lunes, 26 de octubre de 2009

Horanosaurus, una botella tirada al mar



Por algo se empieza. No todo tiene que tener un porque o un justificativo ni tiene que ser ciencia exacta. ¡Hay tantas cosas inexplicables en este mundo! Escribir aquí puede ser simplemente para disfrutar mi tiempo, enfocando mi atención en hechos que me sorprenden y no puedo compartir con nadie. Cosas que otros no están dispuestos a escuchar porque los irritan críticas que no coinciden con su opinión o porque navegan en una órbita diferente. ¿No se topan Uds. con gente impaciente que parece ensimismada en sus pensamientos y no te escuchan? Yo lo advierto a diario. Parecen fantasmas insolubles apurados en la vida sin motivo aparente ni ganas de dialogar. Se puede entender: debemos sobrevivir a los reveses de la vida y nos protegemos con niveles de tolerancia y egoísmo distintos. Se lo perdono a los humildes y honestos. Los demás no me interesan.

Me meto en este blog a sabiendas que abro una ventana (como un voyeur al revés), como transmitiendo en una radio pirata ondas que se pierden. Con solo un poco de verguenza porque veo que todo el mundo escribe sin escrúpulos ni tapujos lo que le viene en gana. Animándome al observar que se aplaude a esos ridículos importantes llamados "influencers" y que hay gente que toma en serio los "reality shows". Lo hago por algo de eso que tenía escribir aquel lejano diario personal adolescente pero después de bancarse cuatro décadas más arriba del lomo. Colgando cosas que pueda pensar y me ayuden a pensar, porque me movilizan o conmueven.

Miren lo que escribía alguien en 1907 por estas pampas y me reflejan un poco más: "Al que leyere: necesito explicar el origen de este libro -y digo libro porque así se llama toda 'reunión de varias hojas de papel cosidas o encuadernadas juntas'-. Si no lo explicase podría acusárseme de audaz o presuntuoso, y bien sabe mi Dios que no cojeo por ese lado" (Comandante Prado, prólogo de "La guerra al malón").  

Como soy un vergonzoso innato, un tímido sin remedio, y una de mis pocas virtudes es intentar ser humilde con todas mis fuerzas, un principio de este blog personal será mantenerlo, digamos así, en secreto. No hacer nada por difundir sus líneas. Si alguien conocido tropieza con él, que sea casual. Eso seguramente me librará de posibles recriminaciones o halagos de salón.

La denominación del sitio es un nombre científico inventado, una referencia jocosa a mis conocimientos sobre ciencias biológicas, la admisión indulgente de mi longevidad y una alusión a mi nombre de pila y mi identidad.

A modo de presentación repito el resumen de tapa: 

"sudamericano, argentino y porteño, peronista arrepentido y "quemero" (hincha de Huracán)  recalcitrante, ingeniero agrónomo especializado en el tema carnes, padre cincuentón algo rebelde. Problemas: mis pocas virtudes y que no cotizan bien en sociedad. Una de ellas es agradecer lo que me tocó en suerte y que me tengan paciencia los pocos que me quieren".

No me considero inteligente pero intento casi compulsivamente ser crítico con todo y mantener la llamita de mi vieja rebeldía de jóven. Sinceramente creo que apenas he llegado a ser un tipo pintoresco entre la muchedumbre, algo cínico, pero que tiene la certeza de saber que nunca renunciará a sus principios... "aunque vengan degollando".


No tengo muchos logros más que contabilizar pero lo más indiscutible y valioso que he logrado -con la inigualable ayuda  de mi amada esposa- es la familia que formamos allá por 1983 y nos dió dos hijos que son sensibles, sanos y excelentes personas. Mis parientes cercanos corren con las generales de la ley: la inmensa mayoría son muy buena gente pero pueden exceder nuestra capacidad de elección. Los esfuerzos que hice para lograr amistades personales -poner lealtad y garra- no tuvieron el mismo éxito. Si bien conservo "amigos" de la secundaria y de la vida posteriores que valoro, que quiero y me quieren, no he logrado de ellos la intensidad en las relaciones que necesité para sentirlos plenamente. Para no tener reservas, para sentirlos "compinches". No son el servicio de urgencias espiritual que pretendí. Y eso que los argentinos somos "amigueros" como pocos, eh? Mis amistades han sido la gran decepción de estos últimos años pero no los culpo: las contingencias de la vida y las luces emitidas y recibidas no son las mismas para todos. Hacemos lo que podemos con lo que hicieron de nosotros, dijo un bizco famoso, y merecemos perdonarnos. Quizás sea  la vara muy alta o aquello de la "separatidad". No tiene importancia en medio de este mundo difícil de entender.

Dicen en un diario que actualmente existirían más de 80 millones de blogs en el mundo y que unos 260.000 son generados por argentinos. Aunque suene muy demodeé me resulta inevitable relacionar los mensajes de Horanosaurus argentinensis con la trillada imagen de la botella arrojada al mar. ¡Tanta comunicación y tanta soledad! ¡Estamos tan cerca y tan lejos de quienes nos rodean!

Dando este puntapié inicial con la TV prendida en el canal Encuentro, justo proyecta "Estado de sitio" de Costa Gavras... ¡merde! La historia de otra utopía perdida.

Desde Buenos Aires, la reina del Plata, Octubre de 2009. Nos estamos viendo! Les dejo un beso en la reja. Horanosaurus.

Foto: el mar en algún médano del sur de Villa Gesell, Buenos Aires, Argentina.


1 comentario:

  1. Bueno!!! Que te haga sentir bien entonces.!! Quiza yo tambien me anime.

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