miércoles, 30 de diciembre de 2009

Las inquietantes obras del arquitecto Salamone


                         


 

        

   

 

De arriba hacia abajo, consecutivamente: Saldungaray (cementerio), Gonzáles Cháves (municipalidad y centro cultural), Guaminí (municipalidad), Carhué y Tornquist (municipalidades) y Guaminí (matadero municipal). Las últimas son de la plaza principal de Villa María-Córdoba.

Para el que no conoce el tema, quizás ayude a difundir más el interés que ya provocó en los últimos años: acá van unas fotos personales de algunas obras de los '30 de este arquitecto-ingeniero italiano Francisco Salamone (1897-1959) en la provincia de Buenos Aires. Era el constructor preferido del gobernador bonaerense Fresco (durante la "década infame"), del que obtenía toda la obra pública: municipalidades, plazas, cementerios y algunos puentes, silos y escuelas. También los mataderos, porque eran municipales en aquel entonces. Como corrían tiempos mundiales de fascismo, la idea era que las instituciones públicas impartieran grandeza e impusieran respeto.

Construcciones monumentales, algunas bizarras y fantasmagóricas, contrastando en el medio de la amplia y monótona pampa: Alberdi, Alberti, Leandro N. Alem, Adolfo Alsina, Azul, Balcarce, Cacharí, Carhué, Casbas, Chascomús, Chillar, El Dorado, Epecuén, Adolfo Gonzáles Cháves, Guaminí, Laprida, Lobería, Navarro, Pellegrini, Pilar, Pirovano, Cnel. Pringles, Rauch,Tornsquist, Tres Lomas, Salliqueló, Saldungaray, Puán, Urdampilleta, Vedia, Cnel. Vidal y seguramente alguna otra localidad.

No se contentaba este señor con la construcción en si y sus detalles externos: intervenía también en el diseño, la decoración de interiores y en el mobiliario. ¡Hasta los mingitorios de los baños! Anoten los estilos o etiquetas que le endilgan: art decó, clasicismo monumentalista, expresionismo, futurismo, decorativismo francés, neoplasticismo holandés, constructivismo ruso, funcionalismo racionalista... sincretismo telúrico...

La enorme cantidad de construcciones que hizo las realizó solamente entre 1936 y 1940 y hacía tantos viajes en su avioneta de un lado a otro que en 1938 habría obtenido un récord americano de horas de vuelo, según dicen algunas crónicas.

Otro arquitecto muy activo en aquella época fue Alejandro Bustillo (1889-1982) a quine su hermano ministro de Obras Públicas, José María, le encargó algo realmente "grosso": la urbanización de la costa marplatense que incluyó la rambla, el hotel provincial, el casino y el municipio. Los investigadores rescataron dos frases corrientes durante aquellos años: "Lo que Fresco dispone, construye Salamone" y "No se mueve un ladrillo sin que lo diga Bustillo". Bajo la dirección de otro hermano suyo, Exequiel, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, ganó por concurso la obra sistemática del mismo, que incluía el Centro Cívico, el hotel Llao Llao, las capillas, el planeamiento de villas, etc. Curiosamente, también diseñó la propia casa de campo del gobernador Fresco. No obstante, Alejandro Bustillo, prolífico hacedor también del monumental Banco Nación frente a la estratégica Plaza de Mayo de la ciudad de Buenos Aires  y de decenas de estancias bonaerenses y edificios porteños, etc. dijo no haber cobrado nada por la mayoría de sus creaciones para el Estado. Como ven, Bustillo merece una recorrida aparte.

Si se meten en Google con solo el apellido "Salamone" y buscan más imágenes, tienen cientos de fotos y también hay descripciones biográficas muy completas e interesantes. Díganme luego si no es correcto que haya sido bautizado por algunos  como "inquietante arquitecto de las pampas" o "el arquitecto de la piedra líquida" (así se le llamaba al novedoso cemento en aquel entonces).

Ya se habla de una especie de "logia salamónica" de fanas intercambiando información sobre el ítalo-argentino: hay muchos historiadores y especialistas sobre el tema y hasta vienen europeos a recorrer pueblos bonaerenses exclusivamente para ver sus obras (algunas están en desuso-abandonadas, principalmente los viejos mataderos, como el de Carhué que quedó un tiempo bajo el agua salada de la laguna Epecuén). Aquí abajo hay algunos links a artículos que le brindaron periódicos nacionales y a dos blog que me parecieron muy buenos.

Como por mi trabajo en frigoríficos viajo bastante por todas las provincias, especialmente por Buenos Aires, pude conocer varias construcciones de Salamone. Empecé a intrigarme en Villa María-Córdoba cuando vi la plaza y el ex matadero municipal que parecía un museo (aunque no sería de su autoría) y luego Laprida-B.A. (el cementerio en el medio del campo tiene una cruz de ¡20 m. de altura!). No conocí todos los mataderos que construyó por dentro -tarea difícil- como para sacar conclusiones tajantes de sus diseños pero, a poco de ver, algunas soluciones resultarían hoy poco operativas, por ejemplo las rieleras con recorridos curvos.

En noviembre de 2007 se realizó en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires una interesante exposición de fotográfica de las obras del arquitecto  ("Salamone, la consagración. Monumental art-decó en las pampas"), con producciones de Bebe Tesio y Gabriel Cano. 

