¿Para qué son polìticos?
En este mundo que se nos ha dado, se supone que los dirigentes entran en la política para “cambiar el mundo”, para intentar modificar la realidad segùn su propia visiòn, o para obtener poder y usarlo como medio de vida, para vivir bien econòmicamente trabajando poco. Independientemente de todo eso, la inmensa mayoría termina siendo funcional al sistema, con mayor o menor grado de corrupción.
Los que entran impulsados por ideas solidarias pronto se dan cuenta que no pueden cambiar más que algún rasgo superficial de la realidad, que la cosa viene pesada y que los poderosos aprietan en serio. Como mucho, se refugian en algún diminuto sector progresista o un partido inventado y con un poco de su vieja sensibilidad en la mochila ven pasar los cadáveres de la sociedad por el río, lamentándose. Siempre habrá algún falso motivo ideológico para diferenciarse y crear un nuevo sello partidario o una mini-bancada en el Congreso.
Los bienintencionados que se meten en política parecen irremediablemente terminar alienados por los interminables juegos de poder que implica habitar ese mundo. Nuestros últimos presidentes y vices son un claro ejemplo de esos estragos psíquicos: parecen desvariados, tontos, o son despóticos, no escuchan, olvidaron la esencia del diálogo.
Cuando llegan a esas instancias ya están con las facultades mentales alteradas de tanto mentirse: ¿mejor ejemplo que Nemen, De la Rúa y los K? Lamentablemente para los argentinos, nunca dan el pinet para estadistas. Para cambiar las cosas hay que tener agallas, ideas firmes... y salud mental.
El otro grupo se mete en la política porque son mediocres que gozan con el poder. Su sentimiento íntimo es creerse superiores a la gente, lo cual les justifica pasarla muy bien con mayor o menor grado de corrupción. Eso no los afecta, también hay buenas excusas para engañar a la conciencia. Como si la política fuera una profesión más que apenas araña la vida de la gente. No será su culpa que mueran diez o veinte chicos por día en el país. En todo caso es un problema del Ministerio de Salud, de los ineficientes gobernadores, problemas estadísticos o debidos al azar.
Los polìticos no nacen de repollos, salen de la misma sociedad. Y la nuestra està enferma. Sus sìntomas son evidentes, se palpan al salir a la calle y no lo digo sólamente por la mentada "inseguridad": me preocupa màs el "sàlvese quien pueda" de las grandes ciudades. Porque la inseguridad es producto de la exclusiòn social del sistema en que vivimos y lo otro significa decadencia moral, que depende de los valores que nos rigen.
A simple vista, los polìticos que tenemos carecen de visiòn de largo alcance y no aparecen candidatos que convenzan a nadie. Votamos castigando al que gobierna o para protegernos del peor.
Panorama electoral vernáculo (¡un bajón!)
Resulta difícil vislumbrar un mejoramiento a mediano plazo en la vida de las mayorìas en nuestro paìs, de los que ven las luces del sistema desde afuera. Una actualidad conflictiva donde un autoproclamado gobierno progresista institucionaliza la corrupciòn como si fuera un efecto colateral inherente al sistema democrático.El peronismo està muerto: solo es un aparato necesario para gobernar, un grupo de dirigentes acrìticos dispuestos a alinearse automàticamente hasta con el proyecto liberal màs cruento, como ocurriò en los '90 con Nemen, ese cipayo maligno, que logrò arrodillar el paìs econòmicamente como no pudo Martìnez de Hoz durante la dictadura de Videla. Valores vaciados, sìmbologìa muerta y mentira.
Con un sindicalismo màs que traidor porque explota a los de su propia clase. Me desdigo: ya son no son trabajadores, son dirigentes empresarios que se olvidaron hace décadas de cuando trabajaban y que ahora, a modo de burla, heredan los cargos a gente que directamente nunca laburaron.
El radicalismo decadente y acomodaticio que solo se reduce a la queja y reclama por buenos modales. La izquierda borracha de divisionismo, una colección de sellos, una repetición histórica de ticks.
Los Kirchner
Si hubieran combatido la corrupciòn podrìamos hablar de ideas pero la institucionalizaron. Con un falso progresismo versero y muchos slogans han logrado convencer a unos cuantos (la mayorìa a sueldo, otros solo nostálgicos) por haberle sacado algùn beneficio a los poderosos de siempre. Con ese poquito enervan a la derecha y la derecha pone en vilo a toda la sociedad. "Falso progresismo" porque las cosas siguen sin cambiar y te la venden como una revoluciòn. "Capitalismo para los amigos", lo definiò alguien más acertadamente.
