viernes, 25 de noviembre de 2016

Noam Chomsky y el peligro Trump



Los Estados Unidos ofrecen al mundo un nuevo peligro: un presidente millonario, exótico y racista que, curiosamente, parece representar el sentir de un montón de gente -no precisamente de su clase-, muchos trabajadores y excluídos, cansados de los extravíos de su clase dirigente. Como en todos lados hoy en día. Bien podría Trump conformarse con tener un reality show (igual que nuestra Cristina Kirchner) para encabezar ratings y calmarse, pero su monumental ego le requiere mayor protagonismo. El problema es que cuando estos muchachos meten la pata con sus habituales represiones o distintas formas de violencia, tiemblan y sufren millones de personas en todo el planeta. No es que que no estemos acostumbrados a las soberbias cagadas del gendarme del mundo (ya estuvieron Reagan y los Bush, viejos monos con navaja) pero este loco parece querer redoblar la apuesta. Rescato este reportaje al gran Noam Chomsky, donde analiza el fenómeno Trump y otros problemas comunes a los humanos. Horanosaurus.

"Los americanos son muy estadísticos.
Tienen gestos nítidos y sonrisas límpidas.
Ojos de brillo penetrante que van al fondo
de lo que miran, pero no al verdadero fondo.
Los americanos representan gran parte
de la alegría de este mundo.
Para los americanos blanco es blanco
negro es negro (y la mulata no es tal)
marica es marica, macho es macho,
mujer es mujer y dinero es dinero.
Y así ganan, cambalachean, pierden,
se conceden y conquistan sus derechos.
Mientras tanto aquí abajo
la indefinición es el régimen
y bailamos con una gracia
cuyo secreto ni yo mismo se.
Entre la delicia y la desgracia
entre lo monstruoso y lo sublime
Los americanos no son americanos
son viejos hombres humanos
llegando, pasando, atravesando.
Son típicamente americanos.
Los americanos sienten que algo se perdió.
Algo se quebró. Se está quebrando".

Letra de Caetano Veloso, tema "Black and white/americanos", citado por Jorge Lanata en el artículo "Donald, no cumplas". Clarín 12/11/16. Ilustración de arriba:  tapa de la publicación Valor Carne Nº 116-Noviembre 2016 (fracción). Fotos: edificio Trump Tower, 5ta. Avenida, Nueva York-Octubre de 2016.


Por Federico Kukso/Le Monde Diplomatique. Entrevista publicada en Resumen Latinoamericano y reproducida en desInformémonos.com. 15/11/16. 

"Nadie lo quiere poner en palabras, pero de hecho el Partido Republicano es la organización más peligrosa que ha existido en toda la historia humana. Literalmente. Sus políticas conducirán a la destrucción de la especie..." Noam Chomsky.



En su doble faceta de lingüista y crítico del poder, Noam Chomsky analiza a fondo el ascenso de Donald Trump, las características de la sociedad y el sistema político estadounidenses y las amenazas que asoman detrás de la creciente conectividad.

Noam Chomsky está solo. Sin guardaespaldas, asistentes, secretarias o una estela de estudiantes y admiradores que lo acompañen, el lingüista de 87 años abre la puerta con timidez y mira a ambos lados en busca de una cara conocida. Uno de los intelectuales más importantes del siglo XX y de lo que va del XXI ingresa en la oficina E19-623 del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) en Cambridge. Con un jean gastado y un sweater gris oscuro, luce cansado. Se sienta, cruza las manos y, flanqueado por un té, aguarda con calma. No sonríe. Chomsky está preocupado. Sabe que el sorprendente ascenso de Donald Trump abrió heridas en un país tan complejo y contradictorio como Estados Unidos.

—¿Cómo explica lo sucedido en los últimos meses en el campo político norteamericano? —Trump es muy hábil a la hora de incitar el miedo. Si uno observa a los que apoyan a Trump, son en su mayoría blancos de medios o bajos ingresos, poco educados. Curiosamente, entre estos grupos las tasas de mortalidad son altas. Muchos sienten que no hay nada para ellos. Hasta la irrupción de Trump en la escena política habían perdido toda esperanza. Son personas que piensan que se les ha quitado todo. Creen que les han arrebatado su país y que pronto los blancos serán minoría. No hay nada como el movimiento de supremacía blanca en otros países. Creen que el movimiento feminista les ha quitado su rol en las familias patriarcales. De ahí creo que viene tanto fanatismo por las armas. Tienen que tener armas para mostrar que son hombres reales. Además, el aumento de la atomización de la sociedad que deja a las personas solas y aisladas hace que se sientan impotentes frente a fuerzas que los aplastan. En ese clima no es difícil estimular miedos e incitar la bronca y el odio hacia los inmigrantes, hacia otras minorías y hacia el gobierno, como lo ha hecho el candidato republicano.

—¿A qué se debe esta actitud de muchos de los seguidores de Trump? —Hay una diferencia entre lo que los ciudadanos reciben del gobierno y lo que creen que reciben. Gran parte de lo que reciben no lo ven. En estados como Mississippi hay actitudes anti-gobierno, pero viven en su mayoría con subsidios. Estados como Nueva York y Massachusetts están subsidiando a personas que viven en estados como Arkansas. Allí el gobierno es presentado como un ente que les roba. Se ha instalado muy fuerte la idea del "hard working american" (el trabajador estadounidense), víctima de un gobierno que no tiene clemencia. Candidatos como Ted Cruz y Donald Trump han construido sus campañas alrededor de esta figura. La gente termina cayendo en esas trampas.

—¿Qué le llamó la atención en las campañas presidenciales en términos de retórica o de lingüística? —No tanto en retórica. Me sorprendió la irrelevancia de los hechos. Ya no importan cuáles son ciertos y cuáles son falsos. La verdad es irrelevante. Trump es un maestro en eso. Fue sorprendente ver cómo no importaba cuán locas eran las cosas que decía. Repitió una y otra vez que los musulmanes festejaron los atentados contra las Torres Gemelas. O que el gobierno mexicano organizaba criminales y violadores para mandarlos a través de la frontera. Decía lo que se le antojaba y no importaba. Las cosas que la gente cree son muy extrañas. Los evangelistas creen que Trump es uno de ellos. Hace unos años, una buena parte de la comunidad afroamericana creía que Bill Clinton fue el primer presidente negro. Y fue devastador para esa comunidad.



El problema más urgente

Hay muchos Noam Chomsky. Está el Chomsky científico que revolucionó la lingüística moderna con el desarrollo del concepto de gramática transformacional y generativa según la cual el lenguaje se adquiere porque los seres humanos estamos biológicamente programados para ello. Y está el Chomsky activista político, el crítico del poder, uno de los referentes de la intelectualidad de la izquierda mundial que no deja pasar una oportunidad para denunciar las deficiencias democráticas de la sociedad estadounidense o de su política exterior o la manipulación de los medios de comunicación por parte de las corporaciones. Esas dos caras confluyen en este hombre nacido en 1928 en Filadelfia, profesor emérito del MIT, y al que se lo puede ver a diario recorriendo con tranquilidad los pasillos de una de las universidades más influyentes del planeta.

