martes, 15 de febrero de 2011

Diego Bonadeo: sinceridad brutal

¿Porqué me interesaron las declaraciones de este periodista deportivo si no puedo responder por su conducta y si, al fin y al cabo, nadie parece tener el culo limpio? Por la posición ideológica desde la que dispara y porque no se calla. Por la osadía con la que intenta desenmascarar a gente inescrupulosa vestida de corbata aunque sean poderosos y a la larga no le convenga y termine cerrándose puertas. Porque su trayectoria fue una de las más serias en su rubro, claramente diferenciada de afamados alcahuetes y rastreros de los medios a quienes todos parecen aplaudir igual.

Aunque a veces con sus declaraciones se embarre en el chusmerío y no tenga porque adherir a todo lo que dice, me identifico con él en muchas definiciones y cuando cuenta que su familia le dice que afloje un poco, que no se puede ser tan crítico (me siento identificado con eso, jaja).

Un amigo me dice que Bonadeo es un soberbio subido a un pedestal despotricando contra todos y que participó de "La fiesta de todos", la película "light" sobre el mundial 78, como si eso lo convirtiera en cómplice de la dictadura. Puede ser. Todo puede ser. Si uno termina sabiendo solo lo que el poder quiere que se sepa! Imagínense por ejemplo a todos los artistas del jet set de cabotaje y la cultura vernácula que, creyéndose hoy "progres", dentro de cuatro o cinco años se den cuenta que posaron sonrientes haciéndole campaña a afamados corruptos. Dirán que ellos nunca supieron lo que pasaba. 

Nadie parece poder resistir los archivos, dijo alguien con razón. Ya que juzgar al prójimo es un deporte universal que nadie parece poder evitar, solo nos queda apreciar a la gente por sus acciones. Horanosaurus.

Revista de Crítica Nº 90 11/11/09
Diego Bonadeo

“No tengo libros infaltables, pero sí autores”.

Por Nicolás E. Peralta.

-¿Cuáles son sus libros infaltables? —Quizás no tenga libros infaltables. Pero sí autores: Eduardo Galeano, Dante Panzeri y Arturo Jauretche. Son los tipos que me abrieron la cabeza. Panzeri es el culpable de que yo me haya dedicado al periodismo vinculado con el deporte. Me inicié en la lectura de chico con El Gráfico, leyendo a Panzeri. Luego llegó “Fútbol,dinámica de lo impensado”, que es maravilloso y muy actual, a pesar de haber sido escrito hace más de cuarenta años. “Burguesía y gangsterismo en el deporte” es muy bueno también. Jauretche me abrió la cabeza en lo que tiene que ver, en el buen sentido, con lo nacional. “Manual de Zonceras Argentinas” tiene que ser de lectura obligatoria para los pibes. Obligatoria sin ser autoritario, pero creo que ayudaría mucho. O buscar algo parecido, que abra cabezas. “El Medio Pelo en la Sociedad Argentina” es un librazo también. Eduardo Galeano es la vida. “El libro de los abrazos” una genialidad, o “Las venas abiertas de América latina”: es una de las cosas más maravillosas que pudo haberse escrito. La pensó un pendejo de treinta años. No se puede tener tanto en la cabeza. Un animal. A Eduardo lo conocí hace un tiempo cuando lo entrevisté para la radio.

-¿Regala usted libros? –Soy de regalar. Tiene que ver con cómo creo que es la persona a la cual le voy a regalar el libro. Por ahí le puedo regalar algo para pincharlo. El tipo de lectura que me gusta a mi. “No logo” de Noemí Klein, por ejemplo. Esa mina es un fenómeno. A veces está bueno regalar algún libro de Michael Moore. Es medio tilingo, pero algunas cosas dice. Noam Chomsky es buen regalo, también. Me encanta su estilo anarquista. Es un diferente de verdad. Trato de alejarme de los best seller.

—¿Cuál fue el mejor libro que le regalaron? —Se llama “¿Por voluntad de dios?” La traducción literal del título en inglés es “En nombre de Dios”. Se consigue con los dos títulos. Es un libro de David Yallop, un investigador galés. Es lectura obligatoria para los que quieren beatificar a Juan Pablo II. De alguna manera es el libro que inspiró la tercera parte de El Padrino. Se cuenta la historia de cómo envenenaron a Juan Pablo I, y Juan Pablo II fue cómplice. Un gran documento histórico y de investigación. Yallop cuenta quién sabía, laicos y religiosos, del incidente. Extraordinario, absolutamente serio pudiendo haber sido amarillo o una venta de pescado podrido. Yallop también tiene una biografía no autorizada de Joseph Blatter, presidente de la FIFA. Imperdible.

—¿Cuál su principal temáticade lectura? –Consumo muchos libros de política e historia. Como decía Jauretche de la política: “Es la historia del presente”. Y la historia es la política del pasado. Es absolutamente así. No soy mucho de novelas. Para leer de política nacional es bueno remitirse a algunos clásicos. Mariano Moreno, por ejemplo: leer “El plan revolucionario de operaciones”, “La representación de los hacendados”; eso que en el colegio nos cuentan que escribió Moreno, sin decírtelo que dice en ese libro. Un infaltable en cualquier biblioteca. Para cierta gente es subversivo, para mí es una maravilla. Un desacato a lo existente.

-¿Le pasa que odia lo que dice un escritor, pero admira lo que escribe? –Yo e hago una especie de clasificación en cuanto a los tipos que he leído. Por ejemplo: yo lo detesto militantemente a Vargas Llosa en cuanto a cómo piensa, porque es un converso y eso es lo peor. Pero tengo que reconocer que escribe muy bien.

Periódico El Barrio Online. 12/02/10.
Diego Bonadeo tiene una hija en Villa Urquiza y con frecuencia visita el barrio

“Amo el fútbol y detesto su entorno”

A los 71 años, el periodista deportivo no deja títere con cabeza. Dice que su célebre incontinencia verbal, que le hizo perder infinidad de trabajos, se agravó con la edad. Desea que la selección nacional quede eliminada en la primera ronda del Mundial de Sudáfrica para que el fútbol argentino renazca. Los Kirchner, Víctor Hugo Morales, Alejandro Fabbri, Carlos Bilardo y Marcelo Araujo son algunos de sus blancos. Por Marcelo Benini.

En La Lucila, donde vive Diego Bonadeo, sólo se escuchan los pájaros a las cinco de la tarde de un día cualquiera de enero. No hace falta tocar el timbre de su caserón para anunciarnos; el periodista deportivo, que el 1 de febrero cumplió 71 años, nos ve desde el garaje y sale cordial a nuestro encuentro. Alto y corpulento, viste bermudas, zapatillas y una chomba Mistral. Curiosamente, no lleva puestos los anteojos de marco indiscreto que desde siempre lo caracterizaron. Al cigarrillo, otro detalle distintivo de su figura, lo dejó hace más de dos años.

