jueves, 2 de enero de 2014

Política energética K y sindicalismo decadente


Antes de las vergonzosas privatizaciones menemistas, fueron cómplices de los empresarios de la "patria contratista". Cuando al fin llegaron, aplacaron la incertidumbre de los futuros despedidos y entregaron a los empleados y sus derechos al nuevo negocio propuesto por la banda de Roberto Dromi (hasta hace no mucho, asesor de De Vido y el gobierno kirchnerista). No podía hacerse nada, dijeron. Se hicieron amigos de las concesionarias monopólicas de los servicios y miraron para otro lado durante años de contratos basura, tercerizaciones y desinversión. Permitieron convertir a sus gremios en pañuelos a cambio del manejo de las obras sociales, receptáculo para viejos obreros retirados, y quien sabe que más. Patentaron el modelo de la democracia sindical de lista única permanente, la del club de amigos. Después de muchos años sin olas, ahora pendientes de una nueva oportunidad para compartir: la re-estatización de los fracasados servicios públicos. Hablo de la gran mayoría de los dirigentes sindicales argentinos. 

Pero me inspiran estos párrafos el otrora progresista modelo de Luz y Fuerza. Luz y Fuerza no fue un gremio cualquiera. Con Juan José Taccone al frente lideró un proyecto de autogestión obrera en la estatal SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires) que llamó la atención de todo el mundo sindicalizado y muchos sectores políticos (1), con el apoyo de los gobiernos de Juan Domingo Perón e Isabel Perón. Sin tratar de idealizar esa etapa, igual resultó demasiado para la mentalidad cuadrada de los milicos que vinieron en 1976. 

Como en cada golpe militar, el sector eléctrico fue adjudicado esa vez a la Marina. En SEGBA o Agua y Energía, por ejemplo, los presidentes eran almirantes, contra-almirantes o capitanes. El sindicato de Luz y Fuerza (LyF) era liderado por Oscar Smith cuando vino la dictadura y hacerle la primera huelga obrera al Proceso, oponiéndose al avasallamiento de derechos laborales, le costó la vida.  En ese entonces, LyF tenía unos 13ooo afiliados en todo el país. Lo sucedió -durante 28 años- Oscar Lescano, dirigente histórico de "los gordos" de la CGT,  una definición en si misma ("en alguna medida, todos tenemos que ver con lo que dijo Barrionuevo", dijo alguna vez - ver artículos relacionados abajo). 

Ahi nomás (1978/9) sobrevino la única estatización que debe haber hecho la dictadura militar. Fue prohijada por el ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, en complicidad con su secretario de Hacienda, Juan Alemann. Se trata de la escandalosa compra de la Compañía Italo Argentina de Electricidad. Martínez de Hoz había sido presidente de esa empresa y Roberto Alemann -hermano de  aquél y también funcionario de la dictadura-, socio de la CIAE. Puras casualidades, ¿vieron?  Francisco Soldati, una estrella más asociada de ese firmamento trucho. Por el negociado el Estado compró instalaciones obsoletas por 400 millones de dólares de aquella época. Ninguno de estos "próceres de la patria" fue castigado, como suele ocurrir. Por si fuera poco, el vampiro de las orejas largas y su equipo quebraron luego a las empresas públicas asignándoles créditos externos en realidad usados para sostener la economía. 

Pero lo que no pudo hacer Martínez de Hoz con el respaldo de la dictadura lo hizo Menem en su primera presidencia en nombre del mismísimo peronismo: privatizar -de cualquier modo- las empresas públicas. Pensar que unos años antes, durante el gobierno de Alfonsín, a su ministro Terragno los peronistas  casi lo matan por propulsar una asociación de Aerolíneas con una empresa sueca. Increíblemente, los argentinos premiaron a Menem en 1995, reeligiéndolo. Como senador casi vitalicio, en 2013 en La Rioja le erigieron un busto. 