—¿Qué temas le sorprendió que no se hayan tocado en los debates presidenciales o en la campaña en general? —Durante las elecciones primarias me llamó la atención que no se discutieran temas económicos. Sólo se hablaba de levantar muros o de bombardear Medio Oriente. El que se destacaba era Bernie Sanders que sí hablaba de temas serios. Eso forzó a Hillary Clinton a moverse hacia esa dirección. Tampoco se discutió sobre el cambio climático.

—¿Por qué pasó eso? —En las grandes democracias las decisiones están siendo tomadas por una pequeña elite económica. Su interés no es salvar a la especie. Su interés es la maximización de sus beneficios. Por eso los candidatos del Partido Republicano, que es esencialmente el partido de los ricos y privilegiados, negaron y niegan sistemáticamente el calentamiento global. El Acuerdo de París fue un paso muy importante para la reducción de los gases que provocan el cambio climático. Pero en Estados Unidos no fue reconocido por el Partido Republicano que controla el Congreso. En febrero de este año, la Corte Suprema suspendió el programa Clean Power Plan (Proyecto para una Energía Limpia) con el que Barack Obama buscaba limitar las emisiones contaminantes de las centrales térmicas. Fue un mensaje para el mundo.

—Pero en septiembre finalmente Obama ratificó junto a China el Acuerdo de París por decreto sin pasar por el Senado. ¿Qué cree que se puede hacer contra esta permanente negación por parte del Partido Republicano? —Nadie lo quiere poner en palabras, pero de hecho el Partido Republicano es la organización más peligrosa que ha existido en toda la historia humana. Literalmente. Sus políticas conducirán a la destrucción de la especie. La población quiere que se haga algo contra el cambio climático pero su voluntad no influye en las decisiones. Una iniciativa llamada Yale Project on Climate Change Communication mostró que sólo uno de cada cuatro estadounidenses no cree en el cambio climático a pesar del consenso científico internacional.

—Donald Trump y Marco Rubio llegaron a cuestionar la idea de que la acción humana sea la responsable del cambio climático. Ted Cruz declaró que todo lo relacionado con el calentamiento global es un engaño. ¿Cuán peligrosas pueden llegar a ser estas actitudes? —El cambio climático es un problema urgente. Es el problema más importante que ha enfrentado la especie humana. Si no lo resolvemos, no habrá futuro para la humanidad.


Nuevas caras, viejos fantasmas

El 9 de julio de 1955, Albert Einstein y el filósofo Bertrand Russell redactaron un manifiesto en el que alertaban sobre los peligros de la proliferación del armamento nuclear y exigían a los líderes mundiales buscar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales. "Recordad vuestra humanidad y olvidad el resto", escribían estos dos intelectuales en el momento más crudo de la Guerra Fría. Este año Chomsky, el italiano Toni Negri y el fundador de la New Left Review, Tariq Ali, continuaron aquella tradición precautoria y encabezaron un manifiesto por los derechos y libertades civiles en el Viejo Continente. "Europa marcha hacia su decadencia –afirmaron–. El continente que pretendió emerger de la posguerra como garante de las libertades y derechos civiles se está hundiendo en la naturalización de la barbarie y en el vacío de una forma de gobierno crecientemente autoritaria. Enfrentada a la crisis más severa de su historia reciente ha elegido el peor de los caminos emprendiendo políticas que creíamos erradicadas".

—¿Cuáles cree que serán las consecuencias de esta crisis en Europa? —Desgraciadamente lo que ocurre ahora es una reminiscencia de lo que sucedió en 1930. El ascenso de Trump recuerda al ascenso del fascismo en Alemania. Entonces en Europa el centro colapsó. Los principales partidos decayeron, y la izquierda y la derecha se hicieron más extremas. Todos saben lo que pasó después.

—¿Y en el resto del mundo? —Las desigualdades han aumentado en todos lados. Es uno de los efectos del neoliberalismo. Pero han aumentado más en los países anglosajones y en especial en Estados Unidos. En 2014, la organización internacional Oxfam calculó, en su reporte anual, que 90 individuos tenían la mitad de la riqueza del mundo. En 2015, eran 62 individuos en China, Arabia Saudita, Rusia y Estados Unidos. Bernie Sanders fue el único que lo hizo visible en su campaña.

—¿Cómo llegó el Partido Republicano a su situación actual? —Hasta hace unas décadas era el partido del progreso y también el partido anti-esclavitud. Todo cambió con el tiempo, pero en especial en la década de 1960. El Movimiento por los Derechos Civiles tuvo un efecto polarizador. Los presidentes racistas –Nixon, Reagan, entre otros– se dieron cuenta de que podían usar el antagonismo y el racismo en el Sur a su favor. A muchos no les gusta hablar del tema, pero basta con mirar la campaña de Reagan. Fue el último líder mundial que apoyó el apartheiden Sudáfrica. Se negaba siquiera a admitir que existía tal cosa. Decía que era sólo un conflicto tribal.Reagan vetó sanciones contra el país africano aprobadas por el Congreso. Su guerra contra la droga fue organizada a partir de argumentos racistas. Aumentó la encarcelación de hombres negros. El Partido Republicano continuó la tradición racista del Sur. Si uno mira las elecciones presidenciales de 2012 y ve los estados rojos y los estados azules, o sea republicanos y demócratas, observa un mapa de la Guerra Civil.

—En los estados del Sur muchas personas no hablan de Guerra Civil sino de la "Guerra de la Independencia sureña". ¿Está diciendo que en términos políticos aún se sigue peleando la Guerra Civil? —Estados Unidos nunca desarrolló un sistema político basado en clases. Es un sistema político geográfico y se remite a los tiempos de la Guerra Civil. Que nunca terminó. Nixon explotó estos viejos rencores y miedos. Los grupos racistas y extremistas se alienaron en el Sur. En los últimos años, tanto el Partido Demócrata como el Republicano han girado hacia la derecha. Y el Partido Republicano salió del espectro. Sus políticas están orientadas a los más ricos y al poder corporativo. Si tuviéramos una sociedad democrática los impuestos a los ricos serían mucho más altos. En Estados Unidos los impuestos son bajos si se los compara con otros países, por eso muchas infraestructuras están colapsando y ciertos servicios son malos.

—¿Qué rol juega la religión en la política estadounidense? —La gran base del Partido Republicano son evangelistas y fundamentalistas cristianos. Ese es un aspecto muy llamativo y curioso de Estados Unidos: es una sociedad extremadamente religiosa. No hay nada parecido entre otros países desarrollados. No se encuentran otras sociedades en las que un tercio de la población piense que el mundo fue creado hace algunos miles de años. Dos tercios de la población están esperando la "Segunda Venida" del Mesías. Es un fenómeno único de Estados Unidos y ha sido movilizado por el Partido Republicano porque necesita una base. En las elecciones primarias cada candidato se peleaba por mostrarse más religioso que el resto de sus contrincantes. No es algo nuevo. Esto se profundizó en los 80 cuando los tres candidatos –Carter, Reagan y Anderson– comenzaron la tradición de destacar su religiosidad para captar el voto creyente. Desde entonces, todos los candidatos a presidente se muestran religiosos. Y los que no lo son, como Bill Clinton o incluso Donald Trump, aparentan.

