Querido Angel: mil gracias y un abrazo con el corazón por el campeonato (hurtado) y el fútbol que nos dejaste ver y disfrutar a los quemeros. Solamente nosotros podemos entender el milagro que hiciste con un plantel mediocre que no funcionaba, lo que demuestra tu sapiencia.
Vos lo mencionaste, lo dijo el gran Alfredo Di Stéfano (ilustre habitante de La Quema): viniste a Patricios a realizar un sueño con otros locos soñadores. Lo que vivimos con vos no tiene precio. Nos pellizcábamos en la tribuna al ver otra vez belleza sobre el verde de nuestro hermoso Palacio Ducó. Aunque de chico vi al "equipo del siglo" del 73, no lo pude disfrutar como ahora. Que la gilada siga hablando pavadas de lo que lograste con nosotros, "el patito feo" del fútbol argentino, la resistencia. Porque para ser de Huracán (el más porteño de los clubes) hay que tener huevos, ¿eh? Parece que todas siempre están en contra.
¿Sabés qué, Angel? No importa que no salimos campeones. La alegría del fùtbol la vivimos igual y la compartimos con un montón de futboleros sensibles. Los demás, poco interesan. Ganar gustando, rescatar la belleza. Sino, ¿para qué tanto circo? El fútbol es pasión y también arte.
No mientan más: sino no hubieran gozado con Maradona, Riquelme, Verón o Messi. Lo demás, es casualidad, lotería, circunstancias. Mirá los últimos campeones olvidables (màs de uno, trucho). A muchos le dolió el apodo "el equipo de la gente". Un amigo cuervo me confesó que no había querido ver ningún partido de tus "ángeles" pero la mayoría (me rodean unos cuantos) me confesó con hidalguía su admiración.
Tu error fue confiar tanto en Babington, darle en bandeja un crédito que era tuyo. Bueno, no fuiste el ùnico engañado. Humildemente te invitaría a leer en mi blog (http://horanosaurus.blogspot.com/) el artìculo que le dediqué a sus desquicios, por si aún te quedan dudas. Continuando con mi sinceridad, tampoco le encontraste la vuelta al tobogán del equipo que te pelaron. No tuviste "plan B". Bueno, sino serías el técnico más caro del mundo, un infalible.
No quiero desmerecer a tu reemplazante, el Chulo Rivoira. Apenas puede con este plantel, peor que el tuyo. Las ideas y los objetivos planteados también son diferentes. Parece un malquerido, el pobre, y encima se queja del pasado que le tocó. Viene todo medio mal barajado y él no tiene la culpa.
Solo soy un agradecido y no puedo reclamarte nada, Angel (la vida sigue fluyendo). Pero quiero que sepas que este huracanense (íntimamente se que somos miles) sueña con que una vez que termine la "dictadura democrática" que sufrimos en el club nos des el privilegio de volver y sacarnos campeones jugando tu fútbol. Nuestro fútbol. Un campeonato con nombre y apellido, dejando una marca a fuego, como nos merecemos. Como a los argentinos mismos, nos pueden robar muchas cosas pero no los sueños. Te deseo lo mejor y te mando un abrazo inconmensurable. (Socio Nro. 16985) © Horanosaurus
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