Ingresamos a la vivienda -que tiene fondo con césped y una regia pileta- y nos reciben las mascotas de Bonadeo: un rottweiler que infunde respeto y un gato siamés, disímiles criaturas que parecen llevarse bien. “Qué hermoso”, dice la fotógrafa y acaricia al minino. “Es un imbécil”, acota seco Bonadeo. Por si no quedó claro, lo dice una vez más: “Es un imbécil”. El adjetivo, que deriva del latín imbecillis, alude según el diccionario de la Real Academia Española a las personas escasas de razón. Es uno de los calificativos favoritos de Bonadeo -quizá por su indiscutible eficacia y sonoridad, más brutal incluso que un insulto- y se escuchará con frecuencia durante las casi dos horas de charla. Claro que en esta ocasión los destinatarios no serán los animales.

Para romper el hielo le comento al pasar de qué club soy hincha. Lejos de aflojarlo, esta revelación lo inflama. “¿Así que sos de Huracán? El periodismo está lleno de conversos, de tacticistas que el semestre pasado descubrieron a Huracán porque le iba bien, no porque jugaba bien. Por ejemplo Alejandro Fabbri, Víctor Hugo Morales y toda esa recua de imbéciles. Víctor Hugo vive disfrazando la realidad, ¿por qué se peina así? El omite que su padre era negro y, por lo tanto, su cabello es mota. Le gusta enfatizar las erres, disfruta decir “el recurrente recorrido de Arruabarrena”. Es un imbécil”, reitera Bonadeo, poniendo su mayor énfasis sobre la sílaba acentuada.

-Aparenta ser una persona muy casera y los motivos están a la vista. ¿Sale poco? -Soy muy feliz en mi casa, me gusta enormemente. Ya no tengo razones laborales para salir, sólo escribo para Página 12 una columna semanal que envío por e-mail. Los que manejan este negocio se olvidaron de mí, la que no se olvidó por suerte es la gente. Especialmente los pendejos. Tal vez de deba a la notoriedad de mi hijo Gonzalo.

-¿Estar casi retirado es una elección o una consecuencia de su honestidad brutal?-Soy una mezcla de proscripto con autoproscripto. No sé que aspecto predomina más. Lo último que hice fue “Barajar y dar de nuevo” en Radio Ciudad, título de un libro de uno de mis grandes referentes que es Arturo Jauretche. Nada que ver con la referencia que tiene la Presidenta de la Nación, que debe haber leído a Jauretche en Braille. Ella es un permanente manual de zonceras argentinas, que es el nombre de otro de los libros de Jauretche. El ciclo duró hasta setiembre de 2006, fue durante el gobierno Telerman. Un día anuncié al aire que me iba debido al manoseo y el director, Rodolfo Mascali, me reprochó que yo había trabajado durante la dictadura y que le cantaba panegíricos a Menotti. Lo mandé al carajo, me fui a mi casa y no volví más.

-Ese sería un caso de autoproscripción, ya que usted eligió irse. Proscripción fue el levantamiento de “Fútbol Prohibido”... -Es increíble, el productor de ese programa era Diego Gvirtz, hoy productor de “TVR” y la basura esa que va por Canal 7 “6-7-8”. Es decir, trabaja para Canal 13 -que cuestiona al Gobierno- y para el Estado simultáneamente...

-Gvirtz se fue de Canal 13 precisamente por su alineación con el Gobierno... -Ah, ¡qué hijo de puta Gvirtz! ¿Sabés lo que hizo? Nos embarcó al Ruso Verea y a mí cuando nos levantaron “Fútbol Prohibido” en un juicio a Torneos y Competencias. Al tiempo negoció parar el juicio y arregló con Carlos Avila para ser el productor de “Tribuna caliente”. Le compraron el silencio. ¿Sabés por qué levantaron “Fútbol Prohibido”?

-Supongo que por ser el único programa que cuestionaba al monopolio del fútbol... -Por supuesto. El argumento fue que levantábamos los goles, pero a los chorros lo que le molesta es que le digas que el auto que tienen es ordinario, que el perfume huele a mierda y que la mina con la que salen está usada.

-Como dice la canción de Sui Generis, imagino que en su vida profesional hubo un tiempo que fue hermoso y fue libre de verdad. Por ejemplo en El Gráfico de Dante Panzeri, al que ingresó con 22 años en 1961. -¡Pero sí, yo fui un afortunado! Me inicié en 1960 con otro maestro, Alberto Laya, en La Nación. Cuando llegué a El Gráfico fue como tocar el cielo con las manos, lástima que esa etapa duró demasiado poco. Algunos de mi generación después renegaron, conversos que en vez de enarbolar la bandera se metían el asta en la nariz. Por supuesto, la bandera quedaba por el piso.

-¿Cuántos años estuvo y por qué se fue de El Gráfico? Dijo que tras la ida de Panzeri se convirtió en un esperpento. -Estuve menos de dos años. Panzeri se fue por cuestionar a Alvaro Alsogaray, esto fue a fines de 1962 o principios de 1963. Constancio Vigil (N. de la R. nieto del fundador de Editorial Atlántida) fue el responsable de que se fuera, cuando Panzeri le enseñó a escribir. Igual, Vigil nunca aprendió. Después la revista se fue convirtiendo en un esperpento por culpa del máximo responsable del periodismo gráfico basura en la Argentina que es Carlos Fontanarrosa, uno de los creadores de revista Gente. Es el padre periodístico de los Rial, los Ventura y las Canosa.

-¿Cuándo empezó a enrarecerse el periodismo deportivo, al punto de que usted no soportara compartir esos espacios de trabajo? -Ahí mismo, con Fontanarrosa. Apareció Cherquis Bialo, ¡por favor! Se peleó y se amigó 70 millones de veces con Julio Grondona.

-Muy pronto en su carrera se empezó a desengañar de la profesión... -Me empecé a dar cuenta de cómo venía la mano y entonces preferí editar una revista de rugby con mi primo y unos amigos. Se llamaba "Tercer Tiempo" y fue una experiencia lindísima. Poco después y de casualidad aparecí en Canal 7, en el equipo de Horacio Aiello (N. de la R. relator deportivo famoso por la muletilla “a la derecha de su pantalla señora”), con Macaya Márquez, Gañete Blasco y César Abraham. Después de esto llegó una etapa muy feliz para mí que es la de “Sport 80”, por Radio Mitre, en plena dictadura.