—Usted siempre ha sido muy crítico con el financiamiento de las campañas políticas. ¿Por qué? —En Estados Unidos, los políticos siempre están en campaña y buscando recaudar fondos. Esto ha sido siempre un factor importante que socava la democracia representativa. El politólogo Thomas Ferguson estudió el tema en su libro Golden Rule: The Investment Theory of Party Competition en el que muestra que la financiación es un factor fundamental a tener en cuenta para predecir futuras políticas. Restringir esto sería importante.

Más conectados y más espiados

—Su libro Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media fue escrito en 1988. Desde entonces el ecosistema mediático ha cambiado. ¿Tiene nuevas hipótesis acerca de cómo afectan las redes sociales en la conformación de la opinión pública? —Hay gente que usa internet para tener acceso a más información. Pero creo que ese es un porcentaje muy bajo. Los estudios muestran que la gente va hacia aquello que ya cree, a sitios con los que uno ya está de acuerdo. Las redes sociales son una cámara de eco. Uno de los efectos más sorprendentes es la dispersión de teorías conspirativas. Es como si los hechos ya no importaran. Las redes sociales en lugar de conectar, aíslan. Cada joven tiene un celular y habla con alguien que cree que es un amigo. Pero lo que tiene son contactos muy superficiales. Lo veo en mis nietos. Ellos creen que tienen muchos amigos. Pero no son amigos. El efecto que esto tiene es que los aísla mucho más de lo que ya estaban. Es un ambiente muy superficial. Recibo muchas cartas y mails de personas que me dicen que cada vez les cuesta más leer. No leen. Ojean. Rastrillan algo con la mirada durante tres segundos y saltan a otra cosa. No veo que tengamos una población cada vez más educada. Al contrario. Y eso tiene consecuencias políticas.

—En 2015, usted dijo que Estados Unidos debería recibir como un héroe a Edward Snowden, refugiado en Rusia tras revelar secretos de Estado, y juzgar a quienes autorizaron la vigilancia de la población que Snowden denunció. ¿Considera que sus revelaciones tuvieron algún efecto en la defensa de la privacidad? —Me hubiera gustado que así fuera. Pero la vigilancia de los ciudadanos sigue en alza. Y cuando al fin llegue la llamada "internet de las cosas", la interconexión de todos los objetos, creo que será monstruoso. Cualquier cosa que mires va a estar mandando información privada a la Agencia de Seguridad Nacional.

—Junto a figuras como Elon Musk y Stephen Hawking, usted también alertó recientemente sobre los peligros de usar la inteligencia artificial para el desarrollo de armas. ¿Cree que a largo plazo estos avances pueden tener consecuencias sociales? —Hay que tener cuidado. Pero al mismo tiempo hay que señalar que hay un gran despliegue publicitario o hype (bombo) alrededor de la inteligencia artificial. Está muy lejos de los logros que se le atribuyen. Hay que ser cautelosos. Sí, se han hecho grandes avances, los automóviles autónomos son muy lindos, pero no hay nada remotamente cercano a la inteligencia humana. Los sistemas artificiales de reconocimiento visual son muy primitivos. Los automóviles autónomos no distinguen bien entre peatones y objetos. Nos habremos extinguido a causa del cambio climático o tras una guerra nuclear mucho antes de cualquier rebelión de las máquinas. Otro tema a tener en cuenta es todo lo que refiere a investigaciones de ingeniería genética. Aún hay mucho que no sabemos sobre el genoma. Por eso las consecuencias de modificar un solo gen podrían ser impredecibles.

—A comienzos de 2016, el FBI llevó a Apple a los juzgados por negarse a desbloquear el iPhone de uno de los terroristas del atentado en San Bernardino. ¿Cómo ve los choques entre gobierno y corporaciones por el tema de la privacidad? —Es un conflicto interesante. Personalmente espero que Apple gane a largo plazo. Básicamente hay un conflicto entre dos centros de poder en este asunto. No se trata de la primera batalla. El gobierno está dominado por el poder corporativo, pero aún así hay conflictos. Otro caso sucede en Irán. Las corporaciones estadounidenses se mueren por entrar al mercado iraní pero el gobierno no las deja. Lo mismo en Cuba. Durante décadas distintas empresas estuvieron a favor de la normalización de las relaciones: farmacéuticas y corporaciones de energía quieren entrar al mercado cubano. Pero el gobierno las bloquea.

Los orígenes del lenguaje

A diferencia de otros investigadores que no salen de su campo de estudio y deslizan bajo la alfombra de la privacidad sus opiniones políticas, Chomsky no traza límites. Sabe que su especialidad –la lingüística– y aquella facultad que lo desvela –el lenguaje– no están aisladas de la sociedad y de los conflictos de poder que la atraviesan, moldean y definen. Por eso, no le cuesta saltar de un tema a otro como si prendiera y apagara un interruptor.

—Junto al especialista en ciencias de la computación Robert C. Berwick escribió el reciente libro Why Only Us: Language and Evolution en el que exploran los grandes enigmas del lenguaje humano, cómo los seres humanos adquirimos esta capacidad distintiva. ¿Qué es lo que la hace única? —El lenguaje humano es totalmente distinto a cualquier otro fenómeno del mundo animal. No hay análogo alguno. Ninguna otra forma de comunicación en la naturaleza está al nivel del lenguaje humano. Lo que descubrimos en las últimas décadas es que el lenguaje es como cualquier otro sistema biológico. Todos tenemos básicamente el mismo sistema visual, pero las primeras experiencias a las pocas semanas de vida son cruciales para su desarrollo. En el caso del lenguaje, hablamos distintos idiomas y hay evidencia que demuestra que las diferencias se limitan a la exteriorización, aquella que permitió la interacción social y llevó a la emergencia de estructuras sociales más complejas. La internalización, en cambio, parece ser uniforme. Las capacidades cognitivas y lingüísticas son las mismas en todos los humanos. Las diferencias son superficiales. Existen muy pocas evidencias de la llamada hipótesis de Sapir-Whorf, según la cual el lenguaje determina la manera en que pensamos.

—O sea, el lenguaje nos cambió por fuera y por dentro. —Ese rasgo es único en el lenguaje: es un sistema internalizado. La visión sólo responde al ambiente. Nada es creado por la visión per se. No hay una generación de "oraciones visuales" ni representaciones. El lenguaje es único porque es un sistema interno y generativo. Por eso, que sepamos, los humanos tenemos un tipo de pensamientos que el resto de los animales no tienen. Eso es llamativo. Los humanos somos radicalmente diferentes de cualquier otra cosa en el mundo biológico. Los Homo sapiens somos recientes: tenemos 200 mil años. Eso es nada en términos evolutivos. Y parece que el lenguaje emergió casi inmediatamente.

