Rumbo a 2011 / Proyecto Sur presento su oferta presidencial
Pino Solanas lanzó su candidatura con filosas críticas al Gobierno
Acusó al kirchnerismo por la corrupción y la precariedad laboral; gestos al socialismo.La Nación Miércoles 8 de diciembre de 2010. Por Por Marcelo Veneranda.
No cerró ninguna puerta, pero tampoco esperó a que el socialismo lo acompañe o que el macrismo confirme si adelanta o no las elecciones porteñas. Fernando "Pino" Solanas lanzó ayer su candidatura presidencial para 2011, frente a un microestadio de Ferro desbordado por los interlocutores a los que Proyecto Sur aspira atraer: militantes de izquierda, ex peronistas y radicales desencantados y, sobre todo, jóvenes, que llegaron de a cientos.
Aferrado a un tambor metálico de aceite, que ofició de atril, y rodeado por los referentes de las fuerzas que conforman su interbloque en el Congreso, el diputado también dejó en claro quién será el blanco de sus críticas: el kirchnerismo y su discurso progresista, al que acusó de "canalla e hipócrita" por dejar "700.000 chicos desnutridos, 60% de trabajadores sin cobertura social y negar el 82% móvil a los jubilados mientras acumula reservas, paga la deuda de la dictadura del Club de París y genera enormes negocios para los amigos del presidente". Pero a pesar de las ácidas críticas a lo que definió como la "partidocracia de la UCR y el PJ", Solanas lanzó un llamado para sumar adhesiones de todas las fuerzas. "Estamos aquí para lanzar la más abierta convocatoria al pueblo argentino. Unidos podemos derrotar la «mafiocracia» y el delito organizado, y volver a instalar en nuestra patria el compromiso de la ética pública", sostuvo.
En esa misma línea, se inscribieron sus elogios hacia las "figuras respetables" del PJ y de la UCR, entre quienes colocó al precandidato radical Ricardo Alfonsín, preferido por los socialistas y el GEN de Margarita Stolbizer para conformar un frente progresista. Y aunque auguró una unión progresista "como la de los hermanos uruguayos y brasileños", Solanas sólo puso un límite a su llamado: "Acá hay lugar para todos, independientemente de dónde hayan estado antes, porque los únicos excluidos son los que están ligados a delitos de represión y corrupción".
Desde el escenario, lo aplaudieron los diputados Claudio Lozano, Cecilia Merchán, Victoria Donda, Jorge Cardelli, Alcira Argumedo, Liliana Parada y Eduardo Macaluse, más el gremialista Víctor De Gennaro, el secretario del PSA, Mario Mazzitelli, y Vilma Ripoll del MST.
Claudio Lozano, que aspira a convertirse en el candidato de Proyecto Sur para la jefatura de gobierno porteño, dedicó su primera frase en el escenario para despejar cualquier duda sobre la postulación presidencial de Solanas. "Vamos con «Pino» a gobernar la Argentina", destacó, y aunque valoró algunas políticas del Gobierno, igualó al kirchnerismo con "el genocidio toba de [gobernador formoseño] Gildo Insfrán, el chorro de [el ex secretario de Transporte Ricardo] Jaime, [el gobernador sanjuanino] José Luis Gioja como testaferro de la Barrick Gold, la patota sindical y la intervención de la CTA."
Mario Mazzitelli les envió un mensaje a sus "primos", como llamó a los socialistas santafecinos. "Muchachos, nadie en la Argentina puede creer que la UCR pueda encabezar un movimiento progresista."
EL LEGADO DEL MIEDO
¿A que se refieren los kirchneristas cuando se refieren a "funcionales a la derecha" o "defender a este gobierno porque sino viene la derecha"?
Por Alcira Argumedo (Diputada por Proyecto Sur) - Diciembre 2010.
Por Alcira Argumedo (Diputada por Proyecto Sur) - Diciembre 2010.
(...) ¿A quién remiten las apelaciones que plantean la existencia de una única opción frente a la amenaza del retorno de la derecha en Argentina? ¿Quiénes conforman la derecha en nuestro país? Parte del debate de Proyecto Sur con los amigos intelectuales, artistas, universitarios y periodistas simpatizantes del kirchnerismo, ronda esta problemática de fondo: dilucidar a qué se refieren cuando hablan de “funcionales a la derecha” o “de defender a este gobierno, porque si no viene la derecha”.
