En mi caso, si tuviera que pedir un deseo que dispare un viaje onírico de esos, querría encender la radio una medianoche y toparme con la voz de Omar Cerasuolo divagando nuevamente para los oyentes de "El Tren Fantasma". Como se dice ahora sin saber que corno significa, un "programa de culto"... algo extraordinario, innovador, anticipatorio... que difundía música rock y pop de vanguardia más reggae y ska cuando nadie lo hacía y debías escuchar obligatoriamente basura melódica, pasatista (la llamábamos graciosamente "comercial") o conformarte con tango y folklore aún cuando no te gustaran un pito.
Escuchando El Tren uno sabía que formaba parte de un club que no tenía administración ni instalaciones, no contabilizaba sus socios ni ellos se conocían entre sí. Por ahí podría encajar ese concepto "de culto". Dice Cerasuolo que entre los fans de El Tren que visitaban el estudio estaban Luca Prodan y Miguel Abuelo.
Para los que son más niños que yo y no saben, les cuento que cuando surgieron a fines de los 60s los grupos nacionales de rock del tipo Manal, Almendra, Los Gatos y Vox Dei, era casi un imposible escuchar un tema de ellos por radio o TV. El único modo era conseguir a algún amigo de padres generosos que hubiera comprado sus "long play" (LP) o "simples" de vinilo, pasárnoslos ansiosamente entre compinches, desgastarlos a puazos y grabarlos en casettes con "monoaurales" (los antecesores de los estéreos). Los chimentos, novedades y eventos los leíamos en la revista Pelo o El Expreso, con lo que adivinábamos que hacían los hippies en San Francisco y como venía la mano jóven en el mundo.
El Tren Fantasma comenzó algo después, en 1975 en AM Rivadavia y luego en su nueva FM-R, hasta 1989. La idea fue del hijo de su dueño, Daniel Morano: el padre de la criatura. Inicialmente eran las medianoches de domingo, después las de los sábados y luego alternando distintos días y horarios (en algún momento estuvieron de lunes a viernes y por las tardes).
Cuando acá ni se sabía que eran el punk ni el ska, Morano (también guitarrista del ochentoso Alphonso S'Entrega), te pasaba The Sex Pistols y The Clash, y otros nombres que solo diez años después fueron difundidos masivamente: Bob Marley & The Wailers, The Skatalites, The Specials, Madness, The English Beat, General Public, UB40, The Police, XTC, The Pretenders, Squeeze, Elvis Costello, Joe Jackson, Talking Heads, Prince, Iggy Pop, David Bowie, China Crisis, Scritti Politti, The Smiths, Kraftwerk, Art of Noise, Propaganda. Siempre con pinceladas de Ramones, Stones y Beatles. Imaginen por un ratito no tener idea de la música de estos monstruos y que alguien te abra la puerta de sus pequeñas revoluciones sonoras.
Dirá alguno que poco tiene de extraño que alguien pase música considerada exótica, cuando hoy en día existen miles de tribus urbanas diferentes pretendiéndose mágicas y únicas cuando comparten ritos y discos de ondas diferentes. En primer lugar, no existía internet ni ningún tipo de red: el aislamiento cultural era importante. Pero también las propias características del programa: Omar Cerasuolo, hoy mayorcito y baluarte antes y después de históricos programas difusores de poesía y folklore, es básicamente uno de esos típicos locutores con voz sobria y equilibrada y su papel era transmitir textos delirantes de incierto significado, utilizando los pocos efectos sonoros que se disponía en aquellos tiempos. A ver... ¿podrían imaginar al insomne de Santo Biasatti contar con su rostro adusto repugnantes chistes verdes sin hesitar? Sería un efecto similar al que se lograba en El Tren.
Pero las cortinas entre las canciones eran su distintivo: seleccionaban típicas frases de traducción centroamericana, voces y sonidos ambientales de dibujos animados y documentales ignotos y los compaginaban creativamente produciendo un humor cercano a los delirios de Capusotto que nos cautivan hoy. ¿Cómo podría explicarlo? Me queda por averiguar si es Daniel Morano o su hermano Marcelo quien está involucrado con Pedro Saborido en el programa de TV "Peter Capusotto y sus videos". No me parece ninguna casualidad que semejantes tipos se hayan encontrado.
