Luego, tienen el capítulo 1: “Rock argentino”.
En el tintero me quedan:
Cap. 4: Jazz & Jazz-fusion.
CAP. 3 - Pop, rock & progresiva-parte 1
Considerado muy livianitos por el incipiente mundo rockero de la época,
igual que The Carpenters, este grupo pop de los hermanos Wilson produjo melodías
y armonías vocales extraordinarias que coqueteaban con el woo dop y que algunos
llegaron a comparar con las de los Beatles. Fueron un producto californiano
surgido en 1961, identificados con la cultura playera del surf, los autos y la
joda previa a la psicodelia y el hippismo.
Si excluyera a los Beach Boys de esta secuela discográfica dejaría de
recomendar un sonido super original que puede ser del gusto de muchos oídos
finos. Si buscan información en la web sobre este disco producido por el famoso
Phil Spector- que fue su pico creativo- podrán comprobar fácilmente que fue
considerado uno de los tres más influyentes de la música moderna. Paul
McCartney dijo que Pet Sounds es “el clásico del siglo” y que lo influenció en
la grabación de “Sargent Pepper´s”.
El derrotero artístico y humano de los Wilson –en particular el de su
líder Brian, esquizofrénico, paranoico y perfeccionista obsesivo en las salas
de grabación- merece leerse una buena biografía por eso tan remanido de que el
dinero y el éxito no hacen la felicidad.
Para un aprendizaje efectivo, les recomiendo ver con urgencia el documental “Echo in the Canyon” (2019). Jakob Dylan, el hijo de Robert Allen Zimmerman (más conocido como Bob Dylan), se propuso rescatar del olvido el nacimiento del folk rock o, en sentido más amplio, el “California sound”, mientras sobre el Atlántico en Nueva York el papá sembraba su propia versión. Justamente, intenta ilustrar el ruido que hicieron grupos como The Byrds y Buffalo Springfield (los predecesores de Crosby, Stills, Nash & Young), The Mamas & The Papas y Brian Wilson y sus Beach Boys. Por algún raro y desconocido motivo, Joni Mitchell quedó afuera del revival. El título del film proviene del epicentro de la movida, Laurel Canyon, un valle serrano aledaño a la ciudad de Los Angeles, entre los años 1965 y 1967. Se puso de moda por su clima relajado y bohemio. Músicos y artistas con algo de éxito se compraban casas y compartían los dulces albores del hippismo, el sexo libre y los primeros humos. Era el ambiente optimista previo a la psicodelia, el club “de los 27 o de las J” (Jimi Hendrix, Brian Jones, Jim Morrison, Janis Joplin) y la locura del clan Manson. Dylan Jr. entrevista a músicos norteamericanos que sobrevivieron y también a Eric Clapton, Ringo Starr y otros ingleses que llegaron a compartir la movida, reconociendo influencias mutuas. Con un combo conformado por gente de la Generación X (Beck, Regina Spektor, Fiona Apple, Cat Power, Norah Jones), Dylan Jr. rescata clásicos significativos de aquellos autores y les da nueva vida. Resulta un banda de sonido excelente que volveré a recomendar en el capítulo de dedicado a soundtracks.
*Burt Bacharach - “The Burt Bacharach collection-The look of love” (1970)
Descubrí esta recopilación hace poco, curioseando luego de reescuchar el disco que hizo el gran Elvis Costello con Bacharach en 1997 a modo de homenaje (“Painted from memory”, una gema que comentaré más adelante). Los temas seleccionados, interpretados por los cantantes que los hicieron exitosos (Aretha Franklin con la imbatible “I say a little prayer”, Dionne Warwick en “Do you know the way to San Jose?” o “I´ll never fall in love again”, Sandie Shaw, Tom Jones o The Carpenters cantando “Close to you”, etc.) comunican el espíritu de la época, son casi una pintura de la música que muchos escuchaban, un poco más allá de lo corriente. Johnny Mattis, Barbara Streisand, hasta The Beatles y The Pretenders versionaron o cantaron temas de Bacharach, también. Algo sabía el tipo.
*CQC – “Lo mejor del soul clásico” (1997)
Muy parecido al clima de estos discos pero contenido en uno, igualmente intenso y altamente recomendable es “The best of the Rosko Show” (1973), otro de Atlantic Records. Fue un clásico que escuchaba en vinilo todo el mundo en Buenos Aires, por aquellos años. También contiene a Otis Redding, Aretha Franklin, Wilson Pickett y Percy Sledge más Dionne Warwick, Sam & Dave y otros. Rosko es un DJ norteamericano blanco hoy mayorcito, innovador en su forma de presentar y enganchar novedades musicales en programas de la radio pirata Caroline, que transmitía desde un barco frente a las costas británicas. Después estuvo años en la famosa Radio One inglesa. Era oído por millones, a fines de los sesenta y comienzo de los setenta. Las aventuras de Rosko –autodenominado The Emperor- y sus amigos inspiraron la divertida comedia “The boat that rocked” (o “Radio Pirata”) de 2009 y su personaje lo hizo Philip Seymour Hoffman. Búsquenla!
Quien se interese por el auténtico soul tiene que empezar por escuchar estos discos, después sumergirse en los sucesos de estos solistas y grupos y agregarle unos pocos más que quedaron afuera y son insoslayables: Marvin Gaye, Smokey Robinson, The Supremes con Diana Ross, The Marvelettes, The Four Tops, The Isley Brothers y The Temptations cuyos éxitos no entraron en estas preciosas selecciones supongo que por pertenecer a otra discográfica: la mítica Motown.
El sello Motown fue una compañía de Detroit-USA, primero conocida como Tamla, que agrupó a artistas negros de soul de primer nivel, cuando nadie los conocía. Puede interpretarse que su visionario dueño, Berry Gordy, adaptó a la música moderna de raza negra norteamericana al gusto blanco y la masificó. La discográfica contaba con músicos de sesión especializados y autores permanentes para apuntalar a las estrellas contratadas. No en vano surgió el famoso latiguillo usado por tantos críticos musicales, llamando al combo “sonido Motown”. Reclutaron por ej. a los genios precoces Steve Wonder y The Jackson 5, con un tal Michael Jackson. Más tarde apostaron al funk de los grupos Parliament y Funkadelic.
*Marvin Gaye – “What’s going on” (1971)
Para tener un panorama más amplio de Gaye pueden apelar a la recopilación “Anthology” (1995). Seguramente muchos temas los reconocerán por las versiones hechas por otros artistas. Por ej. “Let´s get it on”, “(Sexual) healing ” o “I heard it through the grapevine” (fue excelente el cover de Creedence Clearwater Revival), etc. Luego de una vida bastante accidentada que incluyó drogas a rolete e intentos de suicidio, Gaye murió a los 44 años en 1984: lo mató de unos cuantos balazos su propio padre, un fundamentalista religioso. Quevaser!
*Bob Dylan – “Greatest hits” Vol. 1,2,3 (1994)
**Simon & Garfunkel – “Old friends” (1997)
Otra posibilidad para conocerlos sería escuchar “Simon & Garfunkel collection” (1981) pero debe ser más difícil de conseguir, es doble y contiene un muestrario de 17 bandas. “Greatest hits” (1972) es un solo CD y abarca menos aún.