Adelantamos la hipótesis: dada la composición de las fuerzas políticas kirchneristas y la reiterada actitud de omitir opinión sobre organizaciones y nombres de aliados o ante determinadas medidas del oficialismo, pareciera que esa derecha aterrorizante no es sólo el PRO o las vertientes conservadoras del radicalismo y la Coalición Cívica; tampoco sólo la Sociedad Rural y los chacareros de la 125: en los pliegues abismales de nuestro imaginario colectivo esa derecha evoca al terrorismo de Estado, expresado hoy por ciertas figuras, sectores políticos o asociaciones que fueran sus cómplices civiles. Sin embargo, no siempre se mencionan entre estos últimos a los grupos económico-financieros, a las corporaciones y bancos beneficiarios del descomunal saqueo de recursos públicos y sociales, habilitado por la dictadura y continuado por los sucesivos gobiernos del bipartidismo en sus distintas vertientes. En el marco de una política planteada en términos de confrontación entre dos polos antagónicos e irreductibles donde la amenaza es esa derecha, se elimina la legitimidad de cualquier crítica o cuestionamiento. El discurso se sustenta en una mirada parcial y en el silenciamiento de todo aquello que pueda introducir dudas en la férrea voluntad de combatir a esa derecha: en la misma dinámica es posible alimentar una mística en defensa a ultranza de la propia pertenencia política y una condena belicosa hacia quienes no la comparten; porque son -consciente o inconscientemente- idiotas útiles de esa derecha. De este modo, una lógica binaria implacable avala el silencio sobre el carácter de las alianzas y sobre determinadas medidas o acciones que, bajo toda evidencia, integran la realidad de esa fuerza política.
Algunos datos de la parte silenciada de la realidad pueden ser ilustrativos: se acusa a Proyecto Sur de “estar con la derecha” porque ha coincidido con el PRO en votaciones de la Cámara de Diputados. Sin duda, Mauricio Macri es expresión de una fuerza política de derecha; pero Franco Macri es un socio principal del kirchnerismo y resulta difícil aceptar que no sea de derecha. Se dice que el oficialismo lucha contra los monopolios; pero la Barrick Gold, Repsol, la British Petroleum, el Citibank o el Deutsche Bank son otros de sus socios privilegiados y contra ellos no lucha, sino todo lo contrario. El Jefe de Gabinete Aníbal Fernández afirma que la CGT constituye la columna vertebral del kirchnerismo; allí están José Pedraza y Hugo Moyano con su familia: ¿qué debe opinarse de la represión a trabajadores terciarizados y de la muerte de Mariano Ferreyra o de la corrupción con medicamentos adulterados? El gobernador Gildo Insfrán de Formosa ha sido uno de los primeros aliados en el ascenso del kirchnerismo; pero al mismo tiempo ejerce la política del lebensraum -el supuesto derecho de las razas superiores a apropiarse de territorios habitados por razas inferiores para desplegar en esos espacios vitales la civilización- y no duda en despojar a miles de miembros de la comunidad Toba de los Qom de las tierras que ocupan ancestralmente: tal vez por esos vínculos iniciales, el Frente para la Victoria se negó a firmar un repudio a la represión genocida de Insfrán -que hasta ahora ha causado dos muertes- en la sesión de Diputados del 24 de noviembre pasado. Es absurdo pensar que los gobernadores José Luis Gioja de San Juan o Beder Herrera de La Rioja, personeros de la Barrick Gold en la explotación minera a cielo abierto, no sean de derecha más allá de sus estrechas relaciones con el oficialismo; algo semejante sucede con los barones del conurbano y con los grupos de negocios cercanos al gobierno.
El silencio de los amigos kirchneristas -muchos de ellos antiguos simpatizantes del Frepaso- sobre estos nombres y organizaciones, porque son sus aliados, únicamente puede explicarse si sienten que existe una amenaza aún mayor, más brutal que el despojo y asesinato de indígenas; que la adulteración de medicamentos para cáncer, hemofilia y sida; que la muerte de un joven en manos de patotas sindicales; que la destrucción “catastrófica e irreversible” producida por la megaminería, según la caracteriza el Parlamento Europeo; que la depredación de bosques nativos promovida por los gobernadores aliados en Salta o en Chaco; que la explotación de los tareferos y la muerte de niños por desnutrición en Misiones; que el 75% de nuestros trabajadores entre 18 y 29 años estén terciarizados, en negro o desocupados; que no se otorgue el 82% móvil a los jubilados continuando la decisión de Cavallo, quien en 1993 redujo los aportes patronales de las grandes corporaciones a fin de favorecerlas un poco más; por mencionar algunos aspectos del kirchnerismo que, sin duda, son de derecha. La dimensión de la amenaza debe ser entonces cualitativamente superior, en tanto remite a situaciones de deshumanización de lo humano más tremendas que la agresión hacia nuestros compatriotas débiles; remite a experiencias de horror inenarrables; a miedos enquistados que no han sido suficientemente procesados en el imaginario colectivo; remite a modalidades de disciplinamiento social capaces de incidir en el inconsciente de nuestra sociedad y traducirse en actitudes políticas posibilistas, prudentes, preñadas de silencios; porque toda otra opción plantea como riesgo el regreso de esa derecha.