Los Kirchner han hecho alianzas con lo peor de la polìtica: los sindicalistas màs traidores, los intendentes mafiosos del Gran Buenos Aires y los gobernadores de peor calaña (no se dan cuenta que son los primeros que los abandonaràn). Sino, con los fondos pùblicos extorsionan a los reacios.
Cristina Fernàndez prometiò màs calidad institucional y a cambio hay màs verticalidad y autismo y menos consenso. ¡Pensar que hace años era una brillante senadora en la oposiciòn! Con los K hemos retrocedido a la polìtica caudillesca de los años veinte y la democracia se estancò. La polìtica de subsidios para los pobres es una canallada, màs que por su volumen por lo limosnera y clientelista. Los subsidios econòmicos teledirigidos para ciertas actividades, una invitaciòn al choreo y los retornos. Concesiones vergonzosas en recursos naturales, comunicaciones y el juego (Cristóbal López).
El caso del boom de la soja y las retenciones, fue tan elocuente: la primera crisis política en el país que yo recuerde ¡a partir de una bonanza económica! ¿Alguien me puede explicar semejante torpeza política? Mientras Lula en Brasil quiso invertir en el agro la cuarta parte de sus reservas (50.ooo millones de dólares) para aprovechar los buenos precios -justo antes de estallar la crisis de la timba financiera mundial- en Argentina mirábamos absortos como los ocasionales dueños de la Casa Rosada y los altaneros e insaciables representantes del campo tironeaban la suerte de todos.
Los gobernantes deberían haber recorrido el interior y verificado lo que significó el "maldito yuyo" en la vida de la gente común del interior, sin resignar una salida justa a la situación. Y ya que están, si les sobra tiempo, tomar colectivos y trenes en el suburbano bonaerense para ver como vive el resto.
¿De què progresismo hablan? ¿Era una broma? ¿En què se diferencian del Nemen al que festejaban hace unos años? ¿En el discurso? ¿En los amigos? En la política de derechos humanos en busca de una definitiva justicia, no hay dudas (aunque no me agrade más Hebe de Bonafini por su exacerbado sectarismo).
El tratamiento de la deuda externa inicialmente me pareció firme pero cada vez me provoca más incógnitas: por los pagos hechos, porque utilizan los mismos asesores del establishment, por los canjes de bonos efectuados, cuando escucho acerca de comisiones exorbitantes y ciertos manejos tras el telón.
La necesaria Ley de Medios, fue votada democráticamente y es claramente superadora de los paradigmas de la dictadura. Ha expuesto la brutal confrontación de los Kirchner con los oligopolios (Clarín y Cía.), históricamente acomodaticios del poder.
Pero en el Estado no existe la menor planificaciòn, lo han tomado por asalto. Designaron santacruceños (los famosos "pinguinos") mientras alcanzaron y luego a los amigos de los amigos, hasta llenar de mala gana todos los estamentos públicos. ¿Cuál es la política del ministro De Viddo? ¿Licitaciones? ¿Qué es eso? Parece que el norte son los "negocios". Jaime, Ricardo Echegaray, implicados con chofer. ¿Cuál es la política agropecuaria? ¿Cuándo una reforma impositiva racional y equitativa?
¿Más ejemplos? El politòlogo Juan Manuel Abal Medina al mando de la Secretarìa de la Gestiòn Pùblica està desde hace añares y no ordenò ni un àpice la administraciòn pùblica nacional (un desmadre). Marta Oyanarte, ex subsecretaria de Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia (nombre buròcrata y ridìculo si los hay), que se suponía bregaba por la transparencia institucional, fue literalmente desalojada a principios de 2010 por una patota de "La Càmpora", agrupaciòn de Màximo Kirchner y sus amigos.
