martes, 30 de agosto de 2011

El pensamiento de los generales


"El arma es un equipo pero no un equipo de fútbol, o para elaborar planes económicos, o para fabricar tractores (*). Somos un equipo de combate. Y porque somos un equipo de combate tenemos las armas del país y usamos estos uniformes verdes para matar a nuestros enemigos y que ellos nos identifiquen. Nuestros enemigos internos y externos son los que intentan socavar la soberanía nacional, y el enemigo ideológico, integrado por argentinos, por gente nacida en esta tierra pero cuyo corazón y su cerebro han sido ganados por ideologías extrañas a nuestro sentir democrático y cristiano, e intentan cambiar nuestra bandera celeste y blanca por un trapo rojo... No somos un país subdesarrollado como la izquierda quiere hacer ver para imponer la dictadura marxista en la Nación, sino un país maravilloso donde puede haber algunas injusticias pero, también donde un hijo de inmigrante puede ser Presidente de la Nación, puede ser gobernador u ocupar altos cargos, donde cualquier inmigrante puede en poco tiempo forjarse una posición, y eso debemos preservarlo." 

General Alcides López Aufranc, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército en Córdoba, dictadura de Alejandro Agustín Lanusse, "el general de la ganadería". Arenga a oficiales, julio 1971. Diario La Opinión, citado en "Mercenarios & Monopolios en la Argentina. De Onganía a Lanusse. 1966-1971" de Rogelio García Lupo. Achával Solo, 1971. Cap. XXXI. 

Frase módulo que repitieron los militares argentinos durante décadas, seguramente inculcada en una academia norteamericana en la que se creyeron importantes. Las únicas "acciones de guerra" de este "valeroso" general Aufranc habrían sido destruir la base naval de Punta Indio-provincia de Buenos Aires, en el conflicto entre milicos aburridos de 1963 llamado "azules y colorados". Quizás cuente también reprimir civiles díscolos en Córdoba (tiros contra piedras). Con esa "chapa" mentirosa de "duro" -y a pesar de sus apelaciones a la soberanía nacional- curró en empresas privadas y multis para asegurarse un buen pasar. Lo que se dice una triste vida cipaya usada como forro de los poderes económicos. Ya lo dijo uno que se salió del molde: cualquier militar argentino con un poco de buena conducta llega a general. ¡País generoso! Horanosaurus. 

(*) alusión despectiva a la corriente histórica nacional y desarrollista del ejército, representada por los ilustres Grales. Enrique Mosconi o Manuel Savio.  

-Gral. Ramón Camps: Si exterminamos a todos, habría miedo por varias generaciones.
-Jacobo Timerman: ¿Qué quiere decir "todos"?
-RC: Todos... unos veinte mil. Y además sus familiares. Hay que barrerlos a ellos y a quienes puedan llegar a acordarse de sus nombres.
-JT: ¿Y porqué cree que el Papa no protestará ante esta represión? Ya lo están haciendo muchos gobernantes mundiales, líderes políticos, dirigentes gremiales, científicos...
-RC: No quedará vestigio ni testimonio.
-JT: Es lo que intentó hacer Hitler con su política de 'Noche y Niebla'. Enviar a la muerte, convertir en ceniza y humo a aquellos a quienes ya había quitado todo rastro humano, toda identidad. Y, sin embargo, quedaron en algún lugar, en alguna memoria, registrados sus nombres, sus imágenes, sus ideas. Por todos ellos, y cada uno, pagó Alemania. Y aún está pagando, con un país que quedó dividido
-RC: Hitler perdió la guerra. Nosotros la ganaremos.

Del libro "El caso Camps, punto inicial" de Jacobo Timerman, 1981. Citado en "Los 70. Una historia violenta-Marcados a fuego III (1973-1983) de Marcelo Larraquy. Aguilar, 2013. 


Otro soberbio-asesino antediluviano: aunque le ganaron la guerra a unos miles de jóvenes ilusionados en cambiar por una sociedad mejor -conducidos por un grupo de pseudo-iluminados evadidos de la realidad- los militares argentinos perdieron política y judicialmente por los errores y horrores que cometieron. Horanosaurus.

La ilustración es del impresionante y reconocido ilustrador argentino Horacio Cardó. "Héroe". Publicado en The New York Times.

jueves, 18 de agosto de 2011

Dos cuadros y algunas fotos

Entre los variados conocimientos en las que no soy entendido se halla la pintura. Ni siquiera creo que sea una de mis artes preferidas. Aprovechando mi falta de formación y tornándola ventaja, cuando veo alguna obra me dejo llevar exclusivamente por mis emociones, obviando prejuicios.

Pude ver algunos cuadros de artistas de renombre mundial y nativos en museos argentinos, ya que no tuve la suerte de viajar muy lejos. Saber que están hechos por quienes lograron reconocimiento en lo suyo, a un inexperto como yo puede brindarle alguna garantía de "calidad". Quizás, las obras que más me han atraído fueron algunas de pintores mexicanos muralistas y relacionados del siglo XX (Siqueiros, Orozco, Rivera, Kahlo), pinturas históricas del manco Cándido López o del uruguayo Blanes, retratos de Prilidiano Pueyrredón, paisajes de Fader.

