viernes, 10 de junio de 2016

Transgénicos



No llego a ser un científico pero me considero formado en la ciencia y apegado a la lógica. Por eso me producen rechazo quienes -intentando acortar caminos por la ruta cómoda del "chamuyo" (1)- en vez profundizar las cosas repiten slogans, como lo hace habitualmente mucha gente de esa llamada  "verde" o "ecológica". Esos que critican al cultivo de soja y no conocen las bondades de la siembra directa pero demonizan todo y hacen una ensalada de versiones con el glifosato (2). Desconocen también que la selección genética de especies vegetales y animales es usada por el hombre desde tiempos inmemoriales.

Seleccioné artículos de gente que sabe más para entender el tema de los cultivos transgénicos, recordando que -en la actualidad- su utilización es mayoritaria en los principales países agrícolas del mundo. Un Nobel de Química hindú apunta que son una tecnología válida que no necesariamente pertenece a Monsanto y muestran la evolución de la investigación humana. También agrego links a trabajos publicados por el Grupo de Reflexión Rural, un organismo vernáculo opositor a esta tecnología, para analizar la otra campana. Reconozcamos que no sería la primera vez que la humanidad podría ser presa de otro engaño perpetrado por los poderosos, pero no se han difundido pruebas científicas que comprueben que son peligrosos para la salud humana (3), cuestión central en la discusión. Los países europeos fueron los más reacios a su introducción pero terminaron permeando sus fronteras a la producción transgénica.

Podría decirse que la tecnología de los transgénicos permite combatir el hambre porque aumenta la producción ahorrando recursos (menos pesticidas y uso de combustibles, por ej.). Pero tampoco nos engañemos con esto: no es estrictamente cierto. El problema del hambre no depende de la cantidad de alimentos que el mundo produce. Hoy los alimentos sobran y sin embargo persiste el flagelo del hambre. ¿Sabían que con el 20% de los granos con los cuales se alimenta el ganado, se terminaría el hambre en el mundo? (4).

¿Leíste bien? La pobreza y el hambre son una degradación propia del capitalismo y la voracidad de los que mandan y los ricos. Esos cuyas vidas lujosas leemos en las revistas de la peluquería y vemos en las noticias de la 'forrándula' (5) de los programas de chimentos, son los culpables.

Al menos, seamos críticos, hablemos con propiedad y pongámonos del lado correcto. Horanosaurus.

NOTAS:

(1) porteñismo por hablar sin fundamento, hablar por hablar.
(2) Gente snob que se opone a las tecnologías como si no fuera el capitalismo el que sigue mandando. Señores, les recuerdo, al menos por estas pampas nadie quiso hacer ninguna revolución. Lo bueno para Uds. es que ser "verde" es menos peligroso para su pellejo que hacer una revolución.
(3) El trabajo más específico que leí sobre el potencial peligro de los transgénicos -algo viejo- es "El destino metabólico del ADN y las proteínas de los forrajes genéticamente modificados" de D.E. Beever y R.H. Phillips, Centro de Investigación Lechera, Universidad de Reading, EE.UU (2001). Investigaron básicamente tres premisas: 1) ¿Podría el ADN de los genes insertados o modificados y/o sus productos (proteínas) causar problemas de salud en los animales que consumen cultivos genéticamente modificados? 2) ¿Podría el nuevo ADN (entero o fragmentos) o las nuevas proteínas ser transferidos y acumularse dentro de productos animales? 3) ¿Podría el consumo de materiales de cultivos GM o productos animales derivados de cultivos GM causar efectos adversos a la salud en humanos? Este estudio no detectó ADN o proteínas de cultivos GM en tejidos o productos animales.
(4) "Ricos flacos, gordos pobres" Patricia Aguirre, 2004.
(5) porteñismo inventado, híbrido de farándula y "forro" (usado, estúpido, banal).


El problema no son los pesticidas: el problema es la responsabilidad empresarial.