—¿Cómo lo saben? —Todos venimos de África. Pero hay evidencias genéticas de que un grupo, los San (los llamados bosquimanos. N. del E.), se habría aislado del resto hace aproximadamente 120 mil años. Y esta tribu también tiene lenguaje. Eso da a pensar que el lenguaje se originó entre 200 y 120 mil años atrás. El lenguaje es genético y hay fuertes evidencias de que no evolucionó desde que el humano salió de África.

La imposibilidad de debatir en el ring

En 1971, Noam Chomsky tuvo un recordado debate con el francés Michel Foucault sobre la naturaleza humana. Fue en la Universidad de Amsterdam dentro del International Philosophers Project. Las pocas grabaciones que quedaron de aquel encuentro muestran a estos dos gigantes del pensamiento del siglo XX serios, serenos, como dos boxeadores midiéndose sobre un ring.

—¿Por qué cree que esos debates entre intelectuales ya no tienen el peso que tenían en otra época? —Ese debate fue en Holanda. No están dadas las condiciones para que se pueda repetir algo así en Estados Unidos. En muchos países europeos, e incluso en América Latina –como en Argentina–, se dan discusiones en los medios de comunicación que no existen en Estados Unidos. Una vez me invitaron a La Habana para discutir la situación de los negocios en Cuba y hablamos con total normalidad. Cada vez que estoy en la televisión iraní o rusa puedo hacer duras críticas al gobierno norteamericano. Pero no puedo hacerlo en la propia televisión de Estados Unidos. Además, si estás en la televisión de Estados Unidos sólo te dan 30 segundos… Se perdió el pensamiento crítico.

—Más allá de eso, ¿en qué sí es optimista? —No se puede negar que hubo cambios significativos en las últimas generaciones. En ciertos aspectos, Estados Unidos es un país más libre. Cuando llegué al MIT en 1955 estaba dominado por hombres blancos, obedientes, que hacían sus tareas. Ahora es totalmente diferente. Y ocurre en todo el país. Lamentablemente no hay activismo. La campaña de Bernie Sanders fue interesante por esa razón: despertó ese activismo dormido en cierto sector de la sociedad estadounidense. Estaba ahí. Sólo había que espabilarlo.


BONUS TRACK

La ceguera intelectual de la izquierda

Por Hinde Pomeraniec. La Nación 21/11/16. Todos buscan ahora explicaciones al fenómeno Trump. Y las encuentran pronto. Lo que en la madrugada del 9 de noviembre se disparó desde Estados Unidos al mundo como un balde de agua fría y pareció una sorpresa tenía un fundamento -o varios-, pero sin embargo no aparecían con frecuencia en los análisis previos y la idea de "elegir al monstruo" no pasaba por las cabezas de los biempensantes, siempre tan dispuestos a creer que lo "malo" (el neoliberalismo o la globalización como etapa ultracodiciosa del capitalismo, en este caso) sólo se combate desde lo "bueno" (la izquierda progresista en alguna de sus variantes). Hay tres opciones para que lo que ahora se ve con tanta claridad (el enojo y el dolor de los caídos del sistema, el desprecio hacia las elites políticas, el resentimiento de los sumergidos sin educación) haya pasado inadvertido durante la campaña hasta el punto de imaginar un eventual triunfo de Trump como un accidente en la historia: la ignorancia, la mala fe o la ceguera. Hablemos de la ceguera.



En 1998, el filósofo estadounidense Richard Rorty publicó “Forjar nuestro país: el pensamiento de izquierdas en los EE.UU. del siglo XX”, un pequeño libro que despertó polémica porque se atrevía a pelearle a la ideología de lo políticamente correcto dominante por entonces. Lo que Rorty sostenía era que la izquierda en su país había elegido convertirse en espectadora de los hechos y refugiarse en la academia en lugar de seguir ligada a los movimientos sociales y a los sindicatos como hasta la guerra de Vietnam, y que había optado por proclamar las teorías de Derrida y a Foucault en vez de concentrarse en seguir peleando por lo que estaba ocurriendo en el terreno social y económico (una brecha entre ricos y pobres cada vez mayor, una falta de oportunidades rampante), algo que él advertía que podía traer consecuencias nefastas en el futuro. Esto escribía Rorty: "(...) Miembros de sindicatos y trabajadores no calificados y no organizados se darán cuenta tarde o temprano de que su gobierno ni siquiera intenta evitar el hundimiento de los salarios o la exportación de los puestos de trabajo. Más o menos al mismo tiempo comprenderán que los oficinistas suburbanos no van a permitir que les impongan impuestos para dar beneficios sociales a otros. Llegado este punto, algo va a romperse. El electorado no suburbano decidirá que el sistema ha fracasado y comenzará a buscar un hombre fuerte a quien votar -alguien dispuesto a asegurarles que, una vez elegido, ya no serán los burócratas engreídos, los abogados tramposos, los vendedores de bonos de salarios excesivos y los profesores posmodernos quienes tomen las decisiones. (...) Lo que es muy probable es que las conquistas obtenidas en el pasado por parte de los norteamericanos negros y castaños, así como por los homosexuales, serán liquidadas. El desprecio jocoso hacia las mujeres volverá a ponerse de moda. Las palabras nigger (insulto contra los negros) y kike (insulto contra los judíos) volverán a escucharse en el trabajo. Todo el sadismo que la izquierda académica ha intentado volver inaceptable para sus estudiantes retornará en cascada. Todo el resentimiento que los norteamericanos pobremente educados sienten hacia los graduados universitarios que les dicen cómo comportarse encontrará una válvula de escape".

Si cambiáramos la frase en la que Rorty habla del insulto hacia los judíos por el insulto hacia los musulmanes y los latinos, podríamos obtener una suerte de crónica de nuestros días pero escrita hace veinte años. Mientras los olvidados por la globalización económica elegían creerle (y votar) a un personaje de la TV que les prometió devolverles el sueño americano, la izquierda cultural ombliguista que describía Rorty se obstinaba en ver a Hillary ingresando el próximo 20 de enero en la Casa Blanca. Claramente estaban viendo otro canal.



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miércoles, 23 de noviembre de 2016

Habemus Papam argentinensis VII

Después de mi deslumbramiento inicial por muchas reformas del papa Francisco, tengo que admitir mi decepción por ciertas tibiezas y por sus fallidas injerencias en la política argentina y mundial. Si se toman el tiempo y recorren las anteriores entradas relacionadas donde fui recopilando análisis salientes sobre el tema (sobre todo la VI), resulta evidente mi cambio. Por más que algunos quieran presentar la actitud papal de recibir públicamente a reconocidos delincuentes y violentos como "misericordiosa", no puedo entenderlo. Les está brindando apoyo político a personajes contrarios a los conceptos cristianos, de los que se burlan con total hipocresía. Gente que ha mandado a matar gente, que se robó la plata de los pobres y débiles, gente que proteje malhechores, gente que hace perverso al mundo que habitamos. Se supone que la justicia humana es falible y más débil que la divina: debe ser por eso que solo encarceló a tan pocos de estos poco ilustres visitantes al Vaticano. Creo que solo Maquiavelo resucitado podría explicar si existe un significado profundo diferente del patético y evidente ante semejantes exhibiciones del Papa. Ojalá sea yo el equivocado pero... qué pena grande que siento! Horanosaurus. 