Pero si tengo que mencionar algún cuadro por haberme conmovido de verdad, serían solamente los dos que adornan aquí esta entrada. "Sin pan y sin trabajo" de Ernesto De la Cárcova, en el Museo Nacional de Bellas Artes. No se porqué mi atención se centró, como un imán, en la imagen del hombre con el puño apretado, transmitiéndome emociones. Encima, está ubicado en la misma sala del Museo Nacional de Bellas Artes al lado de una pintura de Delavalle, "la vuelta del malón", enigmática y no menos expresiva.

En cambio, en “La visita al río Negro del General Julio Argentino Roca (1843-1914) y su ejército” (*), del mencionado Juan Manuel Blanes, me conmovió la magnificencia 'gran angular' de la obra y su precisión detallista casi fotográfica. Está en el Histórico Nacional, en Parque Lezama, Buenos Aires, uno de los más ignorados de nuestros museos.

Hablando del requerido Blanes, no olvidaré mi lejana visita al Palacio San José en Caseros, Entre Ríos. En la vieja residencia del controvertido Justo José de Urquiza -a quien le dedico una entrada aparte en el blog- existe una sala repleta de inmensos óleos que le encargó el supremo entrerriano para representar ocho de sus batallas exitosas. No recuerdo si llegó a ilustrar su vergonzosa retirada de los campos de Pavón para entregarle la victoria al maestre Bartolomé Mitre pero admirar las telas de Blanes vale la pena. 


(*) también lo vi titulado “Ocupación militar del Río Negro por la expedición al mando del General Julio A. Roca, 1879”


"Parlamento" de Augusto Gómez Romero, ilustra una importante negociación del cacique pampa Cipriano Catriel y sus capitanejos con autoridades blancas en las inmediaciones de Azul, provincia de Buenos Aires, en el año 1870.


Una muestra del arte de Cándido López, "el manco de Curupaytí". Les recomiendo mucho ver la película-documental de José Luis García (2004) "Cándido López, los campos de batalla" para interiorizarse de su pasión. Un pintor-reportero de la Guerra del Paraguay. Aquí, la batalla de Tuyutí. 

Cambiando de arte y pasando a uno al que le dediqué esfuerzos denodados en vano: la fotografía. Nunca logré ser un buen fotógrafo. Tuve una Minolta 35 mm. reflex que debería haberme garantizado un poco de calidad pero nunca me regaló tomas originales, de acuerdo a mis exageradas autoexigencias. Apenas me puedo jactar de haberme sentido creativo ejerciendo la práctica del revelado en blanco y negro, cuando jóven. De todos modos, obtuve y rescato una intuición basada en la estética y el sentido de la oportunidad para captar chispazos de vida instantáneos. Y si tengo que escoger cuales han sido las últimas fotografías que he visto en los medios que más me han impactado, fueron las que pego aquí. 

De la primera, creo es de AP y se encuentra en Perfil.com (agosto 2011), graficando las revueltas por educación libre y gratuita en Santiago de Chile. La siguiente en una manifestación en Bariloche contra la represión policial, junio 2010 (enfrentamiento en El Alto, autor Alfredo Leiva, en Clarín). Me parecen impresionantes por el sentido de la oportunidad y su dramatismo, no ya por el anarquismo inconducente que encierran.

Ya que estamos, más belleza de yapa. La primera, con los delirantes de Quebracho, es de un tal autor García. Luego, desalojo en La Matanza, autor Amdan. Después, en Guatemala la fotógrafa Sandra Guzmán ilustrando más la violencia. Todas de estos años recientes. No hace falta teorizar nada: cada uno sentirá o no algo al verlas.

Más abajo, insuperable retrato del horror. ¿Hay belleza en el horror o no se trata de belleza? Nick Tup, 1972. Guerra de Vietnam: ataque imperialista con bombas de napalm en la aldea Trangbang. No te entiendo, me das miedo, te extermino. ¿Quienes son Uds? ¿Porqué ese sufrimiento? ¿Qué les hice?

¿Que sentimiento te despierta ahora esta ilustración de Banksy? Evidentemente requiere información previa. ¿Vale más o vale menos?

Sigamos bajando. Aunque sean ingleses, los chicos de Liverpool también parecen tener sentimientos. Aquí, espiando a su equipo favorito. Como estarán tantos años después, cuando su amado club gane la Champions League en 2019 de la mano de Jurgen Klopp. Desconozco la autoría de la foto. La publicó Yahoo.com. 

Nuestro contradictorio pero querido e íntegro Ernesto Sábato desde su lugar en el mundo (Santos Lugares, Buenos Aires), seguramente pensando los males del planeta con su enorme inteligencia. No conozco autoría.