Algunos artículos periodísticos y sitios web que sugiero para ampliar la info:


Les dejo un beso en la reja. Horanosaurus.

OTRAS ENTRADAS DEL BLOG RELACIONADAS (con más fotos):


Ah! Para no despreciar:


Nota: gracias a mi amigo Alberto Marcora por compartir ésta y otras curiosidades y aportar las fotos de Saldungaray y Guaminí a la colección.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Ultimos asaditos argentos!


¡Esto se está poniendo grave! Hace unos años unos científicos hinchapelotas de países industrializados del primer mundo se dieron cuenta que las vaquitas pastando en las verdes praderas contaminan con sus eructos y flatulencias como si fueran autos gasoleros.

El metano que producen estas locas contamina 21 veces más que el dióxido de carbono tan común en nuestras ciudades. Encima comprobaron que los vacunos que funcionan a pasto -postal tan normal en las pampas argentinas- contaminan más que los confinados en los feedlots (*). 

Las acusaciones de los ecologistas avanzan a pasos agigantados y amenazan nuestro más preciado valor gastronómico: el asadito criollo. Pronto los facistas veganos y los de Greenpeace empezarán a perseguir por contaminar el ambiente no solo a los ganaderos sino también a todos los consumidores. No quieren ser menos que nuestros políticos, que persiguen el mismo fin jodiendo cada vez más nuestro poder adquisitivo.

La ofensiva es tan real que en Nueva Zelanda el gobierno intentó hace unos años aplicar el "flatulence tax" (impuesto a las flatulencias) a los ganaderos para reducir la emisión de metano contaminante. La idea finalmente no prosperó. ¿Se imaginan la crisis política que tendríamos en la Argentina si eso ocurriera aquí?

Recuerden también el tironeo de la Resolución 125 de Losteau para las retenciones a la soja. Los señores de las 4x4 querían terminar con eso de la comida proteica barata para el vulgo y los dueños de la democracia (nuestros mediocres políticos), expertos en eso de meter la mano en el bolsillo ajeno, apretaron a los ganaderos hasta asfixiar la cadena productiva. Estalló entonces una crisis en medio de la abundancia: un negocio para nadie.

Abajo anexo buenos artículos relacionados con la contaminación atribuída a la producción vacuna, que desbaratan las teorías alarmistas. Señores del primer mundo: antes de acusar a los países del suburbio limpien su ropa manchada de sangre. Horanosaurus.

PD: por primera vez me pongo contento de no ser estanciero. ¡Al menos no siento culpa de contribuir al calentamiento global!

PD1: ¡No, no lo repitan más! Las hamburguesas de McDonalds no están hechas con lombrices. Lo desmiente el simple hecho que resultarían mucho más caras que las de origen vacuno. Pero tampoco nunca me convencerá el marketing trucho utilizado por las marcas más reconocidas, que ese producto apelmazado proviene de cortes vacunos de valor de reses de animales rozagantes. ¡Lo sacan de los colgajos! Además: ¿nunca pensaron que -siendo de un valor nutricional tan diferente- pagamos el valor del Kg. de hamburguesa casi tan caro como el Kg. de lomo?

PD2: podemos probar hacernos vegetarianos o rebajar gradualmente los 70 Kg. carne vacuna/habitante.año que comíamos hasta hace poco (¡récord mundial!). Pasado el tiempo, el patotero secretario de Comercio Guillermo Moreno logró que bajáramos ese nivel a 53 Kg. por año. ¿Lo habrá hecho en defensa de nuestra alimentación balanceada?

PD3: señores vegetarianos, no se sientan impunes: Uds. también comen seres vivos, solo que no mugen ni pían! Por favor lean la entrada "Vegetarianos truchos-ahora flexitarianos" con el artículo de la Revista Ñ ("Las plantas también lloran") y otros más para destruir sus débiles principios éticos y biológicos. Déjense de snobismos y dediquen sus energías a hacer una revolución por los desposeídos, que sería más útil.

PD4: era previsible que en algún momento los precios de la hacienda y la carne volaran por los aires -por la ineficiente política oficial- para alegría de los ganaderos que quedaron en pie (quedaron menos vientres, hay escasa oferta/febrero 2010). Eso también ayudará efectivamente al fin de nuestros asaditos. Lo loco es que ahora, con buenos precios, pocos están contentos: los frigoríficos no consiguen hacienda y venden menos a las carnicerías porque los consumidores no convalidan los precios. El gobierno sigue autista y no se le ocurre más que impedir exportaciones para que se vuelque la producción al mercado interno (los frigoríficos especializados en exportar no pueden cubrir costos y suspenden personal y cierran plantas). La historia de la carne vacuna en la Argentina siempre-siempre continúa.

(*) Los mismos que el gobierno kirchnerista subsidia -canallescamente- en forma más onerosa para el país que los planes familia para la gente. ¿Cómo? ¿Tampoco te enteraste de este afano? Para el que tampoco lo sabe, los "feedlots" consisten en encerrar mucho ganado en poca superficie, moverlo poco y alimentarlo intensivamente en base a granos, en vez de pasto. Cómo el precio internacional de los granos es relativamente alto, al gobierno kirchnerista se le ocurrió compensar con subsidios esa modalidad para que no faltara carne en el mercado, porque de lo contrario sería una actividad deficitaria. Y la oferta de carne a pasto no alcanzaba para contener los precios de mostrador porque durante los últimos años el tradicional engorde a pasto fue desplazado a tierras de menor valor y productividad por el boom del cultivo de soja.

