La Cámara Federal reabrió hace
pocos días una causa que busca saber si The Old Fund vehiculizó una coima para
Boudou: la sociedad recibio $ 7,6 millones por renegociar la deuda de Formosa.
Lo hizo sin experiencia en el rubro: Boudou trató el tema desde el Ministerio
de Economía. El vice también es investigado por enriquecimiento ilícito. Clarín reveló que tiene 5 empresas sin declarar.
BONUS TRACK 1
El
análisis
¿El
vicepresidente es el último eslabón?
Por Hugo Alconada Mon. La Nación
Domingo 01/06/14.
Para el juez Ariel Lijo,
el vicepresidenteAmado Boudou movió los hilos del Estado para quedarse con la
ex Ciccone en beneficio propio.
Pero ¿pudo el entonces ministro de Economía movilizar para lograrlo a múltiples
áreas de la administración, aun cuando eran lideradas por gente que lo
despreciaba, sin el paraguas de una orden superior? Más directo: ¿Boudou habría actuado por su cuenta o por
orden de Néstor Kirchner? Kirchner detestaba a los Ciccone. Los acusaba de
vínculos con la dictadura, con Alfredo Yabrán y con negociados, como el de
Siemens y los DNI. Pero tampoco quería a su rival, Antonio Tabanelli, el dueño
de Boldt, al que consideraba
financista oculto de los sueños electorales de Eduardo Duhalde y de Daniel
Scioli.
Y,
para peor, su fiel secretario de
Hacienda, Daniel Pezoa, estimó que revitalizar la Casa de Moneda costaría $
500 millones. Así es como, según múltiples funcionarios, empresarios y abogados
involucrados en el "caso Ciccone" que dialogaron con LA NACION
durante los últimos años, Kirchner dio
la orden de tomar el control de
Ciccone para luego quitarle los contratos a Boldt y cerrar así uno de los
grifos de sus archienemigos.
Las
fuentes consultadas también coinciden en que la presidenta Cristina Fernández
de Kirchner no participó en aquella decisión, acaso como fruto del "doble comando" que la
enfurecía. El único que contradijo esa versión fue el socio de Boudou, José María Núñez Carmona,
cuando en una reunión con los Ciccone en el hotel Hilton se ufanó de actuar
bajo órdenes del matrimonio presidencial y se puso a imitarla, según dos
testigos, gestos incluidos: "¡A
Boldt, no! ¡A Boldt, no!" Los funcionarios señalan algo más: cuando
estalló el escándalo, fue ella quien ordenó defender a Boudou a cualquier
costo.
Allá
por 2009, en tanto, el primero en recibir el llamado del poder fue el entonces
titular de Aeropuertos Argentina 2000,
Ernesto Gutiérrez, uno de los empresarios con mejor sintonía con el ex
presidente. Los Ciccone lo recibieron con los brazos abiertos. ¿Por qué?
"Apostamos a que la buena llegada de Gutiérrez a la quinta de Olivos nos
sacaría de encima el manto de sospechas que nos rodeaba", indicaron desde
la familia a LA NACION.
Gutiérrez
desembarcó en febrero con su firma Inversiones
Tecnológicas SA y con el fondo de inversiones Fintech como socio. Su rostro visible es el mexicano David Martínez, accionista junto con Clarín en
Cablevisión, pero con llegada y buena sintonía con el Gobierno. La operación,
sin embargo, terminó por caerse. Gutiérrez no logró que llovieran los contratos
ni los financistas. Así que el 31 de agosto de 2009 se abrió junto a Fintech.
La aventura duró seis meses. Notable
coincidencia: un día después, el 1º de septiembre, un abogado monotributista, Alejandro Vandenbroele, amigo de Núñez
Carmona, tomó el control de una ignota sociedad: The Old Fund.
El
fracaso de Gutiérrez alentó a varios dentro del Gobierno. Un sector pretendió
controlar Ciccone mediante su estatización. Aníbal Fernández, entre ellos. "Cuando yo veía que la sociedad
le debía tanto dinero al Estado, (creía que) no debíamos darle más
vuelta", contó tres años después.
