valorizan rápidamente y los mercados inmobiliarios y bursátiles se jerarquizan. La hibernación que supone la estabilidad crea una sensación especial: "se está bien". Y muchísimos argentinos se lanzaron a consumir al disparo de esa financiación acotada a bienes específicos.

* La Bolsa y las propiedades inmuebles mejoraron su cotización más del 300% en dólares, récord internacional. Ello no guarda relación con los movimientos de la economía real (el PBI creció un 5% en 1991). Esa valorización financiera condiciona en parte los precios de la economía, ya que todos incorporan el beneficio medio... Ninguna economía puede tolerar una modificación tan drástica de los precios relativos en 10 o 14 meses.

* Una apuesta fundamental del PC era la deflación de los precios hasta el punto que se elaboró una tabla por decreto... esa deflación no se produjo. Teóricamente, mejoraría el tipo de cambio efectivo, sin necesidad de devaluar. Por otra parte, la tasa de inflación tardó en normalizarse... Para inducir a la deflación se suscribieron acuerdos sectoriales con distintas ramas de la industria: se les rebajaron o eliminaron impuestos internos u otros gravámenes. Pero no tuvo efectividad alguna medida en pesos y se renunció a percibir gabelas sin lograr una reducción efectiva de los precios.

* Los mercados no son perfectos y en la RA están estructurados en torno a oligopolios, tanto en la oferta como en la comercialización. Así, los precios tienen extrema resistencia a bajar, incluso los bienes importados ya que sus distribuidores suelen apropiarse de la "renta de importación". Causas: la base monetaria se expandió (entrada de capitales, privatizaciones, etc.); se produjo una reanudación del crédito; un conjunto de precios no tiene competencia externa; otros tienen arancel de protección suficientemente elevado (caso automotores); otro grupo tienen precios alineados con los internacionales (ej. petróleo) insensibles a variables domésticas; el propio costo del dinero es altísimo para una economía con tipo de cambio fijo.

* El PC alienta la importación montada sobre una ola de "reconversión industrial" y abre la economía sin elaborar una estrategia de crecimiento para la industria nacional. Hay gastos en importaciones perfectamente prescindibles... una reedición del tristemente célebre "deme dos"...

* Se estableció un esquema de "caja de conversión" ya que la emisión y absorción monetaria quedaron limitadas a la entrada y salida de divisas. Sin embargo dejó abiertos resquicios alterando las propias reglas de juego: los llamados "pasivos monetarios remunerativos" (bonos públicos) quedaron sin respaldo en oro o en divisas. Además, autorizaron integrar las reservas de libre disponibilidad con títulos públicos nacionales o extranjeros contabilizados a valor de mercado. Por ej. Bonex. Por lo tanto, es como levantar un pagaré a su vencimiento con otro a varios años vista...

* El principal carácter distintivo del PC es que estableció un tipo de cambio  fijo, por ley. Lo contrario a una economía de mercado a la cual dicen adherir... reestableció un mecanismo ya usado por Martínez de Hoz (la "tablita") o Sorrouille (el Plan Austral) para remonetizar la economía. Se equivocan quienes hablan de "dolarización". Al fijarse la cotización del dólar la especulación con él deja de ser rentable, volviendo a tener gravitación los activos en moneda nacional. El tipo de cambio fijo constituye una especie de "seguro gratuito", una ventaja que los especuladores no tienen en otros países. El PC es el intento más extremo de reintroducir la moneda nacional en el circuito... Un eventual fracaso consolidará la completa dolarización de la economía argentina, es decir, la huída definitiva a los activos extranjeros.

* Por ello, el Banco Nación tiene un papel muy activo en el esquema: sus directores usan sus disponibilidades, depósitos en pesos y argendólares para tapar los déficit de Tesorería y de empresas estatales. La otra fuente de recursos del Banco Nación fueron los ingresos por privatizaciones.

* Si reemplazamos la tablita cambiaria por la convertibilidad fija de Cavallo el esquema es el mismo.

