Les pido que lean estas afirmaciones sin tratar de imaginar que persona las pudo haber efectuado ni con que intereses. Propongo cotejarlas con su noción de la realidad y pensar, simplemente, si son ciertas o no, parcial o totalmente:
No quisiera pecar de soberbio pero me animaría a decir que no creo que surjan mayores diferencias con el análisis de cualquier politizado de buena voluntad. Puedo opinar si tengo la información necesaria, incluso la de los supuestos 'entendidos' de cada sector. Y para permitirme criticar desde el llano, agrego el concepto lógico que toda conducta puede juzgarse a través de los hechos.
Crítica desaforada
Si del párrafo de arriba de todo -para no discutir nimiedades en vano entre nosotros- sólo aceptamos las afirmaciones de tipo estadístico y lo de abajo es mi norte como ciudadano preocupado por el tema, no puedo menos que pensar que este gobierno y sus integrantes son ineptos para manejar el área agropecuaria. En su defecto, puedo suponer que tienen intereses contrarios a la justicia social.
En el año 2009 -luego de seis años de gobierno del mismo signo- por una decisión política de la presidencia de la Nación elevaron a la exSecretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca al rango de Ministerio (MAGyP). Se suponía que significaba un interés por jerarquizar su función e independizarla del todopoderoso Ministerio de Economía y Finanzas al que pertenecía. Pero en los hechos esa dependencia siguió aunque cambiaran la chapa en el frente del edificio. Las cosas que se deciden en el MAGyP son anecdóticas.
Las secretarías en las que se divide el ministerio resultan cotos reservados de facciones políticas diferentes. El personal no especializado aumenta constantemente con gran contribución de la agrupación juvenil oficial La Cámpora, de tal modo que debió alquilarse un edificio anexo al tradicional del ministerio, para albergar a más empleados. Existe suficiente personal técnico de jerarquía en los planteles, pero toda su tarea se reduce a lograr medidas puntuales que puedan ayudar a un sector dentro de área productiva. No resultan políticas universales ni son decisivas. También hacen muchas estadísticas de provecho relativo.
El problema inicial es que Néstor Kirchner y luego su esposa Cristina dejaron en manos de Guillermo Moreno, secretario de Comercio, el manejo discrecional de las cadenas agroalimentarias. Luego de varios encontronazos -por ej. la disputa de 2008 con la mayoría de los sectores del campo por las retenciones a la soja - declararon "enemigo" al sector agropecuario. No llegaron a aceptar nunca que es la porción empresaria de mayor empuje del país, la que más reinvierte y la que más tecnología aplica. Y que en vez de castigarlo merece apoyo y respeto por lo que aporta, con trato igualitario al momento de las obligaciones.
El prestigioso agrónomo Horacio Giberti, que no era un opositor furibundo pero decía lo que pensaba en voz alta, comentaba unos años atrás:
La industria exportadora cárnica en particular -la que más invirtió en su momento, comparativamente- luego de ser una reconocida líder mundial (hoy 11º ya no cuenta para nadie), se encuentra parada y expulsó miles de trabajadores. Desde hace unos cinco años, la Argentina se perjudica no cumpliendo las toneladas con menor arancel permitidas por los europeos en la cuota Hilton: el retraso cambiario, los costos internos y las retenciones hacen inviable económicamente lo que siempre fue el gran negocio del sector (5). Me llama la atención que, ante semejante emergencia, los empresarios y los dirigentes sindicales acepten una realidad que puede modificarse.
No entiendo el objetivo -me resulta contradictorio- que mientras se cierran plantas perdiéndose inversiones millonarias, el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) junto a Presidencia de la Nación fomentan la construcción de frigoríficos de pequeña capacidad en muchas provincias del país, normalmente en pueblos de pocos habitantes. Y muchas veces son concesionados a operadores privados.
Cuando el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso (7) le propuso a la presidente escalas diferenciales de retenciones a un cultivo, la señora le recomendó reunirse con el secretario Moreno a tratar el tema. Sin poder político alguno, el Ministerio se contenta con anunciar periódicamente la aprobación oficial de nuevos eventos transgénicos de la multinacional Monsanto (empresa en la picota justamente por el tema de la 'sojización') como si fueran conquistas en si mismas. También hubo pomposos convenios agropecuarios con China -mercado principal de nuestra soja- que todavía no se han traducido en acciones de impacto económico real.