Pezoa alentó otra
opción: comprar una planta "llave en mano". Al punto de que contactó a la firma
suiza Koenig & Bauer (KBA), y se evaluó un proyecto por 150 millones de euros. Pero un emisario
de Boudou les comunicó a los suizos que no había presupuesto para ese proyecto,
según reconstruyó LA NACION.
Los Ciccone tampoco se
quedaron quietos.
Contactaron al actual embajador en Uruguay, Dante Dovena, de máxima confianza
del ex presidente, para que intermediara entre ambos. Ocurrió a principios de
2010, pero concluyó con una frase tajante de Kirchner. "A la empresa «la queremos toda»", les comunicó, según
confirmaron a dos miembros de la familia Ciccone y un allegado de Dovena.
Los fundadores de la
imprenta recurrieron entonces a Boudou.
Y éste asumió como el epicentro de un movimiento coordinado entre múltiples
áreas de la administración. Porque al Ministerio de Economía se sumaron la
AFIP, la Secretaría de Comercio Interior, la Comisión Nacional de Defensa de la
Competencia, la Casa de Moneda, el Banco Central y la Inspección General de
Justicia (IGJ), entre otros.
Como
ministro, Boudou ejercía influencia directa sobre algunos de esos organismos,
como ocurrió en la Casa de Moneda tras la caída de Ariel Rebello -un hombre de Pezoa- y el arribo de Katya Daura, que trabajó con él en la
Anses. Pero, ¿cómo logró que funcionarios que lo detestaban, como Ricardo
Echegaray o Guillermo Moreno -que lo apodaba "el chorrito"-, acataran sus órdenes? ¿Ambos recibieron
directrices superiores?
El
27 de octubre de 2010, sin embargo, todo se trastocó. Ese día murió Kirchner.
El 28, se convocó a una asamblea extraordinaria de accionistas de The Old Fund,
que se celebró al día siguiente. Así, mientras el país vivía días de luto y
decenas de miles ingresaban en la Casa Rosada para honrar al ex presidente, se
modificó la composición accionaria de The Old Fund. Y metieron a las apuradas a la sociedad uruguaya
Dusbel SA, que recién siete meses después completó los indispensables
trámites de nacionalización que impone la ley. ¿Por qué el apuro? ¿Qué debían,
o querían, corregir?
Para
cuando estalló el escándalo en febrero de 2012, sin embargo, Boudou ya no era
ministro de Economía, sino vicepresidente, ungido por decisión solitaria de la
Presidenta, que pronto afrontó una disyuntiva. Evaluó imitar a su par
brasileña, Dilma Rousseff, que desplazó a cada uno de sus ministros sospechados
de actos de corrupción. Pero concluyó que esa opción era inviable porque
hubiera debilitado su naciente segundo mandato. Ordenó, pues, cerrar filas
alrededor de su número dos, para disgusto de Carlos Zannini, Aníbal Fernández y
otros.
Así
ocurrió tras la histórica conferencia de
prensa -que no fue tal- de Boudou el Jueves Santo de 2012, en el Senado, en
la que el vicepresidente combinó dardos contra la prensa con serias acusaciones
contra el juez y el fiscal del caso, y el procurador Righi. Los dos primeros
terminaron apartados de la causa; el tercero presentó su renuncia indeclinable.
Muchos
se preguntaron entonces si Boudou huía hacia adelante o contaba con la venia de
la Presidenta. Fue Horacio Verbitsky,
desde Página 12, quien cortó las
especulaciones: "Cuando la polvareda de palabras se asiente, tal vez
puedan considerarse las serias implicancias institucionales de las palabras de
Boudou, que fueron aprobadas por CFK antes y después de la conferencia de
prensa". Entre sus íntimos, Boudou lo dice de manera franca: "Néstor me dio la orden. Me dijo «andá
y sacale ese negocio a Duhalde». Yo le cumplí".
