lunes, 16 de enero de 2012

Ricardo Echegaray: el corrupto exitoso I


“Fuera de Control” el libro que revela el lado oscuro del kirchnerismo

Será presentado el lunes en la Cámara de Diputados. Recorre vida y gestión de Ricardo Echegaray, un personaje del gobierno que padeció el campo desde la Oncca. Agroparlamento.com 02/12/11.

El próximo lunes 5 de diciembre a las 18 horas se presenta el libro “Fuera de Control” editado por Planeta, del periodista Matías Longoni, en la sala José Luis Cabezas, de la Cámara baja, con la presencia de la prensa y de legisladores nacionales.

La publicación es el resultado de las investigaciones realizadas por Longoni, muchas de ellas publicadas en el matutino Clarín -de cuya redacción es integrante- en especial en lo que se dio a conocer como “los escándalos de la Oncca” sobre subsidios truchos a feedlots.

Algunas de las pesquisas realizadas por el periodista, y que dieron origen al libro, fueron premiadas en las ediciones 2010 y 2011 del Congreso Latinoamericano de Periodismo de Investigación (Colpin).

Ricardo Echegaray, el actual conductor de la AFIP llegó a ese cargo luego de haber pasado por la dirección de la Aduana y más tarde, durante el conflicto por la 125, como presidente de la extinta Oncca, la Oficina que desde 2007 comenzó a pagar compensaciones a la producción agropecuaria y agroindustrial por miles de millones de pesos.


Sin embargo, la investigación por la actuación pública de Echegaray es “casi una excusa”, asegura Longoni. Se trata apenas de un símbolo por “el menosprecio que sienten quienes gobiernan la Argentina por los trabajadores del propio Estado, por la ética y transparencia en la función pública y por la construcción de políticas orientadas al bien común”, asegura.

“Fuera de Control” intenta mostrar “una cara oculta del kirchnerismo, la que hoy muchos no desean ver”. En un sinuoso recorrido de su carrera política, Echegaray -de 45 años- oriundo de Punta Alta, aparece estrechamente vinculado a las facciones de ultraderecha, ya en democracia, durante sus años de estudiante en la carrera de abogacía en Mar del Plata.

Egresado como guardiamarina, en 1984 ejercía su pequeña cuota de poder ensañándose con los cadetes del Liceo Naval de esa ciudad a quienes hacía “bailar”, un eufemismo de la jerga militar para referirse al castigo de la tropa mediante la ejecución de ejercicios físicos en forma violenta y compulsiva.

Según relata Longoni, en la vida universitaria, el actual director de la AFIP integró la columna de la ultraderecha que se presentó en democracia con el sello de la UPAU, una agrupación universitaria que proclamaba las ideas neoliberales en economía, y reprobaba el juicio a las Juntas Militares durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

Longoni describe a Echegaray como un abogado “mediocre” que “no duda” en estafar a amigos y vecinos de su pueblo natal, de donde deberá autoexiliarse por las felonías cometidas. Desde un pequeño cargo en la aduana de Santa Cruz comenzó a tejer relaciones con Néstor Kirchner de quien supo ganarse la confianza.

Designado en 2004 al frente de la Aduana, Longoni, describe una sucesión de hechos de corrupción que giran en torno a la figura de Echegaray y que hilvanan hechos de diversa envergadura como la defensa de una empresa pesquera aportante del kirchnerismo en la campaña política, las valijas de Antonini Wilson, los escándalos en la Oncca, y licitaciones fraguadas desde el propio ente recaudador nacional. Fuente: El Enfiteuta.


Matias Longoni presentó su libro 'Fuera de Control'

El periodista Matías Longoni presentó ayer en el Salón J. L. Cabezas del Congreso de la Nación, su libro 'Fuera de Control'. NotiAgro. 06/12/11.

RICARDO ECHEGARAY Y LA DESTRUCCION DE LOS ORGANISMOS DE CONTROL DEL ESTADO. SE PUBLICA “FUERA DE CONTROL”, UN LIBRO QUE REVELA UNA CARA DEL KIRCHNERISMO QUE MUCHOS NO DESEAN VER..