¿Y estas bellezas inocentes del sur? Bajada de mi recomendado y extinguido sitio Agenda de Reflexión. Nuevamente de autor desconocido.

Distintas caras de la belleza que nos rodea y combaten nuestra soledad.  Horanosaurus.

BONUS TRACK



George Tooker "Government bureau" (1956)


Roger de la Fresnaye "Artillery" (1911)

jueves, 11 de agosto de 2011

Reflexiones psico 3



Esta serie que se me ocurrió titular “Reflexiones psico” es un intento de describir ciertos tics, sentimientos y sensaciones, que normalmente no converso con casi ningún afecto cercano. Porque están en otra, no me escuchan, son muy densos o no les interesa. No importa porqué.

Para un tipo tímido como yo es difícil también exponerse en un blog  porque me siento examinado por miles de ojos. O sólo por dos, da lo mismo. Pero escribir me alivia. También me da ánimo ver que se escriben millones de ridiculeces por minuto en la web y que algunos no pueden siquiera expresarse con decencia. Vamos para adelante. Ya  admití que esto era una especie de diario virtual post-adolecente y ya está fuera de moda usar cuadernos con pequeños candados. La única preocupación que tengo es ajustar lo más estrictamente posible mis percepciones.

Tampoco debería autocensurarme para esquivar el ridículo porque -aunque Fixie no me crea- no tengo ningún 'muerto en el placard' para declarar. Si hasta a veces me parece que soy demasiado cuerdo. Si me averguenza un poco no mostrar mayores profundidades filosóficas pero es lo que Dios y la genealogía me han provisto. No se si es bueno o es malo aún: soy demasiado conciente de mis limitaciones. Horanosaurus. 

Reflexiones psico 3. "Peleando por causas perdidas"

Estaba pensando en detalles de mi pasado que hoy se me ocurren graciosos viéndolos en perspectiva, pero que en su momento me produjeron aislamiento y dolor.

Alguna vez me propuse –dándole certeza a eso que “tragarse sapos” daña nuestra fisiología- no callarme respuestas a las agresiones gratuitas de la gente. Un modo de defender mi dignidad, un valor no negociable que me llevaré a la tumba. Y durante muchos años fui un tipo de reaccionar fuerte ante cuanta injusticia se me cruzara por delante. Todavía me dura bastante pero la experiencia me hizo balancear y corregir algunas cosas.

Está visto que en este mundo cruel quien tiene más poder que uno y está arriba, muy pocas veces tiene el equilibrio necesario para ser justo y no ostentarlo contra el más débil. Supongo que lo deben hacer para compensar su falta de valentía o de talento o por algún complejo psicológico. Los más cobardes, suelen usar ese poder para lastimarte si uno no demuestra sumisión.

Como nunca he intentado nada “por izquierda” no tuve que ser obsecuente por contraprestación. Tampoco por gusto personal, bah. Y nunca sabré bien los motivos pero cuando alguien osa menoscabar mi dignidad con algún cuento, me sale de adentro un indio indomable y avasallo a mi adversario con todos los argumentos a mano y la yugular hinchada. Como suelen ser muy lógicos, gano dialécticamente, pero no mido las posibles consecuencias.

También solía defender por solidaridad -a costas de mi propia seguridad- las causas de gente que me rodeaba y que consideraba estaba en inferioridad de condiciones ante quien la bastardeaba. Intentando poner blanco sobre negro la idea con un ejemplo, me he peleado varias veces con algún jefe en el trabajo por intentar salvar la honra de compañeros a los que basureaban, desmerecían o ninguneaban. Recuerdo el caso de G.G. quien, después de haberle enseñado largamente al “asesor” profesional-paracaidista J.D. (uno de esos acomodados de la política que abundan en el Estado) sobre un tema de comercialización de ganado, no fue tenido en cuenta cuando el organismo debió enviar a un expositor para hablar del asunto en un seminario que se daba en una universidad bonaerense. El jefe recompensó con la distinción a otro profesional-paracaidista de segundo nivel, que sabía mucho menos.


Cuando me enteré de la injusticia y tuve la oportunidad de hablarle, ante la negativa del asesor a corregir la medida, le tiré sobre su cara la bajeza de la decisión que tomaba. Y no conforme, renuncié a seguir formando parte del equipo temático. Por una de esas que tiene la vida, no tomó represalias sobre mi pero mi intransigencia me dejó sin un trabajo técnicamente interesante y para el cual estaba bastante bien capacitado y preparado. Fue para siempre porque, pasado el tiempo, no pude obtener las condiciones y el poder de decisión que pretendía para retornar a algo que me gustaba.