El álbum polémico del Papa Francisco 

Ya se reunió con Hebe de Bonafini, Guillermo Moreno y el “Caballo” Suárez, entre otros preferidos de Cristina y señalados por la Justicia. Arrancaron las críticas en las redes. Clarín 19/09/16.

El Papa Francisco recibió en su residencia de Santa Marta a Carlos Saúl Menem, en una reunión que desde el entorno del senador y ex presidente adjetivaron como "de carácter personal". Así, Bergoglio sumó una foto "menemista" a las criticas por sus encuentros en el Vaticano con personajes del kirchnerismo, hoy señalados por la Justicia. Menem asistitió con su hija Zulemita y sus nietos. La reunión, gestionada por su ex secretario Ramón Hernández, fue la primera con el actual senador desde que Francisco fue elegido Pontífice en 2013. El riojano se entrevistó seis veces con el papa Juan Pablo II durante sus mandatos. La última: el 22 de noviembre de 1999, a días de dejar el poder. Movido por las ganas de saludarlo, Menem (86) cumplió hoy con el protocolo para las audiencias privadas: sobriedad y sencillez. Algo bien distinto a la extravagancia que mostró durante sus gobiernos (1989-1995 y 1995-1999) y a la lista de causas judiciales que tuvo que enfrentar en los últimos años.

La mezcla de visitas pontificias y a los tribunales de Comodoro Py, reapareció días atrás en las redes, por las fotos del Papa junto a Omar “Caballo” Suárez, "el sindicalista preferido de Cristina" y quien la acompañó en uno de los encuentros de la ex mandataria con Francisco. El líder de los obreros marítimos está preso desde la semana pasada, acusado de “ser el jefe y organizador de una asociación ilícita” y haber extorsionado a empresarios navieros. Y, en paralelo, otra causa galopa en su haber: lavado de activos.

Otra foto que resurgió en el álbum polémico del Papa en las redes es su encuentro con Guillermo Moreno, en diciembre de 2015. En ese momento, el ex secretario de Comercio y agregado comercial de la embajada argentina en Italia fue uno de los principales "dolores de cabeza" de Francisco ante las críticas por haber recibido al "más violento de los funcionarios K". A mediados de agosto, el juez federal Claudio Bonadio elevó a juicio oral la causa en la que Moreno está imputado por repartir cotillón con la consigna "Clarín Miente". Por otra parte, Bonadio también avanzó en una causa en la que Moreno y Alejando Vanoli -ex titular del Banco Central- fueron procesados por presunto abuso de autoridad para perjudicar a empresas del Grupo Clarín.

El álbum del Papa no sólo generó polémica por las personas que aparecen a su lado, sino por su propio semblante. El gesto adusto durante su primer encuentro con Mauricio Macri desde el cambio de Gobierno, también fue una postal para quienes agitaron en las redes la versión del malestar de Francisco por el encuentro. Luego, tanto desde el Vaticano como de la Casa Rosada buscaron bajar el tono a la polémica. Lo lograron de a ratos. ¿Habrá sonrisa cuando ambos se reúnan otra vez el 15 de octubre, en la víspera de la canonización del primer santo ciento por ciento argentino, el Cura Brochero? 

A Francisco también se lo criticó por su foto junto a Milagro Sala, quien lo visitó en junio de 2014. La líder de la Tupac Amaru está presa desde hace 8 meses en el marco de acusaciones por un defraudación millonaria al Estado y asociación ilícita. Luego, Bergoglio le hizo llegar un rosario. Nueva polémica.

Al Papa también se lo criticó por una foto que no fue: Margarita Barrientos contó que viajó a verlo pero aseguró que no la recibió en 2013. "Francisco nunca supo de la presencia de la dirigente social en la audiencia general de los miércoles del 24 de abril de 2013", justificaron a Francisco desde el Vaticano.

Pero quizá la más "ruidosa" de las últimas visitas a Francisco previa a la de Menem fue la de Hebe de Bonafini, a fines de mayo. "Dejálo ahí, todos nos equivocamos", fue la respuesta del Papa al pedido de disculpas de la titular de Madres de Plaza de Mayo por sus duras acusaciones cuando Bergoglio resultó electo. A principios de agosto Bonafini fue declarada en rebeldía por la Justicia al no presentarse a declarar por segunda vez en la causa que investiga el plan de viviendas Sueños Compartidos. Luego hubo una declaración light en la sede de la fundación. Francisco ya la había invitado varias veces pero Bonafini, con su agresiva adhesión al kichnerismo, lo consideraba un enemigo. Pero, como Cristina, la líder de Madres cambió. El encuentro con el Papa duró dos horas y las críticas externas por el cambio de postura siguen hasta hoy.

El juez federal Sebastián Casanello también tuvo su retrato junto a Francisco y la foto reapareció hoy en Twitter. La audiencia privada fue a principios de junio y no se brindó ninguna información al respecto. El magistrado dijo que el Papa da un mensaje para “el fortalecimiento de las instituciones de la Argentina" pero en las redes se enfocaron en su alias: "tortuga", por su supuesta lentitud a la hora de investigar a Cristina. ¿La próxima foto en este álbum "caliente"? Una junto al juez Rafecas. En medio de la polémica por el caso Nisman -un grupo de dirigentes pidió su remoción como juez por desestimar la acusación del fallecido fiscal contra Cristina- se confirmó que el juez federal irá al Vaticano a reunirse con Francisco. Pero, en este caso, fue el Papa quien lo invitó. El encuentro será el 23 y el 24 de noviembre en la Casina Pio IV, para participar de una reunión en la que se debatirá sobre narcotráfico.

Ante cada una de las polémicas por las fotos, el Papa (más en privado) y su entorno (en público) salieron después a bajar el tono. Argumentan que por su figura, Francisco debe recibir a dirigentes de diferentes espacios. Y que muchos de esos encuentros son protocolares. En Argentina, donde Bergoglio siempre se mostró dispuesto a incidir en política desde su lugar de jefe de la Iglesia, la lectura es diferente.


Con el represor Diosdado Cabello, ex vicepresidente de Venezuela. 
   

La predicadora del odio que te acusó de asesino...

  

¿Perdonaste sus asesinatos, Francisco?
  

Con la tres veces condenada por corrupción y violencia, Milagros Sala. 


Con la soberbia jefa de la asociación ilícita...


Los que te apedrearon por la espalda, Francisco!


La delincuente/inescrupulosa que faltaba en el álbum: Gils Carbó! 
¿Nadie te avisa nada, Bergoglio, o eres cómplice?