Reiteramos: esa derecha, que evoca al miedo en la experiencia política argentina, nutre sus raíces en el terrorismo de Estado. Con una inteligencia diabólica, el presidente Carlos Menem supo utilizarlo a la perfección cuando, ante una movilización masiva de estudiantes secundarios que llenaron la Plaza de Mayo en protesta por la reducción del presupuesto educativo, simplemente dijo “De aquí van a salir nuevas Madres de Plaza de Mayo”. A la semana siguiente estaba convocada otra marcha: casi con naturalidad, muchos padres acordamos en ir nosotros, dejando a los chicos en casa; la marcha fue un fracaso. No ha pasado tal vez suficiente tiempo y entre los pliegues recónditos de nuestra conciencia colectiva aún persisten las huellas del horror; por eso pareciera preferible guardar silencio o aspirar a lo posible, atemorizados ante el fantasma de esa derecha. En su momento, el Frepaso sustentaría un posibilismo que distorsionó el proyecto fundante del Frente Grande, culminando con el apoyo a la designación de Domingo Cavallo en el gobierno de la Alianza. Es preciso entonces incorporar en el debate político la incidencia de las secuelas del terrorismo de Estado, porque la capacidad de detonar el miedo en Argentina constituye un arma política altamente efectiva para eliminar juicios críticos; también esteriliza la creatividad, la decisión y las esperanzas de un pueblo que aspira a ser protagonista de un proyecto emancipador.
Pino Solanas: "Es sorprendente que intelectuales y artistas hayan comprado que el Gobierno es progresista"
Clarín 30/05/11. Mientras camina "cuatro barrios" por día en su campaña para tratar de convertirse en el próximo jefe de Gobierno de la Ciudad, el cineasta Fernando "Pino" Solanas volvió a marcar hoy diferencias con el kirchnerismo, insistió en que será él, y no el oficialista Daniel Filmus, el que irá al balotaje contra el actual intendente, Mauricio Macri, y resaltó que, si no es así, ni se le pasa por la cabeza recomendarle a sus votantes a quién votar en la segunda vuelta de las elecciones porteñas.
En tren de dejar en claro sus diferencias con el kirchnerismo, Pino consideró "sorprendente que haya intelectuales y artistas que se puedan haber comprado que están realmente ante un Gobierno progresista". "Los Kirchner –apuntó en declaraciones a radio El Mundo- hicieron de Santa Cruz un feudo. Y el kirchnerismo es la continuidad del PJ". Néstor Kirchner, recordó el cineasta, "era un gobernador del PJ que apoyaba la gestión de (el entonces presidente Carlos) Menem y (su ministro de Economía Domingo) Cavallo".
"Hay una profunda crisis si todos son progresistas. En política, uno se marca en función de proyectos y miradas sobre el país. No se puede confundir todo", agregó. Y si bien aclaró que no niega que "el gobierno de los Kirchner haya tenido políticas progresistas", remarcó también que "las tienen todos los gobiernos del mundo" (...)
Solanas: "Kirchner es un traidor a la patria e hipotecó el futuro". Duras críticas del candidato de Proyecto Sur por la extensión de las privatizaciones. La Nación 29/09/07.
Desde 1997 que no participa activamente en política, luego de dejar su banca de diputado nacional. Pero no se quedó callado en estos 10 años. Canalizó su voz, generalmente muy crítica, a través de su pasión: el cine. Ahora, Fernando Solanas (más conocido como "Pino") sacrificó el estreno de su próxima película para abocarse a la campaña.
