Pasaron
unos añitos de mis críticas contra el desmanejo del gobierno K en variados aspectos de la administración pública (ver abajo links a entradas anteriores). Entretanto, el multimedios Clarín ya no es aliado del presidente Néstor
Kirchner ni de sus herederos y terminó siendo declarado 'enemigo público número uno'. Hugo
Moyano, el jefe vitalicio de la CGT, dejó de ser un incondicional del oficialismo: no agita más banderas en los actos con Cristina Kirchner ni acepta su política
económica y laboral a libro cerrado, como antaño. Ahora le muestra los dientes. Lejos está
un ciudadano común de poder conocer los motivos profundos de semejantes
cambios, pero uno intuye que la respuesta ronda el famoso axioma "son los negocios,
estúpido": políticos corruptos que se burlan de las necesidades de sus
representados y de la democracia. Las 'focas aplaudidoras' oficialistas y la
militancia rentada no preguntan demasiado.
Luego de estos diez años de crecimiento sin desarrollo que pasarán a la historia como "la década robada", el
modelo kirchnerista está en retirada. Apenas bajó algún punto pero se mantuvo sobre el
30% el perverso trabajo en negro en la Argentina, sin que el ministro de
Trabajo, Carlos Tomada, muriera de verguenza o abandonara su cargo.
Se
mantuvo el problema del trabajo precarizado en la mismísima Administración
Pública Nacional pero ahora el
Gobierno promete incorporar 7500 agentes contratados a planta permanente. En
rigor de verdad, el proceso comenzó durante 2013 en varias reparticiones, pasándolos a la denominada Ley Marco del Empleo Público Nº 25164 en una condición llamada "planta
semipermanente" o transitoria: una especie de paso intermedio a la
estabilidad laboral, con mayores derechos aunque no plenos. A la vez, por
fin, se abrieron concursos de acuerdo al reglamento establecido en el SINEP
(Sistema Nacional del Empleo Público-Decreto 2098/08) para obtener puestos en planta
permanente o poder ascender, lo que supone más transparencia y menos impunidad.
Otro avance que se produjo últimamente y debe destacarse es el aumento de la oferta para la
capacitación de los empleados públicos. Ellos están obligados a cubrir horas anuales de capacitación para poder moverse horizontalmente (un modo de ascender) de la mano de su antiguedad. El empleador (el estado argentino) durante años obvió brindarles los medios necesarios y ahora se revierte la situación.
Son reparaciones parciales de los daños que el kirchnerismo hizo a las instituciones. Que los concursos sean una maniobra para acomodar a militantes de la agrupación política rentada La Cámpora es quizás parte de la
verdad (ver artículo de Carlos Moreno más abajo... aunque yo no confiaría tanto
en las razones del fascista Manuel Solanet). Todavía queda mucho
para jerarquizar los planteles del personal estatal y volver a profesionalizar y depurar sus filas, pero no quiero ser pesimista
con el paso que da el gobierno para respetar las leyes. ¿Porqué si tienen esta voluntad tardaron tantos años? Eso no lo entiendo. Horanosaurus.
Por Mariano Obarrio | LA NACION 07/05/14. El gobierno de Cristina Kirchner sigue creando empleo. El ministro de
Trabajo, Carlos Tomada , anunció ayer con bombos y platillos
que la administración pública
nacional incorporará antes del 31 de diciembre próximo 7500 nuevos empleados públicos a la planta permanente,
provenientes de la planta transitoria y de contratos temporarios, muchos de los cuales pertenecen
ahora a los jóvenes de la agrupación La Cámpora. Esos nuevos agentes,
afines al kirchnerismo, obtendrán así estabilidad laboral y no podrán ser
despedidos. Esto ocurre justo cuando faltan sólo 19 meses para que Cristina
termine su mandato. Será parte de la herencia para el futuro presidente.
Los 7500 nuevos empleados se sumarán a la dotación de 376.145
cargos de planta permanente que acumuló el gobierno kirchnerista en la
administración pública nacional en 11 años y
cuya masa salarial prevista para 2014 ronda los 85.000 millones de pesos.