Lo más triste es que mi compañero G.G. siguió colaborando con esos superiores sin chistar. De tonto que soy, tardé un tiempo en advertir que nunca se había sentido rebajado por ser apartado de esa misión, nunca bien reconocida. Lo tomó como algo natural o sencillamente fue sumiso. Muy posiblemente quizás ni entendió bien porque me peleaba por él. Incluso, muchos años después me traicionó contándole a otro superior que por diferencias de opinión (específicamente no lograba sobreponerse a comentarios míos diferentes a su percepción sobre la actualidad política del país y del organismo en que trabajamos), no quería más compartir viajes de trabajo conmigo. Como si mi sinceridad y crítica lo asfixiara. Ni siquiera tuvo agallas de hombre de resolver nuestras diferencias conversando frente a frente. Terrible y definitoria decepción. No lo odio: solo le tengo lástima y le retiré mi amistad.

La segunda arista de este relato de confesiones se concentra en algunos reclamos que hice en diversas ocasiones contra corruptelas que advertía en los organismos en los que trabajé,  las dos veces que fui elegido como delegado menor en los dos sindicatos donde estuve o estoy afiliado. La idea no era sacar ninguna ventaja personal ni destacarme sino la inocente creencia que, siendo inobjetables mis denuncias, iba detrás de una causa justa. Y que muchos estarían de acuerdo en destapar esas traiciones que perjudicaban al conjunto.

Aquí también el tiempo me dejó descubrir en perspectiva una fotografía en la cual aparecían todos mirándome sin comprender mis acciones: los corruptos porque pensaban que una hormiguita les estaba haciendo cosquillas y empezaba a molestarlos; los traicionados como yo, mis pares, no entendían como un loco emprendía con tanta enjundia una de Don Quijote contra los poderosos.

Un detalle: fíjense que cuando castigan a alguien por “pasarse de la raya” dentro de una organización o jerarquía cualquiera, sea persiguiendo un fin justo o cometiendo un error, la gente del grupo toma conciencia del peligro que ella misma corre y, por miedo, aísla al compañero castigado, aunque tenga razones atenuantes. Nadie suele solidarizarse con el rebelde. Me cansé de experimentar esa amarga sensación. Pasados los años y cuando pasó el peligro y el tiempo hace las cosas claras hasta para un ciego, podrá sumarse algún apoyo más.

Me vienen a la memoria dos hechos puntuales más. Una vez, habiendo analizando a fondo el balance presentado por la comisión directiva de una filial de sindicato, nos presentamos dos o tres compañeros del grupo en la asamblea que debía tratarlo. Nuestras objeciones a ciertas guarangadas de fácil detección causaron sorpresa en el auditorio pero no fueron obstáculo para que fuera aprobado por unanimidad. El pequeño y díscolo grupo de trabajo se disolvió rápidamente cuando le dispensaron ciertos pequeños privilegios a mis ex amigos para que se callaran la boca. A mi no me hicieron falta: simplemente me aislaron.

El otro recuerdo fue una presentación formal, ante el ministro de turno, de la lista de delegados triunfadora en las elecciones del gremio del organismo. Cada uno iba presentándose ante el funcionario, expresando su opinión de la gestión que ofrecía cada área representada y sus necesidades más urgentes. Todo discurría amablemente en el Salón Gris. Incluso hasta dos compañeros de origen trotkista compartían ideas amigables con el jefe. Hasta que me tocó el turno de hablar y, contra lo recomendado por las reglas de la cortesía política, osé opinar que mi organismo era un antro de corrupción donde había hijos y entenados, para resumirlo aquí en pocas palabras. Como si fuera hoy recuerdo cuando el encumbrado M.C. cambió su cordial fisonomía, empezó a enrojecer su rostro de a poco y apuntándome con un dedo me espetó: "¡A vos te voy a destruir!", aduciendo que mentía. Sorprendido, solo atiné a preguntarle si era normal para él "matar al mensajero". La calentura fue luego en baja atenuada por los otros participantes, mientras el funcionario mangueaba un cigarrillo a un delegado que tenía al lado. Todo terminó en paz, con apretones de manos y entre chistes (de los demás).

No dudo que mis compañeros en esa ocasión no compartieran mis ideas pero también aprendí que muchos delegados de mayor poder usan las embestidas de locos como yo para lograr más espacio político con los de arriba. Como suele decirse, la juegan de "componedores", de dialoguistas. Piensan que eso de la confrontación de intereses "no va más" porque la relación de fuerzas es desigual y "los compañeros no participan". Su política es tomar el café todas las tardes con los funcionarios y entre chiste y chiste sacarles alguna concesión con la cual satisfacer a sus dirigidos para lograr los votos que los mantengan en su posición. También para su beneficio personal, por supuesto. Incluso, la aparición de un "sincericida" de vez en cuando les da más oxígeno para negociar esas secundariedades, prometiéndole al poderoso ponerlo en caja.

Lamento reconocer que me ganaron pero experiencias como estas me condujeron a pensar que la militancia honesta, por más que se apliquen conceptos de conducción política y vayan detrás de ideas justas, es otra de las tantas luchas de egos en la cual es inútil embarcarse. ¡Es tan fácilmente corruptible la gente! ¡Con tanta ligereza justifican sus traiciones! ¡Sus convicciones son tan lábiles! Se pelean por mínimas porciones de poder y cualquier diferencia es óbice para independizarse en una republiqueta aparte.