Lo comenté hace tiempo en una vieja entrada referida a mi antiguo empleo en SEGBA. En 1991, llegó la privatización que la dividió en Edenor, Edesur y Edelap. Apenas trabajé en Edenor unos meses y me fui con una indemnización, denominada "retiro voluntario", que -como imaginarán- no era del todo voluntaria. Supe que los trabajadores que decidieron quedarse en las privatizadas fueron manoseados por nuevos gerentes eficientistas, para quienes -a pesar de su impagable experiencia laboral- eran poco menos que "indeseables". Los planteles eran cubiertos con pibes sin los "vicios" de los viejos estatales, aptos para moldear como masilla, mediante 'contratos basura' de bajo costo. No se afiliaban al gremio por su carácter de trabajo temporario y porque era mala palabra para las nuevas empresas (2) . Ah, las indemnizaciones las pagaba el Estado. El Sindicato de Luz y Fuerza terminó con algo más de 3000 afiliados. 

Después, la historia más reciente. Los gobiernos kirchneristas subsidiaron el consumo de energía (hasta el consumo de lujo de las clases más acomodadas y las multinacionales) reduciendo la tarifa real a los concesionarios. Una excusa suficiente para que invirtieran poco para modernizar las instalaciones obsoletas. Aunque, seamos sinceros, las pruebas están a la vista: ganen mucho o ganen poco, los empresarios/concesionarios llevan en su sangre ajustar al prójimo. Según indica el periodista Francisco Olivera, mientras las tarifas -incluyendo la industrial- aumentó en promedio el 68% desde 2001, los costos de distribución subieron 1108% (3) 

Los organismos oficiales de control específicos (ENRE-Ente Nacional de Regulación de la Electricidad) y los directores-funcionarios en las concesionarias, fueron vaciados de poder político o miraron para otro lado. En paralelo, la política de sustitución de importaciones y de expansión del consumo interno durante varios años de bonanza económica-sojera, hizo estallar el esquema energético. Los cortes de luz de todos los veranos, junto al pesado déficit de hidrocarburos,  me evitan opinar sobre el resultado de las omisiones de este Estado tonto a propósito. 

Como este es un país increíble, el ministro de "Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios" (flor de sello debe tener) es el mismo de hace diez años pero le echa la culpa a los demás de la crisis que su propia ineficiencia o complicidad generó. Es Julio De Vido y debe ser muy fiel a la causa (?) porque la presidente no lo echa. En este blog, hay algunas perlitas compiladas de esta gente en la antigua entrada "Política energética K: ¡que se vayan todos!":  el mismo jueguito de privatizar y estatizar de nuevo pero con YPF, siempre con la inestimable ayuda del siniestro Sr. Dromi. 

Mientras tanto, los militontos saltaron con banderitas y gritan eso de "el proyecto nacional y popular" cuando el gobierno argentino se apropió de  YPF. Parece que nunca supieron que su admirado Néstor Kirchner había aplaudido su privatización menemista y, ya presidente, luego le permitió a Repsol su vaciamiento. Parece que no se enteraron que ese santacruceño corrupto al que celebran operó para que su coterráneo Eskenazi comprara sin efectivo el 25% accionario. Parece que no leyeron que Kiciloff prometía decomisar la empresa y hace poco, sin ponerse colorado, aceptó pagarla ocho mil millones de dólares. ¿Son o se hacen?

Ahora, en el medio de una nueva, indefendible y antipopular crisis energética en su autodenominada 'década ganada',  otro gran experto en "yo no fui", el Coqui Capitanich (mientras Cristina toma fresco en el sur), amenazó demagógicamente a las privatizadas con la estatización. Seguramente habrá esperando un séquito de focas peronistas que ya aplaudieron las privatizaciones, listas para engañar al pueblo de nuevo. Ya lo sintetizó bien otro periodista: si este gobierno no ha podido fiscalizar a las concesionarias con las herramientas legales existentes, ¿cómo podrá conducir empresas nuevas estatizadas? ¿Cómo Mariano Recalde en Aerolíneas?

El sindicato de Luz y Fuerza -recién fallecido Lescano- está ahora conducido por un dirigente tradicional inseparable de la histórica y silenciosa lista única, llamado Rafael Mancuso. Acaba de declarar "si el gobierno decide estatizar las empresas de energía, vamos a acompañar" (4)  Seguramente alguno del palo preguntará entre bambalinas: "¿Cuánto hay para nosotros?" 