S&G empezaron a tocar juntos en una escuela del barrio Forrest Hill (Queens-Nueva York-USA) en 1955. Intentaron mil ondas y cosas sin éxito y en una de sus reuniones se convirtieron en un típico dúo de guitarritas acústicas folkie haciendo temas intimistas de boliches nocturnos, a la manera de nuestros Sui Generis. Terminaron pegándola con el disco “Sound of silence” (1966) que incluía versiones algo más electrificadas de canciones ya publicadas, para tener más gancho. Luego llegaron más arriba aún con “Bridge over troubled water” (1970). Entre sus influencias mencionaban al grupo Everly Brothers y sus letras hablaban de alienación y soledad urbanas de fines de los sesenta, a tono con las películas “Cowboy de medianoche” (1969) y “El graduado” (1967), ambas protagonizadas por Dustin Hoffman, que incluyeron temas de Simon, justamente, el mentor de las canciones del dúo.
Sus temas irremediablemente necesarios son “The sound of silence”, “El cóndor pasa-If I could” (una adaptación del tema tradicional andino), “Mrs. Robinson”, “Homeward bound”, “Bridge over troubled water”, “Scarborough fair”, “For Emily”, “Feelin´groovy”, “America” y “A hearth in New York”, con los que vendieron millones. ¡Que melodías! Seguramente las conocen y merodean en algún rincón de su cabeza. Después de Simon & Garfunkel, CSN&Y y Bob Dylan, el folk-rock no tiene más secretos.
Por ser Paul Simon también un exponente importante de la música de fusión y la world music, me pareció coherente comentar aparte -en el capítulo 2. “Folklore argentino, sudamericanos & world music”- su excelente disco solista “Graceland” (1986), inspirado en la música sudafricana. El inquieto Simon incursionó también en el gospel y la música del altiplano con el grupo Urubamba y Uña Ramos (juntos habían remozado/hurtado el tradicional “El cóndor pasa” y otros): escuchen el vivo “Live rhymin” (1974), que resume todo. En “The rhythm of the saints” (1990) agregó más temas de raíz sudafricana, percusión e influencias baianas, sumando a Milton Nascimento, entre otros. En “Song from the capeman” (1997) se juntó con Rubén Blades, abordó ritmos latinos y reflotó la música negra de los 50s. No siempre tocó las alturas exitosas de “Graceland”, claro. Produjo una interesante seguidilla pop con vuelos jazzeros en “Stills crazy after all this years” (1975), “Hearts and bones” (1983) y “You´re the one” (2000). Art Garfunkel, por su parte, tuvo una vida artística variada pero menos exitosa, con incursiones en cine y varios discos en su haber.
*B. B. King – “King of the blues” (1992)
Pasemos de un volantazo al blues. ¿Qué puede agregarse de este inmenso
guitarrista al que muchos consideran uno de los mejores del mundo? Es conocida la anécdota de su guitarra Gibson
acústica que rescató arrebatadamente de un incendio en un boliche de Arkansas,
en 1949. La bautizó “Lucille” a los pocos días, inspirado en una mujer por la
que peleaban dos parroquianos. Después, llamó de igual modo a todas sus Gibson eléctricas
modelo ES-355.
El sonido que Riley Ben King (Mississippi-USA, 1925-2015) les arrancaba es
tan característico y particular que lo podemos identificar hasta escuchándolo
abajo del agua. Por si fuera poco, le agregaba su hermosa e imbatible voz negra
y un feeling incomparable. El blues suena en su estado natural y definitivo,
como el reggae desde las tripas de Bob Marley. Las bateas de disquerías, donde
dice “BLUES” o “Rythm and blues”, deberían contener únicamente los discos de
B.B. King y algunas muestras de Steve Ray Vaughan, Buddy Guy, The Fabulous
Thunderbirds, Robert Cray y Eric Clapton, prescindiendo de cualquier otro
relleno.
Este recomendado box set de 4 CD permite escuchar a B. B. King por épocas:
1946-1966, 1966-69, 1969-75, 1976-91 y apreciarlo con distintas formaciones, intercalando
versiones en vivo. Unica objeción: olvidaron agregar mi preferido “Stormy
Monday”.
Un artículo reciente del crítico Humphrey Inzillo en La Nación me hizo
recapacitar y, aunque no me atrapen demasiado las grabaciones en vivo, escuché
su preciado “Live at The Apollo” (1991). La verdad que suenan muy bien clásicos
suyos como “The thrill is gone”, “Sweet sixteen” o “Paying the cost to be the
boss”, respaldado por una big band. Abre con “When love comes to town”, una
canción homenaje que el líder de U2, Bono, compuso para B.B.King y éste
incorporó a su repertorio. El disco suena más épico si tenemos en cuenta que el
Apollo Theater es un templo de la música negra norteamericana ubicada en el
barrio de Harlem, en la ciudad de Nueva York. Por allí, a partir de 1934,
pasaron y se consagraron Duke Ellington, Ella Fitzgerald, Aretha Franklin,
Steve Wonder y James Brown, entre otras muchas estrellas de raza negra.
A este maestro indiscutido del
blues lo fui a ver al estadio Obras en abril de 1981. Vino con una formación
llamada “B.B.King Orchestra”, con sección de bronces. Muy histriónico y
efectivo. Pude conocer mucho después el Apollo Theater, pero solo para sacar
fotos a su famosa marquesina y entrar hasta
su shopping.
*Canned Heat – “Blues del futuro” (1970)
Canned Heat fue un grupo de “country, blues and boogie-rock” de Los Angeles, California-USA, de relativa corta vida creativa porque muchos miembros originales murieron rápido (fieles al original mandato rockero). Estaban liderados por el guitarrista Alan Wilson, con Bob Hite como cantante con su voz inigualable, que pedía permiso tímidamente y después te arrollaba.
Fueron pioneros norteamericanos en aggiornar el blues desde sus raíces. Muchos grupos ingleses y yankis hicieron punta en eso, desde otros ángulos. Los Canned Heat podrían suponerse parientes de John Mayall & The Bluesbreakers o Delaney & Bonnie (que albergó a Eric Clapton en algún momento) pero estaban más cercanos de Creedence Clearwater Revival y los posteriores The Fabulous Tunderbirds, por sus raíces sureñas y mayor apego al boogie.
En este hemisferio nunca tuvieron demasiada difusión y apenas pudimos descubrirlos a través del film “Woodstock”, donde su tema “Going up the country” fue leitmotiv. Participaron también del mítico Monterrey Pop Festival, aunque no recuerdo si estuvieron en la película homónima. Tocaron varias veces con el legendario John Lee Hooker.
Su disco más vendido dicen que fue “Boogie with Canned Heat” (1969) con el éxito “On the road again”. No escuché la colección completa del grupo pero recomiendo fervientemente este “Blues del futuro” (1970), aún con Alan Wilson en la formación, el inolvidable cover de “Let’s work together” y la monumental “Skat”, con una poderosa sección de caños. Fue su segundo o tercer disco y se los nota sueltos y consolidados a la vez. Con “The Best of Canned Heat” (1972) puede conocérselos más.
No se porque pero cuando los reescucho, me cuesta entender el éxito de tantos grupejos que -en nombre del rock o algo parecido- triunfan acá o en el mundo sin que sus fans hayan siquiera escuchado a Canned Heat. Puede ser por la tendencia de todas las generaciones a buscar lo inmediato, lo que le ponen a mano, lo que está de moda o algún “indie” espantoso para sentirse parte de una tribu especial. Es más trabajo buscar en las fuentes y se corre el riesgo de ser etiquetado de anticuado, “out” o similares por la manada.