* La valorización de las acciones e inmuebles es un fenómeno ficticio, producto del tipo de cambio fijo, seguro de cambio gratuito que estimula la inversión en ellos. El boom bursátil nada tiene que ver con la confianza externa en el PC.  Responde a los fondos excedentes en el mundo, que buscan valorizarse y se alojan en naciones subdesarrolladas en busca de rédito rápido...

La Bolsa se ha convertido en el corazón del plan económico: éste requiere una Bolsa en alza para que no se detenga el flujo de capitales... La reforma previsional también apunta a la Bolsa (lanzaría una masa de 4000 millones de dólares al mercado). La atracción de capitales financia la balanza de pagos...

Esta estrategia de entrada de capitales tiene sus grandes costos: obliga al  Banco Central a adquirir la sobreoferta de divisas y acumular reservas. Pone en marcha una expansión fuerte de la oferta monetaria cuya absorción requeriría un superavit operativo difícil de alcanzar... Hubo capitalización bursátil de paquetes accionarios ya existentes, no hubo ampliación de capital. ¿La habrá en el futuro?

* Una tésis muy de moda explica la crisis económica argentina por la crisis fiscal, confundiendo efecto con causa. Un componente básico de la crisis fiscal es la estatización de la deuda externa: la deuda privada fue transformada en una cuestión de Tesorería... Hoy hay un nuevo endeudamiento en el sector privado, dicen. ¿Porqué no podría pasar de nuevo? (...) Los grupos locales no adquirieron sus partes de los activos privatizados con fondos propios sino contrayendo más deudas, aún cuando no se salió del shock del endeudamiento anterior.

* El diagnóstico del PC considera que la RA padece una crisis de demanda y no una crisis económica-financiera. A partir de ello, Economía se lanzó a reactivar la producción mediante los mecanismos clásicos de la inflación de demanda, no impulsando el consumo de los asalariados sino por la valorización ficticia de los activos o lo que es lo mismo, licuación de los pasivos.

* Los gastos del sector público no han sido reducidos lo suficiente como para equilibrarse con los ingresos fiscales. Entretanto se llegue al equilibrio sigue simulado por operaciones de crédito o por los beneficios de las privatizaciones; bomba de tiempo de la hiperinflación no desactivada. Un transitorio artificio monetario.

* Todos los planes de estabilización practicados en la RA provocaron un incremento de la actividad económica y dieron lugar a procesos parciales de reactivación, por la sencilla razón de promoverse la entrada de capitales especulativos al circuito económico, lo que se traduce en una remonetización. Esta infla la demanda, aunque no da lugar por si misma a una significativa inversión.

En el Plan Cavallo las exportaciones están en baja y el consumo asalariado también. ¿Cómo es posible entonces que se haya dado una reactivación? La economía estaría moviéndose por el consumo de los no asalariados y la inversión privada en sectores que apuntan primordialmente a dicha franja. Ej: automotor, construcción, alimentación.

No se produjo una extensión del mercado sino una parcialización, a través de una distribución regresiva de los ingresos. El "efecto riqueza" de quienes se enriquecen por la brusca valorización de distintos activos financieros.

La reactivación depende hoy enteramente que el crédito siga creciendo; para ello se requiere mayor valorización financiera... el diferencial de tasas que se paga aquí es suficiente estímulo para generar la entrada de divisas al país (una tasa 4 veces superior a la internacional). Con esta diferencia las inversiones productivas son sencillamente imposibles... No sólo la inversión pública ha desaparecido (históricamente fue la mitad de la inversión total); la privada es muy limitada...

La reactivación de la industria automotriz se debió a que el sector goza de una fuerte protección arancelaria en relación a los restantes sectores... todo lo contrario a una desregulación... También el sector petrolero, que tiene sus precios internos alineados con los internacionales.

* Parece aventurado definir al mayor proceso de desindustrialización de la historia argentina (con caídas absolutas de su producto industrial, mermas fundamentales en las cotas de inversión real fija y subas ejemplares en el    endeudamiento del sector industrial con el bancario) como un simple proceso de reconversión. La industria ha sufrido y sufre un auténtico y lapidario proceso de primerización: han caído las ventas externas de la siderurgia, la petroquímica, los bienes de capital... Las ramas con mayor valor agregado son las que más han retrocedido.

