domingo, 29 de septiembre de 2013

El otro, mi enemigo




Este artículo del español Arturo Pérez-Reverte, un escritor que siempre me pareció un intelectual engreído,  me hizo trasladar su pensamiento a nuestra realidad kirchnerista del presente. Parecen taras tan comunes las de ellos y las nuestras, la necesidad que tenemos de encasillarnos y rechazarnos unos a otros, por lo que sea. Siempre tenemos un motivo aparentemente valedero para discriminar al otro, a la espera que nuestras pocas certezas en este berenjenal puedan seguir en pie.

También hoy leía a quien creo es uno de los cronistas más lúcidos entre nosotros, Jorge Fernández Díaz (1), aludiendo al fenómeno que en España parecen denominar "cainismo": Caín asesinando eternamente a Abel... el dogmatismo y la negación sistemática a reconocer autoridad alguna en el otro. Lo que aquí es el kirchnerismo como acelerador de ese circulo vicioso al que Jorge Lanata bautizó hace poco como "la grieta". 

Pero, en otro plano, me hicieron pensar en mis propias convicciones y calenturas. No se si puedo explicarlo bien. Les propongo el ejercicio de extrapolar la idea que lanza Pérez-Reverte a nuestra vida diaria y pensar si estamos de acuerdo 100 x 100 con lo que hacen y piensan quienes nos rodean: compañeros de trabajo, hijos, pareja y familiares, vecinos, amigos, etc. y analizar si no hay siempre algo que nos molesta de ellos y les corregiríamos. No me refiero a estar peleado con todo el mundo, necesariamente (así como tampoco sabremos exactamente todo lo que piensan de nosotros). Lo asocio a esa vieja idea de Erich Fromm, "la separatidad", ese pelito o abismo que siempre nos separará de los demás y nos deja -de algún modo- solos con nosotros mismos de por vida. Horanosaurus. 

(1) Sinceramente pienso que si alguien quisiera entender la Argentina de nuestros días -gozando de información de actualidad y análisis previo, creo- no podría dejar de leer la columna escrita desde hace tiempo por este periodista de origen peronista en la sección Opinión del diario La Nación, bajo el slogan "Nunca es triste la verdad". Abajo, a modo de ejemplo, el artículo aludido.

Conmigo, o contra mí

Reconocer un mérito al adversario es para nosotros impensable. Porque se trata exactamente de eso: bandos, sectas viscerales heredadas, asumidas sin análisis. Por Arturo López-Reverte. Revista La Nación. Domingo 29/09/13.

Un lector me preguntó el otro día por mi escepticismo político: mi falta de fe en el futuro y mi despego de esta casta parásita que nos gobierna, sólo comparable a la desconfianza que siento hacia nosotros los gobernados: sin víctimas fáciles no hay verdugos impunes. Siempre sostuve, porque así me lo dijeron de niño, que los únicos antídotos contra la estupidez y la barbarie son la educación y la cultura. Que, incluso con urnas, nunca hay democracia sin votantes cultos y lúcidos. Y que los pueblos analfabetos nunca serán libres, pues su ignorancia y su abulia política los convierten en borregos propicios a cualquier esquilador astuto, a cualquier lobo hambriento, a cualquier manipulador malvado. También en torpes animales peligrosos para sí mismos. En lamentables suicidas sociales.

Hace tiempo que escribo en esta página. También, en los últimos dos años, Twitter me ha permitido acercarme a lo más caliente de nuestro modo de respirar. Y no puedo decir que sea confortable. Inquieta el lugar en que una parte de los lectores españoles se sitúan: lo airado de sus reacciones, el odio sectario, la violenta simpleza -rara vez hay argumentos serios- que a menudo llegan a un desolador extremo de estolidez, cuando no de infamia y vileza. Cualquier asunto polémico se transforma en el acto, no en debate razonado, sino en un pugilato visceral del que está ausente, no ya el rigor, sino el más elemental sentido común.