La resistencia a los transgénicos viene de gente que no conoce el hambre, dice el Nobel de Química

Venkatraman Ramakrishnan, Venki para los amigos, recuerda perfectamente la mañana del 7 de octubre de 2009. Iba en bicicleta a su trabajo cuando una de sus ruedas pinchó, así que llegó tarde. Le tocó caminar un buen rato hasta su despacho en el Laboratorio de Biología Molecular de Cambridge (Reino Unido). Una vez allí, al poco de llegar, recibió una llamada de un tipo con acento sueco que le anunciaba que había ganado el premio Nobel de Química. Ramakrishnan, todavía confuso por el pinchazo, pensó que era una broma de uno de sus colegas. "Qué bien te sale el acento sueco", le espetó al hombre al otro lado de la línea telefónica, que efectivamente era miembro de la Real Academia de las Ciencias de Suecia. Aunque no se lo creyera, Ramakrishnan acababa de ganar el Nobel por investigar la estructura del ribosoma, la máquina microscópica que en cada una de nuestras células transforma nuestro código genético en proteínas, como las que transportan el oxígeno en la sangre o los anticuerpos que matan a los microbios malignos.

Ramakrishnan nació en 1952 en Chidambaram, un pueblo indio conocido por su templo dedicado al dios hindú Shiva danzando para destruir el universo. A los 19 años, consiguió una beca para estudiar Física en la Universidad de Ohio (EE UU). Y dejó India para nunca volver. Cuando se doctoró en Física, se lanzó a estudiar Biología en la Universidad de California. Y en 2000 alcanzó la cima de su carrera. En un laboratorio de EE UU, cuando vio clara la estructura del ribosoma, se puso a bailar más frenéticamente que el dios Shiva. "Vamos a ser famosos", les dijo a sus colegas.

El físico de origen indio, que en realidad es un biólogo con nacionalidades británica y estadounidense, acaba de ser nombrado presidente de la Royal Society, la academia científica más antigua del mundo, fundada en Londres en 1660. Desde su nuevo puesto, en la entidad que acogió a Isaac Newton, Charles Darwin y Albert Einstein, Ramakrishnan quiere "concienciar a los ciudadanos y a los gobiernos de que es necesario apoyar a la ciencia". También se propone "estimular mejores maneras de enseñar la ciencia en las escuelas".

El ganador del Nobel de Química es un enamorado de la cultura española. Habla un español muy correcto y disfruta con la literatura española y latinoamericana. "También me gusta el cine español. Después de Franco, el cine español se convirtió en muy creativo, con Almodóvar, Alejandro Amenábar", opina. La semana pasada, Ramakrishnan visitó España para impartir una conferencia en el congreso anual de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, invitado por la Fundación BBVA.

- Parece que hay una brecha entre los científicos y los ciudadanos en asuntos como los alimentos transgénicos y la energía nuclear. ¿Cómo piensa convencer al gran público de que los transgénicos no son monstruos y las centrales no son Chernobyl? - Los científicos se tienen que involucrar más con los ciudadanos. El problema con los alimentos modificados genéticamente es que la ciudadanía no es consciente de que durante siglos hemos estado haciendo modificación genética, aunque de manera muy aleatoria: cruzando diferentes cepas o, desde hace muchos años, con mutagénesis [generación de mutaciones] en cultivos y la posterior selección de los rasgos más apreciados. En realidad, las tecnologías modernas son mucho más específicas y dirigidas. Te enfocas en un gen y sabes exactamente lo que estás haciendo. Así que de alguna manera podríamos pensar que así hay más control que de la forma tradicional. Creo que cuando la gente no entiende muy bien una tecnología, surge la preocupación.

- En EE UU usted come alimentos transgénicos. - Sí, y no pasa nada, hasta donde yo sé. Soy muy feliz comiendo maíz transgénico. Para alguien como yo, que ha crecido en India, estas resistencias se ven como una cosa de gente que nunca ha conocido el hambre. Le dicen a los países pobres: seguid con hambre. Este tipo de objeciones son un lujo, porque los que las tienen saben que hay mucha comida en Europa y no les importa. Pero en muchas ocasiones los alimentos modificados genéticamente pueden marcar la diferencia: adaptados a la sequía o con más nutrientes en un cultivo, como el arroz dorado, en el que se introducen precursores de la vitamina A y puede ayudar a prevenir la ceguera infantil. Estamos solo empezando a entender todos los beneficios de los alimentos modificados genéticamente. Y, por supuesto, como con cada nueva tecnología, tenemos que estar seguros de que establecemos normas de seguridad adecuadas. Yo no sostengo que se permita hacer todo lo que sea posible hacerse. Tienen que existir reglas generales adecuadas, como con las nuevas medicinas. Con cada nueva tecnología tenemos que poner en la balanza la seguridad y los beneficios.