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21/03/13 - Habemus Papam argentinensis I
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22/11/14 - Habemus Papam argentinensis III
23/06/15 - Habemus Papam argentinensis IV
26/07/15 - Habemus Papam argentinensis V
06/03/16 - Habemus Papam argentinensis VI
29/11/17 - Habemus Papam argentinensis VIII
10/04/19 - Habemus Papam argentinensis IX
17/10/21 - Habemus Papam argentinensis X
23/04/22 - Habemus Papam argentinensis XI
29/03/22 - Habemus Papam argentinensis XII

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Cruce Bariloche-Puerto Varas (yo te avise!)




Seguramente no conozco ni el 10% de los paisajes imprescindibles del mundo que deseo pero tuve el privilegio de maravillarme con estos parajes argentinos y chilenos, en sus distintos trechos, en momentos diferentes. Mi intuición me permite decir que este recorrido entre Bariloche y Puerto Varas debe estar entre los más sorprendentes de Sudamérica. No divulguen el secreto más que a los amigos porque se va a poner muy transitado y le quitará encanto. Por lo visto el recorrido completo lo hace una empresa privada pero desconozco si se puede hacer parcialmente de forma más independiente. Más allá del hospedaje, se trata de trayectos terrestres y lacustres en forma enganchada. Reproduzco aquí dos artículos dedicados a esta travesía imperdible, agregando fotos mías. 

Dos menciones especiales: una para nuestros Puerto Blest y laguna Frías, zona de la Argentina con la mayor precipitación del país. Reúne en pocos kilómetros cuadrados los paisajes más sorprendentes, con la laguna de los Cántaros vertiendo en cascada desde pocos metros arriba sobre el lago Nahuel Huapi. Y la recomendación de alargar el trayecto chileno hasta la maravillosa Chiloé, un planeta místico encerrado en una isla. ¡Yo les avisé! Horanosaurus.

PD: si leyeron algunas referencias anteriores al respecto en este blog, saben que tengo grandes reservas contra los chilenos de clase alta, por envidiosos, poco confiables y desagradecidos con sus vecinos argentinos. No teman: la gente de pueblo es muy amable, servicial y respetuosa.


La travesía une estas ciudades de Chile y Argentina en un recorrido en catamarán, entre bosques, montañas y volcanes. Un paseo con paisajes soñados. Por Cayetana Mercé-enviada especial. Clarín Viajes. 11/09/16.

Cruzar la Cordillera de los Andes a través de los lagos es como hacer un viaje dentro de otro viaje. Se pasa de Bariloche a Puerto Varas, y viceversa, navegando los lagos de ambos países con el marco imponente del paisaje de las montañas, los volcanes chilenos, los parques nacionales y la selva Valdiviana.El nombre oficial de esta travesía que une las ciudades del sur de Chile y Argentina es "Cruce Andino", y es un emprendimiento conjunto entre empresas de ambos países. El viaje se puede hacer en un día partiendo desde cualquiera de las dos ciudades, pero si la intención es regresar al punto de partida es necesario disponer por lo menos de dos, y dormir en la ciudad a la que se arriba.Navegar los lagos por adentro de la Cordillera es mucho más que disfrutar de la potente combinación de agua cristalina y montaña. Este Cruce Andino también representa una historia de hermandad entre países. Durante toda la travesía se transmite el interés de los guías (argentinos y chilenos) por fomentar el contacto humano y los enlaces culturales entre ambas regiones. La fraternidad es uno de los pilares que sustenta el orgullo (visible) de quienes todos los días trasladan a los turistas en este recorrido.

El cruce de la Cordillera por los lagos ya cumple 100 años. Sorprende saber que son más los extranjeros que los argentinos y chilenos, los que lo han realizado. Por esto es que la empresa Cruce Andino busca —a través promociones y tarifas tentadoras para ambos países— acercar la propuesta al turismo de la región. Es un viaje que se puede hacer todo el año, pero especialmente en primavera y verano cuando se puede disfrutar de la navegación al sol, de las caminatas, el trekking y también de las playitas que bordean los grandes espejos de agua.

La travesía de Cruce Andino une tres lagos, dos en territorio argentino, uno en chileno, con trayectos terrestres por la selva cordillerana. Si el punto de partida es Bariloche, hay que ir hasta Puerto Pañuelo, ahi cerquita de Hotel Llao-Llao, donde los catamaranes Victoria Andina o Victoria del Lago esperan a los pasajeros. El trayecto por el azulado y profundo Nahuel Huapi para llegar a Puerto Blest, la primera parada, es de 1 hora 15 minutos.Se pasa por delante de la isla Centinela, donde descansan los restos del Perito Moreno junto a su esposa e hijo. Diariamente el capitán del catamarán repite el ritual de hacer sonar tres veces la sirena en su homenaje Fue casi un héroe en la región: donó 3 leguas de tierra para la creación de este Parque Nacional y creó la conciencia de la necesidad preservar la flora, la fauna y la tradiciones culturales indígenas para las futuras generaciones.

Perderse en el paraíso 

Desconectados. Así lo anuncian los guías del Cruce Andino. En Puerto Blest no hay wi-fi y es difícil encontrar señal para el celular. Solo paisaje, lago, río y silencio. El lugar se encuentra al final del brazo Blest del Lago Nahuel Huapí, y puede ser solamente un paso para continuar hacia el Lago Frías o, si se decide pasar la noche en Blest está la opción de hospedarse en el Hotel Puerto Blest, recientemente reinaugurado y reciclado. Esta construcción es de 1940, y la historia cuenta que en ese lugar estuvo alojado en Che Guevara cuando atravesó el Nahuel Huapí en el catamarán de madera Modesta Victoria, llevando su motoneta a bordo. La experiencia en este hotel invita a relajarse y a disfrutar de las comidas regionales que ofrece su restaurant, además de un spa con vistas al paisaje. En Puerto Blest se pueden hacer caminatas, trekking, recorridos en bicicleta, playa y visitar la Cáscada de los Cántaros.

Verde petróleo

Llega el momento de partir hacia el Lago Frías, el segundo lago argentino. Son 3 kilómetros en ómnibus, bordeando el río Frías y a través de la densa vegetación que va anunciando la entrada a la Selva Valdiviana, otro atractivo del Cruce. Se llega a Puerto Alegre, el pintoresco muelle donde se toma la lancha para atravesar durante 20 minutos el Lago Frias, que algunos consideran el más lindo del viaje por su agua espesa color verde petróleo producto de la leche glaciaria, y por el paisaje rocoso y montañoso que lo circunda. Ya se distingue el Cerro Tronador por donde pasa el límite fronterizo entre Argentina y Chile. Sus 7 glaciares (cuatro del lado chileno y tres del argentino), le dan el nombre por el estruendoso ruido que hacen cuando se desprenden. Chile está cada vez más cerca.Del otro lado del lago está Puerto Frías, allí se hace migraciones argentinas y la comitiva queda en manos del guía chileno. Nuevamente hay que tomar un bus para sumergirse por la espesura de selva tropical Valdiviana, un ecosistema con 4000 especies, entre ellas los alerces, arrayanes y colihues. Esta es una de las tres selvas de su tipo que existen en el mundo, las otras dos se encuentran en Australia y Nueva Zelanda.