Negocios y poder/La causa judicial por dentro
Por Hugo Alconada Mon. La Nación 01/06/14. Para el juez Ariel Lijo, que aparezca una foto comprometedora de Amado Boudou, es irrelevante. ¿Por qué? Porque el magistrado ya dio por probado el vínculo entre él y su socio José María Núñez Carmona con el único rostro visible de The Old Fund y presidente de Ciccone Calcográfica, Alejandro Vanderbroele. Remarcó Lijo: "es conocido de ambos" (...) ¿qué pruebas se acumularon en la causa Ciccone para colocar a Boudou al borde de su procesamiento? ¿Qué otras evidencias podrían salir a la luz, con repercusiones incluso internacionales? ...continuación en link...
Por Hugo Alconada Mon. La Nación 12/12/15. “Poder es impunidad", es la máxima que cinceló para siempre Alfredo Yabrán, que mucho sabía sobre eso. Y a las evidencias hay que remitirse: las investigaciones judiciales sobre corrupción en la Argentina tardan, en promedio, una década en llegar a la instancia de juicio oral; la mayoría de esas causas se cierra por prescripción; y apenas el 3% de los involucrados en 750 grandes casos locales de corrupción analizados durante un cuarto de siglo terminaron condenados.
El problema para el ya ex vicepresidente Amado Boudou es, sin embargo, que él podría ayudar a engordar ese escuálido porcentaje. ¿Por qué?
Porque varios indicios apuntan en esa dirección. Primero, porque a lo largo de estos años acumuló demasiadas causas penales. Segundo, porque se convirtió en uno de los funcionarios kirchneristas que genera más tirria pública. Tercero, porque sembró enemigos que esperaban su oportunidad para cobrársela. Cuarto, porque el peronismo no lo defenderá, porque no lo siente propio. Y quinto, porque llegó demasiado alto, sin una red propia de protección. Es decir, los mismos factores que convirtieron a María Julia Alsogaray en el ícono máximo del menemismo a la hora de recorrer los Tribunales.
Boudou puede, encima, servir como eximio elemento de distracción pública para kirchneristas y macristas por igual, si es que buscan sellar un pacto de convivencia. Les permitiría a ambos mostrar resultados de "depuración" ante la opinión pública, sin ir a fondo sobre otros íconos de la última década larga, como Lázaro Báez o Cristóbal López, o incluso la propia presidenta Cristina Kirchner.
En esa línea, el mundillo politizado de los tribunales federales de Comodoro Py tomó nota de la señal que envió la ahora ex Presidenta, quien excluyó a Boudou de todas las listas para cargos legislativos y, por tanto, lo dejó sin fueros parlamentarios.
Esas y otras señales políticas subterráneas fueron tan fuertes como para que Boudou acumulara pedidos de indagatoria durante los últimos meses. Para peor, Boudou se encargó de destratar a múltiples funcionarios de la "familia judicial".
El más notorio fue el ex procurador general Esteban Righi, pero también lo hizo con el primer juez del "caso Ciccone", Daniel Rafecas. Y al fiscal Carlos Rívolo, al que logró apartar. Pero también, entre otros, al juez que aún instruye ese expediente, Ariel Lijo, al que atacó por la prensa oficialista y en sus escritos judiciales, y al que buscó apartar de esa causa, pero sin lograrlo.
Ahora, sin embargo, transcurridas apenas 36 horas desde que expiró su mandato como vicepresidente, Boudou se encontró con la realidad de volver al llano. El juez Lijo le impuso la prohibición de salir del país como al resto de los procesados, mientras que el fiscal de la causa, Jorge di Lello, evalúa si eleva elevar a juicio oral el tramo que lo afecta.
BONUS TRACK 2 -- ¿QUE MAS EVIDENCIA NECESITAN?