¿Màs "Kalidad institucional"? La ONCCA (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario), dependiente de la Secretarìa de Agricultura, Ganaderìa, Pesca y Alimentaciòn (heredera de las ex Juntas de Carnes y Granos, organismo de contralor como SENASA pero comercial), por carecer de una estructura formal desde su nacimiento en los `90, fue invadida por amigos del poder y es utilizada para repartir subsidios que compensen a la producciòn, una medida quizàs necesaria. El problema es el terrible foco de corrupciòn con los retornos a ciertos funcionarios/polìticos; es pùblico y notorio. O el secretario de Comercio Guillermo Moreno controlando los precios mediante el apriete directo a empresarios pero con prebendas para los amigos o manipulando los índices mediante patotas en el INDEC. Increíble. Pensar que se llevaràn suculentas pensiones al retirarse.
Sinceramente, no pensè que el nivel de corrupciòn pudiera siquiera parecerse a los gobiernos de Nemen, quien en forma premeditada alistò a una justicia adicta que protegiera sus intereses de cìrculo. Los Kirchner, a pesar de haber reformado la Corte en forma bastante equilibrada, mantiene los estratos inferiores alineados. Da la sensaciòn que cualquier investigaciòn sobre la gente del poder por ilìcitos son solo tràmites que al caer en manos de jueces como Claudio Bonadìo, Oyarbide, Servini de Cubrìa, etc., garantizan librar a los inescrupulosos de culpa y cargo e impiden futuros juzgamientos. Nadie es castigado.
¿A quién votamos entonces?
Los argentinos tenemos -no se porque- esa ilusiòn del padre protector que harà las cosas bien y solucionarà nuestros problemas, sin esfuerzos de conjunto. Aquí para unos esa figura fue Perón, para otros Alfonsín y otros la buscaron golpeando la puerta de los cuarteles. No se que ocurrirá en otros lares. Supongo que les pasa lo mismo.
No se si les quedó claro que no votaré a los Kirchner. No me alcanza que hayan levantado algunos banderines peronistas, le hayan arrancado algunas cosas al sistema y hayan amontonado a la derecha enardecida en un rincón.
Para mì, Pino Solanas rompe los moldes de esa chatura y cubre los requisitos de estadista pero difìcilmente esa sea la visiòn de las mayorìas. Sus ideas verdaderamente nacionales son demasiado valientes y audaces para los deseos primarios de mucha gente. Las mayorìas no son intelectuales, no se gobiernan con la razòn más bien con el bolsillo y cada vez más son los que quieren pan, circo y celulares (serà por eso que Tinelli es popular).
Los '70 pasaron. Queda tan lejos el mayo francés. Para los chicos de hoy es más seductor (y menos arriesgado) el consumo que una revolución. En la ex URSS la cambiaron por Mc Donalds y Levi's. En Cuba, cuantos quisieran retornar al paìs decadente de Batista. En todos lados parece igual: concentración del poder real en manos de unos pocos "iluminados", falta de participación popular legítima y poca calidad institucional.
Con su lucidez impresionante de siete décadas, Pino es un político que superó la capacidad doctrinaria, moral y ética de su maestro Perón. Hubo en nuestro paìs gobernantes con esa edad que han hecho cosas impresionantes... ¡claro que para mal! ¡Porque destruir un país es mucho màs fàcil que construirlo! Los invito que lean este reportaje donde, como siempre, dice las cosas por su nombre: como llamar a Nemen y Kirchner "traidores a la patria", lisa y llanamente, por usar los bienes del Estado en beneficio propio y de sus amigos.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1205328&pid=7778858&toi=6486
Pero en el Estado no existe la menor planificaciòn, lo han tomado por asalto. Designaron santacruceños (los famosos "pinguinos") mientras alcanzaron y luego a los amigos de los amigos, hasta llenar de mala gana todos los estamentos públicos. ¿Cuál es la política del ministro De Viddo? ¿Licitaciones? ¿Qué es eso? Parece que el norte son los "negocios". Jaime, Ricardo Echegaray, implicados con chofer. ¿Cuál es la política agropecuaria? ¿Cuándo una reforma impositiva racional y equitativa?
¿Más ejemplos? El politòlogo Juan Manuel Abal Medina al mando de la Secretarìa de la Gestiòn Pùblica està desde hace añares y no ordenò ni un àpice la administraciòn pùblica nacional (un desmadre). Marta Oyanarte, ex subsecretaria de Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia (nombre buròcrata y ridìculo si los hay), que se suponía bregaba por la transparencia institucional, fue literalmente desalojada a principios de 2010 por una patota de "La Càmpora", agrupaciòn de Màximo Kirchner y sus amigos.