Destaca, significativa, la necesidad de encasillar. Si usted opina, por ejemplo, que a Manuel Azaña se le fue la República de las manos, no encontrará criterios serenos que comenten por qué se le fue o no se le fue, sino airadas reacciones que, tras mencionar el burdo lugar común de Hitler y Mussolini, acusarán al opinante de profranquista y antidemócrata. Y si, por poner otro ejemplo, menciona el papel que la Iglesia Católica tuvo en la represión de las libertades durante los últimos tres siglos de la historia de España, abundarán las voces calificándolo en el acto de anticatólico y progre de salón. Pondré un ejemplo personal: una vez, al ser interrogado sobre mi ideología, respondí que yo no tengo ideología porque tengo biblioteca. No pueden ustedes imaginar cómo llovieron, en el acto, las violentas acusaciones de que escurría el bulto "y no me mojaba". Y es que en España parece inconcebible que alguien no milite en algo y, en consecuencia, no odie cuanto quede fuera del territorio delimitado por ese algo. Reconocer un mérito al adversario es para nosotros impensable, como aceptar una crítica hacia algo propio. Porque se trata exactamente de eso: adversarios, bandos, sectas viscerales heredadas, asumidas sin análisis. Odios irreconciliables. Toda discrepancia te sitúa directamente en el bando enemigo. Sobre todo en materia de nacionalismos, religión o política, lo que no toleramos es la crítica, ni la independencia intelectual. O estás conmigo, o contra mí. O eres de mi gente -y mi gente es siempre la misma, como mi club de fútbol- o eres cómplice de la etiqueta que yo te ponga. Y cuanto digas queda automáticamente descalificado porque es agresión. Provocación. Crimen.

Qué fácil resulta entender, así, nuestra despiadada Guerra Civil. Si ahora no se dan delaciones y paseos por las cunetas, es sencillamente porque ya no se puede. Pero las ganas, el impulso, siguen ahí. Me pregunto muchas veces de dónde viene esa vileza, esa ansia de ver al adversario no vencido o convencido, sino exterminado. La falta de cultura no basta para explicarlo, pues otros pueblos tan incultos y maleducados como nosotros se respetan a sí mismos. Quizá esa Historia que casi nadie enseña en los colegios pueda explicarlo: ocho siglos de moros y cristianos, el peso de la Inquisición con sus delaciones y envidias, la infame calidad moral de reyes y gobernantes. Pero no estoy seguro. Esa saña que lo mismo se manifiesta en una discusión política que entre cuñados y hermanos en una cena de Navidad es tan española, tan nuestra, que me pregunto quién nos metió en la sangre su cochina simiente. Desde ese punto de vista, el español es por naturaleza un perfecto hijo de puta. Por eso necesitamos tanto lo que no tenemos: gobernantes lúcidos, sabios sin complejos que hablen a los españoles mirándonos a los ojos, sin mentir sobre nuestra naturaleza y asumiendo el coste político que eso significa. Dispuestos a decir: "Preparemos al niño español para que se defienda de sí mismo. Eduquémoslo para que conviva con el hijo de puta que siglos de reyes, obispos, mediocridad, envidia, corrupción, violencia, injusticia, le metieron dentro". 

La Presidenta y los desgarros de un país inviable

Por Jorge Fernández Díaz. La Nación 29/09/13. 

Ilustración de arriba: "Thirty six faces of expression", Lois Boilly.

sábado, 28 de septiembre de 2013

San Lorenzo: gente jodida!


Estimados Daniel y Hugo: queria enviarles este artículo que me mandó mi amigo el ruso R.T., tan 'cuervo' como ustedes. Como verán, un recuerdo de hace décadas referido a nuestro ya antiguo campeonato del Huracán de Menotti, al que la prensa especializada bautizó mucho tiempo después como "el equipo del siglo". No hace falta aclarar mucho: de como evitaron que el Globo diera la vuelta olímpica en su viejo Gasómetro. Simplemente, para que vean que los quemeros estamos hechos de una madera más noble, les mando una foto de 2001 cuando Huracán les dió una mano ganándole a River, a sabiendas que con eso SanLo podía salir campeón. Espero que anden bien! Abrazo quemero. Horanosaurus.

2013-09-22 FUTBOL PROFESIONAL

"Un día de la primavera inolvidable"

A 40 años de la vuelta olímpica frustrada por la Hinchada del Ciclón. Recuerdo que no voy a olvidar.  Adolfo Res (Miembro de la Subcomisión del Hincha).




La más ingeniosa (*). 