El gobierno dispuso subsidiar a partir del año 2008 la producción de ganado alimentado con granos en feedlots, para que los precios de la carne en el mercado interno no le causara reclamos. Lo hizo por intermedio del abogado Ricardo Echegaray y un grupo de secuaces, que se apropiaron del preexistente organismo ONCCA, aprovechando su falta de estructura legal, más fácilmente manipulable.

¿Ustedes sabían que para que se engordara un vacuno en un feedlot el gobierno le daba al empresario más dinero que a un adjudicatario de un plan Trabajar? Claro que el importe incluía también el porcentaje de coima correspondiente para el político, necesario para que el subsidio pudiera cobrarse. Debido a las denuncias, la triste fiesta se suspendió en marzo de 2010 de la peor manera: la presidente Cristina Kirchner decretó el cierre del organismo para esconder la basura bajo la alfombra y no hubo ningún culpable para la justicia. El nefasto Ricardo Echegaray -encima- fue premiado, ascendiendo a jefe de la AFIP: el zorro al cuidado del gallinero.

Los feedlots crecieron en esa época como hongos. Fueron miles de millones de pesos repartidos sin control que le sirvieron al gobierno como caja política del kirchnerismo, autodenominado "proyecto nacional y popular". Diría yo, proyecto nacional de la corrupción. Lean las entradas referidas a la ONCCA, en este mismo blog, o directamente el libro "Fuera de control" de Matías Longoni, si les interesa el tema. 

Evalúan diferentes estrategias para modificar la alimentación de los animales, mejorar la eficiencia de la digestión y disminuir las emisiones de metano. ON 24-Agro. 15/03/12.

Investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) evalúan cómo disminuir los gases de efecto invernadero que genera la ganadería a partir de modificaciones en la dieta de los rumiantes, que son los principales animales emisores de metano, un gas que tiene un poder de calentamiento global 25 veces mayor al dióxido de carbono.

Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), la Argentina ocupa el puesto Nº 33 en el ranking mundial de países emisores de gases de efecto invernadero. El sector agropecuario contribuiría con el 44% de esas emisiones, de las cuales 23% provienen de la ganadería.

“Estudiamos las diferencias que la ingestión de plantas forrajeras tendrían sobre la producción de metano, generado por microorganismos presentes en el rumen de bovinos y ovinos. Estos animales son responsables del 75% de las 80 millones de toneladas de metano que genera por año la ganadería en el mundo”, explicó Gustavo Jaurena, docente de la cátedra de Nutrición y Alimentación Animal de la FAUBA.


“Estamos evaluando los mecanismos subyacentes del fenómeno para derivar posibles estrategias de alimentación, modificando la composición de las dietas, utilizando aditivos o incluso variando la composición de la planta por técnicas de biotecnología”, agregó.


Las investigaciones comenzaron hace cuatro años y son dirigidas por el grupo de Nutrición de Rumiantes de la FAUBA. “Trabajamos con ovejas como modelo animal, a partir de las cuales obtenemos los microorganismos ruminales para efectuar estudios de digestión in vitro”, dijo Juan Manuel Cantet, investigador de FAUBA y becario del Conicet, quien lleva adelante su tesis doctoral sobre este tema.


Los estudios de la FAUBA ya arrojaron algunas conclusiones. Al respecto, el investigador explicó que los sistemas ganaderos basados en alimentación pastoril producen más metano por animal que los sistemas de alimentación intensivos con granos. “Si bien uno de los mecanismos para reducir el gas es agregar granos a la ración, en muchos lugares esta no es la mejor solución, por cuestiones económicas y sociales”. Por esa razón, se propone mejorar la calidad y eficiencia en el uso del forraje, como estrategia para reducir las emisiones de gas metano. Por ejemplo, Cantet detalló que existen ciertos compuestos secundarios de los forrajes tropicales (también llamados megatérmicos) que naturalmente actúan como mecanismos de defensa de la planta y evitan su depredación por herbívoros, pero que suministrados en pequeñas dosis pueden disminuir el metano producido en la fermentación, sin alterar el consumo ni la digestibilidad.


Esta afirmación es el resultado de las investigaciones que realiza desde la FAUBA, para analizar el impacto del agregado de estos compuestos secundarios aislados (taninos, saponinas y aceites esenciales) a dietas basadas en forrajeras tropicales sobre la productividad animal y la emisión de gases con efecto invernadero.


“Recién estamos empezando a tener los primeros resultados. Además, queremos monitorear con experimentos in vivo, para respaldar la información que obtenemos in vitro”, adelantó Jaurena, quien además es el director de la tesis de Cantet.


Inventario de gases. 
Las evaluaciones de la FAUBA permitirán aumentar la exactitud de las mediciones de gases de efecto invernadero de la Argentina y precisar mejor la magnitud de los inventarios. “En los próximos años, el objetivo es trabajar en conjunto entre la FAUBA, instituciones tecnológicas como el INTA y AACREA, y otras gubernamentales como el Ministerio de Agricultura de la Nación, para elaborar un inventario de emisiones de gases de efecto invernadero derivados de la ganadería argentina”, dijo Darío Colombatto, docente de la cátedra de Bovinos de Carne de la FAUBA e investigador del Conicet.

