Imagino que no todos piensan igual pero no nos merecemos eso: en Argentina viven de seguro (no se a ciencia cierta) más de 600.000 uruguayos que han venido en forma contínua desde los años `60s sin ningún tipo de trabas inmigratorias. Trabajan normalmente aquí, nunca han sido discriminados y tienen educación y salud gratuitas como las de cualquier argentino común. Por lo visto, algunos orientales parecen no saberlo o no lo valoran lo suficiente.
Les recomiendo estas ideas de un enorme pensador nacional nuestro, Arturo Jauretche, que vivió en su Montevideo y analizaba nuestra historia en común:
“Gusto sentarme, a la caída de la tarde, en el murallón de la costanera, en la ciudad vieja de Montevideo. Hay un lugar que prefiero, a doscientos metros de donde vivo, y es la saliente que hace el antiguo asiento del Templo Inglés”.
“Los barcos que van y vienen de ultramar pasan al largo, los que vienen de Buenos Aires se perfilan al tomar la boya que tengo delante, a menos de una milla, río adentro”.
“Pienso entonces que este Montevideo es el puerto natural de la Confederación del Plata. El puerto natural de Bolivia y Paraguay, de Argentina y Uruguay. Si las cosas hubieran sido de otro modo y existiese la Confederación, éste habría sido el puerto de intercambio con ultramar y probablemente Montevideo, la gran ciudad comercial e industrial del Plata y el territorio oriental, su granja abastecedora. Buenos Aires, con un puerto que hemos tenido que cavar en el barro, y al que debemos defender, día por día del mismo barro, sería la capital de la provincia de Buenos Aires, o tal vez de la nación, pero no la única gran ciudad del Plata. Una ciudad importante entre muchas, en las imaginaciones de ese posibilismo veo este país, con sus maravillosas playas y su equilibrado paisaje, elaborando gran parte de las materias primas de la cuenca platense, y al mismo tiempo sitio del ocio y del recreo, sin competencia posible. Esta gran ciudad del sur, a la que la naturaleza había fijado un destino de primera, tendida bajo la farola del Cerro”.
“Ella es además el contacto marítimo directo con la Patagonia, con la Antártida, con las Malvinas y con el estrecho, que afluyen naturalmente a su seno. Cuando analizo nuestras economías distorsionadas por una estructura política artificial y los grandes ríos y el mar esterilizados para su función, me duele nuestro destino marítimo frustrado, cuando el Plata dejó de ser el río interior de nuestra Confederación. Al perder ese carácter se cerraron las posibilidades de gran cabotaje, que era su consecuencia lógica y hubiera sido nuestro medio de transporte establecido por la naturaleza. Al perder la unidad, perdimos el destino marinero, pues del cabotaje se pasa directamente a la marina de ultramar, por la que afortunadamente se hizo mucho en estos últimos años, como parte del proceso liberador, entre las sonrisas escépticas de la intelligentzia, que quiso ridiculizar el esfuerzo, hablando de los "gauchos al timón". Seríamos hoy potencia en materia de marina mercante, y nuestra marina de guerra, potenciada sobre la misma base, sería Señora del Atlántico Sud. Señora de alianza buscada en razón de potencia, y no ofrecida en razón de debilidad”.
”Pero esto que imagino yo ahora, sobre el antiguo asiento del Templo Inglés, lo pensó con clara visión Canning, hace un siglo y cuarto, entre las brumas londinenses. Sus instrucciones a Ponsomby, cumpliendo con la política de balcanización del Río de la Plata y las finalidades económicas que siguen rigiendo, y que dieron por resultado la separación de la Banda Oriental de sus hermanas, atendieron expresamente, como está documentado, a impedir que el Río de la Plata fuera un río interior. Es inconveniente, decía, que una sola nación posea las dos orillas del río, pues tendría gravitación decisiva en el Atlántico Sud”.
”Es un poco triste saltar de estas meditaciones a la política del mar que tenemos por delante y a la concepción de nuestro destino que parece regirla, es decir, como simple instrumento de intereses remotos. Y es curioso que quienes más se afanen por servir esos planes sean aquellos a quienes la política de Canning frustró un destino de grandezas ganado por nuestros ejércitos en los campos de Ituzaingó”.