La novedad fue parte del convenio que la
Presidenta cerró ayer en la Casa Rosada con el Frente de Gremios Estatales (FGE) tras las negociaciones paritarias por
el aumento salarial de los empleados públicos, que se fijó en un 28,15% para 2014. Cristina
Kirchner suele exhortar a los jefes sindicales que moderen sus pedidos de subas
de sueldos en aras de preservar las fuentes de trabajo. Eso fue lo que hizo el
titular de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez, junto
a los 16 gremios que integran
el FGE: reclamaron y obtuvieron el "descongelamiento de 7500 vacantes
en la administración pública central", que serán "cubiertas antes del
31 de diciembre" próximo. Tomada y Rodríguez hicieron el anuncio en la
Casa Rosada.
El incremento salarial para los afiliados
al FGE, del 28,15%, se dividirá en dos tramos acumulativos del 16,5% para junio, y otro 10% en
agosto. Cristina Kirchner celebró el acuerdo al inaugurar luego una sede de
Facebook. "Frente a todos los pronósticos apocalípticos que decían que no
iba a haber paritarias, de que nadie cerraba, vamos por la undécima negociación
paritaria", señaló.
La suba estuvo por debajo del 30%, como en
el caso de construcción y metalúrgicos, entre otros. Es lo que pretende la
Presidenta para procurar que los aumentos de salarios no repercutan
dramáticamente sobre la inflación. Sin embargo, Cristina Kirchner aumentará el
gasto público con nuevos empleados de planta, lo cual también presiona sobre la
suba de precios vía emisión monetaria.
Según confiaron a LA NACION en la Casa
Rosada, los 7500 nuevos
agentes se agregarán al Sistema
Nacional de Empleo Público (Sinep) y
saldrán de los contratos temporarios actuales, cuya masa salarial
presupuestada es de 10.000 millones de pesos en 2014. Son entre 30.000 y 40.000
contratos temporarios, pero el Gobierno no lo informa. En la actualidad, esos contratos pueden ser dados de
baja sin indemnización. Pero
al incorporarlos a la planta permanente, se les dará estabilidad y no pueden
ser despedidos. Se trata en su
mayoría de empleados alineados políticamente con el gobierno de Cristina
Kirchner, en su mayoría de La Cámpora, que serán efectivizados cuando falta
un año y medio para terminar su mandato, en 2015.
Los 7500 nuevos empleados se agregarán a
la planta permanente de 376.145 agentes públicos nacionales cuya masa salarial es de $ 85.000 millones, según informaron
a LA NACION auditores de la Asociación
del Personal de Organismos de Control (APOC), que dirige Hugo Quintana y
que editan www.elauditor.info.
Andrés Rodríguez, de UPCN, dijo: "El
acuerdo nos cierra a pesar de la inflación. Estamos en el mismo nivel que el
sector privado. Además, no hubo cifras no remunerativas que puedan distorsionar
las escalas salariales".
Clarín 25/01/14. Por Carlos Moreno. Se llena la boca
con la década ganada pero para él ese período fue, en realidad, la década
obsequiada, un regalo del cielo. Regurgita con método lo del crecimiento con
inclusión social porque así le ocurrió en el terreno particular: sus
ingresos crecieron con ímpetu y se encuentra incluido en un proyecto político que lo
mantiene a prudente distancia de toda angustia económica sin demandarle como
contraprestación sudores extremos.
Es el
empleado público militante, que
se apoltronó en su oficina refrigerada de la mano del kirchnerismo por su
adhesión más que incondicional al Relato, y cuya principal función consiste en
mantenerlo vivo al menos en su ámbito de trabajo. El conchabo es un premio a una rústica ideología, mezcla
rara de estatismo a ultranza, declamación de los derechos humanos, izquierdismo
vociferado, mucho Rosas, Castro y Chávez y un toque de malas palabras y eses
omitidas como certificado de pertenencia al campo nacional y popular.