Los argentinos queremos abandonar los pantalones largos que nos dieron nuestros mayores al crecer y preferimos los cortos. Nunca triunfan aquí las grandes visiones. Ganan los popularmente denominados "vendehumo". Horanosaurus. 


     

NOTAS

(1) para indagar sobre la experiencia de autogestión en SEGBA -liderada por Juan Taccone- recomiendo el libro "La gestión sindical en Segba" del investigador Ricardo Graziano. Biblioteca Política Argentina. Centro Editor de América Latina. 1989. Pero hay más bibliografía sobre el tema, como el libro del mismo Taccone "900 días de autogestión en SEGBA"

Nunca pude saber que pensaba al respecto Agustín Tosco, uno de los dirigentes sindicales más democráticos y honestos que tuvo la Argentina, cuya filiación política trotkista le significó muchas persecuciones políticas. Dirigió el sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba durante muchos años ('Cordobazo' de 1968 incluído),  siendo opositor a la conducción nacional de la Federación de Luz y Fuerza. 

(2) No es que no haya escuchado versiones distintas a esta síntesis pero creo que esa fue la situación general. Además, la gente es muy extraña en su relación con el poder y se adapta  a nuevas situaciones opresivas de distinta manera, muchas veces decadente. Por eso algunas opiniones no me convencen y las filtro. La rebeldía escaseó siempre. Por eso tenemos los dirigentes que nos tocan. 

No se a que testigo de época recurrir en mi ayuda; no se si alguien me prestó atención. Pero juro que cuando se sucedieron las privatizaciones menemistas estaba seguro que -una vez pasado el tiempo- algún partido o grupo político argentino haría campaña electoral por la estatización de los servicios públicos. Le erré por alguna pequeña formalidad. 

(3) ver artículo "Y la luz no venció a las tinieblas" de Jorge Olivera. La Nación 28/12/13. "Gran invento argentino: empresas que hacen lo posible por no vender".

(4)  Luz y Fuerza: "Si el Gobierno decide estatizar las empresas de energía, vamos a acompañar" La Nación 20/12/13. El jefe del sindicato, Rafael Mancuso, dijo que si se llegaran a estatizar las distribuidoras, el gremio va a apoyar; habló de la falta de inversión y de la "falta de cuadrillas".






Algunos artículos para leer sobre Luz y Fuerza, Lescano y Oscar Smith:

LA NACION. Lunes 09.09.13. Era uno de los referentes más importantes del sector conocido como "los gordos" de la CGT; falleció a los 80 años, en su casa.


Por Carlos Pagni | LA NACION. 10.09.13. “ Lescano pidió una entrevista en Olivos y le dijo (a Cristina Kirchner), con el tono tanguero que tenía: ‘Si no aumentás las tarifas te vas a poner la energía de sombrero’. Poca gente en el país conocía como él ese sector. El kirchnerismo le debe mucho. Sobre todo su silencio (...) Pero tal vez la longevidad política de Lescano deba ser atribuida también a otra peculiaridad: en la tradición de Vandor y de Triaca, era un gran jugador. Tenía, por lo tanto, una especie de distancia frente a las idas y vueltas del azar. En un país como la Argentina, quizás haya sido una ventaja”.


Por Diego Sehinkman. La Nación. Sábado 20/10/12. los presidentes pasan, los Gordos quedan.  Oscar Lescano es secretario general de Luz y Fuerza hace 28 años (…) “en alguna medida, todos tenemos que ver con lo que dijo Barrionuevo (…) ¡Yo no le tengo miedo a nada! Ahora va a salir en una revista que tengo una casa en San Isidro, dos 4x4. Antes cuando publicaban algo así me ponía loco. Ahora me río, me importa un pito”.