* El mundo no es como lo pinta el equipo económico: la recesión obliga a cada nación a sobrevivir en medio de una competencia despiadada; quienes sostienen que el déficit comercial no es importante en tanto ingresen capitales que lo equilibren se aferran al modelo mexicano de ajuste. Se olvidan de explicar porque el gobierno japonés defiende con uñas y dientes su superávit comercial o las giras comerciales de los presidentes norteamericanos o la guerra de subsidios... El déficit comercial evidencia que el tipo de cambio usado no es equilibrado, simplemente porque favorece la competitividad extranjera en detrimento de la nacional.

Los rendimientos financieros superiores... planchan aún más el tipo de cambio, reestimulan las importaciones y realimentan el déficit comercial. La contrapartida de los déficit comerciales de América Latina son los superávit del mundo industrializado, que se benefician con las llamadas políticas de "apertura comercial". A pesar de pregonar lo contrario se oponen a liberalizar su comercio y practican políticas de subsidio.

Es una política de permanente endeudamiento, en donde los capitales no se   dirigen a la construcción de fábricas sino a inversiones de portafolio... En caso de una crisis de confianza, el flujo de capitales puede cambiar rápidamente de dirección... En economía no hay milagros y la única manera de gastar más de lo que se produce es endeudándose. Y esta política tiene en la RA un antecedente muy claro: Martínez de Hoz... Una ilusión monetaria, una valorización artificial en dólares del conjunto de la economía sin correlato con un incremento de la productividad. El fenómeno de "la plata dulce"...

* Cuando analizan sus propios mercados los expertos del mundo industrializado solo tienen en cuenta las fuentes de trabajo, el grado de oferta nacional, la balanza comercial y los índices tradicionales. Cuando se trata de países periféricos no parecen tener relevancia: sólo desempolvan el sonsonete de la productividad o la competitividad. Su proteccionismo es tremendo. Solo los subsidios agrícolas entre 1989/90  alcanzaron los 300.000 millones de U$S. Cada país defiende con todo su mercado interno y la inserción de ese mercado en el comercio internacional.La base para la proyección internacional proviene de un fuerte mercado interno capaz de asegurar una economía de escala, productividad y competitividad. La productividad es consecuencia de la inversión.

* Las privatizaciones proveyeron de fondos al Estado para cerrar las cuentas    fiscales. Son una manifestación de la crisis económico-financiera nacional:    capital que debió ser subastado por la insolvencia en que se hallaba el Estado. No fueron una inversión sino una transferencia de activos. Los activos públicos en general fueron vendidos por mucho menos de su valor real, garantizándose rentabilidades elevadas: hasta Entel hubiera sido superavitaria con las tarifas actuales y su patrimonio valuado en 4000 millones de U$S fue rematado por 900, parte al contado y parte en bonos de la deuda.

La bandera ideológica de las privatizaciones fue básicamente financiera y dirigida a quemar los activos para financiar el déficit fiscal y pagar a los acreedores extranjeros. Es por eso precisamente que no tuvieron un marco regulatorio claro... En ese contexto, perjudicaron a la industria en su conjunto ya que las tarifas de los servicios privatizados subieron mucho en todos los casos. Un caso que clama al cielo es el del peaje en las rutas. Además de ser elevado, se cobra sobre caminos ya existentes a los que se dota -en el mejor de los casos- de mejoras marginales que no guardan relación con el precio del peaje: supone un encarecimiento artificial del costo del transporte.

El precio interno del petróleo se halla alineado con el internacional  (nuestros precios internos doblan a los de países vecinos) y como el costo de producción aquí es muy inferior al internacional, la privatización generó una "sobrerrenta petrolera" en detrimento del conjunto de la industria.