Seguimos del mismo lado del charco del hemisferio norte. Quizás ni sepan quienes eran estos Steppenwolf pero seguro escucharon “Born to be wild” (nacido para ser salvaje) en el film “Easy rider” de Peter Fonda, en una radio o en alguna publicidad: el tema los catapultó a la fama. Fue un grupo muy exitoso de hard rock de la dorada época hippie que empezó en Canadá pero se instaló en San Francisco. Tomaron su nombre de la novela de Herman Hesse, “El lobo estepario”. Un grupo de rock del oeste con toques de piano, órgano Hammond y armónica, sin muchas pretensiones pero muy efectivo (como los Rolling Stones, digamos). Con la impagable voz líder de John Kay al frente y excelentes acompañamientos vocales. De los discos que escuché, el que más me gustó fue este “Seven” (1970): puro rock & roll, con algunas alegres y melodiosas baladas (“Renegade”, la mejor). Pero quedarían afuera muchos de sus buenos éxitos y por eso deberán recurrir a una recopilación como “The best of Steppenwolf” (1998), que además del temazo aludido también contiene “Magic carpet ride”, “The pusher”, “Sookie sookie”, “Hey lawdy mama” y “For ladies only”. No se arrepentirán!
*Carpenters – “Carpenters” (1971)
Para quienes no conocieron a este dúo de los hermanos Karen y Richard, de Los Angeles-USA, fue un grupo de enorme éxito comercial, completamente disonante en medio de la explosión del hard-rock a nivel mundial. Fueron descubiertos por el trompetista y ejecutivo del sello A&M Records, Herb Alpert. Fue un fenómeno y una onda parecidos al de Burt Bacharach: baladas de calidad para oyentes mucho más calmos y melosos que el explosivo público rockero, emparentado con lo más suave de Los Beatles.
El fuerte de Carpenters era más la interpretación (identificada con la voz aterciopelada de Karen y coros muy producidos en estudio) que la composición. Abrevaban en múltiples autores: justamente su exitoso single “Close to you” (1970) es un tema de Bacharach e identificó su segundo disco, que los lanzó a la fama. Por pura curiosidad escuchen este hit versionado en tiempo reggae por Dancing Mood con Mimi Maura hace unos años acá.
En este recomendado LP “Carpenters” (1971), el dúo arremete con un genial medley de varios de los éxitos de Bacharach y contiene “Rainy days and Mondays”, “For all we know”, “Superstar” de Leon Rusell y hasta un tema de Henry Mancini, “Sometimes”.
La popularidad que alcanzaron los Carpenters fue monstruosa -mayor que Simon & Garfunkel, por compararlos con otro dúo insigne- pero la historia terminó mal porque Karen falleció en 1983 a los 32 años, por anorexia nerviosa, y Richard (coros y teclados) se hizo adicto a algunos sedantes y patinó con eso muchos años.
Otra recomendación tangencial es que recurran al comic “Los hermanos Busonatto” que hizo Peter Capusotto para la TV inspirado en los Carpenters, después de ver alguna actuación de los originales en Youtube.
**James Taylor – “Sweet Baby James” (1969)
Tremendo cantautor norteamericano folkie de Boston, el de la voz nasal cálida e inconfundible y temas memorables, sobreviviente de una juventud y épocas turbulentas. Grabado para la discográfica Warner, con este antológico LP fue reconocido en todo el mundo. Ya estaba aquí acompañado por su amigo de chico Danny Kortchmar, por Russ Kunkel y Carole King. Contiene el tema homónimo y otros como “Fuego y lluvia”, “Country road” y una excelente versión de la tradicional “Oh, Susanna”. Es un disco con mucha guitarra slide, que resalta la veta folk, pero muy fresco, con alegres rockitos y sección de vientos canchera: pasó orondo la prueba del paso del tiempo.
**James Taylor – “Mud Slide Slim & The Blue Horizon” (1971)
Con la versión imbatible de “You’ve got a friend” de Carole King y otras canciones históricas: la conmovedora “You can close your eyes”, “Isn’t it nice to be home again” o“Long ago and far away”. A los colaboradores de primer LP se les agrega Joni Mitchell, en coros. A esta altura y ante el tremendo éxito, el bueno de James empezaba con problemas neurológicos de internación y drogas duras. Pudo superar eso, sigue dando vueltas con menos pelos y terminó vendiendo más de cien millones de discos.
Acá abandona un poco la línea folk del comienzo e incorpora más ritmos latinos y pop (“One man parade”) para alcanzar un nuevo plafond pero siempre conservando sus toques intimistas y relajados. Participan Linda Ronstadt y Carly Simon en coros pero se destaca la impresionante intervención de John McLaughlin en “Someone”. Temas cortos e inigualables y aquel hit bolichero para enamorarse en los setenta “Don’t le me be lonely tonight” con la inestimable ayuda de Michael Brecker en saxo, en un solo histórico.
Con este ya les estoy recomendando los cuatro primeros trabajos de James Taylor. Son hermosos. No cuento su fracasado u “oculto” primer disco, grabado en los estudios Apple Records beatle, que contenía “Carolina in my mind”. No tuvo repercusión alguna y su contenido se aprovechó después en otras producciones.
Después de este CD Taylor acumulará unos cuantos discos más. Todos son agradables, con algunas pepitas de oro entre las arenas de un río transparente pero muchas cosas suenan parecido y sin efecto sorpresa. Le ha ocurrido hasta a los más grandes artistas y quizás la excepción a la regla hayan sido The Beatles, que mantuvieron el nivel cambiando y se separaron mal pero a tiempo.
No importa: ¡la cuestión es disfrutar a JT! Vayan primero a “The best of James Taylor” (1993) para no perderse temazos como “Shower the people” o “México”. Que no se les escapen perlas como “Your smiling face”, “Don´t be sad cause your sun is down” (en coautoría y con la majestuosa armónica de Steve Wonder), “Chanson francaise”, “Company man” y “Rainy day man” (del LP “Flag” de 1979), “Never die young”, “Valentine´s day” y muchas otras.
**James Taylor – “That´s why I´m here” (1985)
Pegamos un pequeño salto a 1985 y Taylor afronta este disco con un seleccionado: Joni Mitchell, Graham Nash y Don Henley en coros, Airto Moreira en percusión, otra vez Randy y Michael Brecker reforzados –si era necesario- por David Sanborn, Tony Levin, etc. Encontrarán en este CD canciones que conmueven a las piedras: “Only a dream in Rio” con Milton Nascimento, el cover del clásico “My romance” de los capos Richard Rogers & Lorenz Hart (*) y “My only one” con la Mitchell.
(*) memorable dúo de compositores norteamericanos de los años 30 y 40, fabricantes de canciones hoy clásicas que están en algún lugar de la memoria de varias generaciones, porque invadieron obras de Broadway y películas difundidas en todo el mundo. Ellos hicieron “My funny Valentine”, “Blue moon” o “It never entered my mind”. Fueron interpretados por Ella Fitzgerald y Frank Sinatra, entre cientos de cantantes. Compitieron artísticamente en su época nada menos que con George e Ira Gershwin y Cole Porter. Volvemos a ellos en la próxima sección de jazz.
James Taylor vino a Buenos Aires pero no pudo actuar. Tenía prevista una función en el Hipódromo de Palermo en abril de 2017 como telonero (?) de Elton John –ambos ya con setenta años a cuestas- pero esa noche se llovió todo y se suspendió. Sus compromisos apretados en otro país sudaca no le permitieron actuar. James Taylor dijo que –en medio de una rehabilitación- actuar en el primer Rock in Rio-Brasil el 12/01/85 le salvó la vida, por el calor que le brindaron trescientas mil personas que conocían y cantaban sus temas.