Pasaron más de siete años. Luego de cinco instancias judiciales agotadas -incluída la Corte Suprema de Justicia- en las que intervinieron deciséis jueces y solamente por la causa Ciccone, se le reafirmó la condena por coimero al corrupto de Amado Boudou. Cárcel e inhabilitación política de por vida. Con la cobarde excusa del cuidado de su familia Boudou -el piola que vivía en un médano y llegó a vicepresidente- intenta esquivar los barrotes una y otra vez. Contra todas las evidencias, el séquito de negacionistas kirchneristas lo sigue defendiendo porque es parte de su moral defender la corrupción política. ¿Cómo puede realizarse un país si ni siquiera se respetan las decisiones jurídicas? ¿Con garrotes, tocando el bombo y saltando como monos? ¿Quiénes son los gorilas? Lean su increíble solicitada de enero/21 y saquen sus propias conclusiones. No se asusten ni lloren al ver algunos de los firmantes, que seguramente no son todos corruptos. Es increíble. Horanosaurus.
10 de enero de 2021. Texto completo de la solicitada publicada este domingo en Página/12:
Libertad a Amado Boudou
"La
persecución política contra militantes y dirigentes de la experiencia
kirchnerista persiste en la Argentina a pesar del triunfo popular en las
últimas elecciones. Estamos en presencia de una guerra que se despliega a
través de medidas judiciales, fabricación de noticias que manipulan la opinión
pública y el intento de crear un clima de odio e intolerancia en la población. Es
una guerra que, según se va esclareciendo, floreció durante el gobierno de
Mauricio Macri bajo la supervisión de varios de sus funcionarios principales,
incluido el propio presidente. Medios de comunicación monopólicos y segmentos
corrompidos del poder judicial han generado una estrategia común que envenena
la atmósfera política.
La
situación de Amado Boudou testimonia con exactitud esa estrategia de guerra.
Objeto de un sistemático ataque de los medios de comunicación concentrados
hasta convertirlo en un equivalente absoluto de la corrupción estatal,
condenado a prisión en un juicio cuyas anormalidades tuvieron estado público
por boca de sus mismos gestores (por televisión, el testigo clave en el juicio
reconoció haber recibido dinero por su testimonio en calidad de “arrepentido”)
Boudou es hoy prisionero en su domicilio por decisión del poder judicial. El
máximo tribunal nacional desechó tratar la apelación de su condena
manifiestamente nula porque era una cuestión " insustancial, carente de
trascendencia " y a partir de esa decisión bochornosa se ha abierto un
operativo para enviarlo nuevamente a la prisión. Un puñado de medios de
comunicación son los que organizan una persecución política y moral contra
quien fuera vicepresidente durante el último mandato de Cristina Fernández de
Kirchner. Está muy claro que se trata de una venganza por las decisiones en las
que participó, y particularmente por la recuperación para los trabajadores de
los fondos de pensión que habían sido enajenados a favor de grandes consorcios
financieros.
Esta
situación implica un profundo deterioro de la política, de las creencias
sociales y del lenguaje general de una sociedad. Es una verdadera emergencia
político-judicial que pone en riesgo la convivencia entre los argentinos y argentinas
por afectar las bases democráticas de la constitución social al poner en marcha
una interpretación de las leyes con un sentido faccioso y antirrepublicano. No
es un problema excluyente de un sector de la población directamente involucrado
en la práctica política; por el contrario, involucra a todos y todas quienes
habitamos el país. Solamente a través de la recuperación plena de la legalidad
y el fin de las presiones extralegales profusamente puestas en práctica por el
gobierno de Macri, es cómo puede recuperarse en plenitud la vigencia del estado
de derecho.
Lo que
ahora está ocurriendo con Amado Boudou, es la forma final lograda por una
agresiva y virulenta coalición formada por todo tipo de especialistas en la
descalificación y destrucción de las experiencias democráticas y populares de
Gobierno. Es lo que en la región conocemos como la “guerra judicial”, que hoy
es el arma principal de desestabilización de la democracia. La persona de
Boudou fue elegida para descargar un castigo ejemplar contra quienes se atreven
a enfrentar los injustos privilegios de los que disfruta una facción local
históricamente privilegiada, en sociedad con grandes corporaciones locales y
extranjeras.