"Quería estrenar "Los hombres que están solos y esperan" antes de fin de año en el Festival de Cine de San Sebastián. Pero aún me faltan dos meses de trabajo", contó el postulante presidencial y a senador por la ciudad de Buenos Aires, por Proyecto Sur, una alianza de lleva como diputado al actual legislador Claudio Lozano (CTA) y como candidato a gobernador a Luis Brunati.
Fiel a su estilo, y con el mismo tono pausado con el que relató su exitoso documental "Memoria del saqueo", Solanas arremetió contra Néstor Kirchner acusándolo de ser un "traidor a la Nación" y a la oposición por no cuestionar el actual plano económico.
"Los dirigentes opositores hablan del tema de la valija [por los 800 mil dólares del empresario venezolano] o del bolso de Felisa Miceli [el escándalo que culminó con la renuncia de la ex ministra de Economía]. Hechos lamentables, pero son masitas en relación a la panadería, como es el saqueo del petróleo y la minería."
Sin haber estrenado su nuevo filme, que cuenta el desmantelamiento del ferrocarril en los 90, Solanas ya prepara otro sobre la actualidad de la minería en el país, un tema recurrente en la charla. "Parece ser algo que la clase dirigente mediática ignora: los recursos naturales son la herencia, el capital originario, que tienen los pueblos para financiar su desarrollo."
Adelantamos la hipótesis: dada la composición de las fuerzas políticas kirchneristas y la reiterada actitud de omitir opinión sobre organizaciones y nombres de aliados o ante determinadas medidas del oficialismo, pareciera que esa derecha aterrorizante no es sólo el PRO o las vertientes conservadoras del radicalismo y la Coalición Cívica; tampoco sólo la Sociedad Rural y los chacareros de la 125: en los pliegues abismales de nuestro imaginario colectivo esa derecha evoca al terrorismo de Estado, expresado hoy por ciertas figuras, sectores políticos o asociaciones que fueran sus cómplices civiles. Sin embargo, no siempre se mencionan entre estos últimos a los grupos económico-financieros, a las corporaciones y bancos beneficiarios del descomunal saqueo de recursos públicos y sociales, habilitado por la dictadura y continuado por los sucesivos gobiernos del bipartidismo en sus distintas vertientes. En el marco de una política planteada en términos de confrontación entre dos polos antagónicos e irreductibles donde la amenaza es esa derecha, se elimina la legitimidad de cualquier crítica o cuestionamiento. El discurso se sustenta en una mirada parcial y en el silenciamiento de todo aquello que pueda introducir dudas en la férrea voluntad de combatir a esa derecha: en la misma dinámica es posible alimentar una mística en defensa a ultranza de la propia pertenencia política y una condena belicosa hacia quienes no la comparten; porque son -consciente o inconscientemente- idiotas útiles de esa derecha. De este modo, una lógica binaria implacable avala el silencio sobre el carácter de las alianzas y sobre determinadas medidas o acciones que, bajo toda evidencia, integran la realidad de esa fuerza política.
Algunos datos de la parte silenciada de la realidad pueden ser ilustrativos: se acusa a Proyecto Sur de “estar con la derecha” porque ha coincidido con el PRO en votaciones de la Cámara de Diputados. Sin duda, Mauricio Macri es expresión de una fuerza política de derecha; pero Franco Macri es un socio principal del kirchnerismo y resulta difícil aceptar que no sea de derecha. Se dice que el oficialismo lucha contra los monopolios; pero la Barrick Gold, Repsol, la British Petroleum, el Citibank o el Deutsche Bank son otros de sus socios privilegiados y contra ellos no lucha, sino todo lo contrario. El Jefe de Gabinete Aníbal Fernández afirma que la CGT constituye la columna vertebral del kirchnerismo; allí están José Pedraza y Hugo Moyano con su familia: ¿qué debe opinarse de la represión a trabajadores terciarizados y de la muerte de Mariano Ferreyra o de la corrupción con medicamentos adulterados? El gobernador Gildo Insfrán de Formosa ha sido uno de los primeros aliados en el ascenso del kirchnerismo; pero al mismo tiempo ejerce la política del lebensraum -el supuesto derecho de las razas superiores a apropiarse de territorios habitados por razas inferiores para desplegar en esos espacios vitales la civilización- y no duda en despojar a miles de miembros de la comunidad Toba de los Qom de las tierras que ocupan ancestralmente: tal vez por esos vínculos iniciales, el Frente para la Victoria se negó a firmar un repudio a la represión genocida de Insfrán -que hasta ahora ha causado dos muertes- en la sesión de Diputados del 24 de noviembre pasado. Es absurdo pensar que los gobernadores José Luis Gioja de San Juan o Beder Herrera de La Rioja, personeros de la Barrick Gold en la explotación minera a cielo abierto, no sean de derecha más allá de sus estrechas relaciones con el oficialismo; algo semejante sucede con los barones del conurbano y con los grupos de negocios cercanos al gobierno.