Echegaray, de 45 años, está actualmente al mando de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y también dirigió la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) y la Aduana, todos organismos de control estatal. Ricardo Echegaray, el funcionario ultrakirchnerista que decide quién compra dólares y tiene acceso a información sensible sobre cada uno de los argentinos, tiene una historia muy particular que muchos todavía desconocen y que es reconstruida en “Fuera de Control”, una investigación periodística de Matías Longoni que acaba de ser lanzada por Editorial Planeta.

Echegaray, de 45 años, fue protagonista de una veloz carrera en varios de los principales organismos de control del Estado que no hubiera sido posible de no mediar una decisión del matrimonio Kirchner. En las paredes de su despacho cuelgan casi dos docenas de diplomas de nulo valor académico. Falta solo uno que justificaría tan veloz ascenso: aquel que lo acreditaría como brazo ejecutor de ciertas decisiones políticas del kirchnerismo de paladar negro. “Fuera de Control” reconstruye la vida pública de Echegaray, un funcionario clave durante los gobiernos que se sucedieron desde 2003. El personaje es casi una excusa: su derrotero simboliza el menosprecio que sienten quienes gobiernan la Argentina por los trabajadores del propio Estado, por la ética y transparencia en la función pública y por la construcción de políticas orientadas al bien común.

“Fuera de Control” muestra una cara oculta del kirchnerismo, la que hoy muchos no desean ver. El trabajo confirma, con testimonios suficientes y una serie de pruebas concretas, que el actual titular de la AFIP recibió formación militar en tiempos de la dictadura, dentro de la Marina. Y que cuando en 1984 amanecía el período democrático, como flamante guardiamarina, se dedicaba a hacer “bailar” a jóvenes cadetes del Liceo Naval de Necochea.

Reconstruye también su período como estudiante de abogacía en Mar del Plata, durante el cual participó activamente de la agrupación liberal UPAU y realizó una encendida defensa de la junta militar que en aquel momento era sometida a juicio. En Punta Alta, su ciudad natal, integró además las filas de la UCeDé de Alvaro Alsogaray, principal soporte ideológico de la ola privatizadora de los noventa. Pero fue declarado “persona no grata” hasta por sus camaradas de militancia. “Fuera de Control” nos muestra al abogado mediocre de pueblo que no duda en intentar cobrar judicialmente a un ex amigo un pagaré con firmas falsificadas. O a aquel que participó de una fenomenal estafa a sus vecinos, enmascarada en un proyecto para la reconstrucción de Kuwait tras la guerra del golfo en 1991. Nos habla de aquel joven profesional que debe casi huir de su pueblo para buscar refugio en la fría Río Gallegos. Echegaray, empleado aduanero que se proclamaba “cavallista” hasta 1996, abrazó allí con ahínco la causa kirchnerista. Y por eso en 2004 fue enviado a la ciudad de Comodoro Rivadavia con una misión: evitar avances en una investigación aduanera sobre la pesquera Conarpesa, una de las principales aportantes a la campaña presidencial de Néstor Kirchner. La investigación periodística demuestra que servicios similares fueron prestados por el funcionario cuando finalmente accedió al mando de la Aduana, en 2004.

El caso Southerns Winds sucedió a los pocos meses de iniciado ese mandato. En aquel episodio en que se detectaron 800.000 dólares en una valija llegada desde Venezuela, su intervención fue clave para que Guido Antonini Wilson pudiera dejar el país y todo quedara enmarcado como una sencilla contravención aduanera.“Fuera de control” también devela detalles desconocidos del acceso de Echegaray a la cima de la AFIP. El ex administrador Alberto Abad fue removido inmediatamente después de que se detectara el “hackeo” masivo de computadoras de la Aduana, que permitían avisar a ciertos operadores sobre posibles controles de sus cargamentos. Tras aquel escándalo Echegaray recaló en la ONCCA, el organismo que repartía subsidios por 3.500 millones de pesos.