* Al eliminarse un conjunto de entes reguladores de la producción (azúcar,   tabaco, yerba mate) y al sustituir funciones de la Junta Nacional de Granos, la Junta Nacional de Carnes, etc. se dijo que las desregulaciones producirían bajas de precios, premisa que no se cumplió, constituyéndose en instrumentos para transferir rentas en favor de sectores económicos más poderosos: no quedan mercados más competitivos sino más oligopólicos...

Además, dicha política "desregulatoria" no fue pareja y algunos sectores  continúan rigurosamente regulados, por ej. el automotriz. Los hechos desmienten la pasión del gobierno por la desregulación: es intervencionista o liberal clásico en función de un pragmatismo que beneficia a unos y perjudica a otros. Los salarios están -de hecho- regulados. No es el mercado quien determina quien gana o pierde. Lo hace el funcionario de turno y los lobbys que lo presionan.

Acerca de "Economía y vida cotidiana en la Argentina" Autores varios. Daniel Muchnik, compilador. Editorial Lagasa, 1991.  Diario Clarín. Lecturas. 22.11.91.

Sourrouille no es muy diferente a Cavallo. Y Cavallo es la continuidad de concepciones de José A. Martínez de Hoz y de su visión del mundo. Lamentablemente, los períodos de estabilidad guardan en sus entrañas la malignidad de enfermedades siempre latentes. La inflación no ha sido combatida de raíz. Tampoco el déficit fiscal. Sigue ausente un plan futuro del país que queremos, aceptado por la mayoría de los sectores. Los argentinos miran azorados el futuro porque sigue sin estar claro ni definido.

Libros: "País archipiélago. Las consecuencias del modelo político económico del gobierno de Menem." Daniel Muchnik. Editorial Planeta. 1993. Diario Clarín.

El 8 de junio a las 19, en la Fundación del Banco Patricios se presentará el libro "País archipiélago", de Daniel Muchnik. "La Argentina que resultará de la implementación a ultranza del modelo conservador y antinacional de este gobierno no tendrá entidad: será un archipiélago, una mera suma de islas", sostiene el autor.

Muchnik denuncia que mientras con la ley del "sálvese quien pueda" una minoría ve aumentados sus privilegios gracias a una economía monopólica y corporativa, por otro lado una amplia mayoría de argentinos no tiene agua potable ni cloacas ni futuro.

La plata dulce, el cambio fijo y anclado -en un año electoral- y la idea de que un peso es igual a un dólar conforman una ilusión monetaria. El aparente jubileo de hoy es a cuenta de sacrificios futuros enormes y a riesgo de una nueva hiperinflación", asegura Muchnik en el libro, que fue editado por Planeta.



"País archipiélago. Las consecuencias del modelo político económico del gobierno de Menem" Daniel Muchnik. Editorial Planeta. 1993. Diario Clarín 09/07/93.

¿Cómo es posible considerar la existencia de una reactivación económica y marcar al mismo tiempo que existe un estancamiento, o peor aún, un retroceso industrial del país? Ante todo corresponde analizar el alcance y la  naturaleza de la reactivación que ha tenido lugar desde el momento que nació la convertibilidad. La actividad económica no superó en ningún momento los niveles de producción que se lograron bajo el Plan Austral, obra de Alfonsín y Sorrouille. También en aquella oportunidad se produjo una reactivación. El impacto estuvo determinado porque en los años anteriores, especialmente en 1985, la actividad económica había sido muy baja.




"La mirada de un francotirador. Pronósticos e información en un valioso análisis del actual modelo económico" por Julio Sevares sobre "País archipiélago. Las consecuencias del modelo político-económico del gobierno de Menem" de Daniel Muchnik, Planeta, 250 páginas. Diario Clarín, sección Cultura. 23/09/93.

Desde el título, Daniel Muchnik da a conocer una de las ideas centrales desplegadas en su libro: la política oficial y las tendencias económicas imperantes están fragmentando el país, convirtiéndolo en un archipiélago económico y social.