Quienes demuestran algo de solidaridad y sensibilidad están muy alejados del "hombre nuevo", ese capaz de inmolarse en pos del conjunto, el que proponía el Che y de los que tantos burguesitos cobardes hoy se burlan. Poco quieren dar, poco quieren ceder. Por eso, hoy por hoy, creo que la única salida digna que nos queda es trabajar en organizaciones solidarias, cuanto más efectivas, independientes y anónimas mejor, sin alimentar la egolatría ni el interés propio de ningún dirigente.

Mis reacciones ante cosas injustas me acompañan en el tiempo. No se si es una culpa religiosa o un vestigio de sensibilidad. Es algo sanguíneo y todavía lucho por controlarlas. Tampoco se para que me sirvieron ni servirán, porque no cambian nada ni a nadie.

Varias veces me he bajado del auto para reclamarle a otro conductor no respetar las señales de tránsito y poner a los demás en riesgo. Aunque todos me adviertan que es peligroso porque en Buenos Aires normalmente los más irrespetuosos de la convivencia están crispados o alardean de alguna impunidad. Quizás el día que me toque ser víctima de un robo o una provocación patotera, o ser testigo de una agresión a un indefenso, mi propia reacción -seguramente destemplada- me enviará al cadalso. Me cuesta aún medir las consecuencias: cuando engrano, redoblo la apuesta, "escapo para adelante".

Alardear de alguna ventaja es lo que hacen los "barras" en las canchas, los "excluídos" que violentan a los "incluídos", los de arriba, empresarios y funcionarios. Cuando no se tienen barreras morales, cualquiera refriega su cuota de poder al de abajo. El portero de edificio extorsiona a los consorcistas. Un sodero corre a tiros al competidor que le robó un cliente. El gremio le quema la panadería a uno que bajó los precios demasiado o le cobra una cuota "por seguridad" al comerciante. La vieja fábula del gallinero. Ellos encuentran alguna herramienta que oculte su profunda cobardía, los haga creerse valientes, mantenga sus privilegios o simplemente les permita sobrevivir en la jungla. Quizás ni necesiten justificárselo.

Como dijera el filósofo quemero Ringo Bonavena, la experiencia es un peine que te alcanzan cuando te quedaste pelado. Después de lo vivido, del análisis y la síntesis, queda algo así como la nada, el desengaño. Por eso vamos agregando ladrillos en la pared, para poder sobrevivir a esta locura. Horanosaurus.

Porqué no votar más a Cristina Kirchner



Se vienen las elecciones. Ahora nomás, ese invento de nuestros descolgados legisladores llamado “primarias” o “internas abiertas”. Treinta mil ciudadanos (¡) que aspiran a un cargo intentarán birlarnos el voto. No nos olvidarán de inmediato esta vez, porque necesitan el definitivo en octubre.

No podemos dejar de reconocer que uno de los logros de esta sucesión de gobiernos Kirchner es una estabilidad económica impensable en otros tiempos, sea por el viento de cola de los precios agrícolas y/o por mérito propio. Resulta increíble ver por los medios que las crisis ocurren en otros lados del mundo sin rozarnos.

No menos valioso es que hayan logrado acallar las recetas de los agoreros gurúes vernáculos (Broda, Avila, Artana, Carlos Rodríguez, FIEL y toda esa lacra), socios económicos de la predación, que nos esquilmaron en los noventa de la mano del demoníaco riojano. Tenerlos alejados del poder, además, resulta útil para nuestra salud mental. Porque los mismos que hoy se desgarran las vestiduras por la pobreza en la Exposición Rural, los principales medios y otros foros conservadores, son -curiosamente- los egoístas que la generaron en la Argentina: no cabe duda que con ellos los trabajadores estaríamos peor.

También hoy es verdad que, luego de tantos vendavales, el peso de nuestra deuda externa es relativamente menor a la que tienen los mismos norteamericanos y que lograron que las tramposas líneas de crédito de los organismos financieros internacionales queden en el olvido. Y que de la mano de esta política económica más productiva, el flagelo de la desocupación disminuyó. Pero cualquier estadística confirma que el reparto de los beneficios de esta época de bonanza no fue destinado mayoritamente al sector trabajador, que sigue penando con la inflación.

Es plausible la aplicación de los planes que subsidian a las familias con desempleo porque lisa y llanamente combaten la miseria, y el hambre de nadie puede esperar. Pero habría que limitar los efectos secundarios del clientelismo que fomenta. Subsidiar nunca igualará a los ciudadanos: los peronistas deberían haber aprendido ya aquello de “el trabajo dignifica”.


