El colmo de la soberbia: estos tipos, por si fuera poco, se creen patriotas y merecedores del bronce. Acá se trata de Julio De Vido, ministro kirchnerista de Planificación Federal desde hace 12 años. ¿A quién le puede echar la culpa de desequilibrios e ineficiencias? La editorial del diario La Nación resume una faceta de esta triste etapa anti-republicana de la historia argentina, la del populismo kirchnerista que critica a los 'buitres' internos que nunca quiso enjuiciar y paralelamente beneficia a sus amigos Báez, López, Electoingeniería y otros. Es importante no dejar de leer la columna previa del propio Julio De Vido en Página 12, porque bien vale analizar sus alegatos para concluir mejor. Horanosaurus.
Un ministro incompetente
La corrupción y la ineficiencia se han fundido en la gestión de Julio De Vido, quien convirtió la cartera a su cargo en un ministerio de falta de planificación. La Nación Editorial. 20/09/15.
La corrupción y la ineficiencia se han fundido en la gestión de Julio De Vido, quien convirtió la cartera a su cargo en un ministerio de falta de planificación. La Nación Editorial. 20/09/15.
El kirchnerismo
ofrece una incesante demostración de las deformaciones que produce la
eternización en el poder. A pesar de esa monotonía hecha de abusos
institucionales, agresiones retóricas y desaguisados administrativos, hay un
ministro que ha logrado, en los últimos días, destacarse. Es Julio De Vido,
quien publicó un texto tan incoherente desde la perspectiva argumental que
merece ser incorporado a una colección del realismo
mágico.
Como
si se refiriera a su propia gestión en un rapto de sinceridad, De Vido título
su artículo, publicado en Página 12,
"Zonceras energéticas y el fin de los espejitos de colores".
Renglón tras renglón, se aglomeran insultos, afirmaciones exaltadas entre
signos de admiración y oraciones en las que se echa de menos la elemental
coordinación de sujeto y predicado.
El
ministro habla de una misteriosa energía que no figura en los libros de física,
y que él denomina "nacional, popular, federal y democrática". En una
nota que iba a referirse a cuestiones energéticas, pierde el hilo y se queja de la "politización de las
inundaciones". Como si el padecimiento de innumerables argentinos que
ven sus hogares anegados no fuera un hecho político, por cierto lamentable,
cuya raíz está en la desidia que él, como ministro, comparte con otras
autoridades nacionales y provinciales. Y, dominado por una pulsión
autodestructiva, vuelve a defender a las
constructoras de Lázaro Báez, sospechadas de una gigantesca operación de
lavado de dinero en combinación con las empresas hoteleras de la Presidenta.
De Vido se
queja de que un "golpismo mediático-judicial" pretenda "la
alineación internacional de los precios de los hidrocarburos". Es una
denuncia desopilante. Primero, porque la formula el ministro que, gracias al déficit de reservas energéticas
que provocó su falta de previsión, condenó al país a importar gas con costos
siderales. Esta alocada receta no sólo determinó que proveedores
internacionales formularan fundadas denuncias de corrupción que el ministro
nunca contestó. También condujo a un problema macroeconómico: la razón
principal de la falta de dólares que estrangula la economía argentina, y que
obligó a un recesivo cepo cambiario que impide importar insumos para la
industria, es la necesidad de comprar combustibles en el exterior a la que
llevó la mala praxis en la gestión.
El
otro aspecto insólito de la queja de De Vido es que echa en cara a esos
imaginarios "golpistas" la pretensión de alinear los precios de los
hidrocarburos con los que rigen en el mundo. Es decir: les reprocha que
defiendan que, cuando el petróleo y el gas se derrumban, en la Argentina
también se vendan más barato. En vez de prestar ese beneficio a los
consumidores argentinos, el Gobierno
sigue subsidiando a las empresas petroleras, que reciben 75 dólares por
barril, cuando en el resto del planeta cobran 50 dólares.
Otra de las
"zonceras" de De Vido es reprochar a sus críticos pretender "la
entrega lisa y llana de Vaca Muerta", cuando
ha sido el kirchnerismo el que suscribió con la multinacional Chevron un
acuerdo tan beneficioso para explotar ese yacimiento que le da vergüenza
hacerlo público. El funcionario también sostuvo que el gobierno de la Presidenta y de su esposo realizó el plan de infraestructura más importante desde 1810, cuando por culpa de la imprevisión del kirchnerismo hubo que lamentar varios accidentes ferroviarios, uno de los cuales costó 51 muertes y cientos de heridos. Esa tragedia motivó que se pidieran varios años de prisión para los ex secretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi. De Vido, en cambio, quedó a salvo de eso y ni siquiera fue llamado a indagatoria, gracias a una vergonzosa negociación judicial.