A cambio, cumple con una práctica laboral
que, en general, desconoce la exigencia, percibe un sueldo más que decente –ni
hablar si se trata de funcionarios- y ciertas prebendas propias de la
administración pública como largas
vacaciones, un menú variado de licencias, feriados en montón y horario de lo
más comprensivo. El logro que más recuerda es su
pase a Planta Permanente, lo que le otorgó un salvoconducto que -él está decidido- culminará en la
jubilación.
En un país ya medio acostumbrado a que la
estadística no sea una auxiliar de la ciencia sino un instrumento de la
política, los números van a los tumbos. Pero la
tendencia es irrefutable. Según la consultora Idesa, entre
1997 y 2011 la cantidad de empleados públicos por todo concepto pasó de 720.000
a 1.500.000 aproximadamente.
La tasa de crecimiento del rubro fue del 5 % anual, mientras el de la población
era del 1 % por año. De acuerdo al economista
Manuel Solanet, la planta de empleados públicos en sus tres niveles
–nacional, provincial y municipal- pasó de 2.100.000 en 2003 a 3.200.000. En la década, el empleo público creció
en un orden cercano al 50 %.
Según cifras oficiales, consignadas por el
diario La Nación,
la Administración Pública Nacional pasó de tener una planta de empleados de
115.000 en 2007 a 400.000 en 2014. Hay
algunas dependencias estrella: el ministerio de Salud contaba con 3.781 empleados
en 2004 y llega a 11.630 por estos días.
Como no es difícil concebir, estas tendencias acromegálicas estuvieron acompañadas por un descenso
marcado en el empleo privado. El desaliento a la inversión que no militara en
el capitalismo de amigos achicó a ese sector que suele dinamizar el empleo
genuino.
Porque no nos engañemos, el empleado público a esta escala de desmadre es
nuestro gigoló. Su mullida
comodidad la mantenemos entre todos a través impuestos cada vez más altos y más
asfixiantes. Y esa supuesta inversión no nos rinde otros frutos que el
contemplar su buen vivir. Porque tanto en Salud, como en Educación, Seguridad,
Transporte y obras de infraestructura la década ganada fue rifada a la marchanta.
Pero ahora, con El Néstornauta fallecido, el proyecto de Cristina Eterna sepultado por una realidad tan
distinta al Relato, con Máximo sin el más leve indicio de buscar maximizarse en
la política y el declamado Relato sin sucesor claro salvo el autopostulado pero
tan sospechado Scioli, nuestro antihéroe percibe un futuro medio
tembleque y se dispone a librar la madre de todas las batallas:
mantenerse en el puestito. Para cobijar sus privilegios de las inclemencias de
los nuevos tiempos está dispuesto a casi todo, la
épica y el combate si es necesario, y hasta mudar de discurso
si los nuevos vientos llegaran a exigirlo Por eso, nuestro empleado público -no
hay definición más precisa- hoy
se apresta a resistir los embates de la Derecha. Derecha que engloba desde
el PRO hasta el Partido Obrero, pasando por el radicalismo, el UNEN y los
varios peronismos que se han ido desgajando. Acosado así por destituyentes de
toda laya, por corpos fantasmagóricas y todopoderosas, más
la persistente ofensiva del FMI y el Consenso de Washington, el antihéroe vive horas exasperadas.
Sin embargo, reposa en una tranquilidad
última: si, como suele ocurrir a repetición en el país, el peronismo vuelve a
ganar las elecciones, sabe que sus nuevos patrones sabrán valorar su rápido
viraje de opinión y el estreno de una visión crítica de la década. Y así, casi
sin necesidad de renunciar a más viscerales convicciones y con un toque
levísimo de travestismo, seguirá firme en la nómina.