“La principal ventaja de este trabajo va a consistir en saber bien dónde estamos parados. Una vez que conozcamos en detalle qué emisiones de gases de efecto invernadero genera la ganadería, los trabajos continúan: en el caso del metano, hay formas de mitigar esas emisiones para que, por un lado, tengamos un efecto favorable sobre el medio ambiente y, por el otro, podamos aumentar la eficiencia productiva de los rodeos y obtener más litros de leche o kilos de carne por unidad de gas generado”, agregó.


Por último, Colombatto advirtió que las emisiones de gases de efecto invernadero deben ser vistas como parte de un sistema: “Podemos tratar de minimizar las emisiones de metano a través de ciertas estrategias, pero al mismo tiempo podríamos estar aumentando las emisiones de óxido nitroso (un gas que es 300 veces más potente que el CO2), con lo cual el balance puede ser neutro o negativo en términos de emisiones totales. Por eso es importante abordar el tema desde un enfoque sistémico, que también incluye las emisiones de la agricultura, el impacto sobre la biodiversidad, el uso de la tierra y el aporte de los químicos al sistema, entre otros aspectos”, finalizó.


INTA Informa Número 574 - 23 de diciembre de 2009
Cómo la ganadería afecta el cambio climático

La "vaca mochilera": una tecnología para mitigar las emisiones contaminantes

Imagínese una vaca pero, como dice la canción infantil, no una cualquiera. Sobre su lomo, lleva una colorida "mochila" plástica donde se almacenan los gases que produce en sus estómagos.


Esta novedosa forma de recolectar y medir los gases ruminales, que de otro modo serían expedidos en forma de eructos, fue desarrollada por el grupo de Determinación de Gases de Efecto Invernadero del Centro de Investigación en Ciencias Veterinarias y Agronómicas –INTA Castelar–. Coordinado por Guillermo Berra, ese equipo trabaja desde 1996 para evaluar los efectos de las actividades agrícola-ganaderas sobre el calentamiento global, plantear diferentes formas de mitigación y contabilizar los niveles de gases de efecto invernadero (GEI) para el inventario del Protocolo de Kioto (PK). En esta línea, son los responsables del sector ganadero en las comunicaciones nacionales en las que se estiman las emisiones de metano y óxido nitroso generado por los vacas, de acuerdo con los compromisos asumidos por el país a ratificar el PK.


El método desarrollado, además de efectivo, es tan innovador que fue seleccionado por la revista estadounidense Popular Science como una de las escenas más sorprendentes del mundo de la ciencia de 2009.


"Este sistema telemétrico, que registra y cuantifica online los gases generados en el rumen de los bovinos, permitiría evaluar las emisiones de GEI en los diferentes sistemas productivos, a los efectos de elaborar políticas de reducción de emisiones", expresó Berra. Además, agregó que "puede ser monitoreado desde cualquier lugar del mundo, ya que la información generada es subida a un servidor y queda disponible en Internet".


Pero, ¿cómo funciona? "Consiste en un sistema electrónico, instalado con un arnés en la región dorsal del bovino. Se acopla, mediante microfístulas ruminales, a un sistema de cánulas comunicadas directamente con el interior del rumen, donde se forman los gases que contienen metano", explicó el técnico del INTA. Esos gases, producto de la fermentación del alimento ingerido, son emitidos hacia el exterior a través de las cánulas, que cuentan con válvulas unidireccionales para evitar su reingreso al rumen. Luego, un sensor de flujo mide el volumen de gas emitido y envía una señal que, vía Internet, permite su registro en una computadora.


La ganadería argentina, después del rubro energético, es la actividad que genera mayor emisión de GEI en el país. Y tanto que alguien, con buen tino, definió a la vaca como "una cuba de fermentación con patas". De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los rumiantes producen el 18% del las emisiones mundiales.


De hecho, el ganado bovino es responsable del 35% de las emisiones totales de gases contaminantes de la Argentina, de las que corresponden un 52% de óxido nitroso (N20) y un 48% de metano (CH4). Una vaca de unos 550 kilos puede emitir entre 800 y 1.000 litros diarios de gases –con un 25-30% de CH4–. La cifra adquiere dimensiones significativas si se consideran las 55 millones de vacas que pueblan el territorio nacional.


"La comunidad mundial busca mecanismos para reducir la emisiones GEI y establecer medidas de mitigación, que eviten las consecuencias del cambio climático", dijo Berra. El calentamiento global, uno de los grandes temas de este siglo, protagonizó la agenda internacional durante la XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático, celebrada recientemente en Copenhague, Dinamarca, que buscò acordar un reemplazo del PK para reducir las emisiones de diòxido de carbono.


Opinión

Ganadería extensiva sustentable

Por Pablo Preliasco (ingeniero agrónomo responsable de ganadería sustentable de la Fundación Vida Silvestre Argentina). La Nación Campo. 16 de octubre de 2010.