-Usted fue uno de los fundadores de ese mítico ciclo... -Yo sí, ¡Adrián Paenza nunca fue fundador de nada! Vive merodeando. Marcelo Araujo y Víctor Hugo Morales tampoco fundaron “Sport 80”. Fuimos el Negro Eguía, Pancho Ibáñez y yo. Guillermo Salatino se borró el día que tenía que empezar el programa porque Fernando Marín, que estaba con él en Radio Belgrano, no lo dejó. A los quince días Pancho Ibáñez nos dijo “yo los quiero mucho, pero esto no lo entiendo como periodismo así que si me lo permiten me voy a ir”. Como bien dijo Adolfo Castelo, “Pancho Ibáñez es una maravilla que se plancha los blue jeans”. Un tipo que se plancha los blue jeans no puede soportar a dos energúmenos como el Negro Eguía y yo. “Sport 80” iba a la tarde, algo absurdo para un programa sobre fútbol. Tengo las cartas guardadas, el 60 por ciento eran mujeres. El Gordo Muñoz lo llamó a Julio Moyano, que era el productor de “Sport 80”, para decirle que estaba muy nervioso por lo que decíamos. Hicimos cosas maravillosas, que no se podían hacer durante la dictadura y las hicimos igual. Después llegaron Néstor Ibarra y Juan José Lujambio. Al año siguiente el programa pasó al mediodía y llegaron Niembro y Araujo, que aportaron lo suyo. Sería una necedad de mi parte negarlo. ¡Teníamos más audiencia que Antonio Carrizo en Rivadavia! Históricamente esa emisora fue líder en audiencia en todos los segmentos, cosa que se encargó de tirar prolijamente a la basura Luis Cetrá, su director actual. Ese hombre tiene en su haber dos logros: fundir al diario Tiempo Argentino y quitarle el liderazgo a Rivadavia. Cuando llegó Víctor Hugo Morales me fui.

-¿Por qué se fue? -No me gustaba cómo venía la mano. Se incorporaron personajes como Roberto Leto y el Bambino Pon, ¿o es Pons? Se morfa las eses como Gustavo Sylvestre. “Sport 80” se convirtió en una nueva versión de “La oral deportiva”, con un relator mejor que Muñoz que era Víctor Hugo. Se desvirtuó la idea original.

-¿En qué se basa para definir como farsante a Víctor Hugo Morales? -Vos no podés decir que vas a votar a Rafael Michelini en Uruguay, hijo del senador asesinado en la Argentina Selmar Michelini, representante del ala progresista más radicalizada del Frente Amplio, mientras estás sacando al aire a Constancio Vigil, operador de la dictadura de Videla desde la revista Gente. Víctor Hugo es un farsante. Yo lo bauticé “el Oráculo de Cardona”. Es un bautismo que me gratifica mucho.

Van 25 minutos de charla cuando Bonadeo insiste en convidar una bebida. Le aceptamos una gaseosa de limón, que no es tan ácida como su lengua. “Te va a costar un huevo escribir esta nota”, me chicanea. Por momentos la conversación adquiere un tono nerviosamente gracioso debido al calibre de los proyectiles que a mansalva dispara Bonadeo. Debemos andar con cuidado, en cualquier momento nosotros mismos recibimos uno de esos disparos...

-El primer registro que tengo de usted es de hace 28 años, leyendo en El Gráfico una encuesta sobre la llegada de Bilardo a la selección. Me llamó la atención el detalle de que era uno de los pocos, sino el único de los consultados, que se oponía. ¿Qué veía en Bilardo que le disgustaba? -El bidón de Branco (N. de la R.: durante el Mundial de Italia 90 el ayudante de campo de Bilardo le habría dado agua adulterada con alguna droga al jugador brasileño). Esto ocurrió ocho años después de aquella encuesta y fue reivindicado por Marcelo Araujo, el relator del régimen. No del pueblo.

-Según su mirada, mi siquiera el Mundial 86 le da crédito a Bilardo... -¿Sabés qué? Los directores técnicos no juegan, tienen un 20 por ciento de influencia. Las instrucciones son fulbito para la tribuna. En 1986 el seleccionado argentino fue campeón del mundo a pesar de Bilardo... ¿Sabés las cosas que ha hecho Bilardo últimamente? Yo las escribí, pero no las leí en ningún otro lado. Partido de práctica entre la selección y Tristán Suárez en Ezeiza. Iban 1 a 1 y Bilardo le dijo a Alejandro Mancuso, el ayudante de campo. “Mancu, Mancu, poné un jugador más que total no se van a dar cuenta”. ¡Quería hacer trampa en un partido amistoso! ¡Bilardo es un imbécil!

-¿Le sorprende que forme parte del cuerpo técnico? -¿Cómo me va a sorprender si Cristina Kirchner es la presidenta de la Nación y Julio Grondona el presidente de la AFA y el vicepresidente de la FIFA? Encima Maradona entiende cada vez menos de fútbol. ¿Cómo va a jugar Heinze en la selección? Lo hace porque el hermano gestionó en 2006 unas charlas de Diego no sé dónde pito, cuando Maradona no tenía un mango.

-¿A qué periodistas siente cerca de su discurso? -A Carlos Juvenal y a Pedro Uzquiza, ya fallecidos. También al Nene Panno, al Ruso Verea y a Horacio Pagani. Somos muchos más de lo que el sistema cree y muchos más de lo que nosotros mismos creemos ser. ESPN me parece el mejor canal de deportes, lástima los boricuas... ¡No se les entiende nada y usan anillos muy grandes!

-Usted es simpatizante de Boca... -Soy un hincha de Boca medio extraño, cuando lo dirigía Juan Carlos Lorenzo quería que se fuera al descenso. Una discusión que tengo con Menotti es cuando dice que el gran responsable del fútbol basura es Osvaldo Zubeldía; yo digo que hay un antecesor que es el Toto Lorenzo. El empezó a “regar” canchas y es responsable de algunas tristísimas historias que dejaron secuelas en muchos jugadores.

-Evidentemente hay historias negras en el fútbol argentino... -Sí, lástima que Fabbri no las escribió, pese a que su libro se llama así. El problema es que se lo presentó Marcelo Araujo, uno de los reivindicadores de las historias negras. Yo no digo que no hay que trabajar para Torneos y Competencias o para Canal 7, yo digo que hay que ser coherente. Fabbri era muy amigo mío, lo llevé a trabajar a Radio Belgrano durante la primavera alfonsinista, algo irrepetible. Por ejemplo, si Jorge Guinzburg no se hubiera muerto Ernestina Pais y Luciano Galende seguirían laburando para el monopolio de Clarín. ¡Ahora le pegan a Clarín y apoyan la Ley de Medios! Sandra Russo, que trabaja conmigo en Página 12, hasta hace tres años era apostillera de Lalo Mir en Radio Mitre, que es de Clarín, y ahora está en “6-7-8”. Carlos Barragán, ladero de Adolfo Castelo en Radio Mitre, también. ¿Cómo es esto? Gvirtz recopila historias de contradicciones de los demás, ¿no las hay de los Kirchner?