**Joni Mitchell – “Blue” (1971)
Cuando reencarne en alguien quisiera caer en los años 60 en San Francisco-USA, cruzarme con Joni Mitchell en una esquina y seguirla hasta que me acepte casamiento. Esta hermosa canadiense que hoy pasa los setenta años es un libro viviente de la década hippie, una artista formidable a las alturas de Bob Dylan y Los Beatles. Su registro de voz y sus composiciones de melodías sinuosas la hacen una referencia ineludible de la música contemporánea. Como si fuera poco, también es festejada su versátil técnica de guitarra, que incluye más de cincuenta afinaciones.
En realidad se llama Roberta Joan Anderson y fue descubierta artísticamente en Nueva York por David Crosby, que empezó a producirla. Aunque la Mitchell se perdió el histórico festival de Woodstock de 1969 para hacer una actuación menor ya agendada, compuso el tema homónimo en homenaje a la hola hippie que quedó como un himno generacional en las voces de Crosby, Still, Nash & Young. Pueden ver igual a la Mitchell en el viejo documental “Celebration at Big Sur” (1970), si lo consiguen por ahí: refleja bien el clima de época en un recital junto al Pacífico, junto a Joan Baez y CSN&Y. El original del mencionado tema “Woodstock” está en el excelente “Ladies of the Canyon” (1970) que contiene también el primer gran primer éxito de JM, la alegre “Big yellow taxi”.
Joni Mitchell cultivó un estilo folk pero despegado del viejo country o country-western o sonido Nashville (al modo Patsy Cline, Judy Collins o Dolly Parton), más creativo y libre, como un Bob Dylan femenino, más o menos acústico o electrificado, según el caso. 4374 artistas le han versionado 169 canciones suyas.
Como si fuera poco, la Mitchell es también artista plástica y ha pergeñado muchas tapas e interiores de sus propios discos. Vayan a su web oficial, donde podrán también ver sus pinturas. Joni Mitchell dejó a su hija en adopción de muy joven para poder seguir con su carrera.
Los primeros tres discos de JM son tan buenos como intimistas, casi a solas con su guitarra y a lo sumo algún piano y su propia voz sobregrabada. Se trata de “Song to a seagull” (1968), “Clouds” (1969) y “Ladies of the Canyon” (1970). No dejen escapar en particular la escucha de “The fiddle and the drum” a capella en “Clouds”, con ese mensaje en medio de la guerra de Vietnam.
Por ser ellos tan buenos y parejos me cuesta recomendar uno en especial y con bronca y dudando me salto a este “Blue” (1971), el cuarto de su cosecha, que trae los temas “All I want”, “A cause of you”, “California” y “Carey”. Poco a poco el sonido JM se va ampliando hacia el rock, el pop y el jazz: se va complejizando con más instrumentación, algún bajo eléctrico, algún teclado, alguna slide. Por eso también escuchen “For the roses” (1972), otra belleza aunque no traía hits.
Un excelente disco en vivo que revive esa primera parte de su carrera es “Miles of aisles” (1974) con la banda de apoyo L.A. Express (Robben Ford en guitarra, John Guerin en batería, etc.), grabado en distintos recitales en la ciudad de Los Angeles.
**Joni Mitchell – “Hejira” (1976)
Pastorius directamente copa los siguientes discos de Mitchell: el muy experimental-fusión “Don Juan´s reckless daughter” (1977) donde se suman otros Weather Report (Manolo Badrena, Don Alias, Wayne Shorter y Alex Acuña), Airto Moreira, Chaka Khan, Larry Carlton, etc. Mitchell decía que todo aquel que pasara por el estudio de grabación, ella lo ponía “a trabajar”.
También está Pastorius en el homenaje “Mingus” (1979), donde además de otros Weather Report se suman Herbie Hancock, Jan Hammer, John McLaughlin, el legendario Gerry Mulligan, Phil Woods, Eddie Gómez y Tony Williams: un elenco impagable. En el siguiente LP doble en vivo “Shadows & Light” (1980), los jóvenes Pastorius, Pat Metheny y Lyle Mays más Don Alias y Michael Brecker: directamente, imperdible, mierda! Está grabado en el Santa Barbara Bowl de California.
Como aperitivo, sin que renuncien a seguir buceando toda la producción mitchelliana, recurran a “Hits” y “Misses”, dos excelentes recopilaciones de 1996. Canciones memorables que recorren cuatro décadas y lucen atemporales, como eterna es Joni Mitchell. Con menos frecuencia en el actual siglo, ella ha producido desde entonces una decena de trabajos con norte siempre en el eclecticismo.
Dijo JM: “Debo escribir con mi propia sangre… lo más cercano que algo esté a mi experiencia directa lo voy a poder escribir en forma más picante o conmovedora. Si lo que cantás no significa nada para vos, no vas a conseguir nada mágico”.
*Carole King – “Tapestry” (1971)
Un conjunto de excelentes canciones sin estridencias de esta canta-autora neoyorkina -hoy setentona-, muchas de las cuales terminaron siendo himnos generacionales. Este fue su disco más exitoso, un clásico de los años 70: vendió millones, ganó Grammys y sus temas fueron versionados por los intérpretes más variados, por ejemplo la ultrafamosa “You’ve got a friend” por James Taylor. También “I feel the earth move”, “It´s to late”, etc. Baladas, blues, soul y folk en dósis equilibradas. Participaron en el disco Joni Mitchell, Russ Kunkel, James Taylor y Danny Kootchmar, sobre quienes volveremos in extenso después, porque fueron parte de una misma movida musical.
Carole Klein, tal el verdadero nombre de la King, editó más de veinte discos pero fundamentalmente fue una máquina de escribir éxitos musicales –junto a su pareja Gerry Goffin- interpretados por figuras como Roberta Flack, Celine Dion, Rita Coolidge, Billy Joel y hasta The Beatles.
**Creedence Clearwater Revival – “Cosmo’s factory” (1970)
Quinto disco del grupo insignia del sonido sureño norteamericano. Alguno bautizó su música como “swamp rock” (rock de los pantanos): una mezcla de rock, rockabilly, soul y rhythm and blues. De algún modo una rareza porque los integrantes de Creedence eran amigos de escuela oriundos de San Francisco pero su sonido no tuvo que ver con el rock psicodélico hipón de la costa oeste. Estaba conformado por los hermanos Tom Fogerty, en guitarra rítmica, y John Fogerty, guitarra líder, cerebro de la banda e inconfundible voz cantante.
Este trabajo contiene clásicos imbatibles como “Travelin’ band”, “Who’ll stop the rain” (uno de esos temas cachondos para prender celulares en recitales), “Up around the bend”, etc. También tiene varios covers, entre ellos la excelente versión del clásico Motown “I heard it through the grapevine” (creo que es un tema de Marvin Gaye). Quizás este fue el mejor momento del grupo. Realmente originales, divertidos y compactos. Si les gusta, no los abandonarán más.
Los Creedence estuvieron en el Festival de Woodstock original de 1969 pero al no figurar en la película ni en su BSO, fue un hecho casi inadvertido. La formación original, con los hermanos Fogerty más Doug “Cosmo” Clifford en batería y Stu Cook en bajo, funcionó entre 1968 a 1972 y se tradujo en ocho discos oficiales, hasta que John decidió renunciar a la banda.