Al llegar a la cancha de Vélez con mi Viejo, nos sorprendimos de la multitud que había sin ingresar a la cancha y con las boleterías con poca gente para sacar entrada, luego de obtener la entrada vimos como la hinchada le pedía a la gente no ingresar al estadio hasta que los equipos no estén en la cancha, para no ver la vuelta olímpica de los quemeros. El grueso del público ingresó prácticamente cuando se inició el encuentro. Declaraciones del Presidente de San Lorenzo: ¿Cómo es eso que usted no quería que Huracán diera la vuelta olímpica en el Gasómetro? "Simplemente no quería que los de Huracán después de perder con nosotros, se quedaran dos días adentro del estadio festejando". Estas declaraciones pertenecen a Osvaldo Valiño Presidente de San Lorenzo al diario "La Razón" en la previa al encuentro ante los "quemeros" en el José Amalfitani. El viernes 21 de Septiembre de 1973, San Lorenzo recibió a Huracán en la cancha de Vélez, ya la hinchada del Ciclón había logrado evitar que nuestros tradicionales adversarios dieran la vuelta en el Gasómetro, Templo donde nadie en sus 63 años de vida nos pudo dar una vuelta olímpica en nuestra cara. La Gloriosa Hinchada azulgrana en complicidad con la dirigencia de entonces evitó que Huracán se consagrara en Boedo, así lo expresaba un comunicado del Club en el que informaba en la semana a la A.F.A. los problemas del campo de juego en el Gasómetro.Pero este clásico ante Huracán se empezó a jugar 45 días antes. Los Sucesos: el Domingo 6 de Agosto San Lorenzo recibió a Boca en el Gasómetro por la vigésima quinta fecha del Metropolitano bajo el arbitraje de Luís Pestarino, el partido terminó en derrota 3 a 2, pero la extrañeza general fue la reacción de la hinchada del Ciclón arrojando piedras y botellas contra el arquero de Boca Vidallé (durante 10 minutos en pleno desarrollo del encuentro estuvo suspendido el partido) sin que mediara jugada polémica alguna, el trasfondo era que ya Huracán se perfilaba para ganar el Metropolitano y en ocho fechas debía llegar a Avenida La Plata con posibilidad de dar la vuelta olímpica en Boedo, la idea era provocar la suspensión del Gasómetro, como finalmente sucedió, con Colón y Vélez se debió jugar en Atlanta de Local y ante Huracán cuando vencía la suspensión se jugó en cancha de Vélez. Ante la duda de la A.F.A de hacer jugar el clásico en el Gasómetro, en la semana la hinchada azulgrana levantó el césped en los bordes del campo de juego y hasta desapareció un arco. La conclusión fue que se decidió que el partido se jugara en Liniers en horario nocturno el viernes 21 de Septiembre, dos días antes de las Elecciones Nacionales Presidenciales de 1973. Por estar afectados a la Selección Nacional no jugaron por San Lorenzo, Rosl, Telch, Chazarreta más Ayala y Heredia que habían sido transferidos unos días antes al Atlético de Madrid, mientras que por Huracán fueron convocados Brindisi, Babington y Avallay. El triunfo por uno a cero con gol del "Sapo" Sergio Villar (esa noche jugó de ocho) completó una noche de primavera inolvidable, pero el triunfo como siempre estuvo en las tribunas con el ingenio permanente de nuestra hinchada "Hay, hay que risa que me da, porque no dan la vuelta en la cancha de Papá", y con la misma melodía del tema musical de Palito Ortega "Yo tengo Fe" se entonó el "Hay, Hay que risa que me da si quieren dar la vuelta que vayan al Italpark" o aquella que decía "Los Quemeros están calientes, están calientes de verdad, porque saben que la vuelta, en Boedo no la dan". Este 21 de Septiembre se cumplieron 40 años de aquel día de la primavera inolvidable, un año antes San Lorenzo había dado la vuelta en Parque de los Patricios, la revancha la tuvieron al alcance de la mano en 1973, pero el ingenio y picardía de la Hinchada de San Lorenzo no lo permitió.