La misma presidente que alguna vez llamó "yuyo maldito" a ese cultivo, sumando contradicciones realizó hace relativamente poco un acto de gobierno donde realzó un proyecto industrial agroquímico de Monsanto en la provincia de Córdoba, que es rechazado por la población lindera porque su posible impacto ambiental no les brinda garantías.
El dirigente piquetero Emilio Pérsico dirije la subsecretaría de Agricultura Familiar en forma muy independiente. Fue designado directamente por la presidente en 2012 (todo parece indicar que el ministro se enteró por los diarios). No puedo juzgar su actuación, pero confieso que no creo en los objetivos que propone, abrazado demagógicamente a campesinos, chacareros e indígenas, repartiendo millones de su presupuesto entre subvenciones, camionetas 4x4 y pasajes. Los comentarios políticos de los medios hablan de un armado territorial para re-crear la pata ruralista del oficialismo llamada "Canpo".
Para mencionar otro despropósito, un fuerte aumento de retenciones a la exportación sobre la moderna industria de los biocombustibles -ideado por el viceministro de Economía, Ariel Kiciloff- echó por tierra un gran esfuerzo privado nacional de investigación y desarrollo que hacía punta en el mundo, después de desarrollar durante años la producción de etanol y aceite de soja con inversiones genuinas.
Quizás se hayan enterado en estos días que el precio del pan se disparó, que desde la Secretaría de Comercio recomiendan hacer el pan en casa y que estamos a punto de importar trigo de Uruguay para cubrir necesidades. El tema no se agota tampoco en su cantidad: el gobierno intervino siempre en la cadena triguera en favor de algunos actores (claramente los molinos harineros), permitiendo especulaciones lesivas de algunos y perjudicando a otros (9).
Merece un párrafo más el increíble final del debate sobre la extranjerización de tierras (ley de tierras 26.737), una legislación relacionada con lo agropecuario porque discutió el uso de los suelos. Uno de los aspectos principales era controlar el riesgo que implica la ocupación de suelo por personas o firmas extranjeras. Fue gestionado arduamente en el Congreso y nuestros legisladores se rasgaron sus vestiduras, embebidos de patriotismo. Se dispuso un límite de 15% para ese tipo de tenencia y después de mucho atraso se realizó el censo de tierras rurales ordenado por la ley, comprobando que no llegaban al 8%. ¿Semejante esfuerzo legislativo para una necesidad o peligro inexistentes? ¿Quiere decir que los "malvados" extranjeros pueden seguir comprando tierras sin problemas pues les queda un 7%? (ver 10). ¿Fue un engaño? Como con Malvinas: nuestros políticos lloran de vez en cuando por su recuperación pero no sabrían que hacer con una nueva provincia o apoyarían en ella a otro señor feudal.
De los temas forestal y pesquero no deseo opinar sin un conocimiento profundo. Solo tengo preguntas: porque después de tantas décadas nunca terminamos de ser la potencia silvícola que podemos ser y porque nuestras reservas pesqueras se agotan mientras el negocio va cada vez peor sin que a nadie le preocupe y sobrevuelan los más negros rumores de connivencias propias del "capitalismo de amigos" en el sector, lindantes con lo mafioso (11).
Corolario
En la vieja entrada "El plan agropecuario de Proyecto Sur" resumí valiosas ideas ajenas y humildes conceptos propios acerca de la dirección que debería apuntarse en la búsqueda de una política agropecuaria nacional socialmente justa y ecológicamente sustentable. Si tienen paciencia, los invito a visitarla así me evitan repetirlos. Resumiendo, es poner el énfasis en la planificación federal en coordinación con las provincias y en diálogo con los distintos sectores. Todos saben bien lo que les conviene: ¿puede ser tan difícil armonizar sus intereses sin privilegios? No desperdiciar las oportunidades y pensar la agroindustria como nuestra plataforma de despegue. No demonizar la soja sino darle la dimensión que corresponde. Lograr de una vez por todas compatibilizar el mercado interno y la exportación de carnes, para que todos se beneficien.
Y respecto a los políticos que nos tocan -aunque puedan existir en todos los países del mundo- me duele ver en mi país esa gente vestida de funcionario que miente para vivir muy bien del dinero de todos sin contraprestaciones, mientras a los de siempre les faltan oportunidades para sobrevivir y otros se rompen el lomo haciendo solidaridad sin recompensa alguna. Vuelvo a pensar en el viejo principio nihilista "que se vayan todos". Pero con cárcel a los culpables. Horanosaurus.