”El posibilismo y la imaginación suelen ser deprimentes cuando se contrasta el sueño con la realidad. No es así en este caso. Porque nos reconforta todo lo que se ha podido salvar y todo lo que se ha hecho a pesar de una intelligentzia rectora que trabajó en contra del destino común y que hasta ha presentado nuestras derrotas como victorias. Pues hubo otra inteligencia, esa sí argentina, que desmedrada y todo, salvó lo esencial. Fue ese oscuro instinto de los caudillos federales, la clara visión de un patrón de estancia, que aplicó al gobierno las normas del sentido común, no dejándose confundir por las añagazas de la intelligentzia. El país ha vencido, a pesar de todo, y lo ha salvado, permanentemente, el sentido realista de nuestros humildes y sus intérpretes. Pero, lo que fue intención es ahora inteligencia. Ahora los argentinos "saben" y tienen conciencia de su destino y cómo realizarlo”.
“Creo, sin embargo, que no está demás la labor que he intentado: poner al desnudo las finalidades de la llamada intelligentzia". [Epílogo montevideano, de la edición de 1957 desde su exilio, de “Los profetas del odio y la yapa”]
PD3: Después de tanto tiempo, por fin llegó una caricia:
"... cuando los uruguayos rajamos lo hacemos para la Argentina, el único lugar de la Tierra donde los uruguayos no se sienten extranjeros, sino que son parte de lo mismo y el pueblo argentino es parte de nuestro propio pueblo". Pepe Mugica, presidente uruguayo. 29/08/11 en el acto de inauguración de nuevo FFCC internacional.
PD4: Pero como la felicidad no es eterna, tuvo que volver a hablar el ex-presidente uruguayo Tabaré Vázquez (octubre de 2011), sólamente comparable con nuestro degradado ex-general Leopoldo Fortunato Galtieri por sus aires belicistas... y por el abuso que hace de bebidas alcohólicas. Otra coincidencia entre estas dos caricaturas: los dos fueron alguna vez a buscar ayuda política y militar en los Estados Unidos! Increíble! Lo admito: ¡ya nada podrá sorprenderme en la vida!
Uruguay evaluó una guerra por Botnia
Tabaré Vázquez lo reveló ayer por TV. Por Nelson Fernández | corresponsal en Uruguay. La Nación 12.10.11.
MONTEVIDEO.- El ex presidente de Uruguay Tabaré Vázquez reconoció ayer que durante el conflicto diplomático con la Argentina por las plantas de celulosa consideró la hipótesis de una guerra entre los dos países, y que incluso llegó a hacer gestiones con el gobierno norteamericano de George W. Bush en busca de apoyo externo. La revelación, transmitida a modo de anécdota de su gestión como presidente, sacudió anoche a los uruguayos que vieron por televisión cómo Vázquez contaba hasta dónde llegó la tensión en aquel diferendo.
Vázquez disertó en el colegio Monte VI ante un grupo reducido de ex alumnos y admitió que en aquella época hizo gestiones ante la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y que planteó la hipótesis bélica ante los comandantes de las tres fuerzas armadas para que estuvieran preparadas. "Yo me reuní con los tres comandantes en jefe y les planteé el escenario, y me dijeron: «bueno... podemos hacer una lucha de guerrilla»", contó Vázquez ante la sorpresa de la platea. Los comentarios del ex jefe de Estado oriental, que se perfila como favorito para las elecciones presidenciales de 2014, se conocieron en una noche en la que la atención de los uruguayos se concentraba en el partido que el seleccionado celeste jugaba en Asunción por las eliminatorias mundialistas. El discurso fue divulgado por el noticiero Telenoche 4 poco antes del encuentro deportivo.
El ex presidente Vázquez repasaba su gobierno (2005-2010) y destacó el diferendo por las plantas de celulosa de Botnia y de Ence. "Tuvimos un conflicto muy serio con Argentina y un presidente tiene la obligación de plantearse todos los escenarios posibles que le puedan presentar ante un determinado problema; no esperar a que el problema surja para ver qué hacemos", dijo Vázquez. Inmediatamente, siguió con crudeza: "Yo me planteé todos los escenarios, desde que no pasara nada, y al otro día nos levantáramos y estuviera solucionado el problema, hasta que hubiera un conflicto bélico".
Ante las expresiones de asombro, justificó su preocupación con ejemplos de accionar del peronismo. "¿Tenía razones para planteármelo o estaba dramatizando? A mí no me gusta dramatizar", dijo Tabaré. Así, recordó que cuando los restos de Juan Domingo Perón volvieron a Buenos Aires, militantes de ese movimiento "estuvieron a los balazos" entre sí. También citó anuncios de los asambleístas de Gualeguaychú de aquella época: "Hubo una señora que dijo que iba a venir con una bomba a atarse para volar Botnia".