Crónica del Partido:
San Lorenzo: Irusta, Piris, Olguín, Niño, Espósito Maletti, Salinas, Villar, Irigoyen, Pitarch y Ortiz. DT Luís Carniglia. Huracán: Roganti, Buglione, Carrascosa,Chabay, Russo, Cantú, Houseman, Leone, Scalise, Quiroga y Larrosa. DT César Menotti
Cancha de Vélez (Local San Lorenzo) - Árbitro: Ángel Coerezza
Gol: Sergio Villar 43 minutos (**) - Recaudación: $ 9.743.400



Notas de Horanosaurus:


(*) Ellos mismos llaman "la ingeniosa" o "la gloriosa" a su propia hinchada.
(**) ¡También Huracán! Nos va fue a hacer un gol Sergio Bismark Villar, el marcador de punta derecha.. cuantos putos goles habrá hecho en su modesta carrera y le fue a hacer uno al "equipo del siglo"? 



Otras entradas dedicadas al primo cuervo en este blog:





miércoles, 25 de septiembre de 2013

Mi agente en Sidney


A raíz de las recientes declaraciones de nuestra presidente, Cristina Fernández de Kirchner, respecto a una supuesta mejor situación económica de la Argentina frente a países como Australia y Canadá, envié a la ciudad de Sidney a mi agente exclusiva con el fin de obtener apreciaciones al respecto. 

Se trata de una joven diplomada en Ciencias de la Comunicación-orientación Publicidad, con eficiente manejo del idioma inglés. Todavía no me envió ningún reporte económico ni socio-cultural. Contractualmente hablando se acortan los plazos para que cumpla los objetivos acordados. Ella solo dice estar encantada del lugar, relacionándose con gente de muchos países y pasándola muy bien. Horanosaurus.



 
    

  



martes, 24 de septiembre de 2013

Living Colour educa y entretiene!





"What's your favourite colour? Living Colour!!"

Me fui a ver a Living Colour con mi hijo, al Gran Rex. No es la primera vez que vienen a Buenos Aires pero por fin era en un teatro y no en esos locales modernosos para hacer pogo o con mesitas, donde no sabría ni donde ponerme. 

Saqué las dos entradas muy anticipadamente, con la intención de compartir por primera vez un recital con N. y la ilusión de ver por fin a una de mis pocas bandas favoritas, esas que realmente me mueven el alma.

Aunque N. (22 añitos, jóven "ni-ni") es reacio a aceptar recomendaciones y compartir escuchas o programas, musicalmente tenemos en común a Foo Fighters y alguna vez le regalé mis pocos CD de Red Hot Chili Peppers y Green Day, en son de amistad. Lo fogoneé muchas veces con Living Colour con extremo cuidado, intentando convencerlo que, a pesar que se los acerque su extraño padre de 58 años, se trata de una de las bandas mas poderosas y originales del planeta que en su staff presenta al mejor guitarrista rockero del mundo. Después de todo -con un cuarto de siglo en el lomo- no están para nada demodeé y se bancan la parada mucho mejor que tantos reciclados que lucen ridículos.

Tengo una convicción: si N. escuchara los consejos de este jovato no tan tonto que escuchó música en forma casi maniática, al menos acortaría caminos y abriría su cabeza a mundos que no conoce. No se trata de una fanfarronería -no confundir, soy un tipo humilde-, es una simple cuestión de proporcionalidad en el tiempo y sistematicidad.

Como mi hijo es tan huraño e introvertido sólo supe que me acompañaría unas pocas horas antes de la partida al teatro porque se bañó con anticipación. De haberse negado, lo hubiera arrastrado de los pelos o mediante otro método cohercitivo y no se hasta donde esto es un chiste figurado. Me hubiera calentado mal porque estaba muy esperanzado en compartirlo.

Viajamos en colectivo. Me dirigió las primeras palabras recién al acercarnos al lugar, una hora después. Adecuándome a las circunstancias, siempre módico en mis indicaciones y referencias, sólamente le advertí que prestara atención a Vernon Reid por su capacidad de convertir su guitarra en líder y acompañante, a la vez, y dar sonoridad de orquesta a un simple trío instrumental. No mucho más para no irritarlo ni ponérmelo en contra. El toca la guitarra, también. 