(1) Declaraciones de Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina. La Nación 22/06/13 Nota: “Yahuar dijo que el paro delcampo fue un fracaso y el sector le contestó con dureza”.
(2) "Un viejo refrán afirma que 'el que avisa no traiciona' y bien se podría aplicar al nuevo ministro de Agricultura, Norberto Yahuar. Es que el funcionario, en un rapto de sinceridad, había admitido en una entrevista anterior a su nombramiento no tener conocimiento alguno del sector agropecuario, cuyo destino decidirá a partir de hoy. 'Ese cargo me queda grande y no estoy en condiciones de aceptarlo... veo cosas como la lechería y muchas otras cosas que yo desconozco, entonces prefiero no hablar, pero sí creo que me queda grande ese cargo y si me lo ofrecen no se si doy con la talla. Esa es la verdad', dijo Yahuar en una entrevista que le hicieron en una radio de Chubut luego del homenaje en memoria del fallecido Néstor Kirchner, a fines de octubre pasado. La Nación Suplemento Campo. 10/12/11.
(3) Entrevista a Horacio Giberti en Página 12-Suplemento Cash 17/12/06, citado en "El dilema de 'el campo' en la Argentina de hoy. Una mirada desde el socialismo". Lisandro Viale (Prometeo-2011). Giberti falleció en 2009.
(4) Creo que sabrán que un funcionario que imponga medidas que correspondan a su ámbito sin utilizar normas legales infringe la ley. Es público que este hombre da órdenes por teléfono a privados invocando su puesto público.
(5) Las retenciones a las exportaciones de carnes son del 15%. En abril de 2012 la presidente dispuso -con bombos y platillos- una disminución al 5% en el caso de carnes termoprocesadas. Nadie le avisó que la producción argentina de carnes en lata es secundaria y apenas la hacen unos tres o cuatro frigoríficos en todo el país, entre los trescientos cincuenta sobrevivientes.
(6) En la auto-denominada kirchnerista "década ganada", la suma recaudada por retenciones a los granos alcanzó los U$S 60 mil millones. Lo dice de otro modo el índice FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina) que estima que el 75% de la renta agrícola se transforma en recaudación fiscal efectiva o en subsidios a otras actividades (es decir, sumatoria de impuestos nacionales, provinciales y costos de intervención del mercado). Esa millonada no se utilizó para obras de infraestructura o de desarrollo (como hizo Perón en sus primeras presidencias) ni para potenciar 'clusters' industriales o agroalimentarios. Suena a fracaso saber que el país, con la fracasada política energética del ministro De Vido, debe importar cada año combustibles fósiles por alrededor de U$S 12 mil millones.
(7) ex-decano de la Facultad de Agronomía-UBA tentado para la función pública en un mal momento. Una de las pocas figuras visibles con capacidad en el staff ministerial.
(8) Lisandro Viale, citado en (3). El libro mencionado puede obtenerse en versión .pdf en el blog de este diputado provincial (//lisandroviale.blogspot.com.ar)
(9) Interesante análisis de Pedro Peretti en "Falta harina... pero ¿falta trigo?" 06/07/13.
(10) Según el dirigente indigenista Darío Rodríguez Duch, a la fecha todavía están sin cumplirse el relevamiento territorial indígena propuesto por ley 26160/2006, el inventario de glaciares impuesto por la ley 25339 y el ordenamiento de bosques nativos de la ley nacional de bosques 26331. Ver "Activos naturales: los extranjeros ahora podrán comprar otro 7% de tierras en el país" y subnotas. Clarín 09/06/13.
(11) Las denuncias que suelo leer sobre el tema pesquero me provocan escalofríos. Por ejemplo, "El mapa de la corrupción pesquera argentina" de Roberto Maturana, Periódico Tribuna, 10/09/12.
Pastillitas extras
* "Esta semana, la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires informó que el ministerio de Educación de la Nación declaró esa carrera y otras vinculadas a las ciencias básicas y aplicadas como 'prioritarias' para el sistema educativo nacional por ser 'estratégicas para el desarrollo económico y productivo del país". Es un merecido reconocimiento. Pero suena casi contradictorio, a la luz de la política agropecuaria de los últimos años, que el gobierno diga que la agronomía es estratégica para el desarrollo económico del país". "Estratégica". Sergio Persoglia. Clarín Rural 13/07/13.