Todos tenemos miedo a los cambios. Escucho a algunos decir: "Y sino, ¿a quién voto?". Claro está, la gran mayoría de los candidatos de la oposición tampoco son confiables ( aunque a mi me alcance con los tres potables que hay). Parece repetirse eso que sucedió en la reelección de Nemen cuando la gente le dió "voto cuota”: todo el mundo tiene en claro que nos están robando pero a nadie parece importarle (1).


Otra vez aquello de “roban pero hacen”. Un indicio que la escala de valores de nuestra sociedad está desordenada. Quizás como producto de los sobresaltos que genéticamente incorporamos los argentinos (la violencia de los 70, el rodrigazo, la hiperinflación, el "salariazo" devenido desocupación galopante, los saqueos, etc. etc.)

Todo parece indicar que Cristina Kirchner ganará cómodamente en octubre. Pero ¿podemos seguir permitiendo que en esta sociedad sólo triunfen los corruptos y los que trabajan honestamente no tengamos más chances que sobrevivir?

¿Cómo podemos mejorar nuestra democracia sino es apostando por un cambio? Votar por lo mismo es darles permiso para continuar con su impunidad. Por eso -aunque esto no lo lea nadie y muera en un ejercicio de autoafirmación- propongo humildemente que no darle el voto al oficialismo. Para que no sigan burlándose de las leyes y manejando la justicia a su favor. Porque lo que se roban no es un chiste menor y se traduce en chicos muertos de hambre: eso que nos negamos a aceptar y ver.

Por si fuera poco, estos pichones de reformistas sin lectura aumentarían su cátedra de política mentirosa en los programas oficialistas de TV hasta niveles insoportables. Necesitarán mayores dósis de iluminismo pseudo-progresista para autocreérselo y justificar un "modelo" que no resiste grandes análisis.

He aquí una treintena de preguntas que al oficialismo no le conviene responder y oculta, suficientes para no regalarles nuestro voto:

* ¿Para que existe un gabinete de ministros si ni siquiera se reúnen sus responsables regularmente con el jefe del Ejecutivo? ¿Cómo pueden las autoridades despreciar tanto el diálogo político con la oposición?


* ¿Porqué políticamente para el gobierno todo es blanco o negro? ¿Porqué todo disenso para el gobierno significa traición al “modelo”? ¿Porqué toda crítica es hacerle “el juego a la derecha”?


* ¿Porqué si lo controlan no existe aún democracia dentro del Partido Justicialista? ¿Porqué Cristina Kirchner dispuso a dedo y sin internas los candidatos para las próximas elecciones en todos los distritos?


* ¿Porqué apañó el gobierno la corrupción del indefendible ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime?


* ¿Cómo puede el ministro De Vido controlar la obra pública de todo el país a su antojo y dejando afuera a los gobernadores no oficialistas? ¿Cómo puede un funcionario manejar en forma directa y sin control más de 6.000 millones de pesos anuales?


* ¿Porqué a tantos años de estar en el poder no pudieron concretar una verdadera política soberana sobre recursos energéticos y tenemos que importar combustibles caros como si no dispusiéramos de ellos?


* ¿Porqué más del 60% de las compras del Estado que deberían ser licitadas son adjudicadas directamente burlando la ley?


* ¿Y el dinero que se robaron de los fondos presidenciales para el viaje a Medio Oriente? ¿Y Felisa Miceli y el sobre con dólares en el baño del Ministerio de Economía?


* ¿Es sólo una casualidad que la Oficina Anticorrupción y la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas no sirvan para nada? ¿Porqué no las cierran directamente?


* ¿Porqué las "recompensas" a los ocupantes ilegales de terrenos y la falta de crédito accesible para la vivienda de los que trabajan honestamente y no tienen oportunidades?


* ¿En ocho años de gobierno no se les ocurrió un plan cooperativo coherente de construcción de viviendas para paliar mínimamente el déficit habitacional nacional?


* ¿Y la invasión de los militantes juveniles de La Cámpora en todas las oficinas del Estado con sueldos astronómicos? ¿Porqué a ocho años de comenzar a gobernar la mayoría de los empleados públicos estatales son contratados casi “en negro”, son no permanentes, carecen de derechos normales esenciales y ganan según el acomodo? ¿Cómo puede el propio Estado fomentarlo o permitirlo?


* Si se autodefinen como un gobierno “progresista”, ¿cuándo planificarán por fin una reforma tributaria equitativa que le saque más al que más tiene? ¿Porqué el sector financiero sigue sin pagar nada al lado de lo que pagan los sectores productivos?


* ¿El drama de la cuenca del Riachuelo no lo piensan solucionar nunca? ¿Porqué indigentes viviendo en la mugre y empresarios que siguen contaminando?


* ¿Entonces la ridícula promesa del tren bala era un gran engaño y no era imprescindible? ¿Le devolvieron la coima a la empresa francesa?


* ¿Y la minería a cielo abierto contaminante de la “amiga” Barrick Gold sin controles? ¿Porqué ese sector todavía está prácticamente exento de tributos?