En pleno recital observé por el rabillo de mis ojos (que expresión anticuada!) que aplaudía tímidamente tema tras tema, sin moverse del asiento ni una vez, aunque en realidad la cosa daba para hacer pogo o saltar sobre los asientos. Su actitud podría considerarse auspiciosa si no fuera que -mientras tanto- reprimí lágrimas al ver en vivo a Reid tocar lo imposible y quedé absorto al escuchar los terribles y bien ubicados agudos que profirió Corey Glover durante todo el recital sin que de su garganta saliera sangre.  

Me causaba un poco de pudor -siendo un grandulón y frente a su inmovilidad- zapatear con mi pie derecho, pegarle a mi rodilla con la mano o mover la cabeza para seguir el ritmo y pararme cuando era necesario para no perderme detalle. Dios mío, cuanta musicalidad brindaron esos monstruos cincuentones divirtiéndose en el escenario! 

Algo funcionó bien porque -entre las pocas expresiones que tiró N. mientras comíamos pizza y luego volviendo a casa- mencionó que le había gustado mucho el recital, que el tema fuera de libreto era un tradicional inglés llamado "Amazing grace" y que su preferido fue el guitarrista, aunque el solo de batería de Will Calhoun -con palillos fluorescentes y batería electrónica- fue lo mejor del show. Merde! 

Abajo pego los link de los pocos pero muy certeros comentarios que salieron en Buenos Aires en medios especializados. Estas estupendas fotos pertenecen a los mismos.  Horanosaurus. 
 




Living Colour se presentó en el teatro Gran Rex para continuar con los festejos por los 25 años de su disco debut, el jueves por la noche. El Acople.com - Facundo Llano. Fotos por Cristian Seligmann. 13.09.13.

¿Una banda de hard rock furioso en el teatro más emblemático de la calle Corrientes? Lo hemos visto. Living Colour desembarcó nuevamente en Buenos Aires; no solo la particularidad de verlos en un teatro nos atraía, sino también la celebración de los 25 años de “Vivid”, disco debut del combo.

A las 21:30 sale la banda con Corey Glover al frente (vestido como si fuera un operario metalúrgico) con “Preachin Blues”, de Robert Johnson, como para calentar motores. Lo que nos damos cuenta en ese momento es que los motores ya estaban calientes. Inmediatamente se le pega el hit más grande de la banda, “Cult of Personality”, y ya ahí sabemos que vamos a presenciar uno de los shows del año, con su frontman colgado de los balcones del teatro, logrando un duelo entre él mismo y el público en el estribillo de la canción, mientras la banda deja una interpretación arrolladora. A partir de ese momento, nadie volvería a tomar asiento.

Hay algo de orgullo personal en todos en saber que Buenos Aires es el lugar donde Living Colour más gente lleva en el mundo: esto es un hecho. Hay una cuestión de respeto, admiración y consideración tanto de parte del público con la banda como también lo existe de modo inverso. Es que mientras escuchamos “Middle Man” y “Desperate People” no podemos evitar pensar lo injusto que ha sido el mundo con ellos. Tal vez por haberse adelantado, tal vez por ser los bichos raros de la escena, tal vez por prejuicios. Lo cierto es que estamos viendo a tres de los mejores músicos del planeta y uno de los mejores cantantes del mundo. Esto es otro hecho, no una opinión.

Llega el momento de “Open Letter (To a Landlord)”, que empieza con Glover cantando “Amazing Grace” y todo el recinto tiene piel de gallina. El muchacho canta igual a sus 50 que a sus 20. Y cuando digo igual, es igual. Incluso se anima a hacerlo a capella sin la ayuda del micrófono; vienen tocando sin parar hace un tiempo ya, viajando sin parar y su voz no denota fisuras, ni la mas mínima.

Cuando le pegan “Funny vibe”, realmente uno no sabe a quién mirar. ¿Doug Wimbish? Ni siquiera logro entender cómo le saca tantos sonidos a su bajo con una forma tan económica de tocar. ¿Bill Calhoun? Un monstruo. Creo que no transpiró en ningún momento, y se la pasó haciendo cosas sobrehumanas. ¿Vernon Reid? Nadie puede tener tanto estilo y tocar de forma tan enferma. ¿Qué? ¿Frusciante, Morello, Jim Martin? Por favor, este tipo inventó a todos esos y no tiene mérito por ello. 