- Dice que estas objeciones son propias de sociedades ricas, ¿como el movimiento antivacunas? - Sí, como los antivacunas, aunque frente a los alimentos modificados genéticamente hay otra objeción. Mucha gente está en contra del monopolio de las multinacionales. Me parece una objeción perfectamente válida. ¿Por qué una sola empresa controla una serie de cultivos? Pero mi opinión es que la modificación genética es una tecnología, no es un monopolio de una empresa. Los gobiernos pueden invertir en alimentos modificados genéticamente y hacerlos accesibles. No son un monopolio. La modificación genética es una tecnología que se puede utilizar para obtener grandes beneficios, no es el monopolio de una empresa. Depende de nosotros utilizarla como queramos.

- Usted está en contra del actual sistema de producción de fármacos, sobre todo de antibióticos, ignorados por las grandes farmacéuticas. ¿Qué modelo propone? - No se le puede echar la culpa a las grandes farmacéuticas. Las grandes farmacéuticas quieren ganar dinero. Son empresas, su trabajo es tener beneficios. No puedes esperar que hagan inversiones si no están seguras de tener un buen retorno. Los nuevos antibióticos se administrarán a pequeños grupos de pacientes que sean resistentes a antibióticos convencionales. Los grupos son pequeños y no se trata de enfermos crónicos. Si toman antibióticos se curan. Así que no es como desarrollar nuevos fármacos contra el colesterol, que un paciente tendrá que tomar toda su vida. Por otro lado, hablamos de un problema potencial muy serio. Puede haber una epidemia de una bacteria resistente. Es un serio problema de salud pública. Pero como es un tema de salud pública, deberían ser los gobiernos y las organizaciones sin ánimo de lucro, además de las instituciones internacionales, las que invirtieran en esto.

- ¿Y eso va a ocurrir? - Ya ocurre. En Reino Unido, el Gobierno ha lanzado una iniciativa para el desarrollo de antibióticos. También en EE UU. Los gobiernos se están dando cuenta, pero quizás necesiten coordinarse más.

- Hace 15 años usted publicó la estructura del ribosoma. ¿Qué aplicaciones tiene hoy su hallazgo? - Hay muchas aplicaciones potenciales. Una de las más inmediatas sería, posiblemente, el desarrollo de nuevos antibióticos. Las empresas farmacéuticas han utilizado la estructura del ribosoma para desarrollar nuevos compuestos. Por ejemplo, Thomas A. Steitz, con quien compartí el premio Nobel, y otros colegas fundaron una empresa biotecnológica en New Haven, en EE UU, donde está la Universidad de Yale. Esta empresa tiene unos cuantos compuestos que parecen prometedores, pero probarlos en ensayos clínicos requiere mucho dinero. Necesitan más inversiones para intentar llevarlos al mercado. Y ocurre lo mismo por todas partes. Puedes encontrar compuestos prometedores, pero tienes que demostrar su seguridad, iniciar ensayos clínicos. Es un proceso muy largo y solo un pequeño porcentaje de los compuestos prometedores acaban siendo fármacos utilizables.

- O sea que todavía no hay nada tangible a partir de la estructura del ribosoma. - Por el momento tenemos cosas que funcionan, algunas de ellas en ensayos clínicos, pero todavía nada en el mercado. Esto es una prueba de la gran cantidad de tiempo que se requiere para desarrollar nuevos antibióticos. Recorrer el camino desde la ciencia hasta el mercado requiere mucho tiempo, a menudo una década o más. Cuando tienes cepas de bacterias emergentes resistentes a los antibióticos, tienes que actuar muy rápido, para que cuando se conviertan en un problema serio de salud pública en el futuro, tengas algunas herramientas para enfrentarte a él.

- ¿Usted ganará dinero si esos fármacos llegan al mercado? - Habría muchos beneficios, pero yo no tengo conexión con esta empresa.

