Para la gente del llano común y silvestre como nosotros, bueno es descubrir un genio del arte que espabile un poco nuestras rutinas y nos sorprenda. Si nos alegra la vida, todo un éxito sería que, además, no nos decepcione con una de esas personalidades de estrellas subidas a un carro (que abundan). Cuando sos chico no te importa, de grande te fastidia. Cuando un creador no es muy popular y no accedemos a pilas de reportajes, notas, declaraciones que desnudan vanidades de su vida privada y otras contaminaciones, tiene más chances mantener su llama en nosotros. Tantas veces me ocurrió lo contrario con políticos que prometían, figurones de TV y otros decadentes que por la boca (o las fotos) mueren! (1) Lo de siempre: separar las obras de sus autores. Si podés o querés.
Habiendo sorteado todos esos meandros, me rindo sin red ni arrepentimiento a los pies de Ryuichi Sakamoto. Recurro a este japonés seguido porque suena siempre alguna melodía suya en mi cabeza. Hoy, por ejemplo, me pasó con "Perspective", el simple tema de su ochentoso grupo Yellow Magic Orchestra que pasaba Omar Cerasuolo en el primitivo "Tren Fantasma" de AM Rivadavia. Tardé un tiempo en descubrir quien era y más aún en deletrear correctamente su estrafalario nombre Ryuichi. Me sumergí pacientemente en sus cuarenta discos y no voy a parar de escucharlo hasta no recibir alguna contraindicación cerebral.
A pesar que el tipo recibía premios Oscar por sus bandas de sonido de películas (2) y Grammys a rabiar, encontrar una nota de Sakamoto en una revista o en la misma web era una quimera hace no mucho tiempo. Cuando al fin encontré información suya comprobé que la suya era una personalidad parecida a esos afamados directores de orquestas sinfónicas: sabihondos, excepcionales, exquisitos y horrendamente caprichosos. Pero ya era tarde: a esta altura del partido podría hablar boludeces y no me interesaría. Sucedió con John Lennon declarando cuando los Beatles estaban en la cima.
El ñato Sakamoto (Tokyo-Japón, 1951) es tan perfeccionista que busca el sonido que totalice el universo y hasta le pega golpecitos a cuanto objeto encuentra. Pueden descubrirlo en la película biográfica que le hicieron "Coda" (Stephen Nomura Schible, 2018). Apenas se que dedica tiempo a organizaciones filantrópicas y que salió airoso de un cáncer que lo aquejó hace unos pocos años.
Como por supuesto ocupa un lugar en mis preferencias, Sakamoto tiene su lugar destacado en la entrada "Guía práctica musical garantizada Rock & Pop-parte 2" -racconto donde resumo por capítulos mis gustos musicales-. Acá abajo hago un refrito de lo que considero lo mejor de su música y algunas acotaciones y también palos. Sino, no sería Horanosaurus.
*Ryuichi Sakamoto – “Neo Geo” (1987) Es el mejor músico moderno que parió Japón. Un creador extraordinario que empezó haciendo tecno pop en los años 80 con un grupo que se llamaba Yellow Magic Orchestra, música que hoy suena medio naif. Pero este hombre tenía mucho más para dar: hace pop con reminiscencias japonesas deliciosamente hibridadas e imaginó bandas de sonido memorables para películas (en otro capítulo recomiendo su CD “Cinemage” (1999), con los temas principales de sus premiadísimas BSO “Merry Christmas Mr. Lawrence”, “El último emperador”, “Little Buddah”, “Tacones lejanos”, etc). Hacen lo mismo en "Music for film" (2016) agregando temas BSO más recientes. Se complementan entre sí. Los críticos dicen que tiene influencias de Debussy, Stavinsky y Satie. Ultimamente, está haciendo música minimalista, con piano sólo y computadoras y también bandas para videojuegos. Ya mencioné en el ítem “World music” que se juntó con Jacques Morelenbaum para hacer dos discos con música de Antonio Carlos Jobim. En este hermoso CD "Neo Geo", mayormente instrumental, colaboraron Sly Dunbar, Tony Williams e Iggy Pop, que canta en “Risky”. Sobresalen “Before long”, “Free trading” y “Okinawa song”. Lo grabó en los estudios Power Station de Nueva York.
**Ryuichi Sakamoto – “Beauty” (1989) Aquí Youssou N’Dour canta en “Diabaram”, el tema de difusión. Participan también Nana Vasconcelos, Brian Wilson, Robbie Robertson, Sly Dunbar, Arto Lindsay con las letras, etc. Inmensos los temas “Romance”, “Amore” y “Chingasu no Hana” (un tradicional japonés).
*Ryuichi Sakamoto – “Heartbeat” (1991) Gran nivel. Participan DJ Towa Towa, Marco Prince & FFF, David Sylvian, Bill Frisell, y otra vez Arto Lindsay y Youssou N’Dour, entre otros. Hace un pop que suena más internacional y aggiornado. Altamente recomendables “Triste”, “Lulu” y “Borom gal”. Hace “Rap the world” con “Third stone from the sun” de Hendrix.