Tal era mi fanatismo por el programa que dudaba salir alguna noche por perdérmelo y mucho peor el sufrimiento si era por uno de esos cumpleaños obligatorios. El Tren atravesó las noches de la dictadura (no se si sus creadores tuvieron algún "encuentro cercano") pero desde afuera digamos que no tenía ninguno de esos mensajes que los cuidadores del orden con bigotito y anteojos negros pudieran considerar "subversivos". Pero en esa época nunca se sabía: un coronel para castigar a su hijo pro-hippie por escuchar los delirios del programa y su música rara hubiera podido ordenar su levantamiento al capitán al mando de la secretaría de Comunicaciones o al sargento primero de la Secretarìa de Cultura.
Todavía poseo en una caja una veintena de casettes con programas de ambas épocas -grabados a mi modo- que me resisto a tirar aunque no tenga un reproductor que me permita girarlos. La verdad, temo que las cintas magnetofónicas se desintegren si intento hacerlo. Ojalá algún fana que pueda llegar a leer esto me ofrezca algún mágico método tecnológico de conversión para proteger el tesoro en soportes más confiables.
Aquí van los link de unos viejos reportajes que les efectuaron a los dos héroes máximos de esta epopeya creativa, que ampliarán un poco la información. Morano, Cerasuolo & Cía.: un millón de gracias, los adoro.
Omar Cerasuolo: el oficio de la palabra (La Nación 25/05/03)
Omar Cerasuolo: rock, folklore y mucho más (La Nación 08//08)
Entre el folklore y el rock (entrevista a Cerasuolo. Clarín 04/12/06)
Escúchenlo, son solo unos minutos. ¡Impresionante! El Tren Fantasma FM R circa 1985.
BONUS TRACK
Comenzó en la década del ‘70 y se convirtió en el rito iniciático de los que querían escuchar la música del mundo casi al mismo tiempo que se producía. Fue creado por Daniel Morano, el líder de Alphonso S’Entrega, que viajaba para traer los últimos discos. Y adquirió su carácter cuando ingresó el recordado locutor Omar Cerasuolo. InfoBAE 22/07/23. Por Bobby Flores.
Lo que hoy aflora de las redes sociales y demás plataformas digitales, hace 50 años surgía de algunos programas de radio. Ese ligero proceso de tribalización juvenil hoy va a los pedos, antes era más lento. Donde se igualan es en la sociabilización de usos y costumbres que son patrimonio exclusivo, nunca inclusivo, de los adolescentes. De ahí la importancia de revisitar bastante arbitrariamente por cierto, la influencia que esos programas de radio iniciales ejercían sobre esas nuevas mentes, abiertas a todo lo que los iguale a sus semejantes, o en todo caso los aleje de la esfera paterna. Una ley natural que obviamente permanece siempre en discusión, así como está siempre presente.
El rock fue la cultura joven predominante en la última mitad del siglo pasado. Sin internet ni telefonía celular, hasta sin canales de televisión musicales, toda la parvulería adolescente se las arreglaba para estar al tanto de lanzamientos de discos, eventos varios incluyendo obviamente recitales o novedades casi personales de sus referentes musicales.
El rock no era solo una moda, era una pequeña filosofía para esa vidas incipientes que crecían sin estímulos demasiado sofisticados. Desde Woodstock hasta el Glam Rock, esa interminable galería de freaks que tan bien daban en las fotos eran un alto aspiracional para una gran cantidad de chicos y de chicas que queríamos salir del margen y tomar por asalto la hoja.
Los programas de radio nocturnos eran el remedio al tedio que nos generaba el mundo de nuestros padres y los métodos de los profesores. Apenas uno salía de la edad del pavo donde todo parece discutible, hasta el crepúsculo, entraba en la edad del águila que ante todo nos hervía la sangre para salir de acá, de allí o de donde sea. Es la edad en la que según los griegos uno echa alas, así que volar, lo que decimos volar, uno volaba escuchando a los Rolling Stones, asistiendo a los conciertos de Pescado Rabioso o mirando fotos de Carly Simon. Lo demás era chatura.