-Usted dijo que en el primer semestre de 2009 se hizo un poco hincha de Huracán. -Sí, ¡qué placer agarrar Pueyrredon, Jujuy y Colonia! Ibamos en patota con mis compañeros de morfi de los miércoles, entre ellos Menotti. El fenómeno Huracán demostró cómo es la historia: fue enorme la cantidad de hinchas de otros clubes, inclusive de San Lorenzo, que apoyaron la gestión de Mario Bolatti, no la de Cappa. Digo esto aunque Angel es muy amigo mío. Bolatti es uno de los mejores jugadores que vi en mi vida. Todavía me duele la estafa que fue la final. Gabriel Brazenas no dirige más y nadie dice nada. Es el anillo de Grondona, ¡todo pasa viejo! Niembro le gritó el gol de Vélez con toda su voz a Diego Latorre, que piensa como nosotros.

-Y Víctor Hugo Morales justificó el gol de Vélez y la anulación del gol de Huracán... -¡Víctor Hugo nunca jugó a la pelota! Tampoco entiende un pito de música: para él todos los flautistas son eximios y las arpistas deliciosas. Va al Teatro Colón y como se aburre cuenta las lamparitas de la araña central. Una, dos, tres... dos mil. ¡No sabe nada!

-¿Qué opina de la Ley de Medios? -No estoy a favor ni en contra, lo que creo es que a este Gobierno no hay que darle prerrogativa alguna. Si el Consejo de la Magistratura lo manejan Carlos Kunkel y Diana Conti esto quiere decir que los jueces están atados de pies y manos, van a hacer lo que les digan. Sí creo en la Suprema Corte, particularmente en dos personas a las que le tengo gran estima: Carmen Argibay y Eugenio Zaffaroni.

-¿Qué le parece el Fútbol para todos? -El fútbol para pocos, querrás decir. En el interior no todos lo ven. Me parece lamentable. Aclaro que levanté las banderas contra el monopolio y el periodismo hegemónico. Además relata Marcelo Araujo, quien se dice peronista y no sabe que El descamisado no era un libro sino una revista.

-¿Considera que la falta de compromiso de algunos periodistas deportivos es responsabilidad de que no existen medios independientes fuera del monopolio o porque comparten los valores de éste? -Son rehenes. Es inconcebible que en nuestro país no tengamos una Universidad de Medios de Comunicación y que esta profesión no esté colegiada. Está llena de periodistas que no son periodistas sino que van con los avisos bajo el brazo. Así llegaron Niembro y Araujo a “Sport 80”. Ojo, yo no estudié en ningún lado. Cuando me piden que recomiende una lectura siempre digo que tengo tres referentes que me abrieron la cabeza: Dante Panzeri, Arturo Jauretche y Eduardo Galeano.

-¿Esta incontinencia verbal es un rasgo personal viene con usted desde la cuna? No sé si de tan lejos, pero se agravó con la edad. Además la uso para todo. Mi mujer encontró una carta de una de mis nietas, la hija mayor de Gonzalo, de cuando tenía cuatro años. “Abuelo, no me gustan los chistes que me hacés”, decía. ¿Está clara la respuesta? Sí, soy medio cabrón, pero voy de frente. Y soy arbitrario, pero no necio.

-¿No le han pedido su mujer o sus hijos que modere sus formas? -Todo el tiempo. ¿Y? Es como el tema de las elecciones; yo voté posibilismo demasiadas veces: primero me metió los cuernos Alfonsín, después Chacho Alvarez. Antes de que lo hiciera Lilita Carrió me fui del ARI. ¡Basta de posibilismo! La última vez voté a Pino Solanas.

-¿Vive mortificado o frustrado por el estado de conflicto permanente en el que vive? -Como dice Piero, hay que sacarlo todo afuera como la primavera. Yo me lo encontré un día a Fabbri en la cancha de Huracán. Pasé por la cabina y no le di ni bola. “Qué, ¿ahora no saludás?”, me dijo. “No, cómo voy a saludarte si vos sos hombre de Filmus, de Kunkel y lo llevás a Araujo a presentar tu libro, dejame de joder”, le contesté. “Ahí van los gorilas”, se burló. ¿No se dan cuenta de que los gorilas son ellos?

-¿Se puso a pensar qué haría si le dieran la programación del fútbol? -Si yo fuera el dueño de los derechos de televisión del fútbol -¡Dios me libre de que lo sea!- pondría las cámaras al servicio del juego. No quiero ver ni a la Guardia Imperial, ni a los Borrachos del Tablón, ni a la Doce (N. de la R. nombres que tienen las barras bravas de algunos clubes), ni a Menotti, ni a Cappa, ni a Bilardo ni a ningún director técnico. No quiero ver los bancos de suplentes, excepto antes del partido para saber cómo son las caras de los jugadores que pueden entrar. ¡Basta de notas de color, no quiero más una cámara en la manga! “¡Vamo’ eh!”. ¿Qué significa vamo’ eh? ¡Son imbéciles! Después la tiran para arriba. Amo el fútbol y detesto su entorno. Pero mientras haya Huracán del año pasado, mientras haya Barcelona y me pongo de pie, mientras haya liga inglesa, hay esperanza.

-En ese contexto, y más allá del afecto de padre, ¿cómo juzga la trayectoria de su hijo Gonzalo? Es uno de los periodistas mejor formados y de mayor personalidad, aunque sin su fundamentalismo. -A mí me honra y me siento totalmente gratificado con lo que él hace en TyC Sports. Sí, es mucho más político que yo. Lo mío no tendría retorno con esa gentuza.

-¿Este reconocimiento a su hijo implica una autocrítica? -¡Vos estás desde hoy pretendiendo que yo no sea como soy! ¿Sabés qué? Cuanto más viejo más hijo de puta te volvés.

-Sabía que en algún momento me iba a ligar un cachetazo. Cambiemos de tema, hablemos de su familia. ¿Fue un padre autoritario o permisivo? -Por laburo he sido un padre ausente. Siempre digo que cuando salía temprano de Canal 7 tomaba el tren de la una y media de la mañana en Retiro. Si lo perdía me tomaba el de las dos y diez y me encontraba con el Enano, con la Loca de las agujas y con la Ciega, que eran los personajes del tren. No era el tren de la vergüenza, era el Mitre.

-Hoy tiene más tiempo, supongo que estará indemnizando de afecto a sus hijos. ¡No los dejo tranquilos! Todos los días hablo con mis cuatro hijos y con algunos de mis ocho nietos, siete mujeres y un varón.

-¿Qué espera de la selección argentina de fútbol en el Mundial de Sudáfrica? -Espero que Nigeria le haga 10 goles en el debut y quede eliminada en la primera ronda. ¡Terminemos con esta farsa, es la única manera de que el fútbol argentino renazca! Basta de Grondona, basta de Bilardo y basta de Maradona.

-Por último, háblenos de su vínculo con Villa Urquiza. ¿Visita con frecuencia el barrio? -Mi hija, mi yerno y dos de mis nietos viven en el barrio. En realidad ellos me visitan a mí más de lo que yo a ellos, pero al menos una vez al mes nos reunimos en el restaurante La Zaranda. Más por imposición de mi nieta, que le gusta jugar en el pelotero. A mí me gustaba más cuando tenía el salad bar libre. Disparo de la calle Altolaguirre porque vive un barra de River, además ahí cerca lo mataron a Gonzalo Acro. Como estoy jubilado, me gusta merodear por algunos lugares. Por ejemplo el bazar gastronómico de Triunvirato y Congreso, donde encontré unos lindos cuchillos para el asado. Cosas de viejo pelotudo, ¿no?