**Grand Funk Railroad – “E pluribus funk” (1971)
Los Grand Funk fueron recontra populares en USA, vendieron millones de discos y en alguna etapa los produjo Frank Zappa. Pero no toda su producción mantuvo un gran nivel. Este LP en particular es una verdadera perlita en su discografía: los múltiples efectos no le ganan a las composiciones.
“E pluribus” es una expresión latina (“de muchos”) que se usa profusamente en monedas y billetes norteamericanos como lema. Aquí la adoptaron en broma con el término “funk”. Ilustró el disco de vinilo una moneda ad-hoc con el perfil de los integrantes del grupo. Para que se entienda, la tapa de cartulina en vez de ser cuadrada era redonda.
*Joe Cocker – “With a little help from my friends” (1969)
Este inglés nacido en 1944 en Sheffield como John Robert Cocker y que gastó escenarios varias décadas, no se hizo famoso con la ya imbancable “You can leave your hat on” de la película “Nueve semanas y media”. Era un éxito desde mucho antes.
Apenas la pegó en su país en los sesenta con este disco debut bajo el brazo, cruzó el mar y participó del primer festival Woodstock, donde la descosió con la versión de aquel tema de los Beatles, cantada en el original bobamente por Ringo Starr. Dicen que Cocker sólo podía pegar el alarido famoso que decora su interpretación en los escenarios después de calentar su garganta con unos 19 temas previos.
El tío fue el inventor del ahora gastado arte del “air guitar”, eso de hacer que tocás una guitarra imaginaria cuando cantás. Y sus movimientos casi epilépticos arriba del escenario fueron su marca registrada. Véanlo en Youtube en esa histórica actuación de Woodstock ’69.
Volviendo a “Whit a little help…”, se deja escuchar con su voz intacta y un feeling insuperable para el blues y el soul. Haciendo lo que sabía bien: versionar temas de otros autores y redimensionarlos. Por ejemplo, “Feeling alright”, un éxito de Dave Mason de la banda Traffic o “Don’t let me be misunderstood” de Nina Simone (y luego The Animals e infinidad de artistas). En la banda de apoyo del LP tocaron teclados Steve Winwood (Traffic) y Mathew Fisher (Procol Harum) y en guitarra nada menos que Jimmy Page cuando recién empezaba con Led Zeppelin y se ganaba el pan como músico de sesión.
Esta época de Joe Cocker fue inigualable, con sus blues demoledores, comparable al esplendor de su admirado Ray Charles o Janis Joplin. La discografía posterior de Cooker es bastante heterogénea: tuvo algunos éxitos para la industria del cine y abusó de baladitas insulsas. Fue un excelente intérprete de clásicos: hay que tomarse el trabajo de hallarle esas joyas en sus discos. Otro ejemplo, “You are so beatiful”, donde araña la nota final con el alma.
Creo que Joni Mitchell y Joe Cocker son los personajes del mundo del rock más indicados para escribir una biografía que pinte su época. ¿Qué no habrán visto o vivido en los años de oro en el ombligo cultural del mundo? La Mitchell escribió algo, que dicen es medio autocomplaciente. Cocker no se, pero falleció en 2014 en su finca de Colorado-USA. Está bueno y emotivo el documental “Joe Cocker: mad dog with soul” (2017) para acercarse al tema.
**Joe Cocker – “Mad dogs & englishmen” (1970)
En una de esas consiguen ver la película del mismo título en algún rincón de la web: es el gran show del concierto en el histórico y ya inexistente Fillmore East de Nueva York (un teatro propiedad del evangelista Bill Graham, por el que pasaron absolutamente todas las figuras del rock entre 1968 y 1971, incluídos The Doors y Hendrix). Así podrán revivir la visita inglesa al imperio en épocas del gran jolgorio psicodélico.
Los Beatles nunca me fanatizaron. Primero, me resistí a las evidencias por rebeldía a la imposición de aceptarlos acríticamente, cuando su difusión se hizo masiva. No obstante, sus álbumes fueron parte de mi adolescencia y los conozco de memoria. Hoy, me rindo a sus pies.
Cuántas cosas estuvieron de más después de The Beatles! Los ingleses de Oasis, Blur, Coldplay y tantos otros, en honor a sus “padres” deberían retirar sus discos de las bateas. Solo The Police, unas cuantas décadas después, le hizo un poco de sombra. ¿Soy injusto con Queen? Jugaban con desventaja, todo había sido inventado.
**The Beatles – “The Beatles” (1968)
El llamado “álbum blanco” de The Beatles, un disco doble con 30 temas que fue el primero para el sello propio Apple Records. Tiene las mejores baladas de todos los tiempos: “Blackbird”, “Julia”, “While my guitar gently weeps” y “Cry baby cry”, una canción de cuna memorable “Good night” aunque la cantara Ringo Starr, “Dear prudence” y un par de rocks imbatibles (“Revolution 1” y “Birthday”) o el implacable “Yer blues”. Las creaciones de John Lennon y de Paul McCartney empezaban a correr por separado: empezaba a resquebrajarse la amistad y la composición en dúo, y eso se nota artísticamente en el disco, sin menoscabarlo para nada.
Quedó en el medio de mis recomendados el famoso “Sgt. Pepper’s Lonely Club Band” (1967), del cual hace poco se cumplieron sus 50 años. Por eso llovieron por estos días homenajes sobre esta obra que muchos consideran la cumbre beatle, quizás por la cantidad de innovaciones que presentó: variedad de teclados, arreglos orquestales, uso de samplers y sincronización de grabadoras. Tanto que a partir de este disco el grupo no quiso o pudo hacer más actuaciones en vivo. Como si fuera poco aporte, el arte de tapa revolucionario (Peter Blake) con inclusión de letras. Por las implicancias estéticas para esa época de la paz y el amor hippie, para muchos fue el manifiesto musical de los años sesenta. Pilar del llamado “rock psicodélico”: experimentación sonora, poética ligada a imágenes de infancia y realidades paralelas y estados de conciencia amplificada por químicos (Pedro Aznar sabiamente dixit). Para ser más gráficos, guitarras distorsionadas, bajos eléctricos que sonaban como un chicle estirado, viejos órganos eléctricos y las infaltables panderetas. Hablando de invenciones, otros dicen que primero fue Jimi Hendrix con “Are you experienced?” (1967). Como siempre todo es subjetivo.
Buceen además orgánicamente en “Abbey road” (1969) y “Let it be” (1970) para recapacitar y abandonar definitivamente la cumbia villera o el reggaeton.
**Paul McCartney – idem (1970)
*John Lennon – “Legend” (1997)
Y para los adoradores de John Winston Lennon (Liverpool, 1940-Nueva York,1980) y su sonido más rockero, acudan a esta recopilación para acortar camino. Tiene lo más representativo de sus pocos discos solistas: “Imagine”, “Mind games”, “Stand by me” y “Woman”. Otra alternativa para acercarse a su sonido es el CD “Imagine: John Lennon” (1998), el soundtrack del documental sobre su vida, que incluye una selección de sus creaciones antes incorporadas en la discografía beatle.
* John Mayall - “John Mayall & The
Bluesbreakers with Eric Clapton” (1966)
Como seguramente repetiré en otros
recovecos de esta narración, los ingleses tomaron las raíces del rock &
roll, el blues y el soul norteamericano y le dieron una pátina inconfundible
que -a mi gusto- superó muchas veces al modelo original. No se si exagero, en
algunos casos como si reemplazaras el fast-food por comida de autor. Y la movida
blusera inglesa -luego con pinceladas de psicodelia hipona- volvió a la costa
oeste de Estados Unidos principalmente y revolucionó a toda una generación a
ambos lados del mapa.