- Hace 15 años usted empezó a bailar en un laboratorio y dijo: "Vamos a ser famosos". ¿Lo son? - La fama es un concepto relativo. Yo no soy famoso ni entre los científicos, solo entre los de mi campo. Quizá soy conocido entre las personas que estudian los ribosomas y puede que también para algunos biólogos estructurales. Si le preguntas a un neurobiólogo, no tendrá ni idea de quién soy. Si voy por la calle en Cambridge, nadie me conoce. Los científicos no somos como los jugadores de fútbol. Los jugadores, y las estrellas de cine, son famosos porque están constantemente visibilizados, cada vez que juegan al fútbol o actúan en una película. A los científicos no se nos ve.

- ¿Qué preguntas intenta responder ahora mismo en su laboratorio? - El ribosoma es una máquina muy complicada. Aquellos primeros experimentos que hicimos solo nos enseñaron cómo es, pero no cómo lleva a cabo su función, ni cómo se puede detener. Además, los ribosomas de los organismos complejos, como los de los humanos, son diferentes a los que estudiamos en un principio, que procedían de bacterias. Ahora estamos interesados en cómo funcionan los ribosomas de organismos complejos, y también en cómo están regulados, cómo se pueden apagar y encender. Algunos virus pueden secuestrar el ribosoma y fabricar sus propias cosas, en lugar de hacer lo normal. Son preguntas interesantes. La clave para el ribosoma no es solo hacer proteínas, sino hacerlas en el momento adecuado y en la cantidad correcta. Esto implica encender y apagar el proceso. Si no lo hacen, hay un funcionamiento incorrecto de la célula. Por ejemplo, las células cancerosas no saben cuándo parar de producir cosas.

- Usted se fue de India a EE UU con 19 años. Ahora que se habla tanto de migraciones, ¿usted qué piensa? - Si un país quiere hacer las cosas bien, tiene que estar abierto al mejor talento que haya en el mundo. Ningún país, ni siquiera EE UU, produce todo el talento que necesita. Si vas a EE UU y miras quiénes son los mejores científicos, como los miembros de la Academia Nacional de Ciencias, muchos de ellos no han nacido en EE UU o son hijos de inmigrantes. Son un alto porcentaje. Ningún país es autosuficiente respecto al talento. Cualquier país tiene que hacer posible que las personas con más talento vayan a él. Eso es un tipo de inmigración y muchos países lo permiten. Cuando se trata de refugiados, están menos dispuestos. Cuando la economía no va bien, todo el mundo se preocupa por los puestos de trabajo, por los recursos, por las infraestructuras, etcétera. No quieren agobios. Pero esto es un problema humanitario, debemos tener empatía y entender que se trata de una crisis seria. Y que, después de todo, en Europa y en EE UU somos mucho más ricos que en el resto del mundo. Moralmente, creo que tenemos la obligación de ayudar a los que se encuentran en grandes dificultades. Yo creo que la mejor manera de ayudar es intentar que las economías de estos países mejoren y así sus ciudadanos no tengan que emigrar. No es fácil cambiar de una cultura a otra, aprender una lengua, adaptarse. Es difícil.

- Hace tres meses, un miembro de la Royal Society y premio Nobel, Tim Hunt, dimitió tras unos comentarios machistas [propuso laboratorios segregados por sexos y afirmó: 'Pasan tres cosas cuando las mujeres están en el laboratorio: te enamoras de ellas, ellas se enamoran de ti y, cuando las criticas, lloran']. ¿Qué opina de aquello? - Antes de nada, quiero decir que es necesario animar a las mujeres a entrar en la ciencia. Y cuando entren en la ciencia, hay que apoyarlas. No hay duda de que existen prejuicios: en el sistema, en la manera en la que la carrera científica está estructurada, también hay prejuicios inconscientes en la manera de tratar a las mujeres. Pero el problema no es Tim Hunt. Ahora que conocemos mejor los hechos, vemos que simplemente estaba bromeando sobre sí mismo cuando era joven. Es una lección de que el humor no siempre se entiende. Hay que tener cuidado. En cuanto a la Royal Society, Tim Hunt fue elegido por su conocimiento científico. Los miembros de la Royal Society pueden decir lo que quieran como individuos. Sus puntos de vista no son los de la Royal Society. Incluso yo ahora mismo no represento a la Royal Society, hablo como individuo. En su larga carrera, Tim Hunt ha apoyado a un gran número de mujeres. Básicamente, todas han dicho que les trató extremadamente bien. Así que yo creo que deberíamos dejar a Tim Hunt en paz y afrontar el problema serio: cómo animar a las mujeres a entrar en la ciencia. La Royal Society tiene un comité de diversidad que estudia esto de manera específica, identifica problemas y propone soluciones.