Estamos rodeados

Llegando a este punto del viaje, solo hay naturaleza. Para donde se mire están las montañas y un camino bordeando el río Peulla, que lleva a la aldea ecológica del mismo nombre donde viven 200 personas, y donde puede visitarse u hospedarse (si se quiere pasar el día) el hotel Natura Patagonia. Allí mismo, a unos metros, en el paso Vicente Pérez Rosales se hace migraciones para entrar a la comuna de Puerto Varas. El guía explica que ésta es zona de volcanes. Pronto asomarán el Calbuco, el Osorno y el Puntiagudo, referencias en el paisaje y en la vida de los chilenos. Solo le primero está en actividad, cuyo último registro fue en 2015.Otra vez a esperar en el muelle, porque es el momento de volver a subir al catamarán para una travesía de una hora y media, similar a la primera del Nahuel Huapí, pero la versión chilena que es el lago de Todos Los Santos. Esta vez, los volcanes modifican el paisaje: se avista el Puntiagudo, que es el más empinado del sur de Chile, su cumbre parece una aguja que "pincha" el cielo; el Osorno, en majestuoso, anuncia la cercanía a Puerto Varas. La luz y la bruma caen sobre el lago.

Antes del regreso

Una vez en Puerto Varas, lo ideal es pasar la noche y tomarse uno o más días para recorrerla, antes de emprender la vuelta a Bariloche. La ciudad es prolija, bella, fruto del trabajo conjunto entre chilenos y alemanes inmigrantes. Fue fundada en 1854 por Vicente Pérez Rosales. Al bajar del catamarán se recorre la  costa del Lago Llanquihué hasta llegar a la ciudad. Una costa iluminada, con edificios elegantes, parques, casas típicas revestidas en tejuelas de madera de alerce.

Desde Varas se puede visitar Puerto Montt (ideal para hacer compras) y la pintoresca Frutillar con su Teatro del Lago, destino cultural internacional, donde en el verano se realizan conciertos y actividades al borde del lago. Los Saltos del Petrohue -lugar de brumas, dice su nombre- es otra de las visitas obligadas, así también como la subida al Osorno donde el centro de sky espera a la comitiva con un chocolate caliente.Las opciones que ofrece Cruce Andino son quedarse (por cuenta propia) y a seguir recorriendo el sur de Chile para emprender la vuelta unos días más tarde, o regresar al otro día cruzando la Cordillera, por el mismo camino por el que se llegó. Todas son igual de tentadoras, habrá decidir cuál elegir, porque la vuelta es otro nuevo viaje y una segunda oportunidad para disfrutar de estas bellezas naturales que ambos países comparten (...)

Miniguía (...)

Dónde informarseBariloche Turismo / Puerto Varas. org





Fotos (de arriba hacia abajo):

1. Llao Llao-R.A.
2. Puerto Varas-Lago Llanquihue y volcán Osorno-Chile.
3. Saltos de Petrohué y Volcán Osorno-Chile.
4. Lago de Todos los Santos-Chile.


Desde Bariloche hasta Puerto Varas, en Chile, una travesía que hilvana tres lagos, descubre grandes volcanes y se interna en la selva valdiviana. La Nación Turismo 03/07/16.Las gaviotas se arremolinan sobre la cubierta del Victoria Andina. Todos los días a la misma hora se repite el ritual. Comienzan a seguir el catamarán, la gente sube a la cubierta superior, estira el brazo con un trozo de comida entre los dedos y el blanco pájaro, en vuelo, con magistral destreza se lo arrebata de la mano. El espectáculo entusiasma a grandes y chicos por igual y es el primer contacto de muchos turistas con la naturaleza en estado puro. Hace pocos minutos que zarpamos de Puerto Pañuelo, en Bariloche. Estamos navegando por el imponente Nahuel Huapi, rumbo a Puerto Blest. Es la primera etapa del cruce andino, una travesía turística a Chile que se hace enlazando lagos y caminos y termina prácticamente en el océano Pacífico. En el catamarán se respira relax. Hace frío por lo que las salidas a cubierta son breves, excepto para alimentar a las gaviotas.

Adentro, por los grandes ventanales, se disfruta la Patagonia: el bosque encaramado en cerros y montes, la nieve todavía escasa que corona las montañas más altas y un lago que se intuye profundo y misterioso. Cada tanto, un guía interrumpe la charla con datos e historia del lugar y al pasar por la isla Centinela, 20 minutos después de salir de Puerto Pañuelo, el capitán hace sonar tres veces la sirena del barco. Es el cotidiano homenaje al perito Moreno, el hombre que caminó la región en épocas en que ningún blanco se animaba. Moreno exploró Río Negro, Chubut y Neuquén, le dio nombre al lago Argentino en lo que hoy es Santa Cruz y donó las tierras a partir de las cuales se formó el primer parque nacional. Junto a su esposa e hijo, está sepultado en esa isla y desde allí se convirtió en eterno vigía y custodio de este lugar que tanto amaba.A pesar de ser media mañana la bruma es persistente en partes del Nahuel Huapi y emerge creando verdaderas alucinaciones para la cámara. El agua es de un azul profundo como no se ve en otros lagos y el bosque, tupido, de árboles perennes, no deja espacio sin cubrir en las laderas de los montes cercanos. Hacia el oeste, algunas nubes bajas, suspendidas como trozos de algodón, le dan el toque efímero a un paisaje en apariencia inmutable. Y es la luz la que hace que ese paisaje único se reproduzca en múltiples variantes según sea el día soleado o nublado o la lluvia esté descargando su agua bienhechora. La magia se da cuando el tiempo patagónico muestra todo el abanico en un mismo día: sol, nubes, lluvia y otra vez el sol. Este bosque nativo late por la lluvia, es ella la que genera esos verdes profundos que tapizan los cerros. Y la belleza de los cielos azules compite con la magia de un melancólico paisaje grisáceo cuando las nubes bajas y la llovizna desdibujan el perfil de montañas y cerros.