“Para mí, son mis Beatles”, escuche por ahí. ¿Cómo explicás que una banda pase de “Memories Can’t Wait” a “Broken Hearts” y “Glamour Boys” en una seguidilla? Ellos son LA música. ¿Puntos flojos en el show? Prácticamente no hay; solo un pequeño problema con la batería electrónica de Calhoun durante su solo pero que logra sortear con maestría. Luego llegó la invitación de Tarja Turunen (Wimbish también es bajista de la banda solista de la cantante) para “Sunshine of your love” que realmente no pega con el estilo operístico de la finlandesa. Además se notó la falta de ensayo que lograron rematar con un simpático duelo de gritos operísticos entre los dos cantantes. ¿Hace falta decir quién salió victorioso?

Para el final quedó una incendiaria versión de “Should I Stay or Should I Go” con Corey de nuevo trepándose por los balcones para luego ir cantando por todo el teatro entre la gente hasta volver al escenario. Todavía nadie sabe cómo el público no rompió nada ni quemó las butacas en el acto.

Las dudas sobre el show en un recinto ajeno al estilo se disiparon al instante. Living Colour brindó un concierto incendiario, como siempre. ¿Podemos pedir luego una gira de festejo de “Time’s up” y una de “Stain”? ¿Podemos pedir un nuevo disco de estudio también? Uno no se cansa de lo bueno.


LIVING COLOUR EN EL TEATRO GRAN REX. 12.09.13

What’s your favourite colour baby? 

Living Colour se presento en el teatro de Avenida Corrientes en el marco del “Vivid 25th Anniversary Tour”. Patente Pendiente.com.ar - Los de Manhattan salieron a las 21:30HS al escenario ante un publico entre incomodo y extrañado por el lugar del show, es que Living Colour no es una banda para ver sentados, y por lo menos así lo entendió también Corey Glover cuando en “Cult Of Personality”, el segundo tema de la noche y el primero del “Vivid 25th Anniversary Set”, hizo señas para que el publico se levante, publico que no lo dudo 1 segundo y salto de sus asientos para no volver usarlos sino hasta el receso. 

De todas maneras el “”"desacierto”"” entre muchas comillas termino no siéndolo y en cambio dio lugar a que  Corey -mayormente- desplegara toda su habilidad de showman recorriendo el teatro e interactuando con un publico mas que feliz por recibirlo.

Ya sobre el final de la noche y habiendo concluido el setlist concerniente a Vivid, fue hora del cierre con 2 covers, “Sunshine of your love”, el tema de Cream, para el cual subió a cantar a dueto con Corey la ex-cantante de Nightwish Tarja Turunen y “Should i stay or should i go” de The Clash, que claramente no fue una pregunta sincera, ya que si por nosotros hubiese sido, se hubiesen quedado toda la noche.


SETLIST:
Preachin’ Blues (Robert Johnson cover)
Vivid 25th Anniversary Set
Cult of Personality
I Want to Know
Middle Man
Desperate People
Amazing Grace (John Newton cover)
Open Letter (To a Landlord)
Funny Vibe
Memories Can’t Wait
(Talking Heads cover)
Broken Hearts
Glamour Boys
What’s Your Favorite Color? (Theme Song)
Which Way to America?
Drum Solo
Bi
Love Rears Its Ugly Head
Encore:
Sunshine of Your Love (Cream cover) (with Tarja Turunen)
Should I Stay or Should I Go (The Clash cover)


BONUS TRACK HORANOSAURUS: alguien puso -en forma aproximada- en un comentario de un periódico colgado en la web que los Living son "demasiado heavy y jazzeros para ser rock y demasiado funk para ser metaleros". No está mal la idea: rompen unos cuantos moldes. Y un viejo amigo se me enojó un poco al mencionárselos como herederos de Led Zeppelin. El rezongo me hizo repensarlo pero no tengo dudas que conservan su ADN.

Los link que siguen son filmaciones que seleccioné en Youtube de recitales anteriores que dieron en Buenos Aires (o sea los que estúpidamente me perdí). La mayoría pertenecen al festival Pepsi Music 2009 en el club Ciudad de Buenos Aires y uno es de 2013 en Londres. Me parecieron actuaciones espeluznantes, son muy disfrutables. La próxima me sumo al pogo y al carajo!