El silencio de los amigos kirchneristas -muchos de ellos antiguos simpatizantes del Frepaso- sobre estos nombres y organizaciones, porque son sus aliados, únicamente puede explicarse si sienten que existe una amenaza aún mayor, más brutal que el despojo y asesinato de indígenas; que la adulteración de medicamentos para cáncer, hemofilia y sida; que la muerte de un joven en manos de patotas sindicales; que la destrucción “catastrófica e irreversible” producida por la megaminería, según la caracteriza el Parlamento Europeo; que la depredación de bosques nativos promovida por los gobernadores aliados en Salta o en Chaco; que la explotación de los tareferos y la muerte de niños por desnutrición en Misiones; que el 75% de nuestros trabajadores entre 18 y 29 años estén terciarizados, en negro o desocupados; que no se otorgue el 82% móvil a los jubilados continuando la decisión de Cavallo, quien en 1993 redujo los aportes patronales de las grandes corporaciones a fin de favorecerlas un poco más; por mencionar algunos aspectos del kirchnerismo que, sin duda, son de derecha. La dimensión de la amenaza debe ser entonces cualitativamente superior, en tanto remite a situaciones de deshumanización de lo humano más tremendas que la agresión hacia nuestros compatriotas débiles; remite a experiencias de horror inenarrables; a miedos enquistados que no han sido suficientemente procesados en el imaginario colectivo; remite a modalidades de disciplinamiento social capaces de incidir en el inconsciente de nuestra sociedad y traducirse en actitudes políticas posibilistas, prudentes, preñadas de silencios; porque toda otra opción plantea como riesgo el regreso de esa derecha.
Reiteramos: esa derecha, que evoca al miedo en la experiencia política argentina, nutre sus raíces en el terrorismo de Estado. Con una inteligencia diabólica, el presidente Carlos Menem supo utilizarlo a la perfección cuando, ante una movilización masiva de estudiantes secundarios que llenaron la Plaza de Mayo en protesta por la reducción del presupuesto educativo, simplemente dijo “De aquí van a salir nuevas Madres de Plaza de Mayo”. A la semana siguiente estaba convocada otra marcha: casi con naturalidad, muchos padres acordamos en ir nosotros, dejando a los chicos en casa; la marcha fue un fracaso. No ha pasado tal vez suficiente tiempo y entre los pliegues recónditos de nuestra conciencia colectiva aún persisten las huellas del horror; por eso pareciera preferible guardar silencio o aspirar a lo posible, atemorizados ante el fantasma de esa derecha. En su momento, el Frepaso sustentaría un posibilismo que distorsionó el proyecto fundante del Frente Grande, culminando con el apoyo a la designación de Domingo Cavallo en el gobierno de la Alianza. Es preciso entonces incorporar en el debate político la incidencia de las secuelas del terrorismo de Estado, porque la capacidad de detonar el miedo en Argentina constituye un arma política altamente efectiva para eliminar juicios críticos; también esteriliza la creatividad, la decisión y las esperanzas de un pueblo que aspira a ser protagonista de un proyecto emancipador.
Pino Solanas: "Es sorprendente que intelectuales y artistas hayan comprado que el Gobierno es progresista"
Clarín 30/05/11. Mientras camina "cuatro barrios" por día en su campaña para tratar de convertirse en el próximo jefe de Gobierno de la Ciudad, el cineasta Fernando "Pino" Solanas volvió a marcar hoy diferencias con el kirchnerismo, insistió en que será él, y no el oficialista Daniel Filmus, el que irá al balotaje contra el actual intendente, Mauricio Macri, y resaltó que, si no es así, ni se le pasa por la cabeza recomendarle a sus votantes a quién votar en la segunda vuelta de las elecciones porteñas.