Tres lagos en un día

El trayecto en catamarán a Puerto Blest dura una hora quince minutos. A pesar de ser casi el mediodía, hace frío. Pero eso no desalienta a los viajeros que vinieron a pasar el día. En minutos desaparecen del muelle y se dispersan por los senderos de trekking en busca de la cascada de los Cántaros y sus mentados 700 escalones.Al regreso, los espera una bebida caliente en el emblemático hotel Blest. El establecimiento cuenta con restaurante y cafetería, donde el paisaje que se ve desde las ventanas es tan protagonista como los platos patagónicos del menú. El renovado edificio, que estuvo dos años en remodelación, ofrece una propuesta de alto nivel que incluye un spa vidriado, con vista al lago y a los cerros.Desde Puerto Blest, un bus traslada a los viajeros para un breve trayecto de tres kilómetros hasta el siguiente lago, el Frías. Allí espera un barco más pequeño y un contraste fascinante. El Frías no es imponente en tamaño como el Nahuel Huapi y parece encajonado entre los cerros, pero el color esmeralda de sus aguas atrapa desde el primer instante. No sólo es el color, sino la textura: el agua parece espesa, sobre todo cuando le da de lleno el sol de la tarde: proviene del deshielo del cerro Tronador y ese aspecto se debe a su origen glacial. En las laderas escarpadas que enmarcan el lago anidan cóndores y con un poco de suerte, se los verá sobrevolando en altura o enseñando a sus pichones a planear. Quince minutos de navegación surcando las aguas de este lago color esmeralda y se llega al puesto fronterizo argentino para hacer migraciones.

Inmersión en la selva

Desde que salimos de Puerto Pañuelo lentamente nos hemos ido metiendo en plena naturaleza, en esa espesa selva valdiviana de verdes profundos y sin ocres, y aquí, en Puerto Frías, como una muestra más, cerca del muelle se pasea un zorro colorado. Apura un poco el paso cuando ve al contingente, pero tampoco tanto. Está acostumbrado a la escena y a que nada tiene que temer de esa presencia humana. Las araucarias también se roban algunas fotos, con sus ramas cilíndricas y combadas, con esa especie de hoja gruesa y puntiaguda tan distintiva y distinta de las demás especies de este bosque nativo.Como el grupo es pequeño, el trámite por migraciones se hace rápido. Un nuevo bus hará el cruce fronterizo y nos introducirá en el Parque Pérez Rosales, ya en territorio chileno. El camino zigzagueante por la selva es irregular y profundiza la inmersión en la naturaleza. Alerces, coihues, araucarias, ñires, cañas, helechos y hasta lianas son parte de la riqueza de este ecosistema cordillerano, todo a la vista y al alcance de la mano. Es una tarde de sol, pero apenas se filtran sus rayos a través de las tupidas copas. Los árboles son muy altos así que la tibieza del sol no llega al suelo, y la sensación al bajar del bus es de un frío húmedo intenso.El guía nos propone el desafío de imaginar este cruce cubierto de nieve. ¡Difícil pensarlo así de verde como está! Y las fotos que nos muestra de unos meses atrás nos sorprenden. Revelan un mundo blanco, transformado, con 20 centímetros de nieve en el camino y la base de los árboles, y éstos con sus ramas dobladas por la carga blanca. Todo un desafío para los choferes que, para cubrir este trayecto, ponen cadenas en los buses. Se recorren 29 kilómetros por la selva valdiviana hasta llegar al tercer lago. Pero a poco de andar nos topamos con el río Peulla que corta la espesura y deja ver, hacia el este, el cerro Tronador. Imponente y macizo, este volcán dormido hace alarde de sus más de 3500 metros, con sus cumbres y laderas nevadas, que refulgen bajo el sol por su blancura. Un cartel explica que el nombre se debe a las tronaduras que provoca el desprendimiento periódico de los hielos de sus glaciares. Del Tronador cuelgan siete glaciares, tres de los cuales se ven desde Chile y cuatro desde la Argentina. Estamos en zona de volcanes. En efecto, a partir del Tronador se puede trazar en el mapa un semicírculo casi perfecto hacia el oeste, en el que se ubicarán el Puntiagudo, el Osorno y el díscolo Calbuco, que se puso quisquilloso el año pasado. Un poco más adelante, en la villa ecológica de Peulla, hacemos migraciones para entrar en Chile y seguimos camino hacia nuestra última navegación del día: el lago Todos los Santos.Los volcanesSon alrededor de las cuatro y media de la tarde y, en estas latitudes, en esta época del año, el sol baja temprano. Las nubes empiezan a espesarse y el paisaje verde vibrante de horas atrás se ha convertido en un mundo azulado, donde los tonos marcan luces y sobre todo, sombras.

El lago Todos los Santos, bautizado así por misioneros jesuitas a mediados del 1600, se cree que era parte de otro gran espejo de agua, el Llanquihue, situado a 14 kilómetros. Por fuerza de algún cataclismo se dividieron.

La tercera navegación dura un poco más de una hora y media y es diferente de las dos anteriores. Dos volcanes dominan la mayor parte del trayecto: el Puntiagudo y el Osorno. Su presencia inspira un respeto casi paralizante. El Puntiagudo es 1000 metros más bajo que el Tronador, pero su silueta inconfundible marca presencia y se destaca nevada sobre los cerros más bajos.El barco se desplaza en esa inmensidad sobrecogedora y de pronto aparece, majestuoso, el Osorno, la belleza patagónica que parece la versión latinoamericana del monte Fuji en Japón. Tiene unos metros más que el Puntiagudo pero las líneas suaves de sus laderas, que se elevan grácilmente hasta formar un cono casi perfecto, transforman la percepción de potencial amenaza y le otorgan una belleza sutil.Así, el último tramo de navegación del cruce andino transcurre plácido como los anteriores. Pero la imagen que queda es un tanto más melancólica, tal vez por la luz menos intensa del ocaso del día.El viaje está llegando a su fin. En verano, con el sol todavía alto, se visitan los saltos de Petrohué, pero en este caso desembarcamos en el puerto homónimo y seguimos camino hacia Puerto Varas.El viaje nunca se vuelve monótono y uno sigue pegado a la ventanilla, esperando una nueva sorpresa del paisaje. Al lago Llanquihue lo custodia el volcán Osorno, pero en algunos puntos de la ruta también se asoma el Calbuco. Esta mole activa asustó con una erupción en abril del año pasado y las cenizas todavía se las ve a la orilla de la ruta.Ya es de noche cuando llegamos a Puerto Varas. La costanera toda iluminada y el aire fresco, pero menos frío que del lado argentino, invitan a una caminata y a descubrir la coqueta ciudad. Pero tal vez sea mejor un buen descanso para estar listos temprano al día siguiente y salir a explorar los lagos, volcanes y bosques que nos ofrece Chile en esta latitud.

Datos útiles

El cruce. Cruce Andino es la única empresa que organiza esta excursión, que parte de Bariloche, enlaza lagos y caminos de la Cordillera y termina en Puerto Varas, Chile. También se puede hacer a la inversa. Se realiza todos los días y en verano, dos veces por día. El tour requiere un día para llegar a Chile y otro para regresar a Bariloche. El viajero puede quedarse más días en Chile. Tarifa: US$ 180 para residentes argentinos y chilenos en temporada baja y de US$ 220 , en alta, con el regreso sin cargo. Niños hasta 12 años pagan la mitad. www.cruceandino.com (...) Clima. La lluvia es lo que mantiene viva a la selva valdiviana, así que a no ponerse de mal humor si en algún momento de la excursión empieza a llover. Lo mejor es estar equipado con ropa y calzado adecuados para seguir disfrutando del paseo.