Diego Bonadeo: "6,7,8 es repugnante"

Compañero de Diego Gvirtz en los 90′ en “Fútbol prohibido”, el experimentado periodista carga contra el nuevo programa de su ex amigo y dispara, sin filtro, contra sus panelistas. Por Pablo Javier Blanco. Perfil. 24/08/10.
Una característica define la personalidad de Diego Bonadeo: nunca calla lo que piensa. Jamás. Aún cuando sus palabras puedan sonar perturbadoras e indeseables. El veterano periodista, creador del mítico programa deportivo radial “Sport80″ y del también recordado -aunque fugaz- “Fútbol prohibido”, se define hoy profesionalmente como “una mezcla de proscripto con autoproscripto”. En el plano personal, apela a tres palabras: “Anciano, prostático y memorioso”. Esa memoria es la que le impide callar. “Soy un viejo choto, pero me acuerdo de todo”, aclara. En una extensa entrevista con Perfil.com, Bonadeo habló de todo y de todos. Sin filtro, como es su costumbre, disparó contra el programa “6,7,8” y todo su panel, incluyendo a su productor Diego Gvirtz, cargó contra los medios de Sergio Szpolski y habló del levantamiento de “Fútbol prohibido”.
-¿Extraña la radio y la televisión? - El que dice que no extraña la televisión y la radio, habiendo estado allí mucho tiempo, o está desmemoriado o miente. Pero yo no puedo quejarme porque soy una mezcla de proscripto con autoproscripto, así que calavera no chilla.
-¿Por qué autoproscripto? -Porque me aburrieron ciertas cosas, porque tome decisiones, cuando uno tiene nietos se da cuenta que la “abuelidad” es el mejor estado que puede haber. Y bueno, tiene que ver con eso.
-¿Lo de proscripto es por “Fútbol Prohibido”? -Tiene un poco que ver con “Fútbol Prohibido” y la última experiencia que tuve fue bastante oxigenante al principio y nefasta al final, que fue en Radio de la Ciudad. Cuando durante la última parte de la gestión de Telerman me sentí absolutamente manoseado, me cambiaban el horario, el programa y los compañeros, entonces en el último programa le avisé a mis compañeros, el Ruso Verea y Gustavo Campana, que me iba.
-¿Cómo ve a la televisión hoy? ¿Le gusta ver televisión? -Veo mucha televisión, me hago bastante mala sangre por cierto y me doy cuenta por qué el canal Encuentro, pese a ser un canal de este Gobierno del que yo soy un entusiasta opositor, sigue siendo un canal que realmente vale la pena, porque tiene que ver con reivindicar algunas cosas de la cultura, que el que no las reivindica o valora eso realmente es necio. Además, también me doy cuenta por qué tiene audiencia el fútbol, porque las alternativas que hay son realmente de una mediocridad que me asustan realmente.
- El programa insignia de Canal 7 es “6,7,8″, ¿qué opinión tiene de él? -Es repugnante, es repugnante el mensaje permanente, de estos individuos e individuas, tomando la terminología de Cristina que dice ‘Buenas tardes a todos y todas’, bueno, todos y todas, yo no sé si Carla Chudnovsky trabajó alguna vez en el multimedio, pero los demás sí. Barone, aparentemente, también trabajó en el multimedio aunque borró la palabra Clarín de su curriculum. Barragán lo reconoció el otro día. Sandra Russo no lo reconoció aparentemente, pero ella era apostilladora de Lalo Mir en radio Mitre, que yo sepa radio Mitre es del Grupo Clarín. Para qué hablar de Galende, que si no se hubiera muerto Jorge Guinzburg, seguramente todavía estaría trabajando para el multimedio de ahora cuestiona.
Bonadeo escupe críticas a los ex Clarín. Pero lo hace hilvanándolas con la elegancia de un lord inglés. “Ninguno de ellos jamás osaron, por supuesto, hacer alguna referencia a la adopción absolutamente irregular de los hijos de Ernestina Herrera de Noble”, recalca con su ronca voz. “Ahora sí hablan del tema porque están afuera del multimedio y porque ayudan a fogonear esta campaña del Gobierno. De todas maneras yo no estoy ni con ellos, ni con los otros”, aclara.
La traición de Gvirtz. Un denominador común une a Bonadeo con “6,7,8″, programa que le repugna pero reconoce ve seguido: el productor Diego Gvirtz. Cerebro de los nuevos programas mimados de la televisión K, Gvirtz también produjo “Fútbol prohibido”. El levantamiento de ese programa en 1999 por presiones de Torneos y Competencias a Canal 9, desencadenó una demanda judicial y marcó el punto sin retorno en la relación del periodista con el productor. Se produjo una traición.
“Gvirtz primero hace una denuncia junto con el Ruso Verea y conmigo en Defensa a la Competencia, y después Carlos Avila -Torneos y Competencias- le compra el silencio y lo contrata para que sea el productor de ‘Tribuna Caliente’ a cambio de que desista de la denuncia”, cuenta. “Eran época de menemismo puro”, gráfica el periodista, al recordar que se tiraban contra el Gobierno, contra Clarín, contra TyC y contra todos los que pudieran. “Ese fue el motivo por el cual nos levantaron el programa”, reflexiona.
-Diego Gvirtz es uno de los personajes más influyentes de este Gobierno, se dice que visita Olivos seguido… -Sí, Diego Gvirtz y [Sergio] Szpolski. Szpolski que alguna vez fue el representante notorio del Banco Patricios -que alguna vez “esponsorizó” a José “Pepe” Ricardo Eliaschev, que ahora es opositor al Gobierno- y que aparentemente maneja radio Del Plata, Tiempo Argentino, Miradas al Sur, la revista Veintitrés. Y cuando Roberto Cox el otro día, en “6-7-8″, insinuó la posibilidad de que hiciera referencia de que se debatiera de que se trataba lo de Szpolski, hubo mutis por el foro, nadie dijo nada. Nadie dijo nada. Son una basura. Y Barone se arroga el derecho de haber inventado el periodismo de periodistas, Orlando Barone. ¿Cómo? Además, dicen que es un programa con mucha audiencia y que la gente se autoconvoca, mentira, lo convocan ellos, ellos convocan a que se convoquen. Es una mentira más del kirchnerismo.
-Detrás de “6,7,8” está Gvirtz, ¿lo volvió a ver alguna vez? -Una vez me lo cruce en la cancha de River. Me dijo “Ey, como andas”. Y le dije: “Tomátelas de acá”.
-¿Nunca lo invitaron a “6,7,8”? -Vos te pensás que osarían.
-El otro día se invitó a Robert Cox que los hizo tambalear por momentos… -Lo que pasa es que Robert Cox, que es un tipo con una integridad absolutamente incuestionable, no conoce la trastienda de cada uno de ellos, o en todo caso, de todos ellos. Especialmente la de Gvirtz.