En la primera línea de la primera página dispara: "El diagnóstico fundamental de este libro es que el Plan de Convertibilidad está acorralado. Corre el peligro de concluir en una hiperestanflación... Todo el tiempo que dure la agonía del Plan significará un mayor daño a la economía nacional y a la sociedad."

Para justificar su pronóstico, ciertamente contundente, el autor subraya, con estilo enfático, los diversos problemas de la coyuntura económica y las distorsiones estructurales que la política actual tiende a ahondar. En el primer capítulo, "Desindustrialización hasta el hueso", reseña informaciones periodísticas y estadísticas sobre las dificultades que encuentran diversos sectores de la industria y el bajo grado de ahorro e inversión de la economía local.

En el capítulo siguiente, contradiciendo quizás las expresiones lineales del primer apartado, y apoyándose en estudios de especialistas, se refiere a la reestructuración industrial que, en los últimos años, concentró el poder económico en las manos de un grupo de empresarios que apoyan fervorosamente la política menemista. Muchnik mira también críticamente el desguace del Estado realizado por el Gobierno y su contribución a la acumulación de poder de unos pocos grandes conglomerados de empresas.

En páginas siguientes, el autor anatemiza algunos mitos puestos en circulación por el poder político y sectores del establishment, como el presunto acercamiento de nuestro país al Primer Mundo o la supuesta conversión de la Bolsa, recinto dedicado al juego de los capitales golondrina, en un auténtico mercado de capitales.

Con relación al Mercosur, señala las asimetrías cambiarias y de política económica de los dos principales socios, que han determinado y determinarán una desventaja comercial para la Argentina y que imposibilitarán concretar la integración la integración en 1995, tal cual está previsto. El libro recorre también temas como la fijación del tipo de cambio y el "coqueteo" local con "el modelo mexicano", los problemas de endeudamiento que plantea el ingreso al Plan Brady y el incremento del proteccionismo en los países industriales.

'País archipiélago' está construído sobre la base de un abundante material periodístico y contiene estadísticas e información sobre aspectos fundamentales de la economía nacional, que serán indudablemente útiles al lector.



"El país de Menem" por Julio Sevares. En un ensayo de estilo enfático, se analizan los cambios actuales de nuestra sociedad. Diario Clarín, sobre "Identidad perdida. La menemización de la sociedad argentina" de Daniel Muchnik, Editorial Galerna, 1994. 254 pág.

Daniel Muchnik despliega en su último libro, "La identidad perdida", un torrente de opiniones y reflexiones sobre lo que caracteriza como la menemización de la sociedad argentina. El menemismo, según el autor, personifica y promueve la farandulización y frivolización de la sociedad. Su idea central es "demostrar a los otros que el que más tiene es el que más vale", fundar una concepción light de la vida y promover las estrategias individualistas del sálvese quien pueda. Los demás valores de la sociedad, se lamenta Muchnik, "fueron enterrados por el aluvión de los que ganaron y ganan dinero a partir del dinero y no de la producción."

La economía del menemismo no recibe mejores calificaciones: se basa en la corrupción, la especulación y la dependencia del ingreso de capitales a corto plazo del exterior, fabrica pobres y miserables por millares y no garantiza la decencia en la gestión de los negocios públicos.

La consecuencia del imperio de estas "formas de pensamiento y de acción" es que la Argentina ha dejado de ser una nación para convertirse en un mercado emergenteAfirmaciones de este porte se multiplican a lo largo de este libro de estilo enfático: desde el inicio el autor nos advierte que "la historia y el presente deben ser escritos con entusiasmo, con iracundia, con fuerza vital" y nos informa del dolor físico y espiritual que le provoca su desesperanza.