La lucha
contra esta injusta situación es un compromiso de honor de quienes queremos una
Argentina democrática, libre y justa, con leyes legítimas e interpretadas con
absoluta autonomía respecto de los poderes fácticos ligados al privilegio y la
injusticia.
Para que
en Argentina rija en plenitud la justicia y se respeten los derechos humanos.
Para eso reclamamos la libertad de Amado Boudou y de todos los presos y presas
políticas."
Los firmantes de
la solicitada son:
ALEMÁN, Jorge
ALESSO, Sonia
ALIVERTI, Eduardo
ALPEROVICH, Sara
AMORIM, Celso
APO, Alejandro
ARENA, Mayra
ARONSKIND, Ricardo
ATE CAPITAL
BANEGAS, Cristina
BARADEL, Roberto
BARRAGÁN, Carlos
BARRANCOS, Dora
BARRIENTOS, Paola
BASCHETTI, Roberto
BATAKIS, Silvina
BELLOTA, Araceli
BONIN, Arturo
BORÓN, Atilio
BORRONI, Fernando
BRAWER, Mara
BRIZUELA, Damian
CAAMAÑO, Cristina
CABRAL, Juan Cruz Cabral
CALCAGNO, Eric
CAMPANA, Gustavo
CANESE, Ricardo
CAO, Horacio
CARAMELLO, Carlos
CARBONE, Rocco
CAREAGA, Mabel
CASALS, Rodolfo
CASTRO, Alicia
CATALANO, Daniel
CEJAS, Jorge
CELENTANO, Ana
CHOLVIS, Jorge Francisco
COLOMBO, Ariel
CONTI, Diana
CORREA, Gabo
CORREA, Rafael
CORREA, Walter
CRISTÓFALO, Américo
D’AURIA, Nancy
DE BONAFINI, Hebe
DE FEO, Carlos
DE JESÚS, Juan Pablo
DE VICENTI, Cecilia
DE VIDO, Julio
DELUPI, Max
DEPETRI, Edgardo
DEVOTO, Jorge “Topo”
DI TULLIO, Juliana
DÍAZ, Estela
DORIO, Jorge
DURANGO, Norma
DURAÑONA, Francisco
ELBAUM, Jorge
FANEGO, Daniel
FERNANDEZ PASTOR, Miguel
FERNANDEZ, Anibal
FERNANDEZ, Hector
FERNANDEZ, Maximiliano “El Bosnio”
FERNANDEZ, Patricia
FERNÁNDEZ, Sebastian “Rinconet”
FERRADAS, Marcela
FERRARESI, Jorge
FIGUERAS, Marcelo
FIORENTINO, Maria
FONTDEVILA, Pablo
FORSTER, Ricardo
FURLAN, Abel
GABBA, Carlos Eduardo
GABIN, Maria José
GALENDE, Luciano
GARCIA PINTOS, Alejo
GARCIA, Cynthia
GARCÍA, Martin
GEIGER, Conrado
GIARDINELLI, Mempo
GILS CARBÓ, Alejandra
GIOJA, José Luis
GIROTTI, Carlos
GLEZER, Marina
GODOY, Ruperto
GOLLAN, Daniel
GONZALEZ, Horacio
GONZALO, Norberto
GRANDINETTI, Darío
GRECO, Leonardo
HARISPE, Gaston
HELLER, Carlos
HERRERO, Liliana
IBARRETA, Maria
JAIME, Ricardo
JUNIO, Juan Carlos
JUSTICIA LEGÍTIMA, Agrupación
KOENIG, Marcelo
KULIOK, Luisa
KUNKEL, Carlos
LABORDE, Oscar
LARA CASTRO, Jorge
LARA, Jorge
LARRESE, Ernesto
LARROQUE, Andres