"¿Qué pasaba con las demostraciones del ejército argentino, del otro lado, frente a Paysandú, que nunca las habían hecho y las hicieron e hicieron despliegue? ¿Qué hubiera pasado si teníamos un conflicto con Argentina?", preguntó el ex presidente uruguayo a la platea.
Luego contó lo que efectivamente hizo: "Yo me reuní con los tres comandantes en jefe y les planteé el escenario, y me dijeron: «Bueno... podemos hacer una lucha de guerrilla»", agregó. También relató lo que le transmitió uno de los principales mandos militares. "El comandante en jefe de la fuerza aérea me dijo: «Tenemos cinco aviones y combustible para 24 horas; si salen nuestros cinco aviones no vuelve ninguno»."
"Estábamos en un estado de indefensión", aseguró Tabaré. Por eso recurrió al gobierno de George Bush, a efectos de advertir el riesgo que percibía que corría Uruguay.
Uno de los líderes de la oposición, el senador nacionalista Jorge Larrañaga, fue el primero en reaccionar. "Lo del Dr. Vázquez es increíble. ¡Le pidió ayuda a EE.UU! ¡A Bush! ¡A los gringos!, ante eventual conflicto con Argentina", escribió en su cuenta de Twitter. El diputado herrerista José Carlos Cardoso escribió: "Vázquez, cómo (José) Batlle (y Ordóñez) en el 1904, apeló a EE.UU. para defenderse de Argentina".
PD5: Confieso no haber leído del diario El País más que algún artículo deportivo. Sólo se que se trata de un importante medio tradicional y conservador uruguayo. Mi hermana Silvia me alcanza esta editorial del domingo 15 de enero de 2012. Está buena porque entiendo que refleja lo que piensan los uruguayos con poder sobre la relación con la Argentina.
Son argumentos lógicos cuando analizan el Mercosur, comprensibles desde una óptica económica. ¿Cómo no entenderlo si la Argentina libra la misma batalla con el socio mayor Brasil? Pero son pueriles cuando juzgan políticamente a gobiernos cuyo tinte ideológico no les gusta o conviene (como le pasa al 46% de los argentinos que no es oficialista). Parecen anticastristas de Miami pero de más al sur.
Digamos que -en general- denotan la idea fuerza que los uruguayos esgrimen siempre: dáme lo bueno (el dinero) y andáte rápido sin molestar. Por eso les mandé -sólo para expulsar de mi la rabieta que me produce- el mail que se lee más abajo, insistiendo también yo con las mismas boludeces de siempre. Continúa en la entrada "Kirchner y Mujica: dos caraduras". Horanosaurus.
Por un puñado de turistas
Los argentinos hacen turismo en el Uruguay porque les gusta, porque les resulta cómodo o porque los entusiasman sus playas o porque se sienten como en su casa (sobre todo en enero) o por lo que sea. Aquí, serán siempre bienvenidos. Es una elección que hacen ellos y, como viven en democracia -por más que tengan un gobierno bastante autoritario- pueden salir del país cuando quieran y con cualquier destino. Argentina está muy lejos de ser Cuba, donde viajar al exterior es un privilegio de unos pocos y están muy controlados.
No hay dudas de que hay que cuidar el turismo porque es una fuente de recursos y trabajo muy importante; pero ello no significa ser obsecuente con el gobierno argentino. Vamos a no mezclar la baraja y a llamar cada cosa por su nombre: una cosa es el turismo argentino y otra su gobierno, ese que despide a los que vienen al Uruguay con perros entrenados para detectar dólares.
Las medidas proteccionistas que adoptó la Casa Rosada para enfrentar una crisis que viene muy acelerada en la vecina orilla serían absolutamente legítimas si no existiera el Tratado del Mercosur; pero como existe, esas medidas son violatorias de sus normas. ¿Y? ¿A quién se le protesta? Repetir la sandez de recurrir a tribunales arbitrales es absurdo: Argentina no hace caso a sus laudos, como ocurrió con el caso de las bicicletas de Motociclo y, nada menos, cuando Uruguay intentó que se desbloquearan los puentes fronterizos y se garantizara la libre circulación de personas. Entonces, no se trata de querer declarar la guerra a Argentina, como dice el presidente Mujica, sino de asumir la realidad y terminar con las relaciones carnales con su gobierno y con el Mercosur; que en vez de dinamitarlo por inútil de una vez por todas, ahora queremos ampliarlo con la incorporación de apóstoles de la democracia y el respeto de los derechos como son los gobiernos de Venezuela y Ecuador.