- (la AFIP) debe saber que usted tiene una linda casa en San Isidro. -Con la AFIP no tengo problemas, tengo una casa linda, importante.
-¿Está a tu nombre? -No, está a nombre de una sociedad que yo compré (...)
 -A Ud. también le han hecho fama de jugador, de ser un habitué del casino en Mónaco. -Ah, me han hecho tanta fama.
-Pero el casino le gusta. -Toda mi vida me gustó el casino. Y cuando puedo voy, me gusta.
-¿Va siempre a Europa? -A Estados Unidos. Ultimamente, a Las Vegas. Hace dos o cuatro años.
-¿Qué le gusta del juego? -Me gusta mucho la ruleta, pero tampoco me enloquece. Ya pasó esa época. Fueron muchos años.
-Casi un adicto al juego... -No llegué a serlo, pero me gustaba, no lo puedo negar. Con los años a uno lo van curtiendo, uno se da cuenta de que eso no sirve y que, además, das una mala imagen (…) hace muchos años que no voy a ningún lado.
-Quizá se gastaba en la ruleta el sueldo de varios trabajadores... -[Se ríe] No, no tanto. Ud. está exagerando un poco [se tienta y se ríe con más intensidad].

"Somos necesarios para que haya paz social".  La Nación 04/12/11. Suplemento Enfoques. Entrevista a Oscar Lescano por Ricardo Carpena.

"Smith, Lescano y la miserabilidad de Pablo Moyano". Urgente 24. 24/05/11. Declaración de Oscar Lescano sobre la intervención del sindicato por los militares y la desaparición de Oscar Smith, durante el juicio por la Verdad.



"Smith murió en mi celda". Quién dice haber sido su compañero de prisión asegura que el sindicalista murió torturado, en enero de 1978. Clarín 20/04/98. Por Enrique Arrosagaray.




Y sobre el desmanejo de De Vido y el kirchnerismo en la política energética:


  
Clarín Sábado 30/11/13. Por Jorge Lanata. “The dream is over what can I say?” (“El sueño terminó, ¿qué puedo decirte?”) (de “God” escrita por John Lennon) No le vamos a pagar lo que ellos dicen, sino el costo real de la empresa. Dicen que son diez mil millones de dólares. ¿Y eso dónde está?”, dijo Axel Kicillof en 2012, un día después de anunciar el plan para confiscar YPF. Esta semana se supo que, si se cuenta el valor de bonos que Repsol podría cambiar antes del vencimiento, el pago por YPF sería de unos 8.000 millones de dólares. “Es imposible no pagar una indemnización porque es ilegal”, dijo Axel en estos días. La capacidad de reformulación del relato es inagotable: la tapa de Página/12 contaba así la información: “El preacuerdo de Argentina, España y México terminó doblegando la resistencia de Repsol”. Podrían haber dicho: les tapamos la boca con billetes. “Se están haciendo un poquito del PRO”, bromeó Mauricio Macri esta semana, refiriéndose a las nuevas medidas del Gobierno.

¿Le tocará a un ex marxista, hoy supuesto keynesiano, protagonizar el ajuste? Sería un buen chiste de humor negro de la Historia. El ajuste es como el personaje del Conde Drácula en la novela de Mary Shelley: sólo aparece en un capítulo pero esparce el miedo en todo el libro. Aunque la devaluación se produce en gotas homeopáticas igual sucede, y ahora el Gobierno parece decidido a aplicar la “sintonía fina” que tuvo que dejar después de las elecciones de 2011, cuando se anunció la eliminación de subsidios por zonas, comenzando por las ABC1, pero todo quedó en la nada después de la tragedia de Once.

El Gobierno sueña un sueño imposible: estirar el destino hasta el 2015. Algo difícil mientras, a la vez, se profundiza la etapa “fondo del frasco” y se ilusionan con la llegada de créditos externos. Deberían saber que no es Repsol la única de la cola: agréguense Club de París, CIADI y fondos buitre, y todo eso sin la garantía de que en ese entonces decidan invertir.

Las matemáticas son inflexibles. La pregunta sería: ¿pueden mantenerse los subsidios tal como están hoy? La respuesta es no. Pregunta 2: ¿Cómo mantener lo que no puede mantenerse? Esa es la respuesta que deberá dar el futuro. La discusión pasa por decidir quién pagará la cuenta. Pero veamos primero el ticket: –Un comunicado de FECOBA (Federación de Entidades del Combustible de la Provincia de Buenos Aires) aseguró esta semana que “la nafta especial tendría que estar, por lo menos, a 20 pesos el litro. Al ministro tendrían que darle un premio porque durante 10 años lo único que hizo fue tomar un país autoabastecido y lo llevó a una dependencia de 13 mil millones de dólares por año”.