- Su familia es un ejemplo. - Cuando yo tenía tres o cuatro años, mi madre me dejó para hacer un doctorado en Canadá, porque mi padre le animó. Mi padre se ocupó de mí con la ayuda de sus hermanas, mientras mi madre hacía el doctorado. Eso ocurrió en la década de 1950 en India. Mi hermana [Lalita Ramakrishnan, microbióloga de la Universidad de Washington] acaba de ser elegida para la Academia Nacional de Ciencias de EE UU. Es una prestigiosa científica especializada en tuberculosis. Yo procedo de una familia de mujeres científicas y creo que cualquiera que quiera dedicarse a la ciencia debería poder hacerlo, sin importar de qué género sea, de qué región geográfica venga o cuál sea su etnia.

- Usted ha escrito que si tuviera un estudiante parecido a como fue usted en su día, lo despediría. - Sí. Existe el peligro de dedicarte a algo que no te importa. Yo estaba trabajando en un problema de física por el que había perdido el interés. Y me empezó a interesar más la biología. Si te dedicas a algo que no te importa, encuentras todo tipo de aficiones y distracciones paralelas. Pero si encuentras algo que realmente te gusta, entonces estás contento de trabajar en ello. Es una lección: dedícate siempre a lo que te interese.

Pesquisa da UE confirma: milho transgênico é seguro para alimentação

05/02/16 - 15:26 Por Leonardo Gottems. O milho transgênico é seguro para a alimentação humana. Essa é a conclusão de estudo de longo prazo conduzido pelo Projeto Grace (Avaliação de Risco de Transgênicos e Comunicação das Evidências, na sigla em inglês), com financiamento da União Europeia. No experimento, os cientistas alimentaram ratos em dois grupos de análise, um pelo período de 90 dias e outro durante um ano. Foi utilizada a variedade de milho MON 810 – que já é permitida em diversos países, entre eles Estados Unidos, Argentina, China, Brasil e na própria Europa. Os resultados apontam que não há evidência de que o milho geneticamente modificado cause qualquer efeito adverso. O estudo do Projeto Grace comprovou ainda conclusões de estudos anteriores indicando que as plantas transgênicas Bt (Bacillus thuringiensis) são inofensivas contra organismos não alvo, como insetos polinizadores e microrganismos do solo. 

¿Cómo se evalúa la inocuidad de los alimentos genéticamente modificados (GM)?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha producido una guía de 20 preguntas y respuestas sobre los alimentos genéticamente modificados (GM), con el fin de responder a una serie de consultas por parte de los Estados Miembros de la Organización, y a las crecientes preocupaciones manifestadas por los consumidores.

La OMS establece que la inocuidad de los distintos alimentos GM tiene que evaluarse caso por caso, y que es imposible hacer una declaración general sobre la inocuidad de todos los alimentos GM. Incluso se sostiene que los alimentos GM que pueden obtenerse en el mercado internacional han pasado evaluaciones de riesgos, y no es probable que presenten peligros para la salud humana.

Hasta el momento no se han observado efectos adversos de los alimentos GM, sobre todo en los países donde su comercialización ha sido aprobada. Sin embargo, la OMS se propone desempeñar un papel activo con respecto a los alimentos GM para velar por que la salud pública pueda beneficiarse, tanto como sea posible, de la nueva tecnología, y para asegurarse de que no se verá afectada por el consumo de esos alimentos. Por ejemplo, los expertos en inocuidad de alimentos afirman que es imprescindible prevenir la alergenicidad de los alimentos GM y la transferencia de resistencia a los antimicrobianos de los alimentos a los humanos.

¿Qué son los organismos y los alimentos genéticamente modificados? La definición sobre los organismos genéticamente modificados (OGM) según la OMS, establece que se trata de organismos en los cuales, el material genético (ADN) ha sido alterado de un modo artificial. La tecnología generalmente se denomina “biotecnología moderna” o “tecnología genética” y permite transferir genes individuales de un organismo a otro, también entre especies no relacionadas.