“Fuera de Control” hace un detenido repaso de cómo los sucesivos actos de corrupción y discrecionalidad que se cometieron allí hicieron implosionar al único organismo del Estado con capacidad para ejecutar políticas para el sector agropecuario, a punto tal que la presidenta Cristina Kirchner decidió disolverlo a principios de 2011, como una curiosa manera de barrer el escándalo bajo la alfombra.

Ya con Echegaray dentro de la AFIP, el libro se detiene en licitaciones sospechosas, concursos arreglados, la persecución al personal estable del organismo, la existencia de “trabajadores esclavos” dentro del sector público, la paralización o dilación de investigaciones millonarias iniciadas por el propio organismo contra presuntos evasores, como aquella que tiene en la mira a varias empresas patagónicas vinculadas con el kirchnerismo. Hace hincapié en la estructura de funcionarios que secundan a Echegaray, algunas evidentes incompatibilidades y ciertos negocios paralelos que se realizan desde el principal organismo de control del país. También, como en el caso del allanamiento al diario Clarín, aborda la utilización de la AFIP con fines de persecución política.

Sobre el autor
Matías Longoni (La Plata, 1968) es periodista desde 1993. Se formó en la redacción de la agencia estatal de noticias Télam y en 1998 ingresó a Clarín. Especializado en la información política y económica del sector agropecuario, integra el plantel de redactores de la sección El País de ese diario y conduce el programa de radio y televisión “Bichos de campo”. Es integrante del Círculo Argentino de Periodistas Agrarios (CAPA) y del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA). Buena parte de las investigaciones periodísticas que dieron origen a este libro fueron premiadas en las ediciones 2010 y 2011 del Congreso Latinoamericano de Periodismo de Investigación (Colpin). “Fuera de control” es su segundo libro.



Introducción del libro “Fuera de control. Ricardo Echegaray y su rol en la Oncca, la Aduana y la AFIP”. Matías Longoni, Editorial Planeta. 2011.

“¿Pero este tipo realmente se merece un libro?”. Eso pregunta el entrevistado cerca del final de la charla. Afuera, el otoño porteño empieza a cobrarse miles de hojas por víctimas. El entrevistado ha sido en el pasado un funcionario importante de los dos gobiernos kirchneristas. Ha visto muy de cerca el desempeño de Ricardo Echegaray y conoce el paño.

El periodista entiende hacia dónde va dirigida su pregunta. Se la ha hecho a sí mismo en repetidas ocasiones. No sólo se ha preguntado si Echegaray merece ser protagonista de un libro sino también si merece la dedicación periodística casi cotidiana. Frente al entrevistado, el periodista ensaya una explicación rápida que justifique el tiempo que ambos dedicaron a elaborar una memoria. Coinciden. Pero cuando sale de sus oficinas, la pregunta vuelve a golpetear dentro de su cabeza, una y otra vez, en cada vuelta de esquina.

¿Merece Ricardo Echegaray ser protagonista de un libro? Eso pregunta también un ex legislador que conoce al matrimonio Kirchner desde los días en que gobernaban Santa Cruz, y se ha cruzado esporádicamente con este personaje oscuro y huidizo que colaboraba con ellos desde entonces, pero a diferencia de cualquier otro nunca se mandaba la parte.

En busca de una respuesta, el diccionario aporta su definición de “merecer”. Dice: “Hacerse digno de lo que nos corresponde, sea recompensa o castigo”. La definición ayuda.

El periodista ha sido autor de otro libro. Hace un largo tiempo recopiló y escribió sobre la vida de otro argentino: un artista excepcional, un buen hombre, el cantor de tangos Roberto Goyeneche. Durante aquella parición nadie le preguntó si había merecimiento porque aquella biografía, sin duda, era merecida por el personaje. Aquel libro era recompensa.

Echegaray, en cambio, no se ha lucido en nada que lo haga merecedor de un lomo y un par de cientos de páginas. Echegaray ha sido simplemente un funcionario gris, que ni ha destacado intelectualmente entre sus pares ni ha producido cambios importantes en su entorno o en beneficio del conjunto de los argentinos. No hay nada en su gestión que pueda otorgarle cierto brillo y lo haga merecedor de recompensa, si uno entendiera este libro como aquél.