Según un estudio de Montamat y Asociados, las distorsiones relativas al combustible son del 72%, lo que significa que si Argentina quisiera ajustar los estándares internos a los precios internacionales debería aumentar un 28%. Las distorsiones relativas al gas son del 24%, o sea que la tarifa real debería multiplicarse por cuatro en el precio promedio, pero por diez en el caso del valor de metro cúbico de gas residencial. Hoy, el valor de una garrafa en, por ejemplo, Pozo del Tigre, el pueblo de Formosa donde tienen “hambre de agua”, supera los 70 pesos y llega hasta los 100 cuando escasea.

El ex secretario de Energía Jorge Lapeña le explicó a Clarín el trasfondo de esta cuenta: “Cuando importamos pagamos 17 dólares el millón de BTU (la unidad con la que se compra y se vende el gas), pero se la cobramos a la demanda (entre residencias, industrias y GNC) un promedio de 3,5 dólares. La diferencia de 13,5 dólares es el subsidio que esta poniendo el Estado para que no se note el costo del gas importado. Hoy tenemos un 80% de subsidio de gas natural licuado. En el caso del gas importado de Bolivia, la importación nos cuesta 10 dólares y el Estado, de ese total, paga 7”.

Las distorsiones de la tarifa eléctrica llegan al 22%, con lo que habría que multiplicarlas por cinco para alcanzar las referencias internacionales. Para un consumo doméstico de unos 300 kwh mensuales promedio la tarifa en Capital es de 3,16 dólares oficiales (menos de veinte pesos). En Chile el valor mensual es de 50,13 dólares; en Uruguay de 70,65 y en México de 43,74 dólares. El abismo en este caso no sólo aparece con el exterior: en el interior la tarifa de luz es entre cuatro y cinco veces mayor que la que pagan los usuarios de Edenor y Edesur: los santafesinos pagan un promedio de 29,88 dólares y los cordobeses 26,58.

“Acá el problema es grave –le dice a Clarín Daniel Montamat– porque es doble. Tenés los precios atrasados y el dólar atrasado, entonces tiene un doble ajuste porque las distorsiones en la tarifa están calculadas al dólar oficial. Entonces, ¿tengo que corregir un 20% el precio del petróleo? Sí, pero con el dólar oficial; si devaluás el ajuste debería ser mayor ”.

Aunque acaba de sufrir un aumento que llevó la tarifa de 2,50 a 3,50 pesos, la empresa Subterráneos de Buenos Aires difundió en junio un comunicado según el cual el boleto del subte debería costar 7,47 pesos si no recibiera ningún subsidio. Ese sería el llamado “precio técnico” del boleto. Otra vez las matemáticas: el precio técnico surge de dividir el costo de explotación anual (1.868 millones) por la cantidad de pasajeros que viajaron durante 2012: 250 millones de personas. En París el boleto cuesta 1,70 euros, en Madrid 1,50 y en Nueva York 2,50 dólares.

“¡Entonces que pongan los salarios como en París y Nueva York!”, se exaltó esta semana en la radio Ismael Bermúdez. Esa discusión ya comenzó: por la inflación creciente las paritarias quedaron retrasadas y los gremios están pidiendo una suma fija de 2.000 pesos para fin de año. Proyectado al 2014, los maestros ya consiguieron en Salta un 28%, y eso marcará el tono de paritarias por demás conflictivas.

Los subsidios del área energética están en los 80.000 millones de pesos por año, unos 12 mil millones de dólares oficiales, lo que significa más de 3 puntos del PBI. “Sin subsidios, en cuanto a los servicios públicos domiciliarios deberíamos estar pagando un 300% más; y en cuanto al transporte público un 200%”, resume Fernando Blanco Muiño, de la Asociación de Consumidores. ¿Quién le pone, entonces, el cascabel al gato?


Por Ricardo Roa. Clarín 29/12/13. A veces no se sabe si habla en broma o en serio. En medio del caos y del sufrimiento por los cortes de luz, a De Vido se le ocurrió decir que “el sistema opera con normalidad”. Menos malNinguno ha tenido en estos largos años la oportunidad de hacer y deshacer como este pingüino de la primera horneada. Más preciso sería decir deshacer. Y en eso pelea cuerpo a cuerpo con Moreno. Lo de Moreno es bien conocido: fue un misionero del proyecto Nac&Pop que entre otras cosas destruyó el INDEC. De Vido tiene tanta ideología como un chip y es capaz de hacer cualquier cosa, pero en los resultados es su hermano gemelo.