En tren de dejar en claro sus diferencias con el kirchnerismo, Pino consideró "sorprendente que haya intelectuales y artistas que se puedan haber comprado que están realmente ante un Gobierno progresista". "Los Kirchner –apuntó en declaraciones a radio El Mundo- hicieron de Santa Cruz un feudo. Y el kirchnerismo es la continuidad del PJ". Néstor Kirchner, recordó el cineasta, "era un gobernador del PJ que apoyaba la gestión de (el entonces presidente Carlos) Menem y (su ministro de Economía Domingo) Cavallo".
"Hay una profunda crisis si todos son progresistas. En política, uno se marca en función de proyectos y miradas sobre el país. No se puede confundir todo", agregó. Y si bien aclaró que no niega que "el gobierno de los Kirchner haya tenido políticas progresistas", remarcó también que "las tienen todos los gobiernos del mundo" (...)
Solanas: "Kirchner es un traidor a la patria e hipotecó el futuro". Duras críticas del candidato de Proyecto Sur por la extensión de las privatizaciones. La Nación 29/09/07.
Desde 1997 que no participa activamente en política, luego de dejar su banca de diputado nacional. Pero no se quedó callado en estos 10 años. Canalizó su voz, generalmente muy crítica, a través de su pasión: el cine. Ahora, Fernando Solanas (más conocido como "Pino") sacrificó el estreno de su próxima película para abocarse a la campaña.
"Quería estrenar "Los hombres que están solos y esperan" antes de fin de año en el Festival de Cine de San Sebastián. Pero aún me faltan dos meses de trabajo", contó el postulante presidencial y a senador por la ciudad de Buenos Aires, por Proyecto Sur, una alianza de lleva como diputado al actual legislador Claudio Lozano (CTA) y como candidato a gobernador a Luis Brunati.
Fiel a su estilo, y con el mismo tono pausado con el que relató su exitoso documental "Memoria del saqueo", Solanas arremetió contra Néstor Kirchner acusándolo de ser un "traidor a la Nación" y a la oposición por no cuestionar el actual plano económico.
"Los dirigentes opositores hablan del tema de la valija [por los 800 mil dólares del empresario venezolano] o del bolso de Felisa Miceli [el escándalo que culminó con la renuncia de la ex ministra de Economía]. Hechos lamentables, pero son masitas en relación a la panadería, como es el saqueo del petróleo y la minería."
Sin haber estrenado su nuevo filme, que cuenta el desmantelamiento del ferrocarril en los 90, Solanas ya prepara otro sobre la actualidad de la minería en el país, un tema recurrente en la charla. "Parece ser algo que la clase dirigente mediática ignora: los recursos naturales son la herencia, el capital originario, que tienen los pueblos para financiar su desarrollo."
Histórico denunciante de las políticas implementadas por Carlos Menem,
acusó al Presidente de haber "profundizado el modelo neoliberal" que
inició el riojano en los 90.
"Kirchner ha protagonizado una verdadera traición a la Nación y a las
futuras generaciones. Dio luz verde a la reprivatización de las
concesiones que había otorgado Menem por 30 años más. Estamos hablando
de reservas por 140 mil millones de dólares. El Presidente ejecutó la
cláusula equívoca y antinacional de la provincialización de los recursos
mineros y petroleros", acusó.
Según Solanas, la renegociación de los contratos no se hizo según la
ley: "Las concesiones vencían en 2017. Todo se está haciendo ahora, 10
años antes, cuando tendría que haber sido al finalizar las concesiones.
Menem las entregó por 25 años y Kirchner, por 30".
"También es un atentado contra la unidad de la Nación, porque ahora esas
10 provincias que hoy dicen que los minerales son suyos, negocian
directamente con las multinacionales", denunció.
Con respecto a la polémica del Indec, Solanas ofreció una visión
distinta al resto de los candidatos. "Los bonos que se emiten en la
Argentina están atados a la inflación: de ahí viene la crisis del Indec.
Cada punto de inflación le cuesta al país cientos de millones de
dólares. El desdibujo de los números no hay que leerlos por el precio de
la papa", analizó.
Las dos candidaturas de Solanas son apoyadas por el Partido Socialista.
Pero reconoce que solamente apuesta a una: "Nadie puede creerse que voy a
ganar la presidencia. Porque hemos nacido hace 45 días, y no tenemos
presupuesto. Agradecería que se produjera un milagro. Nuestra idea es
plantar banderas para pelear en serio la senaduría el 28 de octubre". Por Sebastián Iñurrieta.
Otras entradas de este blog referidas a Pino Solanas:
20/06/13 Pino Solanas desorientado
VAMOS PINO CARAJO !!!
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