Una vez que los científicos entendieron el código del ADN, comenzaron a buscar formas de cambiar las instrucciones en los genes y de aislarlos para entender su funcionamiento, o introducir cambios que lograran que las células produjeran más o mejores compuestos químicos necesarios, o llevaran a cabo procesos útiles, o dieran a un organismo características deseables. Estos métodos se utilizaron para crear vegetales GM, que luego se emplearon para desarrollar cultivos de alimentos GM.

Los alimentos GM comenzaron a desarrollarse y comercializarse porque se percibió cierta ventaja tanto para los productores como para los consumidores de estos alimentos. El beneficio se vislumbró en la obtención de un producto con menor precio y mayores beneficios (en términos de durabilidad o valor nutricional). Además de aumentar la protección a enfermedades causadas por insectos o virus a los vegetales, y presentar una mayor tolerancia a los herbicidas.

Evaluación de riesgo de los Alimentos GM

Uno de los objetivos del Programa de Inocuidad Alimentaria de la OMS es colaborar con las autoridades nacionales en la identificación de los alimentos GM que deben someterse a evaluaciones de riesgo. Los diferentes organismos GM incluyen genes diferentes, insertados en formas diferentes; por eso, se establece que la inocuidad de un alimento GM debe ser evaluada individualmente, en base a los principios del Codex Alimentarius, el Código Alimentario internacional regulado por FAO y la OMS. La premisa del código establece una evaluación previa a la comercialización de los alimentos, realizada en forma individual y que incluya una prueba tanto de los efectos directos (del gen insertado) como de lo efectos no deseados (que pueden surgir como consecuencia de la inserción del nuevo gen). Estos principios no tienen un efecto de obligatoriedad sobre la legislación nacional, pero están mencionados en el Acuerdo Sanitario y Fitosanitario (Acuerdo SPS) de la Organización Mundial de Comercio y pueden usarse como referencia.

En cuanto a nuestro país, la aprobación del uso de un OGM depende de los dictámenes de la CONABIA y la Comisión Técnica Asesora del SENASA. Finalmente, el trámite pasa a la Dirección de Mercados Agroalimentarios de la SAGPyA, que comprueba que los OGM en cuestión hayan sido aprobados previamente en sus potenciales destinos de exportación, especialmente en Europa, ya que suele ser la región que más cautela guarda hacia los transgénicos. Esta política de aprobación permite que los mercados de exportación no se vean afectados.

Para determinar los posibles riesgos en la salud humana, la evaluación de la inocuidad de los alimentos genéticamente modificados, generalmente investiga: 

(a) los efectos directos sobre la salud (la toxicidad),
(b) las tendencias a provocar una reacción alérgica (la alergenicidad),
(c) los componentes específicos con sospecha de tener propiedades nutricionales o tóxicas;
(d) la estabilidad del gen insertado,
(e) los efectos nutricionales asociados con la modificación genética; y
(f) cualquier efecto no deseado que podría producirse por la inserción de genes.

¿Cuál es el estado del debate público sobre alimentos GM? La liberación de OGM al medio ambiente y la comercialización de alimentos GM han ocasionado un debate público en diversas partes del mundo. Es posible que esta discusión continúe, probablemente en el contexto más amplio de otros usos de la biotecnología (por ejemplo, en medicina humana) y sus consecuencias para las sociedades humanas.

En la sede del Instituto Panamericano de Protección de Alimentos y Zoonosis (PANALIMENTOS / OPS-OMS) se llevó a cabo, en febrero pasado, una Reunión sobre la Inocuidad de los Alimentos producidos por Medios Biotecnológicos, donde se acordó el fortalecimiento de la infraestructura y de la capacitación requerida para la aplicación de los principios de análisis de riesgo de los alimentos genéticamente modificados, en los países en vías de desarrollo.

Además se resaltaron otros aspectos vinculados al análisis de riesgo. En lo que se refiere a la evaluación de riesgos, se concluyó que es necesario completar un marco de referencia internacional para evaluar a los organismos genéticamente modificados (OGM) que sean utilizados en la producción de alimentos. En tal sentido, se recomendó formular normas internacionales para la inocuidad, y guías para la evaluación de riesgos de los alimentos obtenidos por biotecnología.