Pero el diccionario ayuda: también habla de merecer como “castigo”. El periodista abraza a esa definición para justificar tantas horas, tanto trabajo, tantas entrevistas. Para explicar los retazos de vida propia que ha dejado detrás de esta larga investigación periodística. Para dar sentido a su tarea, el periodista entiende este libro como eso, como un castigo.

Castigo al hombre que simula ser lo que no es, que aparenta saber lo que no sabe, que nunca dice lo que realmente piensa. Castigo a quien condujo tres de los más importantes organismos de control del Estado a lo largo de la década kirchnerista, y desde esa posición impuso, propició o permitió todo tipo de irregularidades. Castigo a quien despreció a los empleados públicos en cada uno de esos lugares, los humilló e hizo de sus vidas un sinsentido. Castigo a quien colocó al Estado y a su gente al servicio de causas bastante más pueriles que las que dicen sus estatutos. A quien utilizó el poder público para perseguir a empresarios y a opositores; a quien presionó a periodistas; a quien usó de mala manera el dinero público; a quien habilitó zonas liberadas para delitos menores y para desfalcos millonarios.

Castigo, pequeño castigo en formato de libro, para un destructor, para un verdadero demoledor del Estado. Echegaray es esa cara semioculta que muchos se niegan a descubrir en el kirchnerismo. Lejos del folclore de la política, Echegaray, el funcionario gris, quizá sea una de las mejores maneras de descubrir lo que realmente ha sido el kirchnerismo.

Por eso, porque fue protagonista de la Historia, sí se merece ser protagonista de este libro. Se interroga a sí mismo el periodista: ¿Qué habrá sucedido en este país para que ahora la mayoría de los libros duelan como latigazos y no sanen como caricias?

Fuera de control: un libro que muestra la cara del kirchnerismo que muchos no quieren ver (contratapa).

"Los casos de Southern Winds, la valija de Antonini Wilson, los subsidios de la ONCCA, los terrenos en El Calafate, las facturas truchas usadas para pagar coimas: en todos estos acontecimientos sospechados de corrupción intervino Ricardo Echegaray.

Protagonista de una veloz carrear ascendente en el Estado, dirigió varios de los principales organismos de control y desde allí promovió o encubrió diversas irregularidades. Echegaray personifica una de las caras de ese kirchnerismo que muchos se niegan a ver porque es antagónico al que, de buena fe, apoyan.

Fuera de control retoma algunos episodios de conocimiento público y también revela muchas historias desconocidas protagonizadas por Echegaray: la del flamante oficial de la Marina que defiende la dictadura y hace “bailar” a cadetes apenas más jóvenes; la del abogado de pueblo que participa de estafas contra sus propios vecinos; la del militante liberal que pregona a gritos el desmantelamiento del Estado que, diez años después, ya como funcionario, utiliza para habilitar negocios particulares, perseguir opositores y acallar periodistas; la del funcionario que consiente hackear las principales bases de datos oficiales con dudosos fines; la del recaudador que permite la fuga de 1.800 millones de dólares de las arcas estatales".

AHORA, UN RESUMIDA GUIA DE ARTICULOS PERIODISTICOS CENTRADOS EN LA SORPRENDENTE VIDA DE ESTE CORRUPTO DE EXITO, QUE RECOMIENDO:

"El corrupto Ricardo Echegaray: pasado y presente del ex titular de la Aduana". Agencia Nova - Por Christian Sanz. 23/05/08.

"El pasado condena a 'Ricky' Echegaray: curriculum no autorizado del Nro. 1 de la Afip". Urgente24.com - Por Christian Sanz. 30/12/08.

"Luego del acoso a Narváez, Echegaray quiere la Jefatura de Gabinete". Urgente24.com - Por Christian Sanz. 02/05/09.

"Carta a mis colegas (o un festejo en nuestro día con la ONCCA)". Carta abierta del periodista Matías Longoni. 01/09/09.

"De un organismo de control a uno que nadie puede controlar". Clarín - Por Matías Longoni. 10/09/09.