¿Màs "Kalidad institucional"? La ONCCA (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario), dependiente de la Secretarìa de Agricultura, Ganaderìa, Pesca y Alimentaciòn (heredera de las ex Juntas de Carnes y Granos, organismo de contralor como SENASA pero comercial), por carecer de una estructura formal desde su nacimiento en los `90, fue invadida por amigos del poder y es utilizada para repartir subsidios que compensen a la producciòn, una medida quizàs necesaria. El problema es el terrible foco de corrupciòn con los retornos a ciertos funcionarios/polìticos; es pùblico y notorio. O el secretario de Comercio Guillermo Moreno controlando los precios mediante el apriete directo a empresarios pero con prebendas para los amigos o manipulando los índices mediante patotas en el INDEC. Increíble. Pensar que se llevaràn suculentas pensiones al retirarse.
Sinceramente, no pensè que el nivel de corrupciòn pudiera siquiera parecerse a los gobiernos de Nemen, quien en forma premeditada alistò a una justicia adicta que protegiera sus intereses de cìrculo. Los Kirchner, a pesar de haber reformado la Corte en forma bastante equilibrada, mantiene los estratos inferiores alineados. Da la sensaciòn que cualquier investigaciòn sobre la gente del poder por ilìcitos son solo tràmites que al caer en manos de jueces como Claudio Bonadìo, Oyarbide, Servini de Cubrìa, etc., garantizan librar a los inescrupulosos de culpa y cargo e impiden futuros juzgamientos. Nadie es castigado.
¿A quién votamos entonces?
Los argentinos tenemos -no se porque- esa ilusiòn del padre protector que harà las cosas bien y solucionarà nuestros problemas, sin esfuerzos de conjunto. Aquí para unos esa figura fue Perón, para otros Alfonsín y otros la buscaron golpeando la puerta de los cuarteles. No se que ocurrirá en otros lares. Supongo que les pasa lo mismo.
No se si les quedó claro que no votaré a los Kirchner. No me alcanza que hayan levantado algunos banderines peronistas, le hayan arrancado algunas cosas al sistema y hayan amontonado a la derecha enardecida en un rincón.
Para mì, Pino Solanas rompe los moldes de esa chatura y cubre los requisitos de estadista pero difìcilmente esa sea la visiòn de las mayorìas. Sus ideas verdaderamente nacionales son demasiado valientes y audaces para los deseos primarios de mucha gente. Las mayorìas no son intelectuales, no se gobiernan con la razòn más bien con el bolsillo y cada vez más son los que quieren pan, circo y celulares (serà por eso que Tinelli es popular).
Los '70 pasaron. Queda tan lejos el mayo francés. Para los chicos de hoy es más seductor (y menos arriesgado) el consumo que una revolución. En la ex URSS la cambiaron por Mc Donalds y Levi's. En Cuba, cuantos quisieran retornar al paìs decadente de Batista. En todos lados parece igual: concentración del poder real en manos de unos pocos "iluminados", falta de participación popular legítima y poca calidad institucional.
Con su lucidez impresionante de siete décadas, Pino es un político que superó la capacidad doctrinaria, moral y ética de su maestro Perón. Hubo en nuestro paìs gobernantes con esa edad que han hecho cosas impresionantes... ¡claro que para mal! ¡Porque destruir un país es mucho màs fàcil que construirlo! Los invito que lean este reportaje donde, como siempre, dice las cosas por su nombre: como llamar a Nemen y Kirchner "traidores a la patria", lisa y llanamente, por usar los bienes del Estado en beneficio propio y de sus amigos.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1205328&pid=7778858&toi=6486
No hace falta definir demasiado a los demàs polìticos con aspiraciones presidenciales. Carriò, Macri, Reutemann, De Narvaez, Solà ... sus contradicciones los condenan: como suele decirse, "no soportan los archivos" (y algunos no soportarìan tampoco una justicia independiente). No quiero ni imaginar que pasarìa con un gobierno en sus manos.
Hace unas semanas apareciò Eduardo Duhalde que luego de varias cavilaciones se largò al ruedo. No me cabe duda que es un autèntico populista que, aunque aportò positivamente para salir de la crisis del 2001, gusta valerse de polìticas partidarias decadentes propias tambièn de los viejos conservadores. Un caudillejo de buenos modales que habla en estèreo con su esposa (?) Chiche, una ex ama de casa tambièn cordial, devenida politòloga. Precursor del uso de prebendas, promotor de intendentes corruptos, de cuadros pagos y "manzaneras" para cimentar su popularidad. Y acusado de cosas peores.
