martes, 7 de septiembre de 2010

Viejos tiempos en SEGBA







































































































































Trabajé en la vieja SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires) desde 1973 hasta 1991 cuando se privatizó, convirtiéndose en las actuales EDENOR, EDESUR y EDELAP. Una empresa del Estado que tuvo autogestión obrera hasta la llegada de la dictadura militar en 1976 (todo un tema en si mismo porque estaba lejos de ser una chantada--ver referencia más abajo (*). Estuve al principio en la casa central de Balcarce 184 de Capital y mayoritariamente en la Sucursal Olivos de Avenida Maipú.

De todo aquello me quedaron estos papeles y fotos encontrados en algún rincón y bastantes recuerdos: mi sufrida adaptación a las normas después de salir rebelde de la secundaria y las eternas llegadas tarde haciendo equilibrio entre las ganas de vivir, los estudios y la almohada; la huelga de Luz y Fuerza en 1977, la primera hecha a la dictadura, que derivó en la desaparición de Oscar Smith; el censo de 1980 en la villa de Melo y Constituyentes de Villa Martelli, la experiencia efímera como delegado en un sindicato domesticado, la movida del boletín interno "El electrón curioso" con un grupo de amigos. Y un montón de gente querible con la que convivía quizás en otra longitud de onda, pero que me ayudó mucho a crecer (claro que en todos lados hay discriminadores por miedo y traicioneros por inercia... una ley de la vida).

Una tarjeta para fichar los ingresos, amonestaciones provistas por Recursos Humanos y chistes alusivos a mi vida en esos tiempos.
En las fotos, frente a una vieja máquina Olivetti, los grandes Luis "Pipa" García y Jorge Chaparro de San Fernando; Ricardo "polaco" Satek y "Pupi" Rimasa, el "Negro" López y Marito Mancuso (en la despedida de solteros 1982 en Florida). En la oficina, hacia la izquierda Cristina Poggi, Liliana Weiss, Norma y su hermana Cristina, yo con remera rayada de espantosos colores, el Negro López, la gallega Ema (al fondo) y "Titi" al lado de Pipa. Por la derecha, Stella, Jorge Esteban, Mirta Gramajo, Martita, Néstor Tucat medio escondido, el originalísimo jefe Ferrari Villegas y Chochi Castro. Faltan el popular "tano" Josué De Simone, el mejor redactor y el peor operario (llegó a dejar sin luz a la Casa Rosada al meterse  en la cámara que le proveía de energía) y el gran compañero Charlie Garraza, que me dedicó ese autógrafo, entre otros. Un grupo de sobrevivientes en este trajín llamado vida. Amigos: sepan disculpar las molestias ocasionadas y un gran beso en el aire para todos.

Unos parrafitos finales para la tristeza de la privatización menemista de SEGBA, 1991. De como -en vez de intentar hacer más eficiente la empresa bajo la órbita del Estado- la desguazaron ante el beneplácito de los empresarios y los políticos y sindicalistas cómplices que festejaban el bochorno. "Nada de lo que deba quedar en manos del Estado quedará en manos del Estado", se mandaba en esos días en un furcio inigualable el corrupto abogado Roberto Dromi, superministro menemista. Monopolios vírgenes para la globalización que desembarcaba en estas pampas sin necesidad de dictaduras ni Martínez de Hoz. Los mismos dirigentes sindicales, olvidando viejas luchas, sin chistar admitieron que el Sindicato de Luz y Fuerza pasara en poco tiempo de ser uno de los más pujantes del país (con unos 13000 afiliados) a casi una mutual de jubilados de 2500.


Nadie se engañe: en las empresas del Estado dominaban los negociados de "la patria contratista", como se llamaba a la tercerización del mantenimiento técnico y ampliaciones de redes a empresas de algún amigo o testaferro con personal de trabajo en gris, con costos superiores a los del plantel propio y calidad de trabajo paupérrima. Pero la solución racional no era privatizar y desguazar todo sino acabar con la corrupción e imponer un esquema más eficiente. Demasiado objetivo para nuestra mediocre clase política.

Como suelo repetir en muchos pasajes de este blog, no me considero nadie, solo un tipo honesto  y por eso no presumo de nada. Pero si de algo me puedo jactar es de haber estado seguro dentro mío, ante aquella decepción, que algún día vendría un político que en una campaña propondría que las empresas de servicios privatizadas fueran nuevamente estatizadas. No le erré por mucho, ¿verdad? En estos años se nacionalizaron o estatizaron los restos del saqueo de Aerolíneas Argentinas, Obras Sanitarias-Aguas Argentinas e YPF y muchos políticos que aplaudieron las privatizaciones aclamaron ahora el nuevo proceso. Tengo claro también que los dirigentes no nacen de un repollo y son producto de la sociedad en que viven.

Les pregunto a los que saben: ¿hubiera estado feliz Oscar Smith con las privatizaciones? ¿Si el gremio pudo enfrentarse a una dictadura porqué no intervino decididamente para discutir las privatizaciones en plena democracia? El sindicato nunca fue un dechado de democracia en esos años -nada de cuestionar delegados, balances y esas cosas, reinaban las listas únicas o "de unidad" y el acomodo- pero al menos iba para adelante por las conquistas de sus trabajadores, cosas que en los años que siguieron "los gordos" cambiaron por los grandes negocios personales, directamente. El titular del gremio desde hace 29 años es Oscar Lescano, vive en San Isidro y uno de sus hobbies es jugar a la ruleta: visitó en numerosas oportunidades los casinos de Las Vegas. Salió del silencio de años hace unos meses para atacar a su antiguo enemigo Hugo Moyano, jefe de la CGT (ver más abajo). Pero un tiempo después intentó justificarse de su traición a los trabajadores y al país con las mentiras más increíbles. Merece que le dediquen un rato y lo lean para intentar descifrar una mente humana perversa:



Por Diego Sehinkman | Para LA NACION Sábado 20/10/12.

A pesar que apenas trabajé en la privatizada Edenor unos meses, supe que los trabajadores que decidieron quedarse en las privatizadas fueron manoseados por los nuevos gerentes, para quienes -a pesar de su impagable experiencia laboral- eran poco menos que "indeseables". Los planteles eran cubiertos por pibes mediante contratos basura de bajo costo, aptos para moldear como masilla, sin los "vicios" de los viejos estatales. Y no se afiliaban al gremio, claro. No es que no haya escuchado versiones distintas pero creo que ese fue el promedio. Además, la gente es muy extraña en su relación con el poder y se adapta de distinta manera, generalmente decadente. Horanosaurus.


(*) para indagar sobre la experiencia de autogestión en SEGBA, liderada por Juan José Taccone, recomiendo el libro "La gestión sindical en Segba" del investigador Ricardo Graziano. Biblioteca Política Argentina. Centro Editor de América Latina. 1989.

Algunos artículos para leer sobre Luz y Fuerza y Oscar Smith:

* "Smith murió en mi celda". Quién dice haber sido su compañero de prisión asegura que el sindicalista murió torturado, en enero de 1978. Clarín 20/04/98. Por Enrique Arrosagaray.

* "La muerte de Taccone, un histórico del sindicalismo". 02/09/07. Clarín.

* "Smith, Lescano y la miserabilidad de Pablo Moyano". 24/05/11. Urgente 24. Declaración de Oscar Lescano sobre la intervención del sindicato por los militares y la desaparición de Oscar Smith, durante el juicio por la Verdad.

* "Somos necesarios para que haya paz social". 04/12/11. La Nación. Suplemento Enfoques. Entrevista a Oscar Lescano por Ricardo Carpena.

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