Por estas pampas también, evidentemente,
escuchaba muy atento este sonido londinense el joven Norberto Napolitano cuando
rodaba con Los Gatos para tiempo después editar su primer disco como “Pappo’s
Blues” (1971) y sucesores.
Este es el primer disco de Mayall con la
formación Bluesbreakers, donde se destacaban John McVie en el bajo (luego
Fletwood Mac) y Eric Clapton que venía de los reconocidos The Yardbirds, que
muy poquito después abandonará a Mayall (entrará el enigmático Peter Green)
para formar al deslumbrante trío Cream con Jack Bruce, que en algún momento
también formó parte de los Bluesbreakers. De esos tiempos quedó la conocida anécdota de
la pared con el grafiti “Clapton is god”, en el subte londinense.
Mayall seguirá luego buceando en el blues,
abandonará este estilo eléctrico -que dicen originario de Chicago- y recurrirá
a versiones más o menos acústicas. Como mencionaba más arriba, se relacionó con
los Canned Heat. Tarea de investigación en esas discografías, si les parece
seductor.
Este disco en particular fue recomendado por David Gilmour (Pink Floyd) a los guitarristas noveles para entrenarse con los riffs de Clapton. No para igualarlos, claro.
* Cream – “Live Cream” (1970)Igualito que el caso del guitarrista Jimi Hendrix -que ya se viene en este racconto- si acuden a las grabaciones oficiales de estudio de este legendario power trío inglés, no escucharán el mismo sonido, el mismo producto, que en sus actuaciones en vivo. En los discos está toda la impresionante psicodelia de los años sesenta, prolijita, algo contenida, con sobregrabaciones de instrumentos y adornos variados de moda en la época.
Pero vayamos por partes, dijo Jack. The Cream nació en Londres en 1966 y duró solo dos años. Para quien no sabe mucho de ellos eran nada menos que Eric Clapton (el dios pagano de la guitarra del blues & rock) en pleno ascenso, Jack Bruce (bajo y voz líder) y Ginger Baker (con su particular y recargado sonido de batería). Un típico “supergrupo” (*), formado por figuras destacadas. En las encuestas musicales de la época ellos ganaban de punta a punta como los mejores instrumentistas de rock. Un imparable power trío que duró hasta que sus egos chocaron y se separaron. No dejen de comparar que estaban haciendo en esos años The Beatles, Hendrix, Led Zeppelin o Pink Floyd: eso resalta aún más la originalidad de la propuesta de Cream.
Vale la pena profundizar sus LP “Fresh Cream” (1966), “Disraeli gears” (1967) y “Wheels of fire” (1968): resulta complicado recomendar el mejor pero ofrecen temas inolvidables. Les dije que hacían rock psicodélico, género difícil de explicar tantas décadas después: es lo que se escuchaba con The Doors, The Grateful Dead, Jimi Hendrix, para acercarnos al enigma. A Cream les encontrarán también blues tradicionales reversionados (“Rollin’ and tumbling”, “Spoonful”, “Cat´s squirrel”, “Born under a bad sign”) y otros covers.
(*) el término supergrupo (que no figura en el diccionario de la Real Academia Española) se usó por primera vez en términos musicales en 1968 cuando se grabó el disco “Super Session”, donde participaron Al Kooper, Mike Bloomfield y Stephen Stills. Describe a bandas nuevas formadas por músicos ya consagrados en formaciones anteriores o a nivel individual.
*The Who – “Who’s next” (1971)
Hard rock y baladas de Pete Townsend y Roger Daltrey, líderes de este grupo ícono de la ya prehistórica movida mod londinense. Una cultura pasajera de chicos ingleses de clase media que montaban en motos scooters, vestían remeras Fred Perry y pantalones chupines y calzaban zapatos Clarks o de bowling, digna de investigación para quienes no se enteraron.
Absolutamente todo indica que es el mejor disco de The Who, con temas inoxidables que las nuevas generaciones escuchan subliminalmente en propagandas y programas de TV. En la recordada tapa, los integrantes del grupo posan después de orinar un monolito, que uno podría asociar al de “2001-Odisea en el espacio” de Stanley Kubrik. Completen el panorama musical del combo con “The ultimate collection” (2002), recopilación que agrega los mejores temas de la famosa ópera “Tommy” (1969), la excelente versión del clásico “Summertime blues” de Eddie Cochran, el himno “My generation” y el refrescante hit “Pictures of Lily”.
Hablando de "Tommy", como su impacto fue muy grande en aquellos años, fue llevada al cine en 1975 como musical por el exótico director Ken Rusell. Sería un lindo ejercicio setentista que la vieran. Actuaban y cantaban en el film Tina Turner, Oliver Reed, Ann Margret, Jack Nicholson, Eric Clapton, Elton John y los integrantes del grupo, con Daltrey haciendo el papel principal. Una rareza, visto a la distancia, realmente. Es cierto que le ganaron de mano a "The Wall" de Pink Floyd pero cada uno opinará distinto respecto a la profundidad y vigencia de las obras. Y siguiendo con los musicales rockeros de aquellos años que animaban nuestras noches, no dejemos de mencionar los productos norteamericanos "Jesucristo Superstar" (Norman Jewinson-1973), "Un fantasma en el paraíso" (Brian de Palma-1974) y "Hair" (Milos Forman-1979). Todos antes o después, exitosos sucesos del teatro de Broadway. A por ellos con visión benevolente, por favor.
*Janis Joplin – “Pearl” (1971)
*Humble Pie – “Smokin’” (1972)
*Jimi Hendrix – “Band of Gypsys” (1970)
*Jimi Hendrix – “War heroes” (1972)
*Jimi Hendrix – “Loose ends” (1974)
**Jimi Hendrix Experience – “Radio one” (1988)
*Jimi Hendrix – “First ray of the new rising sun” (1997)
**Santana – “Abraxas” (1970)
*The Doors – “The Doors” (1967)
**Steve Wonder – “Visiones interiores” (1973)
*Jeff Beck Group – “Beck-Ola” (1969)
Geoffrey Arnold Beck (Londres, 1944-2023), más conocido como Jeff Beck, fue un guitarrista de renombre que influenció a varias generaciones de cultores de las seis cuerdas eléctricas. No exagero, porque además de ser un pionero del blues inglés, del hard rock e incluso el progresivo- ha sido un eximio instrumentista admirado por sus pares. Un clásico. Y, por lo poco que uno sabe, un viejo desparpajado que se rió siempre de las convenciones de sus amigos de la farándula. Lo que no es habitual entre los artistas.
En los 60s ya estaba dando vueltas y alternó en la banda The Yardbirds con Eric Clapton y Jimmy Page. Justamente con los Yardbirds y haciendo “Stroll on”, salía rompiendo su eléctrica contra un parlante en un sórdido sótano, escena memorable del film “Blow Up” de Michelángelo Antonioni (no te la pierdas en Youtube). Beck ha sido el inoxidable compañero de andanzas de los Stones, los Beatles y Zeppelin.