El ministro de Planificación, que lleva una década sin planificar nada que funcione, también se dice militante pero al verbo militar le antepuso siempre enriquecerse. Dicho de otro modo: hacer negocios valiéndose del Estado, como si eso fuera la militancia y no la degradación de la militancia. Militar es trabajar en favor de los otros.

En la era K, logró transformar el superávit energético en un déficit que en 2013 puede pasar los 7.000 millones de dólares. Rifó el autoabastecimiento y redujo a la mitad las reservas de gas, que han puesto en cortocircuito a toda la economía. Hizo dupla con Néstor para meter a los Eskenazi en Repsol y luego con Cristina para sacarlos y denunciarlos por vaciamiento.

Otros datos que hablan por sí solos: estatizó sin estatizar Aerolíneas y la convirtió en un barril sin fondo que se ha tragado ya 3.900 millones de dólares. Tuvo sueños compartidos con Bonafini que terminaron en una pesadilla y en otro pozo negro, y manejó negocios oscuros con Venezuela que la valija de Antonini Wilson sacó parcialmente a la luz.

Derivó a Lázaro Báez un paquete de obras en Santa Cruz que no admite precedentes ni comparaciones y su ministerio fue protagonista del negociado con Skanska, donde la Justicia probó coimas. Lo que hizo con los ferrocarriles está a la vista, aunque no esté a la vista aún la impresionante y turbia red de subsidios que tejió con las concesionarias.

Amazó una fortuna, pero ya no es el superministro que fue. Tuvo más poder que ningún otro y perdió más poder que ningún otro. Mantiene el reparto de la obra pública con la que premia o castiga y sigue siendo el regulador y más que eso, el jefe en las sombras de Edenor y de Edesur, aunque las acuse en público como si no tuviera nada que ver con ellas. No se puede creerle ni una palabra. “Confíen en nosotros”, le pidió también a la gente. Debió decir: prendan velas por nosotros.

Por Francisco Olivera  | LA NACION Sábado 21/12/13. "Ironía del sector, tuvo que apagarse la luz para dejarlo claro. En 2011, Amado Boudou llamaba todavía 'fracasados' al grupo de ocho ex secretarios de Energía que pronosticaban estos inconvenientes desde 2009..." 

Clarín 29/12/13. El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, volvió ayer a intimar a directivos de las eléctricas para que “pongan la cara y se hagan cargo de los cortes”, al tiempo que reiteró que por los problemas ocasionados se aplicarán fuertes multas a las empresas que incumplieron con la prestación del servicio. Sin una mínima autocrítica por la responsabilidad que le cabe al Gobierno, De Vido sostuvo que “ ante una ola de calor récord, vemos que las compañías no han estado a la altura del crecimiento y desarrollo que tuvo el resto de la industria energética”. Por su parte, el diputado nacional y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, acusó a la Nación por los cortes y consideró que esos hechos son “sinónimo de fracaso, de errores y un claro síntoma de deterioro”. A su turno, la diputada de UNEN, Elisa Carrió, culpó a De Vido por el “fracaso de la política energética” y lo acusó de querer “negociar las multas que le corresponden a Edenor y Edesur”. Prometió, además, que iniciará un juicio contra el Estado Nacional por abandono de persona. “Esto es una clara ausencia de autoridad”, remarcó. Tras destacar que “los entes reguladores “violaron todas las normativas legales en materia de subsidios”, Carrió consideró que “Edenor y Edesur están quebradas y no tienen resto para hacer inversiones en mantenimiento”.

“Cada argentino que se queja porque se le pudren las cosas de la heladera es porque tiene el freezer lleno y hay gente que no puede comer, entonces los que tenemos no nos quejemos tanto”.  Hebe de Bonafini –presidente de Madres de Plaza de Mayo- en reportaje al periódico Tiempo Argentino, acerca de los cortes generalizados de luz en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Diciembre 2013. 

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