A todo llegábamos desde el rock, a la pintura de Kandinsky, a la literatura negra francesa de Baudelaire, Rimbaud, Artaud. También al cine de Polanski, al jazz, al soul, a la lucha de los Black Panthers y al mayo francés. Todo lo que olía a ruptura era nuestra bandera.
Ante la carencia de canales de expresión, la irritante ignorancia de las revistas especializadas y las siempre vigentes en nuestro amado rincón del planeta, tan pintoresco, persecuciones autoritarias, el mensaje nos llegaba desde la radio. En los colegios, clubes o en los zaguanes del barrio, se hablaba de los programas musicales de la noche, como Modart en la Noche o el de Fito Salinas, como si se hablara de un partido de fútbol del equipo favorito. Todo dentro de los parámetros establecidos, hasta que apareció en nuestras vidas El Tren Fantasma. Nada sería igual después. Literalmente El Tren Fantasma cambió todo.
La manera de hacer radio, de escucharla, nos cambió el oído, el gusto musical. Nada de lo que sonaba en El tren Fantasma se podía escuchar en otro lugar, en otras emisoras, en las boites y discotecas, en shows. Eran músicas que solo podían encontrarse en ese programa.
El Tren Fantasma era Daniel Morano, incansable generador y productor de contenidos variados. A el le debemos no solo El tren Fantasma, Daniel era el líder de Alphonso S’Entrega, creó el canal de cable SoloTango con Michel Peyronel, fue el productor de Peter Capusotto y sus videos, dueño y creador de Prix D´ami, Rock&Pop TV y Bitbox FM, una de las más avanzadas y creativas radios FM. En su casa, a principio de los 80´s, vivía Luca Prodan recién llegado a Buenos Aires, además en su pasajera morada de Buzios se unió Seru Giran, porque David Lebon estaba ahí, y después llega Charly Garcia que había desmembrado su Máquina de Hacer Pájaros mientras miraba las nuevas olas. Morano es una doble página gigante con poster en la enciclopedia del rock argentino.
No obstante lo cual, diría Pappo, nada se iguala a la gesta en pos del refinamiento auditivo de toda una generación que ejerció El Tren Fantasma. Para no deshacerme en elogios personales, me junté con Daniel sólo para hablar del Tren...
Obviamente no hay archivos, solo el baúl donde guarda listas y textos del programa, que al mirarlos hoy nos cierran toda la historia. Aun ahora, si alguien hace una lista de temas copiada de estas, saca patente de capo radial. ¡Increíbles! es lo único que pude decir.
Con aproximadamente 16 años Daniel hace alianza con Ángel Del Guercio, el hermano de Emilio, y ponen al aire en la AM de Rivadavia, que brillantemente dirigía Morano padre, “Duendes y Profetas”, era 1972 seguramente. Se caracterizaba por poner al aire Frank Zappa & Mothers of Invention y cosas por el estilo. Salía al aire sábado y domingo de 23 a 5am.
Tiempo después con Jorge Pistochi hacen “Mordisco”, que terminaría siendo el nombre del suplemento demencial de la revista Expreso Imaginario. Se sumaban Aldo Pavese y Marta Kelly para poner un disco entero al aire, y sin cerrar los mics dejaban escuchar toda su charla. Claro que la gracia estaba en que eran ellos los que charlaban.
Hasta que en 1974 empieza El Tren Fantasma. En su tímida e introspectiva primera etapa, el programa era musicalizado por Daniel Morano y conducido por Wilmar Caballero, quien unos años después crea “Alternativa” en Radio Antártida, que fue el primer programa en pasar solo rock de acá. Eran todos pibes inquietos y creativos que acabarían sentando las sólidas bases que cimentaron la FM. Una temporada después el programa crece y se suman Sergio Aisenstein, que años después creara el Café Einstein y mas tarde Nave Jungla, otro chico inquieto, mas Rafael Bini un baluarte de la Intelligentzia porteña joven, quien pasados unos años arma Comida China, la banda donde debutan entre otros Hilda Lizarazu y Willy Crook. Con Morano se encargaban de los textos. Consiguen el auspicio de Ginebra Bols y hacen las publicidades también. Pero lo más trascendente es la incorporación del locutor cordobés Omar Cerasuolo, que terminaría imprimiendo a fuego un estilo que sería copiado luego hasta el hartazgo. Cerasuolo ya había ganado hasta un Martín Fierro por la conducción del ciclo de músicas clásicas “Los Intérpretes” con producción de Marcelo Morano, el hermano de Daniel y socio fundador con Daniel Grinbank y Ramiro Amorena de Rock&Pop. Obvio que algo se estaba gestando.