Su sonido e intereses musicales fueron cambiando con sus producciones: las hay enteramente instrumentales y otras con vocalistas invitados. Hizo incluso una dedicada al rockabilly. A pesar de la complicación que suma esa cuestión, me inclino por seleccionar primero este “Beck-Ola” de 1969 porque tiene un sonido rock y blues pesados muy propio de la época, que influyó mucho por estas lejanas tierras del sur en nuestro primigenio rock nacional. Presenta una de las primeras agrupaciones a las que denominó “Jeff Beck Group”: aquí militaban Nicky Hopkins en piano, un muy buen Ron Wood en el bajo y un jovencísimo Rod Stewart rockeando y todavía nada ‘glam’. Logran una muy convincente versión del cuadrado “Jailhouse rock”, hit de Elvis Presley y mata “Rice pudding”. El grupo giró con este disco por EE.UU. pero Stewart y Ron Wood pegaron el portazo y se fueron a The Faces al poco tiempo. Dicen que por eso no actuaron en el festival Woodstock original, aunque estaban anunciados. Hopkins estuvo igual, pero con Jefferson Airplane. Luego integró el staff de los Rolling Stones.
* Jeff Beck & The Jan Hammer Group – “Live” (1977)
Buceando en la web, descubro que Beck vino dos veces al Luna Park de
Buenos Aires. La primera en octubre de 1998 y la segunda en noviembre de 2010,
aquí con Narada Michael Walden, Ronda Smith y Jason Rebello. Me lo perdí, no se
porqué motivo: puede que hayan sido semanas de viajes de trabajo al interior
del país, fiaca de ir al centro, falta de guita o que no me había fanatizado
todavía por Beck (seguro me enteré tarde del disco en el Ronnie Scott, no se).
Nadie es perfecto pero tarde para lágrimas: Geoffrey Arnold B. abandonó toda
agenda en enero/23 a sus 78 años, seguramente sin haber renegado de sus
aventuras en la tierra.
**Jethro Tull – “Stand up” (1969)
*Rolling Stones – “Hot rocks 1964-1971” (1971)
*Rolling Stones – “More hot rocks-Big hits & Fazed cookies” (1972)
Esta otra, como la anterior, fueron concebidas en su momento por el manager Allen Klein de ABKCO Records –que dispuso de todas las grabaciones del primer sello que contrató a los Rolling Stones, Decca-London- y el productor Andrew Loog Oldham, en medio de disputas legales con la banda. El público, ajeno a esto, los hizo igual un éxito de ventas.
En su momento acá en la Argentina este disco y el anterior salieron por separado, como vol. 1 y 2 digamos, quizás para captar más compradores en este lado pobretón del mundo. Después se editaron como doble CD.
“More hot rocks” quizás sea más interesante todavía como recorrido arqueológico del grupo que el anterior, porque contiene tracks más desconocidos por el público general. Acá están “I´m free”, “Out of time”, la psicodélica “2000 light years from home”, “Lady Jane” y “Let it bleed”.
La segunda gira de los Rolling por EE.UU. fue en 1969 y terminó el 6 de diciembre de ese año con el trágico recital de Altamont, en el que le habían confiado la seguridad a los Hell’s Angels y culminó con cuatro muertos. La tercera gira por el imperio fue en el ’72, cuando hicieron 30 ciudades en dos meses.
Decca Records fue la discográfica inicial de los Rolling Stones y en aquel entonces entró en conflicto con el grupo, que por contrato le debía entregar un simple. Para joder a la empresa le cedieron “Cocksucker blues” (blues de la chupapitos), que nunca pudieron editar por motivos obvios. Solo le quedó hacer la recopilación que les estoy recomendando. Durante aquella gira de 1972, Robert Frank realizó un minucioso documental que fue autocensurado después por los mismos Rolling porque mostraba su faceta más decadente subidos con todo a la quimera de “drogas, sexo y rock&roll”. Terminó llevando el mismo título que ese blues y solo se difundió de modo reservado en ciertos circulos. Les hubiera traído problemas legales por tenencia y consumo de drogas y praxis de mal gusto. Dicen que deja una sensación de vacío. Hay numerosos filmes y videos que muestran una cara más amable de estos ingleses, por ej. “Gimme shelter” (1970) de Albert y David Maysley y Charlotte Zwerin cubre la gira del ’69, incluye a los teloneros Ike & Tina Turner y Jefferson Airplane, la actuación en el Madison Square Garden pero también muestra los garrotazos de los Hell’s Angels en Altamont. “Ladies and gentleman” (1972) de Rollin Binzar muestra la misma gira que mostró Frank pero en forma glamorosa. El cotizado cineasta Martin Scorsese filmó “Shine a light” (2008) en base a una actuación del grupo de Jagger en el teatro Beacon de Nueva York. “Olé olé olé” (2016) de Paul Dugdale registra una gira por América Latina finalizando con su concierto en La Habana. Hace bastante hincapié en el fenómeno “rollinga” que produjeron en el público argentino: una movida multigeneracional preexistente, originada a partir de la primera visita al país de los Rolling Stones, en 1995 (ver abajo).
Aunque los principales éxitos de este CD estén comprendidos más que todo en la primera de las dos recopilaciones recién comentadas, “Banquete de pordioseros” bien merece nuestra especial atención. En este su séptimo álbum oficial suenan auténticos en temas imperecederos como “Simpatía por el diablo”, “Jumpin’ Jack Flash” y “Peleador callejero”. Me encanta “Jigsaw puzzle”. Mucho rock & roll, folk british y psicodelia cercana en el tiempo al mayo francés. ¡Una excelente cortina musical para la época! Y un arte de tapa que hoy nos parece ingenuo pero en ese momento dio que hablar.
*Rolling Stones – “Jump back: The best of the Rolling Stones” (1993)
Curada por Virgin Records, esta fue la primera recopilación de los Rolling Stones en salir en formato CD y comprende el período 1971 a 1993 (desde el LP “Sticky fingers” a “Steel wheels”). Contiene el mejor tema de los Stones de todos los tiempos: “Start me up” más “Harlem shuffle”, “Angie”, “It´s only R&R” y “Mixed emotions”.
**Led Zeppelin – Led Zeppelin II (1969)
El guitarrista Jimmy Page tocaba con The Yardbirds en Londres, compartiendo escenario con un tal Jeff Beck (antes había estado Eric Clapton en sus filas) pero el grupo se separó en 1968. Ya les recomendé antes verlos haciendo “Stroll on” en la memorable escena del film “Blow up” de Michelángelo Antonioni. Les llevará solo un rato de Youtube sumergirse en el clima de esa época innovadora, llamada “London Swinging”.
Page quiso formar otra banda y tentó a John Entwistle y Keith Moon (futura base rítmica de The Who) y no se dio. Logró juntar a John Paul Jones, John Bonham y Robert Plant. Quiso llamarla The New Yardbirds pero recordando que Moon le dijo que ese proyecto se iría al bombo como “un zeppelin de plomo” (Lead Zeppelin), le puso Led Zeppelin.
Contratados por el sello Atlantic, sacaron rapidito “Led Zeppelin” (1969), un discazo que suena con la frescura de un grupo debutante que se las traía. Plagado de blues pesados (“You shook me” y “I can´t quit you baby” de Willie Dixon y “Dazed and confused”) más “Good times, bad times”, “Communication breakdown” y “How many more times”.
Como si nada, solo unos meses después grabaron este Led Zeppelin II. Competidores abstenerse: este disco es insuperable, perfecto, sin temas superfluos. Es muy difícil intentar explicar el impacto de un disco así cuando apenas sonaba el rock en el mundo, en medio de la era psicodélica con Hendrix, Rolling Stones y The Who. Desbancó del puesto 1 a “Abbey Road” de The Beatles. Conquistan Estados Unidos.