Diego Bonadeo: “Víctor Hugo Morales es un farsante”

Si bien fueron compañeros de trabajo en “Sport 80″ por radio Mitre, el periodista no ahorra palabras para expresar su desprecio hacia Morales. Perfil. Por Pablo Javier Blanco. 26/08/10.
Diego Bonadeo es una suerte de periodista ermitaño. Abuelo de varios nietos, sostiene que la “abuelidad” es el mejor estado del ser humano y que lo que más disfruta es pasar el tiempo con los hijos de sus hijos. Su casa de La Lucila da cuenta de ello. En la entrada, una bicicleta con rueditas obstruye el paso y en su hogar del living un juego de palos de golf de juguete se mezcla con los leños. De vez en cuando sale de su cueva, deja por algunos minutos su rol de abuelo e irrumpe en los medios para hablar de fútbol, política, periodismo y Víctor Hugo Morales.
Sí, Víctor Hugo Morales, el periodista y relator con quien compartió la mítica mesa de “Sport80” en radio Mitre, pero a quien hoy considera su enemigo, es otro de los temas ineludibles para Bonadeo. “Es un farsante, yo lo desprecio”, sentencia en diálogo con Perfil.com. Afirma que es un farsante ya que ahora critica a Clarín y “la estafa de las AFJP”, pero tuvo durante muchos años “la Máxima emoción del partido”, que no era otra cosa que una publicidad de la AFJP. “Víctor Hugo Morales es curiosamente el portavoz radial de este gobierno, que haces menos de dos años, decía cosas como estas”, dice y saca de su bolsillo un papel con anotaciones manuscritas. “Me las anoté porque realmente vale la pena”.
“En una publicación que se llamaba Alternativa periodística, número 6, diciembre de 2008-enero de 2009, decía Víctor Hugo Morales, el Oráculo de Cardona, tal como yo lo bauticé, subido a un púlpito como siempre, el paladín de la ética decía: ‘Este es un gobierno muy agresivo hacia el periodismo, con una actitud muy vigilante hacia los periodistas lo cual no es bueno’. De este gobierno”, afirma mirando a cámara.
"El multimedio que va y viene en su relación con el Gobierno, significa que no es bueno. Ellos son generadores de relaciones bastantes tortuosas con el poder’. Hablando del multimedio, no creo que el multimedio sea Veintitrés y Tiempo Argentino, debe ser Clarín. ‘Te doy tanto, me das tanto’. Ah, plan canje Víctor Hugo, Oráculo de Cardona. Que grande lo tuyo. ¿Cómo? No es que son prístinos los del Gobierno. No es que el único hijo de puta es Magnetto”, lanza. Y continúa con su lectura de las frases de Víctor Hugo Morales: “‘Las tapas de los diarios vos no sabes si son el fruto de la verdad de las noticias o una negociación entre el poder y los medios en cuestión’. Esto decía el Oráculo de Cardona, no hace diez años, hace menos de dos años. Un farsante”, se enoja.
-¿Por qué cree que Víctor Hugo cambió de parecer en su relación con el Gobierno?-Y debe haber cientos de miles de razones.
-Está insinuando que hay… -Cientos de miles de razones debe haber. No insunuo nada, digo que debe haber ciento de miles de razones.
-¿Que opinión tiene de que se lo considere uno de los referentes del periodismo?-Lo que pasa es que en “678” acusan de desinformación al multimedio, lo que es verdad. De parte del multimedio, de parte de Jorge Fontevecchia que es el dueño de esto donde estamos hablando ahora, es verdad que hay desinformación. Pero no hablan de la desinformación de ellos. De la cosa absolutamente selectiva. Por ejemplo, no dijeron ni una palabra, y están vinculados al deporte de alguna manera, del envío de barrabravas del Gobierno a Sudáfrica, con la guita nuestra. A mí me habían llamado de “Tiempo Argentino” para escribir. Yo le dije: “Escúcheme, yo no soy un chico K como ustedes”. Responden: “No, acá somos plurales”. Escribí una nota sobre ese tema, no me la publicaron. Antes había escrito otra nota sobre la locura de los televisores cuando todo el mundo compraba televisores antes del Mundial, sí la publicaron. Esta no la publicaron. Esos son los pluralistas del Gobierno de Kirchner, de sus operadores, de los muchachos de Szpolski.
-¿Por qué esa relación tan tensa con Morales? -No es tensa, yo lo desprecio.
-Y se lo ha dicho… -No.
-Pero usted sabe que el sabe… -Y me imagino que lo sabrá, pero no creo que le interese demasiado.
-Nunca le planteo tomarse un café. -¿Cómo? Él a mí o yo a él.
-Él a usted. -No, no (*).
-Y a usted no le interesa. -Yo te digo, con la única persona de mis enemigos que yo estaría en disposición para discutir es con Fernando Niembro, porque es al único que yo le reconozco entidad. ¿¡Cómo voy a discutir con Paenza!?
-Trabajó igual con varios de ellos… -Sí, alguna vez sí. Ahí me di cuenta cómo eran.
-¿Cómo fue esa época? ¿Eran malos compañeros de trabajo? -Yo creí que eran otra cosa. Porque, aunque no parece, soy bastante ingenuo.
-¿Lo desilusionaron de alguna manera? -Y nosotros inventamos “Sport80” viejo, que fue una bisagra en el periodismo de fútbol en la Argentina en radio. Le peleamos la hegemonía al gordo Muñoz, a “La Oral Deportiva”. Con Niembro y con Araujo y Negro Eguía, y con Néstor Ibarra, y con Lujambio. Era otra época. Ellos aparentaban ser otra cosa de lo que eran, o capaz que la vida los cambió.

TAMBIÉN LE PEGA A TN. Bonadeo hoy escribe una columna semanal en Página/12 y también para la revista deportva “Un caño”. Más allá de considerarse un férreo opositor al kirchnerismo, no comulga con quienes en sus críticas al Gobierno, defiende al Grupo Clarín. “Mi pelea con la gente del multimedio es anterior a mi pelea con estos del kirchnerismo”, aclara y se explaya: “Pasa una cosa y acá la culpa es de TN y de su leit motiv TN, periodismo independiente”. Eso es una falacia. El periodismo independiente no existe. Podrá haber un periodismo razonablemente libre. Podrá ser interdependiente, nunca independiente. A partir de eso, yo nunca le creí ni a Bonelli, ni a Silvestre, no les puedo creer nunca. Además, descreí de ellos, antes de descreer de Sandra Russo. Mi pelea con la gente del multimedio es anterior a mi pelea con estos del kirchnerismo. Cómo le voy a creer a Bonelli y a Silvestre. Cómo le voy a creer a un tipo que se morfa todas las eses posibles como Silvestre, o a un tipo que dice ‘dentrifico’ como Bonelli. Bonelli dice ‘dentrifico’. ¡Un burro! Cómo le voy a creer a Morales Solá. Hablando de Morales Solá, una canallada de la gente de ‘6,7,8’ poner en la misma bolsa a Morales Solá con Martín Caparrós, porque Martín Caparrós piensa diferente a ellos, son unos sinvergüenzas”.