* ¿Y la falta de planificación de la producción agropecuaria que expulsa a miles de chacareros? ¿Cómo es que el gobierno "ataca" la sojización y en realidad auspicia cada vez su expansión ignorando otras producciones sustentables?


* ¿Cómo pueden promoverse oficialmente los programas "Carne para todos", "Lácteos para todos" y "Cerdo para todos" si cubren menos del 1% del consumo del país? ¿A quienes benefician verdaderamente esos subsidios oficiales?


* ¿Porqué la carne vacuna se convirtió en un artículo de lujo en la mesa de los argentinos mientras el secretario de comercio Guillermo Moreno hace negocios con algunos empresarios del sector? Si convirtió la cadena agroindustrial de la carne en negocio para nadie y es corrupto, ¿porqué mantienen a Moreno en funciones?



* ¿Porqué las empresas concesionarias de los ferrocarriles son subvencionadas millonariamente y los usuarios viajamos peor que animales todos los días? ¿Nunca le darán solución al problema? ¿Y los caros trenes que se compraron a España que se están oxidando en Tucumán y otros talleres?



* ¿Tendrán alguna vez un plan para los indígenas del NOA y el NEA que continúan fuera del sistema? ¿Porqué tampoco tenemos una política demográfica a largo plazo?


* ¿Porqué somos uno de los pocos países sudamericanos sin política inmigratoria? ¿Porqué nuestras fronteras son un verdadero colador? ¿Porqué pueden instalarse en nuestro país inmigrantes con prontuario internacional?


* ¿Porqué maneja el gobierno políticamente la bandera de los DDHH y no permite ninguna discusión ni diálogo? ¿Porqué su bochornosa política de cooptar organismos de DDHH mediante el dinero?


* ¿Porqué permitieron que Hebe Bonafini y las Madres se convirtieran en una empresa constructora otorgándoles más de mil millones de pesos sin control alguno? ¿Quién devuelve la plata que robó Schoklender? Si Hebe les dijo a los obreros cesantes que le reclamaran al doble parricida por sus salarios caídos: ¿alguien del gobierno sabe qué le pasó a su moral?


* ¿Qué mérito mayor al de Schoklender o Ricardo Jaime debe tener un chorro para ir en cana en la Argentina si no están todavía ahí?


* De las coimas del caso Skanska ¿no se sabe más nada tampoco?


* ¿Y los mil millones de la Anses que se no se recuperan jamás en "Fútbol para todos"? ¿Porqué la alianza con el padrino Grondona en la AFA?


* ¿Las valijas de Antonini Wilson estaban vacías entonces?


* ¿Adonde escondieron a la ex funcionaria Romina Picolotti? ¿Sus numerosos familiares siguen siendo ñoquis de la Secretaría de Medio Ambiente? ¿Porqué el gobierno -imitando a los uruguayos- terminó traicionando a los vecinos de Gualeguaychú en su lucha contra la papelera Botnia?


* ¿Y la patota de Guillermo Moreno en el INDEC aliada a UPCN, que terminó echando empleados honestos y poniendo títeres para manejar las estadísticas oficiales a su beneficio?


*¿Todos los casinos del país deben ser para “el amigo” Cristóbal López? ¿Rudy Ulloa y Lázaro Báez también son “empresarios exitosos” que no tienen nada que ver con el gobierno?


* Si persisten en la ilegalidad de extender concesiones sin concursos públicos transparentes, ¿porqué no aceptan sin chistar el mote de “capitalismo de amigos”?


* ¿El dinero del petróleo de Santa Cruz depositado en el exterior fue repatriado alguna vez? ¿Existe aún?


* ¿Y el increíble incremento patrimonial del matrimonio presidencial justificado increíblemente por Oyarbide? ¿Porqué los Kirchner tienen el privilegio de analizar previamente su declaración de bienes con un equipo especializado de la mismísima AFIP que les corrige sus numerosas "inconsistencias"?


* Si Néstor y Cristina Kirchner han sido los presidentes más ricos de toda la historia argentina, ¿hacía falta que fueran beneficiados -junto a sus amigos políticos- con la compra de tierras fiscales en El Calafate al ridículo valor de % 7,50 la hectárea? ¿Para qué quiere una persona tanto dinero?

* ¿Oyarbide, Servini de Cubria, Bonadio, etc. representan a la "justicia independiente" o son "justicia obediente"? ¿Porqué el oficialismo mantiene el statu quo si controla los organismos veedores de los jueces? La plausible recomposición de la Corte Suprema de Justicia no es suficiente si los niveles intermedios conservan la corrupción de siempre.


* ¿Y los subsidios de la Oncca a empresas truchas? ¿Y el subsidio al feedlot de la esposa de Echegaray (el hoy jefe de la AFIP) que no tenía ni una vaca? ¿Y la asociación ilícita montada para quedarse con (mucho más) del diezmo de esas operaciones?