Bonham inventa aquí la tradición del solo de batería. Apenas nacía el género y la revista Rolling Stone lo bautizó como “el álbum definitivo del heavy metal”. Inolvidables “Whola lotta love”, “Heartbreaker”, “Living loving maid”, “Bring it home”.
Cuando todos esperaban otra bomba, los Zepp sacaron casi caprichosamente “Led Zeppelin III” (1970), bastante introspectivo y campestre (con mucha guitarra slide y baladas folk). Lo salvan “Inmigrant song”, “Celebration day” y otro blues pesado imbatible: “Since I´ve loving you”.
* Led Zeppelin - “Led Zeppelin IV” (1971)
* Led Zeppelin - “Houses of the holy” (1973)
Pero también, después del exitazo de “Escalera al cielo” y siguiendo el camino zepp de los temas épicos acústicos/eléctricos con crescendos estos genios explotan la veta con los no menos buenos “Over the hills and far away” y “No quarter”. Cierran con la festiva “The ocean”.
*Led Zeppelin - “BBC Sessions” (1997)
**Led Zeppelin –“How the West was won” (2003)
Esta obra contiene 3 discos con canciones de sus primeros cuatro LP y algún anticipo de “Houses of the Holy”, con la formación de siempre: Page, Plant, Jones y Bonham. Al salir en marzo de 2003, encabezó la lista de disco más vendido en Europa y USA… más de veinte años después de la separación del grupo!
*Jimmy Page & Robert Plant – “No quarter” (1994)
**Deep Purple – “In rock” (1970)
Otra legendaria banda de hard rock inglesa, con Ian Gillan, el cantante de los agudos increíbles más Ritchie Blackmore, inspirador de tantos guitarristas, auténtico velocista con su Fender Stratocaster. Y John Lord equilibrando y dando color con su órgano Hammond. Fueron contemporáneos competidores de Led Zeppelin e hicieron un rock más directo y demoledor. Este disco fue el cuarto de su carrera y con él conquistaron el mundo. Con “Speed king”, “Flight of the rat” y Gillan rompiendo vidrios en “Child in time”.
**Deep Purple – “Machine head” (1972)
*Deep Purple – “Who do we think we are” (1973)
**Frank Zappa – “Hot rats” (1969)
La obra de Zappa, nos guste más o menos, es tan innovadora que si alguno quisiera hacer arqueología musical, podría llegar a adjudicarle la invención del rap y la técnica de la xenocronía: solos de guitarra en un tempo superpuestos a diferentes bases rítmicas o, en hablando en criollo, cortar grabaciones de una canción e insertarlas en otra para sorprender. Dicho por conocedores, es tan particular su música que es difícil de ejecutarla desde una partitura.
* Eric Clapton – “Unplugged” (1992)
**Crosby, Stills & Nash – “Crosby, Stills & Nash” (1969)
La música del grupo se mueve entre el country, la psicodelia, el rock y el pop, con armonías vocales memorables. En todas las composiciones de CS&N o CSN&Y el melómano curioso puede abocarse al gustoso ejercicio de intuir el aporte de cada integrante. En el siglo XXI, pasada su edad de jubilación siguen dando vueltas con dignidad.
**Crosby, Stills, Nash & Young – “Deja vu” (1970)
*Crosby, Stills, Nash & Young – “So far” (1975)
**Graham Nash – “Songs for beginners” (1971)
**Neil Young – “Greatest hits” (2004)
**Sly & The Family Stone – “Anthology” (1990)
*Blood, Sweat & Tears – “Greatest hits” (1972)
*Chicago – “Chicago II” (1970)
**Earth, Wind & Fire – “Greatest hits” (1998)
**Tower of Power – “Back to Oakland” (1974)
*Incognito – “100º and rising” (1995)
* Carleen Anderson – “Up to now. The best of…” (2004)
*Liquid Soul – “Liquid soul” (1996)
*Maceo Parker – “Funk overload” (1998)
**Jamiroquai – “Emergency on planet earth” (1993)
**Jamiroquai – “Greatest hits” (1996)
Estuvieron cuatro o cinco veces en Buenos Aires, la última en diciembre/17 en el Hipódromo de Palermo. Me gusta mucho su música pero mi fiaca fue mayor que mis ganas de verlos.
**Gino Vanelli – “Crazy life” (1973)
**Gino Vanelli – “Brother to brother” (1978)
*The Doobie Brothers – “Minute by minute” (1978)
**Steely Dan – “Greatest hits” (1980)
**Steely Dan – “Gaucho” (1981)
Que yo sepa, ni Steely Dan ni Fagen solista anduvieron nunca por Argentina. No solo eso lamento. En octubre de 2016 pude conocer la ciudad de Nueva York festejando con tres compañeros de colegio nuestros 60 años y una venerable amistad. La breve semana de estadía coincidió con la presentación de Steely Dan en el teatro Beacon, haciendo un revival o despedida. Tenían una función por noche y en cada una tocaban uno de sus viejos discos más algún éxito de yapa, con una banda de apoyo muy buena y algún invitado especial. En vista que mis amigos no conocían a Steely Dan, privilegiamos ir al boliche Blue Note para escuchar a la Chick Corea Elektric Band y no alcanzó el tiempo para una escapada solitaria al Beacon. Me quedé con las ganas en serio pero hay algunas decenas de videos caseros de esas actuaciones colgados en Youtube. Pasados unos cuantos meses, falleció Walter Becker.
**Donald Fagen – “The nightfly” (1982)
**Donald Fagen – “Kamakiriad” (1993)
No se puede agregar mucho a lo dicho. Es simplemente para seguir gozando nuevas creaciones de este genio, producido por su amigo Becker. Acuérdense lo que les digo: escucharán esta música en 2030 y sonará actual. Entre los tracks de “Kamakiriad” se destacan “Trans-island skyway”, “Tomorrow’s girls”, “Teahouse on the tracks” y muy especialmente “Florida room”: esta canción cambia totalmente mis estados de ánimo negativos y me da ganas de vivir mil años. No es porque hable del verano y una mujer deseada junto al mar; sus cadencias son una oda a la alegría y sus arreglos de bronces -tan inteligentes como funcionales- son lo más estupendo que haya escuchado en mi vida.
*Daryl Hall & John Oates – “Big bam boom” (1984)
*Prince & The Revolution – “Purple rain” (1984)
**Rush – “Moving pictures” (1981)
*The Police – “Regatta de blanc” (1979)
**The Police - “Zenyatta mondatta” (1980)
Terminan de darle una patada en el culo al punk. Con las superlativas “Driven to tears” y “When the world is running down, you make the best of what´s still around”. La guitarra de Andy Summers en toda su dimensión, al servicio completo del grupo, que suena mucho más trío. Paseen también por “Ghost in the machine” (1981), donde ya se advierte la ayudita de teclados y sobregrabaciones de estudio. Ningún disco de The Police te defraudará.
**The Police – “Synchronicity” (1983)
*Sting – “The dream of the blue turtles” (1985)
Continúa en:
Cap. 3 - Pop, rock & progresiva-parte 2
Capítulos anteriores:
18/04/16 - Guía práctica garantizada de jazz, rock, pop, BSO & world music (500 discos para procurarse la felicidad). Introducción.
19/04/16 - Guía práctica garantizada de jazz, rock, pop, BSO & world music (500 discos para procurarse la felicidad). Cap.1. Rock argentino.
11/08/16 - Guía práctica garantizada de jazz, rock, pop, BSO & world music (500 discos para procurarse la felicidad). Cap. 2. Folklore argentino, sudamericanos & world music.