Respecto a la gestión de riesgos, se recomendó que las medidas para el manejo deben ser proporcionales al nivel de riesgo determinado durante la evaluación, y cuando sea relevante, se deben considerar otros factores legítimos para la adopción de medidas regulatorias. Estas medidas podrían incluir: al etiquetado, el establecimiento de las condiciones para la aprobación pre-comercial, y el monitoreo después de la comercialización.

Finalmente, para la comunicación de riesgos se propuso identificar los mecanismos que faciliten una información clara y abierta entre todos los sectores interesados: público, privado y los consumidores, con base en el conocimiento y las evidencias científicas disponibles. Se concluyó que la OMS/OPS puede y debe jugar un papel protagónico en esta área, debido a su alto nivel de credibilidad pública.

La Organización Mundial de la Salud establece que se deben revisar minuciosamente las tecnologías modernas si van a constituir una mejoría real en la forma de producción de los alimentos. Dichas evaluaciones deben ser holísticas y abarcativas, y no pueden detenerse en sistemas de evaluación separados, que sólo enfocaban los efectos sobre el medio ambiente o la salud humana en forma aislada.

Por lo tanto, la OMS está trabajando para presentar un punto de vista más amplio de la evaluación de alimentos GM para permitir la consideración de otros factores importantes. Esta evaluación más holística de organismos GM y productos GM considerará no sólo la inocuidad sino también la seguridad alimentaria, los aspectos sociales y éticos, el acceso y la creación de capacidades. El trabajo internacional en esta nueva dirección presupone el compromiso de otras organizaciones internacionales claves en esta área.

Oficina de Comunicación Social y Educación
Fuente: Instituto Panamericano de Protección de Alimentos y Zoonosis (PANALIMENTOS)
www.panalimentos.org
Consultas y entrevistas: Lic. Natalia Bonvini - SAGPYA
calidaddifusion@sagpya.minproduccion.gov.ar
Tel: (011)-4349-2026/2186

Avalan los cultivos transgénicos

La Nación suplemento Campo. Sábado 21/05/16.

WASHINGTON (AFP).- Los cultivos genéticamente modificados no representan mayores riesgos para el medio ambiente y la salud que los convencionales, concluye un nuevo informe de la Academia Estadounidense de Ciencias, aunque alerta sobre el serio problema para la agricultura de la resistencia desarrollada por los insectos dañinos.

El estudio, publicado el martes pasado, "indica que ahora es difícil distinguir entre las nuevas tecnologías de ingeniería genética desarrolladas desde la década de 1970 y los métodos convencionales de cultivo".

Aunque reconocen "la dificultad de detectar efectos sutiles en el largo plazo en la salud y el medio ambiente", los integrantes de este comité científico "no detectaron indicios que muestren alguna diferencia de riesgos para los humanos entre los cultivos OGM actualmente comercializados y las cosechas convencionales". La misma comprobación hicieron respecto del medio ambiente. Pero los expertos independientes se manifiestan alarmados por el "desarrollo de una resistencia" en los insectos y otras plantas por causa de los organismos genéticamente modificados (OGM). El informe cita el ejemplo de los cultivos OGM modificados para ser resistentes al herbicida glifosato. O, en "mucho lugares", las malas hierbas en torno a estos cultivos han desarrollado resistencia a este herbicida. La Academia Estadounidense de Ciencias ve en ello "un problema significativo para la agricultura".

Insistieron en la importancia de recurrir a todas las nuevas tecnologías derivadas de la genómica para mejorar la capacidad de detectar la más mínima modificación imprevista en las características de los cultivos, sean OGM o no.



¿Los conocías? Nódulos en raíces de soja: fertilizante natural, gratis y sustentable.

Los cultivos OGM no son más riesgosos que los convencionales

Lo afirmó un nuevo informe de la Academia Estadounidense de Ciencias. Pero alertó sobre la resistencia que crece en algunas plagas y malezas. Clarín Rural 21/05/16.

Washington. Agencia AFP. Los cultivos transgénicos (u OGM) no tienen mayores riesgos para el medio ambiente y la salud que los convencionales, según concluyó un informe de la Academia de Ciencias de EE.UU, aunque alerta sobre el serio problema para la agricultura de la resistencia que desarrollan plagas y malezas.
  