El calentamiento global es uno de los principales problemas ambientales y debemos trabajar urgentemente para implementar acciones humanas más sustentables.

Las actividades productivas primarias, como las agropecuarias, no se quedan afuera, de allí que resulta muy saludable que se den debates como el que tuvo lugar en el XVIII Congreso Mundial de la Carne realizado recientemente en Buenos Aires.

La Fundación Vida Silvestre Argentina considera que la ganadería extensiva pastoril -que se realiza en los pastizales y sabanas templadas del Mercosur- tiene un rol fundamental en la sustentabilidad del sector.

Se cometen dos errores claves al condenar a la ganadería extensiva pastoril como poco sustentable por el supuesto aporte que realiza al calentamiento global. Uno relacionado con la escala global de análisis, y el otro, con la omisión de otros aspectos de la sustentabilidad.

El eje ambiental parecería pasar sólo por conseguir una baja emisión de gases de efecto invernadero. Pero éste involucra otras variables de gran importancia, como la conservación del suelo y del agua, otros servicios ambientales del ecosistema y la conservación de la biodiversidad.

En este marco, las emisiones pasan a ser un aspecto importante a considerar, pero no el único.

Valor sociocultural. La ganadería extensiva sobre pastizales naturales con un bajo porcentaje de reemplazo por forrajes cultivados, además de ser la mejor manera de conservar la biodiversidad y sostener los servicios ecosistémicos, es una manera de mantener a la población rural en el campo, otorgando valor a los aspectos socioculturales de la región, otro eje clave de la sustentabilidad. Entonces, ¿dónde debemos poner el ojo en relación a la ganadería y su participación en el calentamiento global?:

1) El correcto y eficiente manejo del pastizal en los sistemas ganaderos de tipo extensivos permite retener en el suelo el carbono que siempre estuvo allí, conservar la fauna y flora del pastizal, y producir carne con alta eficiencia energética. Esto tiene el precio de la emisión de gas metano, pero lo podemos disminuir y diluir a través de aumentar la eficiencia del stock y mejorar la dieta.

En este sentido, Vida Silvestre con Aves Argentinas, Alianza del Pastizal y el apoyo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), realizó una Guía de Buenas Prácticas Ganaderas para optimizar estos aspectos (puede descargarse de www.vidasilvestre.org.ar).

2) En lo que respecta a los feedlots, si bien en ellos encontramos menor emisión de metano, la hay de otros gases de efecto invernadero como el óxido nitroso que es 14 veces más activo, y conllevan un elevado uso de recursos energéticos por la utilización de fletes y labranzas para la alimentación. A su vez, quitan nutrientes de áreas agrícolas hacia el corral acentuando las pérdidas de fertilidad de los suelos y la contaminación.

La menor eficiencia de conversión del alimento en producto que tienen los rumiantes suma otra razón a favor de los sistemas pastoriles contra los feedlots.

No deberíamos usar tierras agrícolas para producir alimentos de alta calidad para rumiantes, sino producirlos para humanos y, en segundo lugar, para monogástricos, lechería y suplementación estratégica a campo.

3) La ganadería con reemplazo de áreas de monte o boscosas, debe ser evitada, ya que libera el carbono fijado en la vegetación arbórea y el suelo, y provoca impactos sobre otros aspectos del eje ambiental de la sustentabilidad.

POR QUE COMER CARNES

Red Alimentaria Americarne (16-02-2009) La carne en sus diferentes formas es uno de los alimentos indispensables, ya que proporciona los aminoácidos esenciales que necesita el organismo.

Las proteínas son grandes moléculas que constituyen la materia viviente y cumplen diferentes funciones: transportan oxígeno y alimentos a los diferentes tejidos, conforman anticuerpos, aceleran o retardan determinadas reacciones del metabolismo de un ser vivo y forman parte de la estructura de los cuerpos vivos.

Estas macromoléculas están formadas por una cadena de unidades básicas llamadas aminoácidos. Los aminoácidos naturales son alrededor de 20 y se combinan entre sí en largas cadenas de más de 200 unidades. Entre estos aminoácidos mencionados existen algunos que se consideran esenciales porque deben ser ingeridos a través de la alimentación ya que el organismo vivo no los puede sintetizar.

Aquellos que el organismo puede sintetizar se denominan “no esenciales”. Esta abundancia de proteínas que conforman a un ser vivo debe ser sostenida durante toda la vida mediante una alimentación que proporcione las sustancias necesarias para mantener la salud.

Cuando la dieta resulta desequilibrada o insuficiente la falta de los aminoácidos altera el estado de salud y determinados tejidos se verán incapacitados de renovarse, con la consiguiente degradación de los sistemas. Si bien el organismo vivo puede ir amortiguando lentamente esta situación, la continuidad de una dieta insuficiente puede llegar a provocar distinto tipo de enfermedades.

La carne en sus diferentes formas es uno de los alimentos indispensables, nos proporciona los aminoácidos y sobre todo los esenciales. Por supuesto que la ingesta deberá mantener un equilibrio con el resto de los alimentos, pero en una buena dieta no puede faltar carne.