LETTIERI, Alberto
LIJALAD, Ari
LONG, Guillaume
LONG, Guillaume
LOPEZ FIORITO, Pablo
LÓPEZ, Artemio
LÓPEZ, Eduardo
LOPEZ, Gustavo
LUGO, Fernando
LULA DA SILVA, Luiz Inácio
LUZZANI, Telma
MANTEGA, Guido
MARINO, Sergio “Nagus”
MARIOTTO, Gabriel
MARTINEZ, Enrique
MARTINEZ, Hugo
MASSONI, José
MAZURE, Liliana
MELINGO, Marcelo
MÉNDEZ, Lía
MENDOZA LEIGUE, Adolfo
MENDOZA, Mayra
MERA, Carolina
MERLIN, Nora
METAZA, Mario
MINNICELLI, Alessandra
MIRKIN, Beatriz
MOCCA, Edgardo
MONTERO, Federico
MORALES, Evo
MORALES, Victor Hugo
MOREAU, Leopoldo
MORGADE, Graciela
MOYANO, Pablo
NAVARRO, Roberto
NICOLETTI, Nelson
NOHER, Jean Pierre
NUÑEZ, Osmar
OLIVEIRA, Francisco “Paco”
ONETTO, María
ONETTO. Victoria
ORTEGA, Saul
OSUNA, Blanca
PACO URONDO, Agencia
PALOMINO, Juan
PAPALEO, Osvaldo
PARDES, Jorge
PARILLI, Nanci
PARRILLI, Oscar
PARY, Diego Pary
PATIÑO, Ricardo
PATIÑO, Ricardo
PAVLOVSKY, Martin
PENACCA, Paula
PICCHIO, Ana María
PIETRAGALLA, Horacio
PILATTI VERGARA, Maria
POSTOLSKI, Glenn
PRANDINI, Roberto
PREGO, Florencia
PUIGGRÓS, Adriana
QUINTRIQUEO, Carlos Enrique
RACHID, Jorge
RAIMUNDI, Carlos
RECALDE, Hector Pedro
REP, Miguel
ROCA, Horacio
RODRIGUEZ, Cecilia
ROJKES, Beatriz
ROJKÉS, Silvia
ROMANO, Gerardo
ROMAROVSKY, Gabriel
ROMERO, Javier “El Profe”
ROSSETTO, Cecilia
ROTH, Cecilia
ROUSSEFF, Dilma
RUIZ FLORES, Martha
RUIZ FLORES, Martha
RUSCONI, Maximiliano
RUSSO, Sandra
SABORIDO, Pedro
SAID, Judith
SAINTOUT, Florencia
SAMPER, Ernesto
SANTA MARIA, Victor
SANTORO, Leandro
SANTORO, Osvaldo
SAPAG, Silvia
SBATELLA, José
SCALETTA, Claudio
SCHULMAN, José
SEOANE, María
SERRANO MANCILLA, Alfredo
SIGAL, Eduardo
SOCOLOVSKY, Yamile
STEDILE, Joao Pedro
TEJEDOR, Cristina
TOER, Mario
TOGNETTI, Daniel
TORRI - SOUTO, Gustavo
ULANOVSKY, Carlos
VACA NARVAJA, Camilo
VACA NARVAJA, Fernando
VALDÉS, Eduardo Felix
VANELLI, Alejandro
VARELA, Adriana
VARELA, Susana
VAZQUEZ, Mariana
VERA, Coni
VICENTE, Manuel
VOLNOVICH, Luana
YASKY, Hugo
ZAFFARONI, Eugenio Raul
ZELAYA, Manuel
ZIEMBROWSKI, Luis
Y siguen casi 5.000 fimas más. El Sol - 04/12/20. Cronología.
Amado Boudou: los 16 jueces que analizaron el caso Ciccone desde 2012
El Economista. 03/12/20
Fallo unánime: la Corte Suprema confirmó la condena de Boudou por la causa Ciccone
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