*Ryuichi Sakamoto – “Smoochy” (1995) Su “Sweet revenge” de 1994 es muy agradable, soul, funky y acid-jazz y cosa seria a la vez. En “Smoochy” Sakamoto está acompañado en algunos temas por los brasileños Jacques y Paula Morelenbaum, Vinicius Cantuaria y Arto Lindsay. Se notan sus aportes bossa nova hasta en “Tango” cantada por Sakamoto en japonés y luego por Soraya en la versión en castellano con letra de nuestro Raúl Carnota. “Biba no aozora” (¿un pseudo trip-hop?), “Aoneko no torso” y “Poesía”, otras perlitas. Alta calidad.
**Ryuichi Sakamoto – “1996” (1996) Uno de los picos más altos de Sakamoto. Un álbum extraordinariamente bello aunque algo triste por el tono que le dan los únicos instrumentos que se usan aquí: piano, cello y violín. En vez de un “grandes éxitos” común y silvestre (que también los tiene), rehace temas de su música de películas (ver adelante “The last emperor” y “Cinemage”) y de otros discos rejerarquizándolos en sociedad con el cello de Jacques Morelenbaum, agregándose en algunos temas Everten Nelson o David Nadien en violín.
*Morelenbaum2/Sakamoto – “Casa” (2002) También dedicado al espíritu musical del inmenso Tom Jobim y recreando su obra en longitud de onda melancólica. La sociedad de Jacques Morelenbaum, su mujer Paula y el inmenso pianista japonés Ryuichi Sakamoto. Colaboran Ed Motta y Paulo Jobim. Fue grabado en la casa carioca de Tom Jobim, usando su piano. Sacaron un disco más en esa misma exacta onda: “A day in New York” (2003). Elegir uno de los dos es muy difícil.
Si, si, es cierto: pueden encontrarse con muchos discos del japonés donde dan ganas de matarlo. Su etapa juvenil en Yellow Magic Orchestra le dio fama pero es olvidable (salvo sus imperecederos “Perspective” y “Limbo”) y hay montones de discos suyos que desorientan. Durante el XXI Sakamoto siguió produciendo a paladas para nuevos filmes y experimentando de lo lindo. Sin garantía de exhaustividad y solo para mi gusto, una escala interesante fue “Chasm” (2004), donde sintetiza viejas búsquedas -con David Sylvian en un tema de difusión “World citizen”- y deja entrever sus nuevos aires minimalistas. Se juntó un tiempo con el alemán Alva Noto y las computadoras, para algunos discos que a mi me aburren. Como esos músicos que están de vuelta, se puso en experimentador loco de sonidos como tirar agua en una palangana para ver como suena y distorsionarlo con máquinas. Sakamoto es un bocho inquieto pero gran productor de belleza al que, con paciencia, hay que buscarle la vuelta para quedarse con la recompensa.
PD: Debía ir a escuchar a Sakamoto como fuera, por si no se le ocurría venir más al sur (que no lo hizo más). Aunque ya sabía que aterrizaba en Buenos Aires con una onda muy experimental de sus últimos discos y no a hacer compendios más gratificantes. Vino al teatro Gran Rex en mayo de 2012. Ya sesentón Sakamoto y su piano acústico de cola mixturado con improvisaciones electrónicas de Alva Noto (el alemán Carsten Nicolai), desde una computadora. Gran nivel, pero minimalismo frío y pocas melodías. Nadie es perfecto.
Ryuichi Sakamoto - D&L tour 1995 - Live at Budokan, Tokyo.
1996/Ryuichi Sakamoto (con Jacques Morelenbaum)
(1) creerte más de lo que eres, insufrible mal de la época. Podrán encontrar decenas de ídolos truchos descartados rastreando en los meandros de este blog.
(2) entre otras bandas de sonido de films creadas por Sakamoto, están "Merry Christmas Mr. Lawrence" (1983), "The Last Emperor" (1987) (Oscar, Grammy y Globo de
Oro), "Black Rain" (1989), "The Sheltering Sky" (1990) (Globo de Oro), "The Handmaid's Tale" (1990), "High Heels" (1992), "Emily Brontë's Wuthering Heights" (1992), "El Mar Mediterrani" (1992), "Wild Palms" (1993) ,"Little Buddha" (1993), "Babel" (2006) y "The revenant" (2015). También hizo trabajos para eventos especiales y para videojuegos.
BONUS TRACK 1: dos referencias a Sakamoto en una web española. No concuerdo en muchas de sus elecciones pero son opiniones que suman para este humilde club de admiradores fantasma del culo del mundo, sin personería jurídica ni socios. Que linda frase: "Que afortunados somos de vivir en el mismo tiempo que Sakamoto y poder seguir descubriendo su obra". Horanosaurus.
7 discos esenciales de Ryuichi Sakamoto
JNSPop 21/01/23 Por Jordi Bardají
Ryuichi Sakamoto / 12
jenesaispop 19/01/23 Por Fernando García
BONUS TRACK 2 Tristeza nao tem fin felicidade sim.
El gran músico japonés se alzó con el Oscar por la música del film de Bernardo Bertolucci; tenía 71 y su deceso se produjo hace unos días, pero recién este domingo su familia dio la noticia. La Nación 02/04/23.
El compositor ganador de un Oscar, que murió tras una larga batalla contra el cáncer, siguió trabajando hasta su muerte. InfoBAE 02/04/23.