Diego Bonadeo: “Florencia Peña descubrió los derechos humanos el año pasado”

En la tercera y última parte de la entrevista con Perfil.com, el periodista habla del Gobierno, la oposición, los artistas que apoyan el modelo K y de Hebe de Bonafini. Perfil. Por Pablo Javier Blanco. 31/08/2010.

-¿No ve en este gobierno ningún rasgo progresista? -¿Qué es el progresismo?

-Llevar adelante políticas que mejoren… -Si no hay gestión, no puede haber rasgos de progresismo, ni de progresismo, ni de, como decía Perón, “apresurados ni retardatarios”. No hay gestión. Cristina lo único que hace es estrenar “pilcha” nueva, porque dijo el otro día que iba a haber default, y lo que hay es default de ideología. Ella no tiene ni default de pilcha, ni default de cirugía. Si lo único que hace es ir a actos y estrenar ropa.


-¿Y cómo ve a la oposición? -¡Un desastre! ¡Un desastre!

- No se salva nadie… - Rescato a Pino Solanas, Claudio Lozano, Marcela Rodríguez que es diputada de Elisa Carrió.

-¿A Elisa Carrió no la rescata? -Yo fui concejal del ARI en algún momento. La última vez que hablé con ella fue en su casa. Y le dije: “Lilita estás construyendo para el orto”. Me dijo: “Tenés razón, pero es tarde”. Digo “¿Cómo, cómo es tarde?”. Esto era antes de las elecciones de 2001, nunca es tarde. La prueba está.

-¿Cómo tomó su renuncia al Acuerdo Cívico? -Fulbito pa’ la tribuna. No es sustancial, no es importante, para nada.

-¿No ve una diferencia de fondo? -¿Con quién?

-Con el radicalismo, con el GEN, con el socialismo… -Me parece más clara Carrió que “Freddy” Storani o Leopoldo Moreau. A los nuevos personajes del radicalismo no los conozco bien, Morales, Aguad, o Sanz.

-¿De Cobos qué opinión tiene? -Cobos es como Kirchner. ¿Cobos no sabía cómo era Kirchner? ¿O Kirchner no sabía cómo era Cobos?

-Descree de cualquier nueva generación política… -No es culpa mía, me han hecho descreer. Yo creía a muerte sino no me hubiera presentado como candidato a concejal.

-¿Usted es muy crítico del Gobierno, no reconoce ni siquiera avances en la política de Derechos Humanos o cree que hay un uso de los Derechos Humanos? -Hay un uso de los derechos humanos, pero en todo caso es la Justicia. ¿O no hay división de poderes?

-En democracia hay división de poderes… -Por supuesto, no puedo negarme a eso. De todas maneras, creo que lo más importante de este Gobierno en esos términos es lo de la Suprema Corte, que hizo que yo en un momento me sintiera casi oficialista; estoy diciendo cuando apenas llegó este Gobierno. Yo no puedo creer prácticamente en casi nada, en la medida en que el Consejo de la Magistratura, que se encarga de la designación o remoción de jueces, esté en manos de dos personas -lo de personas es casi una generosidad de mi parte-, como Diana Conti y Carlos Kunkel, por favor… ¿Cómo van a manejar una cosa tan delicada Diana Conti y Carlos Kunkel?

-Hay muchos artistas que apoyan al Gobierno y dicen que son perseguidos por Clarín y otros medios opositores. ¿Cómo ve eso? -Florencia Peña descubrió los derechos humanos el año pasado. ¡Que no me jodan a mí, que no me jodan! ¿O miento? Hablo de ella como militante de no se qué… Yo me manejo un poco con la memoria visual. Durante casi 30 años fui a prácticamente a todas las marchas que tienen que ver con DDHH, de toda esta gente que está hablando de esto. Allí encontré a Sandra Russo. Galende nunca estuvo; Barragán y Barone, tampoco. Sí Gerardo Romano, que el otro día dijo una cosa que yo no puedo creer. Dijo que Kirchner tenía que ser postulado a premio Nobel de la Paz porque impidió una guerra entre Colombia y Venezuela. A Raúl Rizzo y Arturo Bonin los encontré en muchas marchas, y hay varios más. Muchos músicos también, pero bueno, alguno será rehén del régimen.

-Quizás comparten lo que algunas vez dijo Hebe de Bonafini cuando sostuvo que el enemigo ya no está en la Casa Rosada… -Hebe de Bonafini me llamó a los pocos días que pasara el episodio que yo conté de radio de la Ciudad, para invitarme a hacer el programa en la radio de las Madres. Fui a hablar con ella, le dije: “Hebe, acordate que yo no soy un chico K”. “No, acá podes hacer lo que quieras”, respondió. “Hablá con Lanteri, el director de la radio de las Madres”. Fui y le dije lo mismo: “Mirá que no soy un chico K”. “No, yo te voy a llamar para el presupuesto, para el horario, para todo”. No me llamaron nunca, nunca. Yo era amigo de todas ellas. Sólo me quedo con Nora Cortiñas. Norita es una maravilla. Hebe no, Hebe no.

-¿El estilo de Hebe le disgusta? -Nora Cortiñas y Estela de Carlotto están prohibidas en la radio de las Madres, no jodamos. Por qué no dicen eso el programa de Gvirtz, por qué no se ocupan de eso en “6.7.8”.

-Ellos dicen que se ocupan de la otra censura, que son una manera de contrarrestarla. -¿De qué otra censura? Hay que ocuparse de todas, porque esto no es la teoría de los dos demonios, no nos equivoquemos. ¿Por qué no dicen que hasta hace seis años Timerman era columnista de Mariano Grondona? ¿O estoy loco? No jodamos más. Yo no estoy en contra de Timerman, pero ya que estamos contando las costillas de todo el mundo, contemos las costillas de todos.

PLANETA DIEGO BONADEO

Algunas definiciones categóricas del periodista deportivo.

Fútbol para todos: “No es para todos, es “Fútbol para algunos”. Lo confesó el otro día el relator del régimen, Marcelo Araujo, cuando relató Godoy Cruz–Boca. Dijo que en Mendoza no se podía ver. Es un negocio de la pelea con Clarín. Mentira que son 600 palos. 600 palos es lo que supuestamente le pagan de derechos a la AFA, ahora parece que son 828 palos, y lo demás. Los sueldos del relator del régimen, del balbuceante Julio Ricardo, del poeta trucho Alejandro Apo, del gritón Di Paoli y de los demás analfabetos que andan por ahí dando vueltas que se equivocan todo el tiempo con los jugadores”.