Con estos pibitos El Tren Fantasma vive sus años más gloriosos. Eran todo lo que se debía escuchar, todos éramos sus fans. Gustavo Cerati en medio de su servicio militar iba a ver el programa a la radio, igual que yo, rogándole a Daniel Morano que le prestase algunos discos para grabarlos. En esos días Gustavo tenía una banda que se llamaba Bicicleta.
Es que con El Tren... conseguían canjes de pasajes de Aerolíneas, que juntaban hasta llegar a pagarse un viaje a Londres o a USA, de donde Morano llegaba con 150 discos flamantes. Participó casi involuntariamente de la movida que los inmigrantes jamaiquinos armaron en Londres en la segunda parte de la década. Vio en vivo a The Specials y a Linton Kwesi Johnson, por ejemplo. De ahí trajo para su programa los primeros discos de reggae que sonaron en Buenos Aires. Además de The Clash y los Sex Pistols. Tengamos en cuenta que estábamos con la dictadura en nuestras vidas, así que poner esos discos era casi suicida. Pero a veces ni los anunciaban o los ponían en la lista de temas para evitarse problemas horribles.
“El Tren Fantasma” no ponía canciones de rock argentino excepto las de David Lebón o Luis A. Spinetta. Tenían demasiados discos extranjeros inconseguibles, ahí radicaba su avance entre la joven guardia que esquivaba a los dictadores y sus secuaces.
El tercer tiempo se establece cuando el padre le regala a Daniel una Betamax, extraño aparato que no podemos recordar del todo, pero donde Daniel consigue grabar audios de la televisión. Nacen los separadores con voces de dibujos animados diciendo cualquier cosa. Durante muchos meses solo ponían uno que decía con voz de cartoon “¡...Me chupa el pulpo, me chupa el pulpo, me pulpa el chupo...!” que terminó siendo contraseña de pertenencia al buen gusto entre las chicas.
Ya estamos en 1978. En la FM de Radio Rivadavia la programación desde la mañana era Juan Alberto Badía temprano, al mediodía Marcelo Tinelli hacia un deportivo y a la tarde estaba El Tren Fantasma ya con Anibal Garcia, baterista de Alphonso S´Entrega musicalizando con Daniel. Después del Tren llegaba Pancho Ibañez con un regreso standard.
Ya El Tren Fantasma era grande. Omar Cerasuolo le agarró bien la onda y se empezó a lucir, anunciando delirantemente los temas, incomodando invitados y desgranando su labia señorial en medio de The Gladiators y Elvis Costello post punk. Aparecían voces esporádicamente de Pippo Cipolatti, Luca Prodan, Daniel Melingo, Omar Chabán y demás amigos.
También merced a Mochin Marafiotti, que musicalizaba en Rivadavia y tenía Caño 14, una tarde llevó al Polaco Goyeneche, que copado con El Tren... se sentó junto a Cerasuolo y empezó a presentar los temas de Joe Jackson o de Roland Alphonso como si supiera de qué estaba hablando. Terminó haciéndose una costumbre cada vez que iba a Rivadavia subía al Tren Fantasma. Alberto Locatti y Alejandro Dolina que comenzaba a hacer lo suyo en radio también visitaban el programa.
Durante los dos primeros y gloriosos años de Rock&Pop, cuando sólo se pinchaban discos, el primer programa que Grinbank puso en el aire fue El Tren Fantasma, más por fan que por decisión empresarial. Obviamente me ofrecí a coordinar un poco el aire, nada complicado porque venía grabado, ya en 1985. En una de esas salidas al aire descubrí un bluesman que no conocía y me cambió el oído también, Stevie Ray Vaughan. A él también lo puso por primera vez El Tren Fantasma.