* "Por la incertidumbre, los productores no pueden transformar grano en proteína en el lugar, aprovechando la eficiencia relativa de nuestras tierras. Por eso, la Argentina exporta el 65% de su maíz como grano frente a un solo 15% de Brasil. Y apenas el 14% de sus exportaciones agrícolas tienen alguna transformación compleja (...) " Eduardo Amadeo, ex diputado nacional. "La irracionalidad es tal que sólo se revierte con un nuevo poder político" La Nación Suplemento Campo 20/07/13.
La Nación 01/10/21. Por Jesús María Silveyra (ex Subsecretario de Mercados Agropecuarios).
El nuevo ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, en el acto de campaña celebrado ayer en Casa de Gobierno, con la presencia del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, donde se presentó un proyecto de Ley de “Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador” que viene trabajando con ahínco y denuedo hace más de un año el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), expresó tres ideas que bien podrían encuadrarse como “banderas del peronismo agropecuario”, a saber: soberanía tecnológica, seguridad alimentaria y administración inteligente.
En lo que se refiere a “soberanía tecnológica” puede inferirse que se estaba refiriendo a lo pronunciado por Domínguez un día antes en defensa y respaldo del trigo transgénico HB4, cuando afirmó en primera persona y como si los graves asuntos en discusión se trataran de algo personal: “A ver si los brasileros me van a indicar a mí lo que yo quiero hacer con la producción”. Desconociendo y confundiendo a la sociedad sobre los peligros que emanan de la aprobación del trigo transgénico para su comercialización, ante el rechazo de los principales clientes internacionales y la posibilidad de que en adelante por las probables mezclas con el trigo no transgénico, nuestro cereal deje de ser considerado como de muy buena calidad panadera, para pasar a ser catalogado como trigo forrajero, con una pérdida de valor del 20% que podría generar un perjuicio anual al país de más de 600 millones de dólares, sin contar aquellos que se producirían en el mercado interno por el rechazo de parte de los consumidores.
En lo que se refiere a la “seguridad alimentaria”, volvió a inferirse la defensa de la “mesa de los argentinos” a la que hay que proteger celosamente de los poderosos mediante la intervención del Estado a efectos de mantener los precios de ciertos productos regulados, como sería el caso de los que definió, por primera vez que se recuerde, como “bienes culturales” de los argentinos (refiriéndose al trigo, al maíz y la carne). Sobrada cuenta tenemos los argentinos del fracaso de las políticas que se aplicaron en el Gobierno kirchnerista del que él formó parte, donde no solo no lograron con estas regulaciones frenar la inflación de los alimentos (que tienen otras causas además de la incidencia del valor de las materias primas) ni defender la “mesa de los argentinos”, sino que su consecuencia fue reducir la producción agropecuaria tanto en maíz y trigo, como en carne.
Por último, en lo que se refiere a la “administración inteligente”, se parte de la base de que al buen saber y entender de los funcionarios públicos y su alto conocimiento de los mercados, el Estado puede administrar bien cuándo exportar y cuándo no hacerlo, regulando los registros o cuotas de exportaciones, presentando paradójicamente un “Régimen de Fomento de las Exportaciones”, donde se plantea llevar las mismas de 65 mil a 100 mil millones de dólares, lo que resulta a simple vista y sin necesidad de recurrir a la ciencia, contradictorio, ya que está probado su fracaso en los resultados del pasado dado que la “administración inteligente” no fue tal.
Un ejemplo bastaría con la prohibición durante meses de exportar a China carne de “vaca vieja”, que no se consume en el mercado local. La “administración inteligente” primero decidió que no se podía y ahora dice que sí. Conclusión, la pérdida de millones de dólares por el error cometido y el peligro de perder dicho mercado ante nuestros competidores.
Por último, habría que preguntarse qué sentido tiene dentro del proyecto el término “inclusivo”, si se refiere al uso del lenguaje exclusivo, a la inclusión de todos los actores de la cadena en los considerandos para su formulación (especialmente a los productores que dan inicio a la misma) o que se incrementarán las exportaciones por definición “inclusive” con la actual brecha cambiaria del 100% y los derechos de exportación.
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