En un momento en que la pasión y las opiniones fuertes sobre cuestiones sociales -salvo el notable caso del fútbol- parecen de mal gusto, el entusiasmo de Muchnik es ponderable. Pero el élan vital no borra la añoranza por un mayor rigor en la exposición. Por ejemplo, el autor considera que el menemismo avanza sobre un campo de rosas, estas sin espinas, porque la sociedad sufre de "atonía" y mira las impudicias del poder como "detrás de un vidrio blindado" que le garantiza la intangibilidad. También considera que los pensadores están anestesiados

Obviamente, banalización y pasividad, son monedas bastante corrientes, pero no puede desconocerse que también existe un pensamiento crítico, enérgicas reacciones sociales e iniciativas políticas, que enfrentan la arbitrariedad, la corrupción y la agresión económica, que permiten imaginar un destino, sino venturoso, menos desventurado.

Otro caso: Muchnik compara las obras y los días de Domingo Cavallo con los del régimen de Juárez Celman, ejemplo si los hay de especulación, corrupción y latrocinioPero las similitudes no son menos importantes que las diferencias y las analogías, por más llamativas que sean, no aportan elementos para una comprensión acabada de las razones y perspectivas de la historia presente, requisito indispensable para operar con eficacia ante la lógica menemista en el terreno de la política o el discurso cultural. JS.

Acerca de "Identidad perdida. La menemización de la sociedad argentina" de Daniel Muchnik. Editorial Galerna. Bs. As. 1994. Diario Clarín. 15.04.94. Lectura.

"Argentina, el 'país archipiélago', se ha menemizado, ha sido vaciada de  identidad. El modelo político y el modelo económico que la sostiene avanzan porque los opositores, enredados en un sugestivo silencio, están perplejos y sin poder de reacción.

En medio de la frivolidad, de la farandulización, de la superficialidad del poder menemista y del peso de grandes sospechas y de una cadena interminable de reclamos judiciales, la sociedad de los argentinos privilegiados hace negocios (que es distinto a 'hacer economía'), anula los grandes principios heredados del pasado no tan lejano y practica la ley del 'sálvese quien pueda'.

El pacto entre dos políticos exalta la hegemonía del poder y los favorece solo a ellos, a espaldas de la gente. La vida debe ser 'light' y hablar en serio es una impertinencia. La única excepción del tiempo que vivimos son algunas protestas populares , pero no logran conmover a los conductores.

Solo los grandes industriales, endeudados en dólares, y los representantes de los bancos junto con los extranjeros se quedaron con las privatizaciones, defienden empecinadamente el 'equilibrio desequilibrado' del menemismoSe ha barrido de contenido el sentido de Nación, se ha quitado nombre y apellido a la realidad."




Acerca de "Final de fiesta. Las cuentas a pagar de Carlos I" Editorial Galerna, Buenos Aires, 1995. Diario Clarín. Viernes 28.04.95 - "Modelo para desarmar"

Con "Final de fiesta", Daniel Muchnik se propuso contar que significa para la gente el modelo de Domingo Cavallo: documenta con cuadros y opiniones cada una de las asignaturas pendientes en política industrial y en materia social. A diferencia de sus libros anteriores ("Fuegos de artificio", "País archipiélago"), Muchnik profundiza la idea que ya había desarrollado en su último libro, "Identidad perdida", sobre el futuro político.

"Si gana Menem el partido gobernante entrará en un ruedo pequeño donde hay demasiados toreros, demasiados dirigentes que querrán dominar el horizonte y proseguir la marcha del posperonismo en 1999. Si gana Menem la competencia interna será feroz en el continente político y en el económico porque no habrá motivos para la euforia", vaticina.

Su punto de partida, y argumento madre, es que la Argentina no importó la crisis mexicana sino que ella dejó al desnudo las debilidades de la convertibilidad. Ya en "País archipiélago" Muchnik había anticipado que la convertibilidad podía desembocar en una hiperestanflación (una inflación con recesión) o en la dolarización extrema. En "Final de fiesta" dice: "Ahora se conocerá lo que le faltaba al modelo económico de concentración de riqueza  en todos los campos de la producción del país: la concentración bancaria."

El libro, que lleva como subtítulo "Las cuentas a pagar de Carlos I", abunda en ironías. Su broche, una frase del escritor inglés T. S. Elliot: "Habrá tiempo aún para cien indecisiones y para cien visiones y revisiones, antes de tomar té con tostadas." 