La carne es el alimento más rico en proteínas y si bien aporta grasas, que en exceso son dañinas para la salud, si la proporción de grasa se mantiene dentro 3% al 5% se considera un alimento saludable. Si el porcentaje de grasa se hace mayor, puede resultar dañina, de modo que hay que tratar de consumir cortes de carne con poca grasa. Aquellos países donde el consumo de carne se asocia con gran cantidad de grasa tienen un alto porcentaje de enfermedades cardiovasculares.

Las carnes blancas (pollo y pescado) son concentrados de proteínas con bajo valor de grasa de modo que muchas veces resultan convenientes, ya que su incorporación a la dieta permite disminuir la ingesta de carnes rojas. Con respecto al colesterol ambas tienen aproximadamente la misma cantidad. Una de las carnes de menor contenido graso es la de conejo, pero no es la que más se consume en nuestro país.

Existen opiniones sumamente controvertidas con respecto al consumo de carnes. Algunos las consideran sumamente peligrosas y portadoras de enfermedades. Pero lo cierto es que necesitamos las proteínas animales por el aporte de aminoácidos esenciales que nos aportan.

Para mantener una dieta equilibrada, es importante que el consumo de carne no supere al de los vegetales e hidratos de carbono. En general se manejan los siguientes porcentajes en cuanto al consumo de alimentos: 60% harinas y legumbres (hidratos de carbono), 15 % verduras y frutas, 15 % carnes y 10 % de alimentos grasos (necesarios para el balance energético).

Carne y colesterol. Sabemos que existen dos tipos de colesterol. El colesterol "bueno" (HDL) es el de alta densidad, que protege y sostiene a los tejidos del cuerpo vivo. El colesterol "malo" (LDL) es el de baja densidad, que es capaz de depositarse en las arterias, bloquearlas o taparlas al formar placas o ateromas que provocan la ateroesclerosis que es la causa más importante de los ataques cardiacos.

Con respecto a los límites del colesterol en sangre mucho depende del criterio del profesional, pero deben mantenerse alrededor de 200 mg/dl para ser considerado normal. A medida que este valor sube, aumenta el riesgo de ataques cardiacos.

El equilibrio adecuado muchas veces se logra en forma espontánea, pero siempre es conveniente una dieta adecuada para evitar desajustes en determinados momentos de la vida. El colesterol tiene dos vías de ingreso al organismo:

1. Vía alimentación: lo contienen el huevo, la carne (sobre todo la roja), los lácteos.

2. Vía metabólica: lo sintetiza el propio individuo.

Existe un equilibrio entre el colesterol que se genera por vía metabólica y el que entra por alimentación, ya que cuando una sube el otro disminuye.

Fuente: Agencia CyTA-Instituto Leloir

BONUS TRACK definitivo:

La Nacıon Opinión 31/08/19

Por: Ernesto Viglizzo-Investigador del Conicet, exinvestigador del INTA, miembro de GPS.

Hace unas semanas, activistas veganos irrumpieron en la pista central de la Exposición Rural para protestar. Activistas de Greenpeace desplegaron carteles en el mismo lugar. Hay empresas emergentes que promueven la carne artificial ("vegetal" o "cultivada" en laboratorio). Médicos, científicos y medios nos hablan de un riesgo para la salud. El villano se repite en todas las historias: el vacuno. Un informe reciente de las Naciones Unidas nos advierte que si no reducimos drásticamente el consumo de carnes, el clima del planeta colapsará. Inevitable preocupación entre los que producen y exportan carne vacuna.

El trabajo, elaborado por científicos prestigiosos y reconocidos internacionalmente, impresiona por su contundencia: la producción agropecuaria en general y la ganadería bovina en particular desertifican nuestros suelos, destruyen bosques, demandan cantidades crecientes de tierra y agua, y aumentan las emisiones de carbono hacia la atmósfera, acelerando el calentamiento global. En realidad, la historia no es nueva. Estas advertencias circularon en un libro -tan impactante como criticado- que la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, según sus siglas en inglés) publicó en 2006 y que tituló La larga sombra del ganado.

¿Hacia dónde apunta el dedo acusador? A los países que producen y exportan más alimentos que bienes industriales. La suspicacia es inevitable: ¿no nos inducen a desviar la mirada de los verdaderos responsables, de los países industrializados que emiten más del 80% de los gases causantes del efecto invernadero? ¿No estamos cargando gratuitamente con culpas ajenas? ¿No será este un disparador de políticas proteccionistas? Los propios reportes científicos de las Naciones Unidas indican que la ganadería explicaría entre el 13 y 15% de las emisiones globales de carbono. Por lo tanto, el 85-87% es emitido por otros sectores (energético, industrial, residencial, etc.) que pesan mucho en el mundo industrializado.

Entonces, consumiendo menos carne, ¿vamos salvar el planeta? Es un falso dilema que demoniza al ganado, dispara dogmas y confunde a la opinión pública. ¿Cuál es la situación en la Argentina? Si tomamos las estadísticas de la FAO o del Banco Mundial (son de acceso libre), encontraremos que las emisiones totales de nuestro país solo representan el 0,6 % de las emisiones mundiales; ¡menos del 1%...! Y las emisiones del ganado bovino no llegan siquiera al 0,1% de lo que se emite en el planeta. ¡El bife argentino no juega ni jugará nunca en la liga mayor de los emisores globales...!