Está bien que se logró la liberación de los puentes. Pero no olvidemos que para ello fue necesario un fallo de la Corte Internacional de La Haya y, hasta que no se produjo, permanecieron cerrados. Es cierto que el 70 u 80% de turistas que llegan a nuestro país son argentinos y que se estima que ello significará un ingreso de unos 1.300 millones de dólares. Pero veamos también otras cifras y temas (y vamos a evitar en este caso el del canal Martín García, los informes de los monitoreos del Río Uruguay y muchos otros), para ver si es tan cierta su frase de que "es mucho más lo que recibimos que lo que perdemos".
1) En el año 2011, Uruguay exportó a Argentina por valor de US$ 588 millones (récord), pero importó por un total de US$ 1.821, lo que arroja un saldo negativo en la balanza de US$ 1.233 millones. Si a ese le sumamos que en el período 2005-10 el déficit de nuestra balanza comercial con el vecino fue de US$ 4.245 millones, nos da un total de US$ 5.478 millones.
2) Pese a las gestiones de Uruguay y Paraguay (los socios chicos del famoso Mercosur) no se ha solucionado el tema del peaje para la trasmisión de energía eléctrica desde tierra guaraní. Como consecuencia de ello, debemos cubrir nuestro déficit comprando directamente a Argentina. Paraguay nos vende a US$ 120 por MW/h; Argentina a US$ 380 por MW/h. Al fin del día, esa diferencia se eleva a 390.000 dólares. Nuestras relaciones carnales nos dan esa cantidad por día, que anualizadas significan más o menos US$ 142.350.000.
3) Existen dos proyectos de inversión por un total de casi 150 millones de dólares para construir sendas terminales (una granelera y otra de productos líquidos) en Nueva Palmira desde hace dos años. Uruguay ha cumplido con informar a la CARU, pero Argentina responde con el silencio. Y nos quedamos quietitos.
Como ve, Presidente, no se trata de declarar la guerra a nadie. No pasa por ahí la cosa. Parece más bien una cuestión de dignidad, una actitud de firmeza en la defensa de los intereses del país frente a situaciones tremendamente injustas. No busque el turismo como excusa: es pequeña y poco valedera cuando se permiten atropellos como el hostigamiento a un buque español con destino a las Malvinas a nueve millas y media de Piriápolis en violación de Tratados o cuando se violan otros Tratados que afectan el trabajo y las lógicas expectativas de ciudadanos de este país. Si el gobierno no se preocupa de defender los acuerdos internacionales ¿quién tiene que hacerlo? ¿Callamos todo y todos para no molestar al turismo?
"Sres. de El País: respecto a su editorial de "Por un puñado de turistas", Uds. pretenden defender sus intereses económicos y eso es lógico. Pero solo quieren los beneficios de sus vecinos argentinos, nada de sus defectos. Seguramente pretendan también que nuestros ricos porteños no solo les dejen sus dólares mal-habidos (somos todos ladrones, nos dijo Battle), sino que también sean equilibrados y discretos. Cuando hablan del corte de puentes se olvidan (que extraño!) que antes Uds. violaron un tratado de reciprocidad sobre el río Uruguay...
Los uruguayos han sido históricamente desagradecidos con la Argentina. Si tanto les molestamos, propongo que vuelvan a su país los cientos de miles de compatriotas de baja capacitación que tienen viviendo en Buenos Aires ocupando nuestros trabajos, usando gratis nuestros hospitales, escuelas y servicios y hasta haciendo sus fiestas populares en las calles, sin discriminación alguna. Piénsenlo un poco . Podrán ser mas justos".
PD7: acá va una nueva traición oriental. A pesar de lo que parece no es confusión conceptual; es mala leche.
"El canciller uruguayo comparó el bloqueo comercial a Malvinas con el bloqueo a Cuba". Dejó en claro que el gobierno de Mujica no tiene relación con la misión comercial a las islas que prepara para abril un grupo de empresarios uruguayos. Pero también, que no harán nada por impedirla. Clarín 28/03/12. Por Guillermo Pelegrino.