"Crítica a las AFJP" de Daniel Muchnik. Las AFJP en el ojo de la tormenta. Editorial: Norma, 142 páginas. Diario Clarín Suplemento Económico - Domingo 16.06.02 - Lo que lee la City.

Dentro del mundo desarrollado, los sistemas de fondos de pensión sólo han funcionado en los países ricos. En la Argentina, como en el resto de América latina, son un fracaso.

Las AFJP especulan y dibujan promesas que no están en condiciones de cumplir. Pero no sólo eso: los fondos de pensión son una de las principales causas de la crisis fiscal en la mayoría de los países latinoamericanos. En el caso de la Argentina, la entrega de las pensiones o jubilaciones públicas a las AFJP -en el régimen que diseñó en 1994 el entonces ministro de Economía, Cavallo- fue lo que desencadenó luego el desequilibrio fiscal por 4.000 millones de dólares anuales que, sumados a la quita de los aportes patronales, elevó el déficit a 7.000 millones de dólares anuales. Ahora las AFJP le prestan dinero al Estado y le cobran tasas ridículas por usurarias. 

En el libro, Muchnik se propone echar luz sobre un tema que es motivo de denuncias políticas y particulares. En definitiva, se trata de una investigación que denuncia y pone al descubierto una gran injusticia, según el autor.

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24/04/10 Cipayos: economistas del establishment al paredón




(**) Daniel Muchnik. Periodista, escritor, licenciado en historia (por la Universidad de Palermo de Buenos Aires) y docente universitario de la Universidad de Belgrano y de la Universidad de Buenos Aires (posgrado en Periodismo Económico-Facultad de Ciencias Económicas de la U.B.A.) Nació en 1941Es columnista especializado en el diario Clarín y colaborador del diario Perfil. Condujo los programas televisivos “Estado bajo control” y “Tormenta de ideas”. Fue profesor en la Maestría de Periodismo en la Universidad de San Andrés y profesor invitado en la Mestría en Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales de la U.B.A. Ingresó al periodismo en la revista Siete Días (editorial Abril-Buenos Aires 1963/1965) y fue prosecretario de redacción de la revista Panorama (1965-1969), secretario de redacción del semanario El Economista (1969-1972), jefe de redacción de la sección economía del diario Clarín (1973-1974), secretario de redacción del diario La Opinión de Buenos Aires (1974-1976) y secretario de redacción a cargo del área Economía-suplemento de Economía (1976-1992). Dicta conferencias en diferentes instituciones culturales. Ha recibido numerosas distinciones, entre las que se destacan el Premio Konex al periodismo económico-Diploma al Mérito (1987), el premio ADEPA al periodismo económico (1997), Ministro Roque Carranza-UCR (1997), Al Maestro con Cariño (TEA-2003) y Konex de Platino en Análisis Económico (2007).

Muchnik ha escrito, entre otros, los siguientes libros:

El tobogán económico (Ediciones Ariel, Bs. As., 1978)
Economía y vida cotidiana (Legasa, Buenos Aires, 1990)
Fuegos de artificio (Planeta, Bs. As., 1992) 
País archipiélago (Planeta, 1993)
Identidad perdida (Galerna, Bs. As., 1994)
Final de fiesta (Galerna, Bs. As., 1995)
Modelo Argentina (Ediciones Manantial, Bs. As., 1997)
Negocios son negocios (Norma-Kapelusz, Bs. As., 1999)
Plata fácil (Norma-Kapelusz, Bs. As., 2001)
Las AFJP en el ojo de la tormenta (Norma, Kapelusz, 2002)
Tres países, tres destinos (Norma, Kapelusz, 2003)
Gallo rojo, gallo negro (Norma, Kapelusz, 2004)
Los últimos cuarenta años (Capital Intelectual, Bs. As., 2005)
La patria financiera (Norma, Kapelusz, 2005)
El derrumbe del humanismo. Guerra, maldad y violencia en los tiempos modernos (EDHASA, Buenos Aires, 2006)

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