Julio Humberto Grondona: “Es como Kirchner, es como Magnetto, son todo lo mismo. En diferente grados de responsabilidad, pero culturalmente son lo mismo”.

Fernando Niembro: “Anunció los indultos, hizo la campaña de Macri. Niembro es el único de mis enemigos a los que yo le reconozco entidad. Es el único tipo con el que me pelearía, porque vale la pena pelearse, porque es de lo peor, pero con entidad. Es consistente en su perversidad. Los demás son de cuarta”.
Por qué canal vio el Mundial: “Lo vi alternativamente. No lo soportaba a Francescoli, pero me encanta cómo comentó Diego Latorre. Lo vi por la Televisión Pública en parte, y en parte por TELEFE, porque además estaba mi hijo. Traté de obviar a Walter Nelson, lo de Walter Nelson fue bochornoso, bochornoso”.
Mejor relator de fútbol: “Era Víctor Hugo Morales, ahora el mejor es Mariano Closs. Independientemente de que no pueda hacer otra cosa más que relatar, entiende el juego, le gusta el juego, hace los deberes, no se equivoca con los jugadores, olfatea lo que va a pasar. Y el mejor comentarista es Diego Latorre”.
Periodistas deportivos que rescata: “Mi hijo [Gonzalo] es el mejor, no es porque sea mi hijo. Al Ruso Verea, a Ezequiel Fernández Moore, a un pibe cuyo apellido es impronunciable porque son todas consonantes, que se llama Alexis [Alexis Szewczyk] y está con Gonzalo en Despertate. Hay otro que se llama Ariel Senosiain que tiene que compartir esa mesa siniestra con [Alejandro] Fabbri y el gordo Palacios. Afortunadamente está Pagani que, dentro de todo es bueno, y alguno más por ahí”.

(*) La respuesta de Víctor Hugo Morales que circula en la web es:
(...) "Sólo se que Bonadeo era la décima figura de Sport 80 donde se lo descalificaba, quizás demasiado, porque todos lo trataban como un imbécil, y yo no estaba tan de acuerdo. También que en 50 años de profesión tuvo dos momentos cumbres:

-Cuando tuvo una exitosa participación en la película oficial del Mundial ’78 fogoneada por la dictadura.
-Cuando era uno de los locos en un programa que consiguió en Canal 7 de la Alianza, en la época en la que era un inútil concejal de no me acuerdo dónde.

Quizás sume ahora un tercer hito en su vida, haciendo de enemigo en cada portal del sistema de las derechas que use idiotas para desvalorizarme. Quizás le sirva todo esto para recordarle a la gente que aún vive. Si me lo quiere agradecer, digo: “de nada, ¡qué te puedo cobrar por este favor!”.

BONUS TRACK 2016



Patria Quemera 14/10/16. En las últimas horas falleció el periodista Diego Bonadeo, quien a lo largo de toda su carrera defendió, con la palabra y la tinta,  esa filosofía del fútbol bien jugado que sentimos propia todos los huracanenses. Esta fue su última columna publicada en el diario Página 12 del pasado domingo 9 de octubre en la que escribió una referencia al Huracán de Ángel Cappa y al robo sufrido por el Globo en aquella final de 2009.

Por Diego Bonadeo. Pg12. 09/10/16. 

Resultados aparte, por más que uno ejercite la memoria, difícilmente recordará algún partido de la selección nacional que, en tiempos más o menos cercanos, haya conformado en términos de disfrute.

En lo que hace al fútbol vernáculo, lo último que uno rememora como muy cercano al placer es aquel equipo de Huracán de 2009, al que el referí Brazenas y los superpoderes de Viamonte 1366 despojaron del torneo de aquel año.

En cuanto al fútbol internacional, es tanta la oferta televisiva que casi a diario se ofrece que quizá sería injusto elegir algunos equipos –en especial europeos– entre los que juegan, o por lo menos intentan jugar, al fútbol que le gusta a la gente. Aparte del “fenómeno Barcelona”, en tiempos de Guardiola como entrenador, hubo de a ratos una especie de contagio placentero entre algunos conjuntos españoles. Sin embargo, es en la Bundesliga alemana donde uno encuentra la mayor cantidad de momentos de buen fútbol, en especial por como juegan Bayern Munich, Borussia Dortmund, Bayern Leverkussen, Wolfsburgo –en esta temporada un poco de capa caída– y algunos más.

En lo que hace a las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de 2018, es muy poco lo rescatable, a punto tal que la más que mediocre selección uruguaya se ha convertido –por lo menos en lo que hace a los resultados– en principal protagonista.


Por Pablo Vignone. La Nación Deportiva. 15/10/16. Admiraba a Dante Panzeri sin advertir que también él se había convertido en el fiscal del deporte argentino. Diego Bonadeo jamás buscó complacer: pensaba a contramano de lo establecido y amaba la polémica esclarecedora. "Soy medio cabrón, pero voy de frente. Y soy arbitrario, pero no necio", admitía.

Cada tanto sonaba el teléfono y del otro lado aparecía su voz de cascarrabias sólo para preguntar: "¿Viste lo que hizo Iniesta? ¡Qué maravilla!". Emparentado desde siempre con la belleza del fútbol -aunque el deporte que le corría por las venas era el rugby- se lo veía más menottista que César Menotti y, en la última década, acaso más guardiolista que Pep Guardiola.

Había nacido en febrero de 1939 y desde una posición desahogada se dedicó con pasión al periodismo. Se inició en LA NACION con poco más de 20 años, teniendo a Alberto Laya como maestro, y al poco tiempo abrevó en la revista El Gráfico, bajo la mirada de Panzeri. "Estar ahí era como tocar el cielo con las manos -aseguraba-, lástima que esa etapa duró poco".

Editó la revista especializada Tercer Tiempo y formó parte de un equipo que marcó época en la radio, el de Sport 80. Aunque quizá se lo recuerde más por haber sido conductor del desprejuiciado ciclo "Fútbol prohibido", que hizo del ataque contra el monopolio del fútbol su razón de ser.

Gracias a su chispa y el filo de su inteligencia, se destacaba especialmente con el micrófono más que con el teclado. Su sentido del oficio, audaz y frontal, inspiró a muchos jóvenes que, ya mayores, inundan las redacciones y los estudios de radio y TV.

Nunca se calló nada. "A Bielsa lo quiero para la vida, no para el fútbol", solía elogiarlo. Hasta sus amigos afrontaban su brutal franqueza.


Simpatizante del socialismo, llegó a ser concejal de Vicente López por el Frente Grande; dejó su cargo asqueado por los enjuagues de la política. Militó un tiempo en torno a la Coalición Cívica, no ocultaba su desencanto con el curso del país en los últimos años. Padre de cuatro hijos, es el mayor, Gonzalo - al que adoraba-, quien mantiene vivo el romance del apellido con el periodismo.

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