"Pagan $ 10 millones de subsidio a una empresa sin habilitación". Clarín - Por Matías Longoni. 10/09/09.

"No imaginábamos semejante maniobra de corrupción". Clarín - Entrevista de Andrés Actis a Eduardo Buzzi. 26/09/09.

"Legisladores abren un sitio web para denuncias sobre la ONCCA". Clarín IEco- Por Matías Longoni. 28/09/09.

"Echegaray, el de la Afip y la Oncca, y sus manos en la masa". Urgente24.com. 91/11/09. Presentación escrita del diputado Christian Gribaudo.

"Samid, aliado y defensor de Moreno, beneficiado con subsidios de la ONCCA". Clarín - Por Matías Longoni. 30/04/10.

"Imputan al titular de AFIP por el pago de subsidios truchos". Clarín. 22/05/10.

"Tenemos todo armado. Somos el Gobierno y no nos toca nadie". Clarín. 23/05/10.

"ONCCA: un testigo revela la ruta del dinero de los subsidios truchos". Clarín. Por Matías Longoni y Guillermo Villarreal. 23/05/10.


"La investigación judicial por los subsidios truchos comenzó en octubre de 2009. La semana pasada, el fiscal Cearras consideró que había elementos suficientes para imputar a Ricardo Echegaray y el ex titular de la ONCCA, Emilio Eyras, junto a Oscar Villaverde, Diego Gayarzabal, Patricio Duhalde, Marcelo Utje, Christian Turba, Eduardo Jorge Nitti, Cristina Ingratta, Bernardo Calcagno y Luis Gentile." Clarín 01/01/10 - Artículo: "Separan a un policía de la Metropolitana por su vincuación con los subsidios truchos de la ONCCA".

"Investigan a unos 100 feed lots que habrían pagado coimas". Clarín - Por Matías Longoni. 03/07/10.



"Desprecio por el Estado". Clarín - Por Matías Longoni. 29/08/10.

Ricardo Echegaray y otra docena de funcionarios que pasaron entre 2008 y 2009 por la ONCCA figuran como “imputados” en la causa que investiga el pago irregular de millonarios subsidios. Varios casos revelados por Clarín forman parte de ese expediente. Hay de todo: un changarín de Mar del Plata al que le inventaron un feed lot para desviar un millón de pesos; otro establecimiento de Carlos Casares que cobró 10 millones en apenas tres días; y un feed lot más, el de Punta Alta -una localidad cercana a Bahía Blanca-, vinculado con el propio Echegaray.

Ese descontrol fue producto de una política que revela un profundo desprecio por el Estado y las reglas básicas de la administración pública.

En la ONCCA, lo primero que hizo Echegaray fue echar al personal de carrera y reemplazarlo por gente de su confianza, amigos con mucha ambición y ninguna experiencia. En la ONCCA, lo segundo que hizo Echegaray fue relajar los controles, modificando el sistema informático y permitiendo que los pagos no pasaran siquiera por el filtro de una oficina jurídica.

Nombrar a un familiar o amigo en el Estado significa ocupar un casillero para el que quizás haya gente más preparada. De nuevo el desprecio; la diferencia es el lugar. El cáncer que atacó la ONCCA podía extirparse. Pero la AFIP queda muy cerca del corazón del Estado.


"Echegaray nombró en AFIP a familiares con altos sueldos". Clarín - Por Matías Longoni y Luciana Geuna. 26/08/10.

"El fin de la ONCCA: una historia de decadencia, aprietes y descontrol". Clarín - Por Matías Longoni. El kircherismo malogró una de las pocas herramientas del Estado para la política agropecuaria. 26/02/11.



Ilustraciones: Ricardo Echegaray por Sábat en el diario Clarín; tapa del libro de Ricardo Longoni; Ricardo Echegaray en la tapa de Página 12; foto del diario Clarín del frente del edificio de la calle Piedras 510, ciudad de Buenos Aires, donde se daban y escuchaban ofertas, con fondos del Estado; Ricardo Echegaray junto a su sucesor en ONCCA, Emilio Eyras, también acusado de coimero.


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