Por culpa de la misma
incompetencia, compartida con las autoridades de la provincia de Buenos Aires y
de la municipalidad de La Plata, en esta ciudad se produjo en 2013 una inundación que ocasionó 89 muertes,
de las cuales se pretendió ocultar 39.
De Vido
ostenta el curioso récord de gestionar tan mal las telecomunicaciones que la
Argentina es el único país en el que se vuelve a recurrir a la telefonía fija
por el colapso del servicio celular.
No hace
falta calificar el modo en que administró la obra pública. No sólo está viciado por numerosísimos indicios de
corrupción. También, por la ineficiencia: muchísimas obras anunciadas no se
hicieron. Entre los casos más patéticos está el soterramiento del ferrocarril
Sarmiento, que se prometió por lo menos siete veces.
Carente de
razones técnicas para refutar a sus críticos, agravió a varios profesionales
basándose en antecedentes personales que a él le suenan reprochables. El artículo del ministro parece un largo
informe de Inteligencia, propio de los regímenes autoritarios. Así,
aprovechándose de que ocupa un cargo relevante, insulta a varios especialistas
por haber sido funcionarios de gestiones anteriores. La imputación más
frecuente es haber servido a gobiernos de facto o a políticas de corte liberal.
Es una recriminación inesperada: uno de
los principales asesores de De Vido es José Roberto Dromi, quien fue
intendente de Mendoza durante el gobierno militar y ganó notoriedad como
cerebro de las privatizaciones de Carlos
Menem, aplaudidas en su momento por Cristina Kirchner. De Vido no menciona a
Dromi.
De todos
modos, el trance más doloroso por el que atraviesa el ministro de "falta de planificación" no ha de ser la
objeción de expertos o funcionarios de gobiernos anteriores. La carga más pesada es la sanción de la
Presidenta, a quien no se cansa de elogiar. El juicio de valor de Cristina
Kirchner sobre la gestión de De Vido está expresado en que le ha ido quitando
casi todas sus responsabilidades. El área de Energía está en manos de Áxel Kicillof, quien la maneja a través de
su segundo, Emmanuel Agis, y de la secretaria Mariana Matranga. Transporte fue anexado al Ministerio
del Interior, a cargo de Florencio Randazzo. Y las telecomunicaciones son controladas por La Cámpora, a través de
Norberto Berner. Convertido casi en un desocupado, es comprensible que De Vido
intente una defensa del Gobierno, deshilvanada y agresiva. Es la manera de
ocultar el ocaso prematuro al que lo condenó la Presidenta.
BONUS TRACK 2016: ¿en qué se parecen Macri y Cristina K? Vergonzosos subsidios a las petroleras...
Impulsar las energías limpias y renovables
Por Fernando
"Pino" Solanas (senador nacional por el Proyecto Sur). 28/02/16.
http://www.clarin.com/opinion/Impulsar-energias-limpias-renovables_0_1530447272.html
http://www.ncn.com.ar/28141/
http://infosur.info/video-solanas-macri-continua-la-politica-corrupta-de-subsidios-de-cristina/
La baja
mundial del precio del crudo le ofrece a la Argentina la posibilidad única de
recuperar los activos hidrocarburíferos y su renta. A contramano de lo que
sucede en el mundo, el precio de los combustibles en el país subió y las petroleras reciben millonarios e
injustificados subsidios anuales por
encima del precio internacional, que
equivalen a tres o cuatro presupuestos nacionales de salud y a seis de la
Asignación Universal por Hijo.
BONUS TRACK 2016: sospechas confirmadas...
La Nación 117/09/16. Por Carlos Pagni. La UIF
(Unidad de Investigación Financiera) denunció que Cristina Kirchner y su esposo
cobraron por sus ahorros tasas de hasta el 47%. Se las pagaba la familia
Eskenazi, dueña del Banco de Santa Cruz. El matrimonio agradeció con creces. En
2007 Néstor Kirchner forzó a Repsol a ceder a Enrique Eskenazi 25% de YPF. A
cambio Repsol recibiría los dividendos que Eskenazi cobraría en YPF. Esta
deliciosa maniobra, desconocida en la historia del capitalismo, le valió a
Eskenazi el título de "experto en mercados regulados".
Murió Kirchner y
cambió todo. La viuda creyó que el 25% de YPF le pertenecía. Por eso rompió con
los Eskenazi y estatizó las acciones de Repsol. Las de Eskenazi quedaron para
los acreedores. Quizá Cristina Kirchner, enojada y todo, les haya hecho otro
regalo incalculable: como estatizó de mala manera, los Eskenazi iniciaron un
reclamo judicial en los Estados Unidos a través del fondo Burford Capital, que
pretende cobrar más de U$S 3000 millones. Exponentes de un tipo de empresario
que sólo hace negocios sin plata, los Eskenazi reintrodujeron en el país una
especie que se creía extinguida: los buitres.
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