Casi como si debiera ponerme sal en la lengua para curar una de esas llagas que suelen tomarla por asalto, debo admitir que tiene tres virtudes polìticas: es desarrollista al estilo de Lula en Brasil, es suficientemente sensible para advertir que se necesitan cambios sociales y posee un estilo dialoguista que los argentinos necesitamos. Ni revoluciòn ni liberalismo noventoso. Y hasta sobrevivimos con su populismo de buenos modales.
¿Entonces lo votamos? ¡No se puede! Miren los "operadores" que tiene: los sindicalistas Luis Barrionuevo y Gerónimo Venegas, Carlos Ruckauf, Jesús Cariglino, Ramón Puerta (hoy asesor de Macri), Hugo Toledo, Sergio Villordo, Antonio Arcuri, Graciela Camaño (quiere ser candidata a gobernadora), Eduardo Amadeo, Jorge Busti y los ex menemistas Julio César Araoz y Miguel Angel Toma. Esperando detrás de la puerta están Roberto Lavagna y Martín Redrado (no se sabe si con Luli Salazar). Seguro también se les suma Mazzón, el monje negro. ¡El auténtico regreso de los muertos vivos!
Entonces, aunque Pino Solanas es difícil que llegue con los votos a la presidencia porque no es mayoritario y de llegar su catadura moral le estrecharía los márgenes para manejarse en el poder, lo seguiré votando siempre porque al menos ejerce una oposición sana e inteligente, mal que le pese al oficialismo y al resto. Prefiero salir segundo a ser cómplice.
Un cacho de esperanza
Necesitamos pensar que queremos para nuestros hijos, no ya para nosotros. Preguntarnos si es posible vivir en este estado de cosas y, ante tanta divergencia, lograr las mìnimas coincidencias para crecer con algo de armonía y un poco de justicia. No entiendo como teniendo Argentina tanta gente capaz y con ganas de hacer no podamos hallar instancias de diàlogo conducente.
Para suavizar tanto desencuentro y locura se necesitaría un político con visión y coherencia, alguien fundamentalmente sano que promueva institucionalidad y democracia porque la nuestra no dejó el chupete ¿Ven? ¡Yo también termino pidiendo un papá! Bueno, ya les dije que ese es Pino Solanas, el único que aporta ideas. Que no son nuevas, son tan viejas como las tres irreductibles banderas justicialistas: justicia social, independencia económica y soberanía política.
Para terminar con algo esperanzador transcribo las declaraciones del ex presidente chileno Ricardo Lagos cuando Clarìn le preguntò este fin de año que era ser socialista 20 años después de la caída del Muro de Berlin. "Alguien decía que Hobsbawm iba a tener que reescribir aquello del siglo corto que comenzó en 1914 y terminó en 1989, porque el siglo XX terminó en 2008, con la caída de Lehman Brothers. Fueron dos los muros que cayeron, el de los fundamentalistas del Estado y el de los fundamentalistas de mercado, a quienes les llegó su propio Muro, con esta crisis internacional. En el fundamentalismo de mercado, la sociedad se hace a imagen y semejanza del mercado, con las desigualdades del bolsillo de cada uno. La gente progresista o socialista piensa que la sociedad debe hacerse a imagen y semejanza de lo que quieren los ciudadanos, quienes deben determinar cuánto debe intervenir el Estado para que el mercado funcione".
Y en un posterior artìculo especial para ese diario argentino se preguntaba: "¿Quiero una sociedad donde lo principal sea el ciudadano o lo esencial sea el consumidor? ¿Quiero un país con políticas públicas para responder a las demandas ciudadanas o una sociedad donde esas demandas sólo se ven como oportunidad para hacer negocios? ¿Quiero una sociedad donde la educación abra espacio a la igualdad o sólo reproduzca las diferencias? ¿Quiero un país con un Estado sólido, ágil y fuerte para políticas realmente democráticas o un Estado remitido a responder ante aquello que el mercado no tiene interés en atender?"
Aunque no creo mucho en el modelo chileno, resultan palabras coherentes que últimamente resultan difíciles de escuchar.