* ¿Quién rinde y quién controla los supermillonarios subsidios a los transportes y la energía que se entregan a las empresas del sector? ¿Qué pasará económicamente en el país cuando el Estado no pueda solventar esa pesada carga? ¿A quién le explotará la bomba en las manos y quién pagará las consecuencias?


* ¿Y el curro de Aerolíneas Argentinas estatizada manejada por el hijo del diputado Héctor Recalde (abogado de Moyano)? ¿Y la existencia durante años de LAFSA -ex LAPA y DINAR- que jamás puso un avión en el aire pero nos costó más de 40 millones de dólares?


* ¿Cuántas reelecciones necesitará el ministro de trabajo Tomada para terminar con el discriminante trabajo en negro?


* ¿Y la inconfesable alianza del gobierno con lo peor de la burocracia sindical traidora de la CGT, cómplice de la mafia de los medicamentos y del asesinato del chico Mariano Ferreyra? ¿Y la vergonzosa intervención del Ministerio de Trabajo para desterrar a la oposición anti-oficialista en la CTA para favorecer al dirigente alcahuete Yasky?


* ¿Cuántos años más de gobierno K harán falta para que la policía deje de ser cómplice del delito y los comisarios se repartan los distritos según su "recaudación"?


* ¿Y los cientos de pistas clandestinas que hay en el país? ¿Y los radares comprados que deberían controlar el cielo aéreo pero solo sirven para controlar por tierra? ¿Porqué nos enteramos de los narcotraficantes cuando descubren sus envíos en el exterior?


* ¿Las autoridades todavía no saben quién cargó una tonelada de cocaína en la base aérea de Morón? ¿Y la encontrada en la estancia del diputado que el PJ defiende celosamente? ¿Cuándo terminarán las investigaciones sobre los reyes de la efedrina y los medicamentos truchos?


Seguramente este relevamiento de reproches es parcial e incompleto. Creo que igual son demasiadas preguntas sobre las cuales un ciudadano crítico no encontrará respuestas claras de los políticos gobernantes o de sus acólitos. O peor aún, posiblemente sean considerados por ellos efectos colaterales o secundarios del manejo del poder en una democracia (2).


Recordemos: la Presidenta ganó las elecciones en 2007 prometiéndonos mayor "institucionalidad", lo que se supone es conducir el gobierno bajo el imperio de la ley. Parece que olvidó la promesa en el camino.


No le demos el premio de reelegirla porque ocho años fueron una muestra suficiente de ineficiencia y porque interpretarán el voto como un permiso para una impunidad mayor.

Como motivo positivo, el antes expuesto de permitirnos aspirar a un salto cualitativo de la democracia, esta vez en la excepcionalidad de una época de bonanza para estos pagos del sur. Horanosaurus.


PD: ya que no tengo grandes garantías sobre mi poder de análisis, me juego a confiar en una intuición: creo que el kirchnerismo se va a llevar -al menos- un gran susto en estas elecciones.

Notas: (1) Para el que no se enteró o no lo intuye, así se llamó al voto de gente conservadora que no deseaba tener sobresaltos económicos externos por un cambio de gobierno, porque se había endeudado en gastos familiares con intereses a pagar.

(2) Un buen sueño para este año podría ser que algún soberbio integrante del panel del oficialista programa de TV "6,7,8" -preferentemente Barone con un detector de mentiras y en vivo- me pueda rebatir todo el listado.


Claro que todo puede ser subjetivo y motivo de análisis políticos parcializados donde las prioridades cambian para cada uno. El economista Claudio Lozano, diputado por la ciudad de Buenos Aires, ex CTA y ex Proyecto Sur, hoy en el frente FAP de Hermes Binner, aporta datos concretos junto a Tomás Raffo y un equipo de colaboradores en estos dos estudios que siguen. El primero referido básicamente a la ineficiencia de los planes sociales implementados por los gobiernos K para combatir la pobreza y confirmando que la concentración de la economía argentina sigue campante como cuando reinaba el liberalismo de los 90. El segundo, desmitificando la supuesta redistribución justa de la riqueza kirchnerista y el crecimiento que tuvieron los salarios durante estos años de viento de cola sojeros. 



http://www.mediafire.com/file/1gzorzho6p0hv29/Claudio_Lozano-678-razones-para-cambiar-el-modelo_K.pdf


http://www.mediafire.com/file/u599a5kaivoxdci/Claudio_Lozano-estudio_del_fifty-fifty.pdf

Unos meses después, el irreprochable Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel en un reportaje de Magdalena Ruiz Guiñazú para Perfil, desnuda con su análisis el anacrónico manejo político del gobierno de Cristina Kirchner para la conservación de nuestros recursos naturales, la defensa de nuestros pueblos originarios, la convivencia democrática con los que piensan distinto y otros temas.

El relato K según Pérez Esquivel: 'Al que no está de acuerdo se lo trata como un enemigo'. El premio Nobel de la Paz denuncia el maltrato recibido por las Madres de Plaza de Mayo que tienen una posición diferente  a la del kirchnerismo. Perfil 22/09/12.