La disponibilidad de tierra y agua es un problema en países industrializados y densamente poblados, pero no en el nuestro. Producimos carne en los todos los ambientes y hemos adaptado nuestra producción a una diversidad de climas y suelos. La lluvia es el principal insumo (en más de un 90%) que modula el potencial productivo de nuestros sistemas. El sector ganadero no necesita competir por el agua con otros sectores sociales, como el urbano o el industrial. Eso pasa en países de alta densidad demográfica y desarrollo industrial, pero no en el nuestro. La "creciente presión de la ganadería sobre la tierra y el agua" no se aplica en nuestro país.

Claro que en la Argentina hay tierras áridas y semiáridas degradadas por sobrepastoreo. Pero es consecuencia de una realidad inevitable: los rumiantes se asientan en ellas debido a su capacidad para digerir fibras forrajeras inutilizables por otras especies. Y como falta agua, es utópico pensar que se puede sustituir la ganadería por la agricultura. Erradicar el ganado pondría en riesgo, además, la supervivencia del poblador local, forzando su migración hacia centros urbanos. Pero aun esas tierras degradadas, de baja productividad y arbustizadas, tienen capacidad para capturar y almacenar carbono en el suelo.

Otra generalización luce infundada: que la ganadería destruye nuestros bosques. No somos un país forestal. Apenas el 8-9% del territorio está cubierto por bosques, en claro contraste con Brasil (56%) y Paraguay (36%). Luego de alcanzar un pico en 2008, hoy nuestra tasa anual de deforestación decayó en un 70% después de la sanción de la ley de bosques. Y de acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, según sus siglas en inglés), solo un 20% se destinó a producción de carne. El 80% restante fue a cultivos de cosecha. ¿Cuál es hoy nuestra tasa anual de carbono emitido por deforestación? Apenas un 0,00036% de las emisiones globales.

Pero hay una pregunta más básica que motiva esta nota: ¿qué diferencia hay entre los sistemas intensivos del hemisferio norte y los nuestros? Admitamos que nuestros novillos emiten en su vida tanto carbono como aquellos. Pero ambos integran sistemas de producción y procesos productivos distintos. Los del norte, con alta densidad de animales en confinamiento; los del hemisferio sur, con baja carga en pastoreo. Y donde hay pastizales y pasturas hay fotosíntesis y hay captura de carbono. ¿Realmente lo almacenamos en el suelo?
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, según sus siglas en inglés) asume que las tierras de pastoreo no secuestran carbono. Nuestros estudios sugieren otra cosa: que nuestros sistemas ganaderos estarían generando un balance de carbono positivo, que ayuda a mitigar emisiones y valoriza la huella ambiental de nuestras carnes. Y abre las puertas al mercado de carbono y a la certificación de nuestros procesos.


En síntesis, el bife argentino no tiene manera de afectar negativamente al clima del planeta porque no "mueve la aguja del amperímetro". Si saltamos escalas y extrapolamos con ligereza los datos genéricos de informes globales a nuestros sistemas de producción, generamos una señal tan negativa como riesgosa hacia dentro y hacia fuera de nuestras fronteras. Y, más peligroso aún, devaluamos uno de nuestros productos más valiosos, tanto en el mercado interno como en el externo.



Ganados y Carnes 03/07/19. Paige Stanley y Jason Rowntree son dos investigadores de la universidad de Michigan en Estados Unidos que acaban de publicar un estudio en la revista Agricultural Systems que explica muchos de los interrogantes y aparentes contradicciones dentro del debate de ganadería industrial versus ganadería a pasto.

Entradas de interés relacionadas al tema alimentación y carnes en otros rincones de este blog.

martes, 1 de diciembre de 2009

San Lorenzo y una comprobación científica




Hola amigos cuervos: por favor, en algun momento lean el apartado abajo que dice "El fùtbol y los economistas". En su momento leía semanalmente el suplemento Clarín Económico: así di con este artículo. Demuestra cientìficamente ("cientìficamente" quiere decir que sigue un método y puede repetirse bajo las mismas condiciones) que San Lorenzo es la hinchada que más abandona en Argentina. Es decir, cuando empiezan a perder partidos en las tribunas quedan mas banderas que gente. Como en la despedida que le hicieron al "dream team de Tinelli" en el 2009, despuès de perder todo lo que intentaron. Lo ilustra la foto.


De allì viene el mote "San Silencio" que le pusimos los quemeros. No hagan como mi amigo el Ruso, que negó terminantemente la existencia del "tiki tiki" de Cappa durante un cuatrimestre dejando de ver durante ese lapso programas deportivos por TV. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.

El archivo "encuesta hinchadas" (pròximamente intentarè colgarlo) es justamente una encuesta sobre cantidad de hinchas que se hizo este año, a nivel informativo. Aunque Huracán no tenga hinchas en cantidades en el interior (más allá que haya como 70 clubes de ciudades y pueblos que se llamen "Huracán" y se identifiquen con un globito igual al de Parque Patricios), niega lo que dice el Ruso al respecto y San Silencio es una minoría que apenas supera el 3%.


Dos imágenes aquì incorporadas confirman que Huracan fue el 6to. grande por más que estemos de "Cappa caída" últimamente: una vieja publicidad de cigarrilos Imparciales y un diario deportivo con crèdito como Olé, que lo confirmó hace un tiempito con una encuesta masiva. Personalmente creo que hoy en día Vélez Sársfield o Estudiantes de La Plata tienen más méritos deportivos e institucionales y nos desplazaron, no tengo porque mentir.