El programa más brillante y elevado que existió en la radiofonía argentina. Que según me dijo Daniel Morano, no murió, lo tiene en un montón de cajas en su estudio.
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Y la revista cronopios??????
ResponderEliminarEl tren, fantasma. El Falcon, tampoco existe.
No sabes lo que te perdiste! Nunca supe que onda era la Cronopios. ¿Y la Pinap? Pero el Falcon pincho con un "miguelito" en Parque Patricios el domingo pasado y lo desguasaron por catramina... Horacio de Bernal.
ResponderEliminarDebo reconocer que no me acuerdo la cortina de aquel entonces.. ¡la vejestud! Pero igual ¿quien puede descubrir los autores jamaiquinos donde urgaban Morano y sus amigotes? Podrias revisar The Skatalites.. y si no eran de Jamaica eran los ingleses The Specials. Abrazo grande. Horanosaurus.
ResponderEliminar"El Tren Fantasma: Una embajada en su vida".
ResponderEliminarUno de los programas que hicieron que hoy yo sea quién soy ---otros fueron "Sonrisas/Frecuencia 2000" con Graciela Mancuso (y en particular la sección "La Zona Fantasma" ---parece que había algo con el tema de la fantasmática--- a cargo de Roberto Petinatto) y 9 PM con Lalo Mir y la Negra Vernaci. [Podría agregar "Cuero Pesado" pero lo escuchaba para odiarlo, je je]
Ah, y el espectacular Alfredo Rosso, que en otro programa de Mancuso en Rivadavia te metía temas rarísimos de 20 minutos o grupos de rock húngaro.
La radio ya no es lo que era...
Me tienta darte la razon sobre la radio pero no puedo opinar sobre la radio argentina hoy como fuente de informacion sobre musica porque me aleje de ella paulatinamente. Uno de los motivos ha sido toda esa generacion de conductores esnobistas que se la saben todas y se rien de los demas jugando a ser los mas piolas (en algun lado los llamo la "generacion CQC"). Y que cada vez haya menos originalidad en la musica contemporanea. Las dos ultimas cosas que me llamaron la atencion fueron "El intruso" conducido por Marcelo Morales, gran buceador de jazz y musica alternativa (a veces demasiado exotica). Y a pesar de pertenecer a aquella generacion algun programa de Bobby Flores, que difunde varios generos a los que aporta buen bagaje de conocimientos. Abrazo grande. Horanosaurus.
ResponderEliminarHola Horanosaurus, muy buen post. Creo que respecto a eso que comentás de cómo poner en circulación esas cintas, tal vez sería una buena idea que te vengas a un grupo de Facebook que se llama El tren fantasma vuelve, entre cuyos seguidores esta el mismísimo Daniel Morano. Allí se ponen canciones emblemáticas de ETF, e incluso algunos han subido programas grabados. Es posible que si comentás esa cuestión de pasar cinta a mp3 (el formato digital más conveniente) alguien de allí te eche una mano. Saludos.
ResponderEliminarTe agradezco el elogio, Luis. Pude resolver el problema... fijate en la mas reciente entrada "El tren fantasma: grabaciones imperfectas" de este blog.. despues de quemar neuronas pude al fin pasar las grabaciones a mp3 y las colgue del blog.. de ahi podras disfrutar unas horas de nuestro viejo "programa insiginia"! Lastima que no tengo facebook (es demasiado para mi locura diaria). ¿Se supone que ETF vuelve en serio? Abrazo grande. Horanosaurus
ResponderEliminarChe se murió Omar Cerasuolo.
ResponderEliminarsi.. con 70 años.. sin que suene desmerecer su carrera en absoluto, termino siendo emblematico de la poesia y el folklore.. en el Tren cumplia otro papel..
ResponderEliminarhttp://www.lanacion.com.ar/1870179-omar-cerasuolo-en-la-radio-la-poesia-se-quedo-sin-voz