Un cacho de esperanza para esta bendita tierra Argentina. Después de todo, llegamos bastante rebeldes al Bicentenario, vivitos y coleando y pensando en un país mejor. No es poco. Horanosaurus
Casi como si debiera ponerme sal en la lengua para curar una de esas llagas que suelen tomarla por asalto, debo admitir que tiene tres virtudes polìticas: es desarrollista al estilo de Lula en Brasil, es suficientemente sensible para advertir que se necesitan cambios sociales y posee un estilo dialoguista que los argentinos necesitamos. Ni revoluciòn ni liberalismo noventoso. Y hasta sobrevivimos con su populismo de buenos modales.
¿Entonces lo votamos? ¡No se puede! Miren los "operadores" que tiene: los sindicalistas Luis Barrionuevo y Gerónimo Venegas, Carlos Ruckauf, Jesús Cariglino, Ramón Puerta (hoy asesor de Macri), Hugo Toledo, Sergio Villordo, Antonio Arcuri, Graciela Camaño (quiere ser candidata a gobernadora), Eduardo Amadeo, Jorge Busti y los ex menemistas Julio César Araoz y Miguel Angel Toma. Esperando detrás de la puerta están Roberto Lavagna y Martín Redrado (no se sabe si con Luli Salazar). Seguro también se les suma Mazzón, el monje negro. ¡El auténtico regreso de los muertos vivos!
Entonces, aunque Pino Solanas es difícil que llegue con los votos a la presidencia porque no es mayoritario y de llegar su catadura moral le estrecharía los márgenes para manejarse en el poder, lo seguiré votando siempre porque al menos ejerce una oposición sana e inteligente, mal que le pese al oficialismo y al resto. Prefiero salir segundo a ser cómplice.
Un cacho de esperanza
Necesitamos pensar que queremos para nuestros hijos, no ya para nosotros. Preguntarnos si es posible vivir en este estado de cosas y, ante tanta divergencia, lograr las mìnimas coincidencias para crecer con algo de armonía y un poco de justicia. No entiendo como teniendo Argentina tanta gente capaz y con ganas de hacer no podamos hallar instancias de diàlogo conducente.
Para suavizar tanto desencuentro y locura se necesitaría un político con visión y coherencia, alguien fundamentalmente sano que promueva institucionalidad y democracia porque la nuestra no dejó el chupete ¿Ven? ¡Yo también termino pidiendo un papá! Bueno, ya les dije que ese es Pino Solanas, el único que aporta ideas. Que no son nuevas, son tan viejas como las tres irreductibles banderas justicialistas: justicia social, independencia económica y soberanía política.
Para terminar con algo esperanzador transcribo las declaraciones del ex presidente chileno Ricardo Lagos cuando Clarìn le preguntò este fin de año que era ser socialista 20 años después de la caída del Muro de Berlin. "Alguien decía que Hobsbawm iba a tener que reescribir aquello del siglo corto que comenzó en 1914 y terminó en 1989, porque el siglo XX terminó en 2008, con la caída de Lehman Brothers. Fueron dos los muros que cayeron, el de los fundamentalistas del Estado y el de los fundamentalistas de mercado, a quienes les llegó su propio Muro, con esta crisis internacional. En el fundamentalismo de mercado, la sociedad se hace a imagen y semejanza del mercado, con las desigualdades del bolsillo de cada uno. La gente progresista o socialista piensa que la sociedad debe hacerse a imagen y semejanza de lo que quieren los ciudadanos, quienes deben determinar cuánto debe intervenir el Estado para que el mercado funcione".
Y en un posterior artìculo especial para ese diario argentino se preguntaba: "¿Quiero una sociedad donde lo principal sea el ciudadano o lo esencial sea el consumidor? ¿Quiero un país con políticas públicas para responder a las demandas ciudadanas o una sociedad donde esas demandas sólo se ven como oportunidad para hacer negocios? ¿Quiero una sociedad donde la educación abra espacio a la igualdad o sólo reproduzca las diferencias? ¿Quiero un país con un Estado sólido, ágil y fuerte para políticas realmente democráticas o un Estado remitido a responder ante aquello que el mercado no tiene interés en atender?"
Aunque no creo mucho en el modelo chileno, resultan palabras coherentes que últimamente resultan difíciles de escuchar.
Un cacho de esperanza para esta bendita tierra Argentina. Después de todo, llegamos bastante rebeldes al Bicentenario, vivitos y coleando y pensando en un país mejor. No es poco. Horanosaurus
100 % de acuerdo.
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