Pero, la misma lógica lleva a pensar que como Vélez, Estudiantes y aún Argentinos Juniors tienen varias copas Libertadores de América e incluso Intercontinentales y San Silencio no, me parece cuerdo decir que ellos son "el octavo grande" sin temor a equivocarme. Aunque el Ruso se ría de mi hipótesis y continúe diciendo, sin ruborizarse, que CASinLA está sólamente debajo de Boca Júniors y Ríver Plate.



Ah! me parece que la publicidad de los cigarrillos tampoco deja lugar a dudas que el mote de "el club màs porteño de Buenos Aires" que tiene Huracàn, no es un invento chino.




La última imagen (revista El Gráfico) indica que -desde hace décadas- la hinchada del cuervo sale "enfierrada" y que como dice el cantito de la cancha: "con los fierros... cualquiera tiene aguante". Mitad chiste, mitad verdad.

Que sean felices! Abrazo quemero. Horacio.

"EL FUTBOL Y LOS ECONOMISTAS." Por Sebastián Campanario.

ECONOMIA - UN ESTUDIO DE RECAUDACIONES MIDIO LA FIDELIDAD DE LAS HINCHADAS LOCALES. Clarín, suplemento Económico, domingo 23 de junio de 2002.

La hinchada de Platense se potencia en las malas: la recaudación del club aumenta más de un 9% por cada punto que el equipo retrocede en la tabla de posiciones. La de Boca es, previsiblemente, la que más gente lleva por amor a la camiseta. Y la sola presencia de Diego Maradona en un partido (cuando jugaba en primera) hacía subir los ingresos por entradas en más de 160.000 pesos.

No lo dicen los dirigentes ni comentaristas deportivos: se trata de algunas de las conclusiones de un estudio -el primero que se hace en la Argentina de su naturaleza- que analiza las recaudaciones de 1.565 partidos de primera división, jugados entre 1995 y 2000. Para llevarlo a cabo, economistas de la Universidad Di Tella (Claus Bittner y José Saracut, coordinados por Ernesto Schargrodsky) mezclaron regresiones por mínimos cuadrados y otras finezas estadísticas con archivos de la AFA, de Clarín, de Olé y de El Gráfico.

"Esto permite evaluar científicamente la fidelidad de cada hinchada", se entusiasman los autores. Cómo se logra semejante medición? El mejor termómetro es la elasticidad de lo recaudado con respecto a la posición del equipo en cuestión en la tabla. En otras palabras, cuánto varían los ingresos por cada punto que el club avanza o retrocede.

Atención a los resultados: hay un grupo de ocho equipos cuya recaudación aumenta cuando les va peor. Pueden dar fe de este fenómeno los hinchas de Platense, Talleres de Córdoba, Chacarita, Colón de Santa Fe, Belgrano de Córdoba y Deportivo Español (recordar que se estudiaron las temporadas 1995-2000). Fidelidad, efecto masoquismo, expectativa por la lucha por el descenso o como quiera llamársele.

En el otro extremo aparecen los equipos cuya recaudación empeora mucho cuando al club respectivo le va peor. A la cabeza se anotan : Huracán de Corrientes, con un 21% menos de recaudación por cada punto retrocedido; seguido por San Lorenzo (12%), Rosario Central (11,7%), Vélez Sársfield (10%), Boca Júniors (9,2%), Argentinos (9,2%), Ríver (7,8%) y Rácing (7,7%).

"En oposición a ciertas creencias populares, Boca Júniors y San Lorenzo muestran una elevada volatilidad", dicen los economistas. Fue una conclusión científica que les dolió en el alma: Bittner, Saracut y Schargrodsky son fanáticos xeneises.

La economía del fútbol es un área aún bastante inexplorada. Con el mundial de Corea-Japón aparecieron una serie de estudios al respecto. Pero los números de las competencias locales tienen poco research acumulado, salvo algunas excepciones, como Inglaterra o Malasia. De estos países los economistas de la Di Tella sacaron ideas para armar una ecuación de demanda de entradas para el fútbol argentino.

El resultado fue una ecuación lineal simple, con 20 variables explicativas, entre las cuales se encuentran desde el clima o la violencia en la fecha anterior hasta el hecho de que se trate de un "clásico" pasando por la presencia o no de Diego Maradona en la cancha.

Por ejemplo, un partido clásico explica 95.000 pesos extras de ingresos, en promedio. La lluvia la tira abajo en 10.600 pesos. Si se dejan de lado estos 20 factores que influyen sobre la recaudación, queda un cuadro que los economistas denominan de "efectos fijos": cuanta gente lleva cada club per se, sin tener en cuenta incidencias que le son ajenas. Aquí sí, Boca roba en el ranking, con casi 220.000 pesos de recaudación promedio (14.383 entradas). Le siguen River (170.762 pesos), Talleres (69.349 pesos) y Belgrano (55.238 pesos).

Quién se perfila como equipo más taquillero para el Clausura 2002? Nada de especulaciones de Araujo y Macaya: regresión por método de mínimos cuadrados ordinarios, y a otra cosa.
© Horanosaurus

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