Por
Jorge Lanata. Investigación: JL / María Eugenia Duffard / Amelia Cole. Clarín
02/05/14. Resumen caprichoso para invitarlos a leer la nota completa:
* “El
salario promedio entre 2004 y 2014 tiene un poder real equivalente a la mitad
de lo que tenía en 1975”, Tamara Seiffer, doctora en Ciencias Sociales,
investigadora del Conicet (-1-).
* Según
la CGT Azopardo, la tasa real de desocupación en 2013 fue del 18,2%; según el
INDEC es de 6,4%.
* Los trabajadores en negro, según el mismo INDEC, son el 33,5%
de los asalariados.
* El 75% del total de los trabajadores gana menos de $ 6.500
por mes, la mitad del total de ocupados cobra menos de $ 4.040 y el 25% de los
ocupados (4 millones de
personas) gana menos de $ 2.500
mensuales (-2-).
* En
2003 el nivel de desocupación era altísimo: 2.394.000 sobre 12.933.000 ocupados
en una Población Económicamente Activa (PEA) de 15 millones de personas. En el 4to. semestre del año pasado, según datos del Ministerio de Economía, los
ocupados son 16.086.000 personas sobre un total de población activa de más de
17 millones. Los desocupados, en 2013, llegaron a 1.069.000 (...) en
2013 apenas 54.000 personas se sumaron al mercado laboral, mucho
menos que las 261.000 del año anterior.
* Hoy 1.900.000 reciben la Asignación Universal por
Hijo y el 23% de los hogares en Argentina recibe algún tipo de asistencia
social, pero esa asistencia también se precarizó (actualmente es de $ 460).
Hoy, para tener el poder adquisitivo de lo que generaba el Plan Jefes y Jefas
(en 2002 bajo el gobierno de Duhalde) se
necesitan 2 Asignaciones y un Plan Progresar. La AUH cubre apenas el 45% de la
canasta básica si se tienen en cuenta los índices oficiales o apenas el 11% si
se toman los parámetros de otras mediciones. El salario mínimo, vital y móvil
se ubica hoy por debajo de la canasta básica que plantea el propio Gobierno en
$ 4.000, lo que da un nivel de pobreza del 11%.
* Mientras
el Gobierno trata de sacar un “Proyecto de Promoción del Trabajo Registrado y
Prevención del Fraude Laboral”, el propio Estado fomenta la informalidad con
contratos precarios y aumentos “no retributivos”, que no serán respetados a la hora de
pagar las jubilaciones. La máxima expresión de esa paradoja del Estado
evadiéndose a sí mismo se da en el Ministerio de Trabajo: gran parte del personal de la oficina
encargada de controlar el trabajo en negro, está
en negro (...)
* El
corazón del proyecto oficial propone que las microempresas que estén en
situación de vulnerabilidad tendrán una reducción por 24 meses de la mitad de
los aportes patronales (...) el proyecto oficial parte de otro error: pensar que la
disminución de las cargas patronales o la precarización del empleo hará que las
empresas tomen mayor cantidad de personal (-3-). Los políticos no vienen de la vida
real: ninguna empresa, por pequeña que sea, tomará más personal por el hecho de que salga más barato hacerlo. Lo
harán sólo con el estímulo de mayores ventas (...) continúa en link
(-1-) Horanosaurus: justamente, alguna vez leí que el gobierno durante el cual la mayor proporción del PBI argentino fue repartido a los ingresos de los trabajadores fue el de Isabel Perón, aunque pueda sonar extraño por sus circunstancias políticas.
(-2-) Horanosaurus: si pasa el tiempo y la inflación cambia los parámetros, como referencia podríamos decir que el valor real de un dólar en la Argentina ronda los $ 10 actualmente.
(-3-) Horanosaurus: el mismo razonamiento que aplicó el maldito menemismo, que redujo al 50% los aportes patronales al Estado. Debe tratarse de una cretinada o un desconocimiento imperdonable de la realidad de nuestros políticos.
Entradas anteriores relacionadas:
A.P.N. Administración Pública Nacional del subdesarrollo IV: me dijeron que en el Reino del Revés...
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