El estudio indica que "ahora es difícil distinguir entre las nuevas tecnologías de ingeniería genética desarrolladas desde la década de 1970 y los métodos convencionales de cultivo".
  
Aunque reconocen dificultades para "detectar efectos sutiles en el largo plazo en la salud y el medio ambiente", los integrantes del comité científico que llevó a cabo el estudio sostienen que "no detectaron indicios que muestren alguna diferencia de riesgos para los humanos entre los cultivos OGM actualmente comercializados y los convencionales". La misma comprobación hicieron respecto del medio ambiente.
  
Pero hay expertos independientes que se manifiestan preocupados por el "desarrollo de resistencias" en los insectos y en otras plantas, como las malezas.

El informe cita el ejemplo del herbicida glifosato. En muchas regiones del mundo, las malezas han desarrollado resistencia a este herbicida, ampliamente utilizado sobre cultivos transgénicos como la soja. La Academia de Ciencias ve en es "un problema significativo para la agricultura".

En detalle, los científicos analizaron todos los estudios animales realizados sobre los efectos de los componentes químicos contenidos en los alimentos OGM actualmente en el mercado. Y no hallaron diferencias respecto de los productos convencionales que implicasen un incremento del riesgo para la salud.
  
Los investigadores subrayaron que los estudios epidemiológicos a largo plazo no observaron directamente los efectos sobre la salud del consumo de alimentos como la soja y el maíz, o incluso las manzanas y las papas.
  
Los datos disponibles en la actualidad no muestran ninguna relación entre los OGM y las enfermedades.
  
Por el contrario, los autores del informe destacan ciertas señales de que los cultivos OGM resistentes a los insectos serían beneficiosos para la salud humana, porque permitirían reducir el uso de insecticidas.
  
Por otra parte, varios cultivos OGM en desarrollo están siendo concebidos específicamente para que redunden en beneficios a la salud humana. El informe cita el caso del arroz que contiene más betacaroteno para ayudar a prevenir la ceguera e incluso la muerte, por falta severa de vitamina A, en algunos países en desarrollo.

Los organismos genéticamente modificados (OGM) en la Argentina y la construcción de legitimidad. El discurso asociado a los OGM y la búsqueda de legitimidad. Por Guillermo Folguera (Grupo de Reflexión Rural) 

Cómo ocultar los transgénicos
Con el voto de Coca Cola y Monsanto no se aprobó una iniciativa para obligar a marcar los alimentos transgénicos. Por Walter Galleguindio Ramírez. Mdz17/11/13. 


Internacionales-La Nación suplemento Campo 25/06/16
Apoyo de los científicos a los OGM


WASHINGTON (EFE).- Un grupo de 109 premios Nobel criticó al gru­po ecologista Greenpeace por su rechazo frontal a la producción de alimentos transgénicos (genética­mente modificados), que puede -a su juicio- provocar un "crimen con­tra la humanidad".

En la misiva, los firmantes seña­lan que la Organización de la ONU para la Agricultura y Alimentación (FAO) ha advertido que la produc­ción mundial de alimentos tendrá que doblarse para 2050 a fin de satisfacer la demanda de la pobla­ción. "Organizaciones opuestas a los cultivos modernos, con Greenpea­ce a la cabeza, han negado esos he­chos repetidamente y están en con­tra de las innovaciones biotecnológicas en la agricultura", subrayan los rubricantes, entre ellos el esta­dounidense Phillip Sharp, ganador del Nobel de Fisiología o Medicina en 1993 e impulsor de la carta.

Greenpeace y otros grupos -su­brayan- "han tergiversado sus ries­gos, beneficios e impactos, y han apoyado la destrucción criminal de ensayos de campo y proyectos de investigación aprobados".


Los expertos -premiados en dis­ciplinas como Medicina, Química, Física y Economía- instan a la aso­ciación ecologista a "revaluar la experiencia de agricultores y con­sumidores en todo el mundo con cultivos y alimentos mejorados mediante biotecnología". En su opinión, Greenpeace de­be "reconocer los hallazgos de los cuerpos científicos autorizados y las agencias reguladoras y abando­nar su campaña contra los transgé­nicos en general y el arroz dorado en particular".

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